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11 agosto 2017 5 11 /08 /agosto /2017 19:47

Hace poco me senté a conversar en la plaza de Tirso de Molina con un grupo de muchachos vendedores de DVD y de camisetas de fútbol en Madrid, los llamados top manta, y resulta que ninguno era vendedor de DVD o de camisetas, todos tenían oficio, oficios algunos que aportarían muchísimo más a esta sociedad tan materialista en lugar de andar surtiendo las camisetas de Messi que le llevo a mi hijo tres veces más barata que en la tienda o corriendo delante de una patrulla que hasta se los ve incómodos teniendo que perseguir a gente que no solo no hace daño a nadie, sino que hace lo posible y lo imposible por mostrar su valía y honradez.
Es sorprendente como los africanos sub saharianos que viven en España, no sé en otros lugares, son adaptables a toda circunstancia sin perder la dignidad, son mucho más altos que nosotros, espigados, hablan varios idiomas bien hablados, ni que decir la experiencia que tienen de la vida por lo que han tenido que pasar sólo para llegar a la costa de Marruecos, tienen una actitud de amor propio admirable pero en absoluto de altanería, la población madrileña, leonesa, catalana en general experimenta desagrado cuando la policía los persigue y les quita las camisetas porque es lo último que tienen para no delinquir, y hasta a la policía se la ve avergonzada, siempre mirando para otro lado cuando les decomisan sus petates, por más regular o mala persona que sea alguno de ellos, saben que la calle sobre todo los bancos, ministerios y clubes de fútbol están rebosados de verdaderos delincuentes que nadie se atreve a detener, es frecuente ver gente bien vestida advirtiéndoles de forma solidaria que por ahí no vayan que hay policía, querría ver a esos policías o a mi mismo en esas condiciones, si ellos no saldrían a apretar a dueños de bares, a turistas, etc. y yo al delito que me permitiese mi exiguo arrojo y escaso conocimiento del crimen.
Un occidental no es capaz aguantar eso sin delinquir o infringir todas las normas, pero a lo que iba, aún así me dijeron que de Europa no se van ni locos, cualquier cosa aquí, lo peor para nosotros es una bendición para ellos, yo vengo de Latinoamérica no de Japón o Canadá, así que no me voy a hacer el sueco, también para todo latinoamericano que quiera vivir en tranquilidad sin stress no le interese desarrollar una empresa sino respirar la vida, Europa es un oasis. Me contaron el tema de como hay facciones para militares o criminales que toman niños a la fuerza, cosa que ya sabía, pero que me la contasen de primera mano resulta duro, entonces cuando les empecé a comentar que el blanco europeo tiene mucha responsabilidad histórica en esa depredación de hoy del africano al africano, me dijeron que no, que eso existe desde el principio de los tiempos allá y aquí, y ahí si me sentí en mi rol de aportador de datos de Historia, de maestro al pedo, al divino botón, de profesor Casimiro, Casiveo y Casihago, a la vez me pareció más que un poco inapropiado ¿para una ocasión que me sentaba a escuchar y ya iba a creerme superior enseñando? ¿por qué mi versión, aunque sea con la mejor de las intenciones, es mejor que la de los que padecen el problema, que autóctonos que no se han quedado sufriéndolo sino que han llevado a cabo lo que en el caso de ellos, atravesar desiertos, junglas, colonias de asesinos, supone a un alto grado de riesgo que lo convierte en una variante de rebelión? 
Ese es nuestro defecto y nuestra cruz, siempre creyendo que lo que sabemos es mejor porque tenemos agua fría y caliente que sale de un hierro agujereado ¿quién dice que no sería mejor la tribu de los Yorubas, de los Masái, de los Pigmeos antiguos, con sus nueve esposas con sus reglas y leyes y creencias que no los condujeron al desarrollo vertical y vertiginoso sino al desarrollo del alma, del interior? ¿quién dice que es necesaria tanta parafernalia para seguir cada vez más solos, más abandonados, más tristes, más alcoholizados, drogados, rabiosos, desconfiados, coléricos?
Como ven, si uno es lo suficientemente afortunado tal vez pueda retomar las reflexiones y cuestionamientos de los veinte años

Principio del formulario

Final del formulario

Top Manta en Sol, Madrid

Top Manta en Sol, Madrid

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6 agosto 2017 7 06 /08 /agosto /2017 13:54

Los últimos fines de semana los pasé en ciudades capitales por razones de trabajo. Cada vez que tengo un rato libre en estas grandes urbes me acerco a curiosear librerías, exposiciones de pintura clásica o moderna y lo que más me llama la atención de las ciudades, los pulmones de la vida hedonista, los barrios bohemios salpicados de sitios de vida licenciosa, parda, lumpen. En esta ocasión decidí renovar algunas prendas que ya habían tomado el olor y el color de mi piel así que me sumergí, además, en algunos de esos grandes almacenes que habitualmente evito.

Al cabo de tres ciudades se erigió un nuevo común denominador que en mi percepción, hoy domina claramente el lugar común del consumo vertiginoso que otrora y hasta hace muy poco ostentaban los rusos, ávidos consumistas tras décadas, siglos, milenios de austeridad comunista, llegados de más allá de la Siberia, venidos de la Manchuria de la sempiterna uniformidad: Los chinos.

Y entonces reparé en que además de ser sensiblemente más ricos y de escandaloso peor gusto que sus predecesores, también representan aún más la antítesis, el negativo, lo contrario de lo que una eternidad de alienación y  adoctrinamiento comunista de rigor oriental les trató de imprimir en el hipotálamo para las generaciones actuales y futuras.

El resultado de ese particular ”Hombre Nuevo” , una mezcla de hiena, escorpión, pantera perdida y plaga de langosta que arrasa de manera compulsiva con todo lo que ostente un cartel de “se vende” ,  me trasladó a Cuba a propósito de las nuevas restricciones gubernamentales para el desarrollo de clases sociales homologables a estas hordas post comunistas.

Desconozco como habrá sido en China, pero el fenómeno de los nuevos ricos dentro de la aún “igualitaria” Cuba socialista, en todo caso se parece mucho a lo ocurrido en Rusia, los generales, los revolucionarios históricos y su descendencia conforman la nueva estirpe del poder  encargada de representar a la nueva jet set y de cargar con el peso de los hinchados cofres de oro. Incluso sin haber tenido que hacer el paripé de los ex soviéticos de abandonar el dominio absoluto del Partido Comunista.

La modalidad de la nueva oligarquía empresarial reúne una serie de particularidades comunes, a saber:

Está más predispuesto a la competencia voraz que el empresariado gestado en las sociedades de mercado aunque esté menos preparado para acometerla.

Es un elemento descreído, apóstata de toda ideología, religión, filosofía que promulgue una finalidad basada en principios morales.

Es ateo, agnóstico, y además descreído de su propio adoctrinamiento.

Mientras el empresariado formado en la sociedad de mercado en algún momento de su vida puede experimentar la necesidad de un aporte espiritual, el nuevo empresario formado en los obligados lemas de la igualdad social, en su momento de inflexión, suele reflexionar y revisar su trayectoria precisamente en el sentido opuesto, autocriticándose el dispendio fútil de energía y considerando que es momento de concentrarlas en beneficio propio, que es hora de no perder un minuto más en las viejas consignas engañosas de sus progenitores ni en novedosas utopías estériles.

Considera una pérdida de tiempo la hipocresía habitual en el rico tradicional para equilibrar la culpa.

No pide permiso, no pide perdón ni da las gracias. Paga.

Para esta nueva clase rusa, china y cubana, la ostentación de la riqueza es un saludable signo de buen gusto.

No se conciben la filantropía ni el mecenazgo en el arte ni en absolutamente nada que no tenga visos de aportar suculentos beneficios. Aunque aborrecen la cultura invierten grandes cantidades de dinero en pinturas y esculturas sensibles de revalorizarse.

Son directos, sinceros, primarios, sin barnices, sin profundidad y enriquecen de manera exponencial a todo fabricantes de cuanto elemento distintivo de mal gusto pulule en los alrededores.

Están incapacitados para entender que un Rolls Royce gris pueda constituir para nadie en su sano juicio, un símbolo de distinción.

Mientras aprovechan las nuevas restricciones para asfixiar a la incipiente competencia  compatriota sin rubor alguno, empiezan a habituarse a destapar botellas de champán  y a beberlo a pico de botella. Algunos pocos usan copas finas, pero cuando se sienten resguardados  por la sombra de la intimidad, llenan los vidrios de cubitos de hielo y de ese característico sirope de color rojo oscuro, ya en peligro de explosión.

Nuevos ricos chinos

Nuevos ricos chinos

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2 agosto 2017 3 02 /08 /agosto /2017 00:21

El abuelo del Peter, un amigo de la secundaria, me lo dijo una vez en Puerto Padre:

"Esta gente odian a los habaneros"

Se refería a todos los rebeldes que gobernaban y hoy ya cayéndose a pedazos, siguen gobernando la revolución más mezquina que se pueda imaginar.

Voy a tener que pensar que como en todo lo demás, aquel viejo pícaro tenía toda la razón, si no, resulta imposible a esta altura entender por qué cierran la posibilidad del emprendimiento, de la imaginación, de la creatividad, de la invención en beneficio del pais, de toda sociedad, porque a partir de ahora el que está jodido no mejorará por el hecho de que jodan al que está empezando a despegar, mucho antes lo más probable es que jodan bien a los dos.

Ya se escuchan voces "abducidas" advirtiendo que será malo para quienes querían montar algo, pero quienes ya lo tenían funcionando seguirán sin problemas. De eso nada, desde esta misma noche el que tenga un negocio y no sea hijo de un general, se despertará con pesadillas y sudores fríos varias veces en la noche, no vivirá en paz, y sobre todo porque cuando una dinámica de crecimiento y desarrollo de esta especie de corta así abruptamente, el entusiasmo muere, la fuerza muere, el optimismo muere, la cadena de crecimiento, la motivación, el incentivo para el emprendedor, mueren. 

Deben tener desconfianza y quizás con mucha razón desde su punto de vista, a la rapidez con que el cubano cuando ve una posibilidad de trabajar con beneficios reales, lo hace día y noche y termina levantando una compañía, como hicieron en Cuba mientras se podía y como llevan haciendo por todo el mundo la diáspora desde 1959. Deben pensar que en menos de lo que canta un gallo los van a tener a su altura y en breve siendo el motor de la economía, y nada deben desear menos esa sarta de inútiles que encontrar la horma la de sus zapatos en sus otrora víctimas, con todas las cuentas pendientes que hay.

De otra manera es imposible explicar que un gobierno detenga a una incipiente clase media que comienza a dar soluciones tímidas aún pero reales, genuinas, autóctonas. 

No sólo la Historia no los absolverá, sino que les tiene preparado un capítulo en un área del libro cerrada herméticamente a causa del hedor y la fetidez que desprenden sus páginas.

Se jodió la bicicleta

Se jodió la bicicleta

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30 julio 2017 7 30 /07 /julio /2017 00:01

 

Aunque en líneas generales creo que ningún tiempo pasado fue mejor, hay particularidades en las cuales con respecto a la intelectualidad y al valor de la expresión, de la libertad con relación a la conveniencia, al mercado o a los convencionalismos, me atrevo a suponer que existe la involución social, que nos estamos quedando un poco huérfanos de algo más importante que simplemente creadores, artistas, talentos o genios, creo que también se están yendo las últimas trazas, las últimas briznas de esa hoy caduca cultura de la ética, del pudor, de la grandeza, de la épica.

Silvio Rodríguez apoya incondicionalmente que en Cuba no haya elecciones libres,  libertad de prensa, editorial, de asociación ideológica, de partidos, de empresas; pero no obstante, considera inadmisible por poco democrático y opresor, el hecho de que España presente un número de impedimentos legales e históricos para evitar que una importante parte de su territorio consiga separarse del resto de la nación. Ya no esperaba nada del famoso creador de memorables canciones, después que firmase junto a otros veintiséis intelectuales, un plañidero documento nada menos que en apoyo al sumarísimo juicio y su condena irrevocable de fusilamiento de tres jóvenes que no incurrieron en hecho de sangre alguno, en abril del año 2003.

Pero al menos cabía esperar algo de coherencia. Frente la agresión permanente a la democracia que padece su entorno, su realidad, no sólo no tiene nada que decir sino que apoya seis décadas de un poder dictatorial, sin embargo si se trata de un país a miles de kilómetros de distancia donde hay elecciones cada dos por tres, donde ya ni siquiera hay dos partidos mayoritarios y muchos pequeños, sino cuatro mayoritarios y una gran variedad de pequeños partidos, rellenando el arco de sensibilidades ideológicas en un ángulo de trescientos sesenta grados, entonces le entra una estricta conciencia democrática.

A tres años y medio de la partida de Santiago, recuerdo que aquel día su hermana Rosario Feliú  no podía siquiera levantarse del golpe que supuso la muerte de su hermano, como ella misma me dijo: "se me fue media vida"; quiero recordar que su hermano Santiago pertenecía a una Pléyades de artistas libres, en tiempos particularmente difíciles para la expresión sin anclas, desenfadadas en medio de la más cerrada e intolerante censura, un momento cubano que ya está grabada en los fundamentos, en la esencia y en la cosmología de donde maman los cada vez más numerosos artistas que intentan manifestar sus ideas y expresar su interior sin limitaciones ideológicas, desatados de las patas de la cama, de los lineamientos oficiales y de los artificios comerciales.
Una versión de una generación más cercana a la actitud rock que a la pose de la Nueva Trova, en cuanto a la alineación de ese movimiento con el discurso oficial de la Revolución y la pleitesía rendida a sus máximo dirigentes.

De manera singular la referencia del sistema con respecto de la cual concibieron su actitud contestataria no fue el consumo capitalista, sino la hipocresía, el tedio, la abulia, la doble moral, la obsecuencia, la mentira, la alienación y el alineamiento a las pautas estrictas y obligadas de los organismos culturales estatales de la sociedad socialista del Hombre Nuevo. Una sociedad pretendidamente comunitaria, que no propiciaba un pistón salida para las tensiones, ni de entrada para las conciencias de cada individuo.
Un grupo más que una generación de artistas, que desistió del uso de las consignas revolucionarias aún cuando simpatizaran algunos de ellos, como es su legítimo derecho tanto como el de disentir con el grueso del proceso en la isla, remarcando el vector estético en el arte, la libertad del "juglar" y el "bardo", en oposición al servilismo del "bufón de palacio" que es aquello que henchía las salas de grabaciones de salseros, trovadores, soneros, rígidamente controladas por los gendarmes censores, muchos de los que hoy sin pudor alguno piden asilo en Miami y consiguen vivir codo a codo con sus otrora condenados al panfleto o al ostracismo.

Eran otros tiempos en que la cantidad de símiles, metáforas, analogías que había que utilizar para poder articular una idea tibiamente contestaría dentro de un sistema tan controlado, era tal que requería no poca dosis de valor y de una buena cuota de imaginación en el lenguaje general, el de las palabras, las ideas, los hechos y también la indumentaria y la actitud. No era fácil pero lo hicieron, y Santi terminó siendo el Brian Jones, el Jimi Hendrix, la Janis Joplin, el Basquiat de la Novísima Trova y de muchos de nosotros enganchados eternamente a la energía de aquellos días.

Es cierto que debajo del barniz de los mitos se puede encontrar cualquier tipo de material, pero también entre ellos siempre hay una arcilla única dentro de un molde irreproducible.

 De la misma manera que la más prometedora de las obras del más brillante de los genios, no tiene lugar hasta que no pase por su más exigente y sensible trámite, el tamiz del broche final, la balanza de la vida.

Silvio con Guarapo, Santiago, Dos trovadores, dos éticas opuestasSilvio con Guarapo, Santiago, Dos trovadores, dos éticas opuestas

Silvio con Guarapo, Santiago, Dos trovadores, dos éticas opuestas

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13 julio 2017 4 13 /07 /julio /2017 13:48

En la Cuba que se adviene será inevitable en algún momento permitir la incursión de partidos políticos aunque más por aggiornamento y conveniencia que por presión interna, no la hay, lo cual  lejos de ser inocuo para los camajanes sexagenarios del poder hasta les puede granjear aire fresco y nuevos límites a la permanencia de los herederos.

El cubano de a pie está completamente al margen de la política participativa, real transformadora, le es ajena hasta el punto que ni la desea, ni forma parte de sus aspiraciones, sesenta años han dejado la sensación de que la “política” es algo en lo que no se participa de ninguna manera que no sea asintiendo las propuestas para ser aprobadas o vociferando contra los enemigos diseñados desde el poder. Y nada más. El resto es paisaje o mucha doble moral y pasada la hora del paripé, salir a meter el pecho para ganase la vida. 

En los años 70 y 80 casi nadie reivindicaba elecciones libres, la gente estaba interesada en mayor participación de los distintos actores sociales en las decisiones, en el plan artístico cultural, informativo, productivo, etc. sobre el fin de la década de los 80 más ligados al espíritu tibio de Glasnot Y Perestroika y los menos frugales y más conscientes estaban más en la línea de los cambios propuestos por Lech Walessa o Vaclav Havel.

 Con muchísimo menos que pedir elecciones libres desaparecías del mapa de tal manera que hasta la familia se contentaba con la versión de que de repente sin avisar a nadie ni recoger ropa ni despedirte, habías decidido irte a combatir a Angola y por eso regresaste en un cajón. Pero con nuestras tímidas reivindicaciones de la vida cotidiana a través de medios de expresión de descontento más que eficaces en la transformación de algo, las pequeñas rebeldías que nos podíamos permitir según el grado de conciencia, inconciencia o valor, si nos hubiesen dado el panorama actual cubano lo habríamos aprovechado infinitamente más que la población actual, habríamos leído los programas, nos habríamos enterado en las tertulias de poesía de  pintura, de que es cada asociación y que propone, quienes sus representantes, aunque fuese entre ron y semi conciertos de rock, o de la Novísima trova o de salsa, habríamos preguntado de que elementos se nutrían unos y  otros; pero hoy que en la inmensa mayoría de la población terminó fraguando el hipotálamo colectivo que se estaba cimentando, sencillamente les interesa un pepino.

Por un lado hasta parece sano, no aguantaban más adoctrinamiento y la ausencia total de esperanzas e ilusión como combustible para echar a andar  toda maquinaria social, una respuesta rotunda, de tan sioncronizada casi parece meditada y acordada en el subconsciente colectivo con alto grado de irreverencia abúlica, aunque no enfrentamiento al poder. Hace poco en un debate sobre el Che les decía a los amigos y los no tanto que discutían conmigo, que acaso la mayor de las venganzas que esté esgrimiendo la Nueva generación de jóvenes en Cuba, o sea aquél tan prefabricado deseado y cacareado Hombre Nuevo, sea que les importa un reverendo rábano cualquier cosa acerca del Che, Camilo, Mella, Guarapo, sus abuelas y todas sus parentelas.

Se les pone un altavoz a todo volumen que emane esos ensamblajes cubistas, ruidosos más que sonoros, que con una impertinencia hasta respetable se sirvieron de un  género genuino y precioso como el reggae para apadrinarse con un sucedáneo a si mismo y asaltar el resto de materia gris que quedaba con un sub meta género del peor de los gustos, y se les pone una pipa de un ron al lado de los cuales el alcoelite o la gualfarina que tomábamos en otros años de emergencia sería un elixir para sibaritas, y son felices.

Les da igual si se queda con Cuba Alejandro Tres pelos, Tony y sus vacilones, Mariela Omelette o Batman y Robin disfrazados por el revolucionario Lagerfeld.

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11 julio 2017 2 11 /07 /julio /2017 22:26

 

 

 

Terminaba una maratónica reunión del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, presidida por el Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, Presidente de Cuba, presidente del Partido Comunista de Cuba y del Buró político del Partido, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (sepan disculpar si pasé por alto unos cuantos cargos más, pero es que se me empezaba a olvidar lo que quería escribir).

Antes de salir cada uno a la casa de su amante a bajarse su pomo de ron y lijar su pernil de jamón para disipar el agobio de seis horas de muela interminable, de una especie de Do sostenido del Comandante y la profunda, aunque secretísima depresión a que ello podía someter, la reunión exigía que todos votaran los puntos que se habían tocado durante los milenios que pareció durar el acto.

En el preciso instante, en que el genízaro de gesto adusto al referir su mirada al público y solícito al agacharse ante la escudriñadora vigilancia de Guarapo, invitó a levantar las manos a quienes estuviesen de acuerdo con las propuestas del Comandante, un asistente de una de las filas del medio, que había pasado aquél sucedáneo de “la eternidad”, aplaudiendo rabiosamente cada intervención divina, sintió una fuerte punzada que le recorrió desde el dedo pulgar e índice todo el brazo hasta la parte derecha del pecho, haciéndose particularmente insoportable el dolor en la base de la tetilla, el hombre hizo todo lo posible manteniendo el rictus impasible, como un maniquí de cera, por no torcer su gesto, no arruinar la fiesta de la pasión al Líder, al dios devorador del mal, hizo denodados esfuerzos por no emitir un quejido, ni siquiera un gruñido que pusiese sobre aviso a los asistentes vecinos de su asiento. Sólo si su esposa, sus hijos o su amante se encontrasen allí y le prestasen más atención a él que a Guarapo, habrían podido notar por la rigidez de las comisuras de sus labios, la palidez de su rostro y el agarrotamiento de sus dedos, que una parte suya reclamaba urgente auxilio al ánima de la discreción.

El genízaro, asombrado ante la insistencia del asistente en no alzar su mano dando a entender un voto negativo con su actitud, cosa que no había ocurrido jamás en décadas de reuniones, tuvo un rapto de suprema solidaridad, mostró un gesto en el límite de la lealtad y tras un prolongado silencio casi absoluto, roto únicamente por un flato del asombrado hermano achinado del monarca barbudo, se dignó a repetir al invitación por segunda y última vez, haciendo énfasis en ello, a votar la propuesta que como una bendición, bajaba en forma de lineamiento desde el trono Tropical.

El desconcertante y bravo asistente de la innovadora y pionera abstención, valeroso desacato de la sempiterna unanimidad revolucionaria, desoyó la invitación, ya presentaba signos de momificación, sus pantalones estaban mojados, las manos retorciéndose sobre las rodillas y su mirada perdida.

Entonces el genízaro, ya abandonando todo vestigio de complicidad con el inconsciente desgraciado, se dirigió directamente a él ante el escrutinio en el gesto de Guarapo y de su achinado hermano de vientre flojo, diciéndole:

-Compañero, ¿está votando usted en contra de los lineamientos de nuestro Comandante en Jefe?

-Agh- fue lo único que alcanzó a responder el temerario militante antes de balancearse hacia adelante y terminar cayendo de forma pesada sobre el suelo del teatro Karl Marx.

Sus vecinos de asiento conscientes de que tampoco era muy recomendable desvivirse por salvar a un presunto traidor, pero también impresionados ante la posibilidad de que todo pudiese acabar allí, lo socorrieron y animaron a los otros asistentes llamar a una ambulancia.

Unos días más tarde, el militante del Comité Central recuperó su salud y fue considerado definitivamente fuera de peligro por el infarto que había sufrido aquella fatídica tarde, cuando creyó que sería dado de alta del hospital, recibió la visita de un superior comunicándole que lamentablemente en el mundo se había difundido la noticia de que por primera vez, una medida del Comandante no había sido unánimemente respaldada por todo el Comité Central, y entonces desde el Buró Político se decidió,, que demasiado contemplativa e indulgente era la Revolución con elementos que la traicionaban de aquella manera vil y abyecta, pero no podían arrogarse el derecho que soberanamente le pertenecía al pueblo en nombre de sus dirigentes, perdonar semejante ultraje a los héroes, a los mártires de la revolución, al pueblo entero, por ende se lo envió a la Taiga rusa a cumplir veinte años de reclusión, empezando por construir el tren de Baikal Amur, siendo intercambiado por elemento ruso del PCUS que cortaría caña en la provincia de Oriente durante las horas de más sol por la misma cantidad de años, por haberse dormido en un acto de Leonid Ilich Brezhnev.

El cubano aguantó mucho frío pero a los pocos años llegaron la Perestoika y Glasnot y fue puesto en libertad, vagando durante algunos años por la Siberia en estado de enajenación mental, ingiriendo hielo con excrementos y bajándolo con vodka, hasta que una investigación periodística recuperó su curiosa historia y se convirtió de repente en un hito, en un ejemplo de las más altas cotas del coraje disidente, alternando premios y menciones con personalidades del tamaño de Lech Walessa y Vaclav Havel, en las principales convenciones internacionales de derechos humanos.

El ruso corrió una suerte menos afortunada, se cuenta que aún corta caña en algún área de castigo, pero que ni siquiera sus centinelas lo reconocen y saben diferenciarlo de los demás castigados autóctonos, ya achicharrado por el sol, sus ojos azules ennegrecidos por el hollín de la caña quemada, su idioma reducido  a sonidos guturales.

Los domingos, único día de descanso, el ruso y el cubano cada uno en su suerte,  se cubren de agua salada excremento y ron.

Asamblea
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27 junio 2017 2 27 /06 /junio /2017 14:57

La noticia de los catorce mil repatriados en Cuba es engañosa, lleva bajo las ruedas una trampa para osos desprevenidos, no se dejen cazar por la propaganda del régimen. En efecto catorce mil cubanos obtuvieron la "repatriación", más allá de que no conozco otro caso en que los naturales de un país deban solicitar permiso para poder repatriarse y volver a adquirir el gentilicio de la tierra que los vio nacer, lo cierto es que esos catorce mil no regresan a disfrutar de las bondades del socialismo, de eso escaparon, muy por el contrario el retorno obedece precisamente a ser los pioneros del capitalismo. Siempre con permiso y detrás de los dirigentes que ya han ocupado posiciones donde se mueven las mayores cantidades de dinero de la gran empresa extranjera y la incipiente nacional.

Cuba irá copiando gradualmente modelos de transición al capitalismo alternativos ya existentes, el Chino con mayor probabilidad , el Vietnamita, y al final puede que el ruso cuando haya que desintegrar el PCC, dejando a cargo de los nuevos cambios a los represores de siempre. 
En cualquiera de esos proyectos se contemplará que la gente no dispute el poder ni cuestione sus decisiones, continúen de un modo u otro la instrumentalización político ideológica de Partido único o en su defecto de oligarquía estanca, pero permitiendo cierto progreso económico, cierta alegría financiera. 

Los familiares de los dirigentes "Pinchos" y estos mismos son los mejor situados como intermediarios en el conducto del grueso volumen de dinero que mueven y moverán  las grandes compañías hacia la isla, son y serán ellos la mayoría de los gerentes y/o empresarios en los medianos y grandes emprendimientos.

 Lo más lógico y probable es que quienes se sitúen inmediatamente detrás de estos intermediarios privilegiados, para fundar pequeños y medianos negocios sean los "repatriados" que acumularon algún capital proveniente del trabajo, la especulación comercial o financiera durante su emigración.

 La gran mayoría de los repatriados piensan en invertir para disfrutar del capitalismo en su propia tierra en el momento en que este cobre mayor presencia y no para volver a hacer uso de las paupérrimas bondades del fracasado comunismo.

Estos emigrantes son comerciantes , negociantes, empresarios, no tienen ética política, moral ideológica, sino que irán a recostarse al árbol que más sombra de, como hacen los capitales en el resto del orbe desde que el trueque dio paso al vil metal como elemento  de cambio.

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27 junio 2017 2 27 /06 /junio /2017 14:48

Hoy asistí a un recital de rock. Había algunos fumando porros y otros pocos con cervezas, serían un diez por ciento del total de asistentes, pero subyace la idea de que el rock se baña de ríos de alcohol y se perfuma de cataratas de esencias lisérgicas, y hasta se montan dispositivos policiales alrededor de los conciertos para evitar los encuentros del tercer tipo con Belcebú.

En Navidad, no el diez ni el cincuenta por ciento, sino la totalidad de los feligreses despachan ingentes cantidades de alcohol en caldos, espumosos, espirituosos, bebidas blancas, licores, durante días interminables que luego se reanudan en Semana Santa y cada puente que conmemora cuanta superchería se tercie. Se montan dispositivos pero para cuidar a los viandantes beodos, a los sanos bebedores, a las almas del señor entregadas a un lapso de saludable e ingenuo retozo caníbal y desespero etílico. 
Y nunca vi relacionar el nacimiento de Jesulín con los ríos de vómitos, orín y heces que la ciudad debe metabolizar en esas fechas. 

¿Pusimos bien las fichas en el tablero antes de empezar el juego?

 

Borracheras de Navidad
Borracheras de Navidad

Borracheras de Navidad

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27 junio 2017 2 27 /06 /junio /2017 14:31

Guarapo le pasó la cuenta a las churris más cotizadas, burguesas y por supuesto ajenas al comunismo del momento, incluida Ava Gardner y a alguna que otra pájara pinta también, según se comentaba en los mentideros habaneros.

Se zampó los mejores jamones y las langostas más exquisitas.

Pescó en las aguas más cristalinas a bordo de los mejores yates que elegía para él, con invitados de lujo nunca cubanos, nunca de países socialistas y ni siquiera comunistas, siempre ricos y famosos, amantes del vil metal y de la buena vida como Gabriel García Márquez, Oliver Stone, Gerard Depardieu, o Barbara Walters.

Dio entrevistas sólo a periodistas norteamericanos, a algún italiano como Miná o brasileño como Frei Beto, nunca a un cubano que no fuese la quintaesencia del chicharrón obsecuente "Guatacandy" y sucedáneos, con la honrosa excepción de una joven María Elvira Salazar en una de sus visitas a New York.

Se sacó todas las compañías molestas de encima y taló todos los árboles rectos de su entorno cuyas sombras evidenciaban su naturaleza retorcida.

Se bebió los mejores caldos, vinos españoles de las mejores cosechas a lo largo de todos los gobiernos hispanos, los mejores franceses cuando Mitterrand e italianos cuando Craxi, un fenómeno bebiendo caro, puliendo divisas en el mejor bouquet. Bebía ron Isla del Tesoro, de cuatrocientos euros la botella, una entelequia para el resto de cubanos.

Guarapo no se fue a vivir a Alamar, en el famoso emprendimiento revolucionario de microbrigada que tanto alababa, aunque tuvo una linda casa en Cojimar de esas que poseía decenas en el territorio nacional, justo a la entrada de Alamar antes de que este barrio obrero se convirtiese en la bandera estética del socialismo "bachiplanero", ni se fue a vivir a Párraga ni a Jatibonico, sino que prefirió algo más exclusivo, seguía inclinado como en sus años mozos por lo Chic, nada más ni nada menos que el área más suntuosa de Cuba, que se comenzó a construir en 1911 como un exclusivo club y campo de golf, con edificios magníficos y que luego se convirtió en el Havana Biltmore Yacht and Country Club, uno de los sitios más caros del continente. 

Cuando enfermó no hizo ni siquiera el amago de usar su tan cacareada medicina cubana, se hizo llevar una eminencia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid para cerrar con calculados pespuntes la hendija por donde penetraba su permanente terror a la muerte, el mismo miedo que lo llevaba viajar con ingentes cantidades de efectivos militares y fuertes y costosas medidas de seguridad, en una ocasión llegó a viajar con quinientos guardaespaldas a Buenos Aires aquél que cacareaba "Patria o Muerte" pensando más bien en "Trasero cómodo y Muerte a los molestos" rodeado siempre de hordas de genízaros.

Reprimió a todo religioso durante los años en que la URSS era la tubería de sangre y clorofila de sus caprichos, luego sin inmutarse besó las manos de tres Papas diferentes e hincó la rodilla para ser absuelto de sus crímenes más que pecados, sin aguardar el dictamen de la Historia.

Guarapo estiró todo lo que pudo su vida en un estado lamentable, gastó gruesas cantidades del dinero del paupérrimo pueblo cubano para poder vivir un día más.

Este pillo crack hizo su particular "Robolución" personal e intransferible desde la Sierra Maestra hasta el Havana Biltmore Yacht and Country Club, para pasársela pipa, chachi, joya, de mil maravillas a costa de millones de pajueranos que quedaron en la Isla, de otros millones que se fueron, y de unos cuantos que entre el paredón, la prisión, la locura, las noventa millas marítimas mortaja de hordas de desesperados, las guerras de África, la marginación y el alcoholismo suman cientos de miles de vidas segadas, y así y todo, aún hoy, hay quien sigue yendo a la Plaza de la Involución transpirando chorros de obsecuencia con chispa de tren y pasta de oca para dar vivas a la sempiterna momia del viejo bribón.

Guarapo le pasó la cuenta a las churris más cotizadas del momento, incluida Ava Gardner y a alguna que otra pájara pinta también, según se comentaba en los mentideros habaneros.

Se zampó los mejores jamones y las langostas más exquisitas.

Pescó en las aguas más cristalinas a bordo de los mejores yates que elegía para él, con invitados de lujo nunca cubanos, nunca de países socialistas y ni siquiera comunistas, siempre ricos y famosos, amantes del vil metal y de la buena vida como Gabriel García Márquez, Oliver Stone, Gerard Depardieu, o Barbara Walters.

Dio entrevistas sólo a periodistas norteamericanos, a algún italiano como Miná o brasileño como Frei Beto, nunca a un cubano que no fuese la quintaesencia del chicharrón obsecuente "Guatacandy" y sucedáneos, con la honrosa excepción de una joven María Elvira Salazar en una de sus visitas a New York.

Se sacó todas las compañías molestas de encima y taló todos los árboles rectos de su entorno cuyas sombras evidenciaban su naturaleza retorcida.

Se bebió los mejores caldos, vinos españoles de las mejores cosechas a lo largo de todos los gobiernos hispanos, los mejores franceses cuando Mitterrand e italianos cuando Craxi, un fenómeno bebiendo caro, puliendo divisas en el mejor bouquet. Bebía ron Isla del Tesoro, de cuatrocientos euros la botella, una entelequia para el resto de cubanos.

Guarapo no se fue a vivir a Alamar, en el famoso emprendimiento revolucionario de microbrigada que tanto alababa, aunque tuvo una linda casa en Cojimar de esas que poseía decenas en el territorio nacional, justo a la entrada de Alamar antes de que este barrio obrero se convirtiese en la bandera estética del socialismo "bachiplanero", ni se fue a vivir a Párraga ni a Jatibonico, sino que prefirió algo más exclusivo, seguía inclinado como en sus años mozos por lo Chic, nada más ni nada menos que el área más suntuosa de Cuba, que se comenzó a construir en 1911 como un exclusivo club y campo de golf, con edificios magníficos y que luego se convirtió en el Havana Biltmore Yacht and Country Club, uno de los sitios más caros del continente. 

Cuando enfermó no hizo ni siquiera el amago de usar su tan cacareada medicina cubana, se hizo llevar una eminencia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid para cerrar con calculados pespuntes la hendija por donde penetraba su permanente terror a la muerte, el mismo miedo que lo llevaba viajar con ingentes cantidades de efectivos militares y fuertes y costosas medidas de seguridad, en una ocasión llegó a viajar con quinientos guardaespaldas a Buenos Aires aquél que cacareaba "Patria o Muerte" pensando más bien en "Trasero cómodo y Muerte a los molestos" rodeado siempre de hordas de genízaros.

Reprimió a todo religioso durante los años en que la URSS era la tubería de sangre y clorofila de sus caprichos, luego sin inmutarse besó las manos de tres Papas diferentes e hincó la rodilla para ser absuelto de sus crímenes más que pecados, sin aguardar el dictamen de la Historia.

Guarapo estiró todo lo que pudo su vida en un estado lamentable, gastó gruesas cantidades del dinero del paupérrimo pueblo cubano para poder vivir un día más.

Este pillo crack hizo su particular "Robolución" personal e intransferible desde la Sierra Maestra hasta el Havana Biltmore Yacht and Country Club, para pasársela pipa, chachi, joya, de mil maravillas a costa de millones de pajueranos que quedaron en la Isla, de otros millones que se fueron, y de unos cuantos que entre el paredón, la prisión, la locura, las noventa millas marítimas mortaja de hordas de desesperados, las guerras de África, la marginación y el alcoholismo suman cientos de miles de vidas segadas, y así y todo, aún hoy, hay quien sigue yendo a la Plaza de la Involución transpirando chorros de obsecuencia con chispa de tren y pasta de oca para dar vivas a la sempiterna momia del viejo bribón.

Manual de la poca vergüenza
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18 junio 2017 7 18 /06 /junio /2017 18:55

Spa de sábado a la tarde cuando toda España está a punto de ser devorada por cien mil millones de grados centígrados y la gente se dispone a atravesar sus últimos instantes de vida en bares, tascas, tabernas, terrazas consumiendo hectolitros de cerveza fría, casi congelada, cubitos de hielo de agua amarilla burbujeante emborrachadora y riñonera , sin el bouquet de la cerveza belga, ni de abadía alemana, ni el aroma de la stout irlandesa o el espesor de la ale inglesa pero acompañada de decibelios en las charlas y de montañas de tapas, pinchos, raciones, responsables de que España sea de los países el mundo en donde más se bebe pero también donde menos borrachos tambaleándose por la calle se ven. La gente bebiendo comiendo en la antesala de las llamas y el penúltimo infierno , mientras, yo que no bebo, metía mis pies en las duchas frías y escocesas del Spa.

Las piedras del suelo se clavaron en la planta de mis pies. "Como han andado estos pies" pensé, el trayecto desde un lugar a otro, y de ahí al de más allá, atomizados, desperdigados los caminos como tras el Big Bang mis pies enloquecidos anduvieron por todo lo que conocieron como "el universo", también caminaron sobre sábanas limpias, sobre tumbas, sobre la mermelada del amor y resbalaron en la mostaza del engaño. Las piedras de las duchas son de canto redondo.
"Como se reirían si estuviesen aquí los negritos que se escapaban de clases como yo, para ir a tirarse de cabeza en la cueva de los tiburones en el malecón de la Habana", era un espectáculo verlos caminar hasta el borde descalzos por el las rocas de "diente de perro" sin emitir el más mínimo quejido, me mirarían en el Spa con la misma sonrisa socarrona que me miraban en el malecón cuando tras intentar emularlos descalzo, pinchando cada rincón de sensibilidad en la planta de los pies y no llegando jamás al borde, decidía hacerlo con esas chancletas negras de Kiko Plastic bajo las canillas escuetas y pálidas, que luego una vez en el agua colocaba en las manos.

Una vez le pregunté a Chucho , amigo desde los diez años, por qué el podía caminar por el diente de perro sin problema, si era porque la planta el pie de los descendientes de africanos era más dura que la de la heterogénea mezcla que me precedía, o por la práctica desde pequeños, me dijo que no lo sabía pero que él descendía de cimarrón (a toda la gente que conozco le encanta fantasear con la existencia de un noble en la prosapia familiar y no hay mayor nobleza que aquellos esclavos que escapaban al monte y formaban palenques envejeciendo en libertad) y que por eso en su familia todas las mujeres tenían tremendo culo y los hombres tremendo pingón , pero sobre la planta de los pies nunca había preguntado. En fin, en ese punto el complejo de inferioridad por la dureza del calcañal era el menor de los complejos. Pero quería ganarle en algo, y le dije "Chucho, oka, tú tienes el calcañal duro y yo no y lo del rabo lo dejamos en veremos, pero vamos a ver quien nada más lejos". Lo negros no se alejaban de la orilla en el malecón y mucho menos en las playas de arena, es un hecho que observé durante años en Cuba, en Brasil, en varias playas de América e incluso en las europeas, suele ser tabú hablar de esas cosas pro a mi me encantaba y a mis amigos y amantes negras también porque nos sacábamos la careta, tal vez también porque yo no era un blanco cubano, no tenía el más mínimo prejuicio aunque sí eran muy enigmáticas para mi las marcadas diferencias que había entre blancos y negros por más que fuese políticamente correcto no hablar de ello. Le pregunté si como raza había algo en las profundidades que les ocasionaba desconfianza, desaprensión, temor.

Chucho era negro pepillo, de familia de guapos pero él era rockero, decía brother y friend más que asere y nahue, y me dijo:

"Brother, la verdad es que no lo había pensado"

Años más tarde supe que tanto la cueva de los tiburones del malecón, como el Golfo de México, como San Salvador de Bahía, la bahía de Santiago de Cuba, la de La Habana, se infestaron de colonias de tiburones no por un hecho fortuito, sino porque los esclavistas arrojaban al agua a todo aquel africano que llegaba magullado, enfermo, desalmado, hecho jirones, a las costas Americanas y no servía para ser vendido como fuerza de trabajo.
Entonces entendí porque los compinches de fuga de clases descendientes de africanos, con que pasaba la tarde saltando al agua en la cueva de los tiburones del malecón, caminaban por encima del "diente de perro" como si volaran, como si ni siquiera caminasen, algunos incluso saltaban desde el mismo muro del malecón hasta el agua pasando a centímetros de la roca y nunca chocaban ni se raspaban con ella y porque esa temeridad se esfumaba a la hora de alejarse unos metros de la costa.
Así que continué dando pequeños saltos sobre las piedras de canto rodado del Spa, pensando en el bullicio de la calle, las cervezas que ya no bebo las que bebí, recordando a Chucho y sus veleidades de cimarrón y homenajeando a todos esos caminos que mis pies anduvieron, con o sin chancletas de Kiko Plastic.

Cañas y tapas en León; "La echazón de esclavos al mar"Cañas y tapas en León; "La echazón de esclavos al mar"

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