" />
Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
30 septiembre 2013 1 30 /09 /septiembre /2013 01:04

 

 

Las tecnología nos ha acercado una nutrida variedad de maneras de ponernos en contacto con seres queridos que por avatares de la vida no vemos con la regularidad que nos placería hacerlo, o con nuevos conocidos que no por el hecho de ser virtuales carecen de nexos estrechos con nosotros, sino que más bien por el contrario suele suceder que al no mediar el arsenal de ceremoniales que acostumbramos a utilizar por cultura y educación al conocer a alguien en persona, se va con mayor rapidez al grano, donde acostumbran a residir los puntos de coincidencia.

Pero hay ocasiones en que las redes sociales nos juegan malas pasadas, o simplemente nos ubican en otra cara de la realidad que la que estamos dispuestos a ver con meridiana claridad cada día, nos sale el cuco, la rana, el antagónico o simplemente el toca …..narices.

Así fue que recientemente recibí una serie de notas a modo de correos a través de la red de internet, de una misma persona que con insistencia decía encarnar el sentimiento de buena parte de los lectores de algunos de mis escritos, mostrando una aguda contrariedad por el hecho de que en algunas de mis reflexiones, anécdotas o sentencias, ya sea el editor del sitio de prensa o yo mismo mencione el hecho de que soy “sobrino del Che”

Durante muchos años viví de mala manera bajo la sombra y el peso que dicho parentesco me deparaba, ya que en mi caso el no poder sobresalir en nada con mayor alcance que esa condición de parentesco con un personaje mítico, atentaba contra mis posibilidades lejos de socorrerme. En esto el Che en sí mismo no tenía nada que ver del mismo modo que  ocurriría si hubiese decidido vivir del orgullo de llevar su sangre, lo que estaba en juego era la manera de vivir aquello que rodeaba al personaje, aceptar el segundo plano, y consecuentemente toda la manipulación de quienes se apropiaron de su impronta, de su figura, resaltando la característica de su lealtad a ciertas ideas y ocultando su constante crítica, revisión y reinterpretación de la Historia.

En otro terreno se encuentra lo que opino estrictamente sobre la vida y obra de Ernesto como persona y personaje histórico y eso prefiero dejarlo para el consumo propio, ya que además de pensar que carece de interés intelectual prefiero reservarme el derecho de cambiar de opinión acorde a las edades que vaya atravesando y las diferentes sensibilidades y nexos emocionales que me puedan unir a su ánima, o a la impronta que su vida dejó en varios de mis seres más queridos.

 

O sea que más bien dejo que se coloque mi parentesco con el Che, precisamente cuando emito  una idea o un criterio que contrasta con la manipulada versión oficial del lado de la calle donde la imagen sugerida proyecta su sombra, como una interpretación estática de las reverberaciones de sus estruendos de otrora. Suele interesarme en particular establecer ese contraste con todo aquello que se supone debe “pensar” y “opinar” un familiar del Che, una contracara de la simpatía obligada hacia todo lo que se vende como su leitmotiv, opuestas a mi interpretación de su legado. Una mirada diferente, intimista, alejada de los focos, más cercana a la soledad con la cual se reconcilió en la antesala de su muerte.

 

Por ello quería compartir este fenómeno curioso que me he visto invitado a apreciar a lo largo de los años desde la primera fila.

 
Si alguien osa usar su parentesco con mi tío con cualquier otro mártir para obtener ventajas de los más diversos tipos, desde el gran dinero en jugosos contratos con magnates capitalistas, hasta viajes, pasando por todo tipo de privilegios, inmuebles, objetos de arte, banquetes y una extensa gama de etcéteras, se considera bien hecho e incluso llega a ser promovido y aplaudido, siempre y cuando sea con el fin de dar loas a la nomenclatura cubana, al coto de caza de los dictadores y de encubrir todas y cada una de las injusticias de la mal llamada Revolución. 

O sea que está bien utilizar y exprimir dicho parentesco si es para mostrarse obsecuente de la injusticia, esclavo de la mentira.

Sin embargo todo cambia si por alguna eventualidad a algún trasnochado sin tuercas como este, vuestro seguro servidor, menciona dicho parentesco sin haber obtenido a cambio beneficios o favores, precisamente para desnudar esas contradicciones tan procaces, que van desde el anacronismo, a la estafa simple y llana a todas aquellas almas inocentes que aún confían en que esa deteriorada nave autoritaria con proa a un futuro de autómatas, está en verdad comandada por la abstracta y cacareada: "moral comunista".

Si el abajo fiermante mencionase al Che para ir por ahí ensalzando de modo poco decoroso las correrías de Fidel y Cía., en lugar de intentar mostrar sus impudicias al tiempo que las mías, acorde a la educación que recibí, esos obsecuentes adoctrinados que arrojan los dardos que resbalan por el hombro de mi edificio central, hacia el callejón soleado donde apresuran sus pasos los tensos y alterados peces gelatina, entonces me aplaudirían y me cubrirían de prebendas, dejando para siempre en la sombra a los harapientos que esperan la lumbre, bajo la lluvia de la calle contigua, en que yo veo con mayor claridad al espectro de Rocinante y mi tío caminando hacia el encuentro con su otro Yo en una existencia menos urgida, más allá de esta vulgaridad.

 

Curiosidades de la ética en tiempo de las redes sociales.

 

Compartir este post
Repost0
27 agosto 2013 2 27 /08 /agosto /2013 21:23

 

Con frecuencia se oye decir:

La cosa pinta bastante negra.

 Un oscuro porvenir

¡ No seas "cafre"!

Sal tú primero que tienes las blancas.

Seamos claros.

Asociando la buenaventura a la luz, al brillo, y la fatalidad, el demérito a la oscuridad, a la penumbra. 
Más allá del sensible, evidente y directo agravio que esto puede significar para todas las personas a causa del racismo residual que aún pervive hasta en las pretendidas sociedades más avanzadas, y digo "todos" ya que tan distantes de la paz estarán los ofendidos como los ofensores; lo que resulta más curioso es la aceptación de esos lugares comunes aún cuando están tan distantes de oficiar como patrón, toda vez que en esa maltratada oscuridad llamada noche, suceden muchas de las mejores cosas que podremos catar en vida, así como en las horas que el sol brilla acechan y acaecen la mayor cantidad de peligros tangibles.

Amén de lo ridículo que resulta en la práctica la idea de que algo conveniente, algo inofensivo, está emparentado con la transparencia, con la ausencia de sombras, con el exceso de brillo. Analizados bajo este prisma los mejores cuadros de Vermeer, Caravaggio, Goya o Velázquez, deberían haber ido a la hoguera por carentes de virtud, por herejes y pérfidos. 

Veamos cuatro de los males que nos amenazan más seriamente:

La inmensa mayoría de las guerras se resuelven en batallas durante las horas de luz.

Los ajusticiamientos tienen lugar por las mañanas.

Los bancos abren y cierran en las horas de claridad.

Excepto celadores y serenos, generalmente se trabaja de día.

Aparte del racismo y machismo misógino de bajo vuelo de estas afirmaciones, ya que enfrentan a un supuesto Sol masculino y astro mayor con la Luna ubicándola en su anverso, lo que me impresiona más es lo estrecho de su elaboración, el elaborado alarde de necedad que ponen de relieve, y sobre todo como consiguen reclutar para sus intereses a tanta gente de tan diversa ralea.

En alemán la palabra Luna es masculino, Der Mond, mientras que Sol, Die Sonne, es femenino. En la poesía alemana esto se ve reflejado, no es que haya desaparecido el machismo, sino que ha pasado a asociarse lo masculino a la tenue luz lunar, al suave baño de claridad intersticial que provee, en detrimento de ese golpe de energía calórica del Sol su poder para evidenciar las concavidades y convexidades de la superficie.

En cualquier caso, podríamos convenir que a simple vista la fotosíntesis parece más emparentada con la gestación. El racismo no está emparentado con nada, es ignorancia y vileza casi en estado puro. Sólo lo separa de la perfección del mal  como en el caso del machismo, aquel temprano, certero y resistente aporte materno.

Compartir este post
Repost0
11 marzo 2013 1 11 /03 /marzo /2013 21:15

 

En Yoani se puede encontrar a una de esas personas grandes, fuera de estereotipos, lugares comunes y dimes y diretes. De esa vieja tradición de mujeres aparentemente frágiles pero increíblemente invencibles. Y esa es sólo la punta del iceberg, porque en aquello que percibí a la persona fuera de lo común es precisamente en su cotidianidad, en lo inconfundible de su paso por cada asunto sin la pretensión de separarse de la normalidad, del terreno circundante, lleva los pies lo más pegado posible al suelo dado lo alto que porta su cabeza. 
Me subyuga la claridad de las ideas, no en el modo del necio que aparenta no tener dudas, sino más bien al contrario, manifestando un modo de ser propenso y sujeto a modificaciones permanentes, pero sin abdicar de lo fundamental de su timbre de voz, de su razón de ser. Esa capacidad para que aún mostrándose flexible, tolerante, conciliadora, sean los "otros" los que terminen sumándose a sus palabras, a sus propuestas, a sus irrebatibles razones de un modo natural, sin esfuerzo, sin resignar las ideas propias, su propuesta no está emparentada con el sometimiento, alineamiento, sino con la reflexión, el reparo justo ahí en la duda, en ese recodo del camino en que se abren encrucijadas y se nos plantea la necesidad de elegir, ahí es donde la percibo más tranquila, más segura, más conductora, a sabiendas de que el éxito de la elección del camino no responde a la finalidad de este, sino a como sea transitado, a como sea vivido.

Es más compañera que pedagoga, más el "sherpa" que un líder impostado, pero en el fondo, como con el "sherpa", uno termina siguiendo sus pasos. 
Hay algo muy íntimo en ella alejado de preconceptos, de prejuicios, cargado de aire muy fresco mezclado con los mismos viejos cantos humanos de libertad.
Trae en su estilo que no en su propuesta, una invitación al cambio de estructuras, pero también de modificación del firme, y no parece asustarle toda la inmensa tarea que ello puede llegar a insumirle si realmente empieza a concretarse, a la vez que da la sensación de que no defraudará en lo inmediato a quienes decidan subirse, con recaudo y vigilantes, a su barco sin un final definido en la partida, pero con rumbo inmediato a cada puerto del bien, de la suma, lo que yo denomino el amor. Lo único que me atrevería a sugerirle es que no abandone del todo esa magnífica pluma, su senda literaria, ya que es en lo descriptivo un prodigio del sello de la tradición cubana, desde Villaverde hasta Carpentier y Cabrera Infante. 


Definitivamente me convence esta mujer y no tengo ni idea de sus proyectos en el corto plazo, pero me parece de la gente que ayuda a cambiar todo a mejor, me gustan las personas convencidas de la necesidad de hacer Paz, la Paz no está nunca lo suficientemente esculpida ni completamente conquistada, me gusta la gente que no quiere problemas, pero que no les teme si se cruzan en su camino, que procuran el entendimiento, los puentes, pero que no se agachan ante las dificultades.

Presenta un seria dificultad añadida frente a ciertos auditorios internacionales de afectados por las violaciones de los derechos humanos, a la hora de explicar la opresión, la represión, lo asfixiante de una sociedad de las mal llamadas socialistas, que precisaente hacen un uso pernicioso de la terminología asociada a la víctima, secuestrando el sentimiento de solidaridad con los más necesitados, con los desposeídos mediante la apropiación de un lenguaje mesiánico, pero completamente ajeno a la verdad.


Tuve la oportunidad de comentarle que yo había sido precisamente uno de esos extranjeros privilegiados a los que ella a menudo se refiere, con toda razón, que pueden hacer en su país lo que les está prohibido a los ciudadanos del mismo, y le dije que ni aún así yo habría tenido el valor y los pantalones tan bien puestos como para seguir adelante con mis convicciones de la manera que ella lo ha hecho. Me dijo:


- No muchacho, no digas eso, tú no sabes como me tiemblan las piernas cada día- y entonces el abrazo se lo dí yo con un profundo respeto.
 


 

Compartir este post
Repost0
10 marzo 2013 7 10 /03 /marzo /2013 01:39

 

Ayer me ocurrió algo curioso que sin pretenderlo, encierra el meollo de uno de los asuntos en los que más me interesa incidir, de los que más me placen reflexionar e invitar a hacerlo. 
Asistí al final del III Congreso de i Redes en la ciudad de Burgos para escuchar a Yoani Sánchez y de paso saludarla. Ambos objetivos quedaron más que satisfechos, incluso pude invitar a Yoani a leer el homenaje que había escrito unos pocos días antes a ella y a su esposo. Pero vamos a lo que me ocupa.

 Una vez que terminó el acto me apresuré a salir para evitar la muchedumbre en la entrada del edificio del Fórum y en su lugar encontré apostados bajo el día fresco y las gotas de llovizna, a un grupo de unos catorce o quince manifestantes contra la filóloga, bloguera y periodista cubana. Los con toda probabilidad poco espontáneos voceros portaban banderas de Cuba y del Partido Comunista español. Había el triple de policías antidisturbios que manifestantes esperando que saliese Yoani del edificio. Me quedé de pie a un costado dispuesto a asistir a un espectáculo más de repudio, sin embargo con estos actores en escena, sentía por dentro la fricción de la contradicción.

comisión de repudio Yoani

Los jóvenes que la esperaban para gritarle tenían la misma pinta que ella y que los jóvenes contestatarios y antisistema habaneros que asisten a sus cursos de blogueros, a sus reuniones de arte contracultural. Incluso puedo aventurar que mi simpatía habría estado al cien por ciento del lado de esos escasos jóvenes que desafiaban el mal tiempo, si en lugar de ir a gritar improperios a una chica de su misma especie irreverente, hubiesen estado allí para interpelar a las autoridades del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Castilla y León que también estaban adentro para la entrega de premios, mezclados con medios y periodistas de izquierdas y de derechas.
A los cinco minutos de estar de pie esperando un desenlace cuando la multitud de pesados y reporteros de adentro le permitiesen a Yoani salir, pasaron del otro lado de la avenida, en el paseo del río, dos jóvenes con cinco perros de raza de pelea, que comenzaron a insultar de un modo extremadamente violento a los militantes de izquierdas, gritaban consignas nazis y levantaban el brazo en señal de saludo hitleriano, el incidente duró un tiempo corto pero tenso, en el que la policía no hizo nada por impedirlo, entonces yo me acerqué a un policía de los que en los últimos tiempos tienen como trabajo romper cabezas de desahuciados y de inconformes con el gobierno, y le comuniqué que las manifestaciones de esos individuos, aparte de ser agresivas eran anti constitucionales, ilegales, y conformaban una apología al terrorismo, me miró de arriba a abajo, y se movió un poco desconcertado al ver que yo era un asistente al congreso e intercedía en favor de los contrarios al mismo, lo que no sabía el policía es que además estaba allí por mi admiración a Yoani, pero también a esos jóvenes cuando salen a defender los pocos derechos vírgenes que aún nos asisten.antidisturbios-i-Redes.jpg

La tensión se disipó cuando los dos pichones de criminales siguieron su camino con sus perros de presa. Entonces me giré y vi dentro del recinto ferial, como el periodista Ander Izagirre quien también había sido premiado en aquel acto, bajaba con su comitiva de amigos por un ascensor y sonreí recordando que unas horas antes al llegar al lugar mojado por la llovizna, me había reprochado el haber dejado el coche a tres manzanas, al constatar que había un parking público subterráneo en el mismo edificio. 
Me alegré por el mitin que se ahorraría la valerosa bloguera, pero no puede dejar de sentir una brizna de pena por la esterilidad de la reunión de aquel pequeño grupo. Instantáneamente recordé el estilo de los jóvenes rebeldes cubanos contra la intolerancia, contra la sinrazón y la represión, y pensé que el único sitio de la ciudad donde se los podría ubicar en ese instante si se los trasladase por abducción en tiempo y espacio a la fría Burgos, sería dentro del reducido grupo de aquellos enrojecidos indignados.

También pensé que una vez culminadas las entrevistas, a Yoani la invitarían a comer los representantes del gobierno de Burgos, que eran lo más parecido estéticamente, a aquellos gordos sebosos con guayabera ostentadores de cargos político en Cuba, que tanto la odian y persiguen por su arrojo y claridad en su posicionamiento. Y por último no pude dejar de pensar que aquellos policías que estaban para protegerla, eran lo más parecido a los valientes efectivos de la Seguridad del Estado que en La Habana se esmeran en hallar maneras de no dejarla en paz.
Aquel escueto hato de militantes comunistas me recordaron al personaje Ira Ringold, de la novela “Me casé con un comunista”  de Philip Roth , quien decía de su criatura de la ficción, que era asombroso ver como un hombre que no había temido en absoluto, a toda la policía junta y la sociedad entera en su contra, sin embargo era incapaz de discutir la más mínima ordenanza del Partido.

En una de las más brillantes observaciones que he leído en mi vida, ya que en efecto llama la atención como todo el enorme caudal de valor necesario para ser comunista en una sociedad de mercado, se convierte en humo, se evapora frente a las controvertidas, caprichosas, increíbles y a menudo vergonzosas órdenes que se imparten en el seno del Partido y que deben ser cumplidas a rajatabla.

Yoani y yo

Por supuesto no sé que le habría parecido mi observación a Yoani, pero al conocer su prosa, sus deseos de concordia, de suma más que de resta, de respeto por la libertad de los individuos y sus ideas, me place pensar que habría convergido en algún punto con esas sensaciones de apariencia contradictoria y paradójica, pero de una coherencia tan fiel en el relato, como compleja de interpretar.

Me fui de allí antes que los militantes, antes que los políticos, antes que los premiados, quería evitar el riesgo de llegar al bar de los mejores pinchos de morcilla de Burgos con cebolla caramelizada cuando ya estuviese abarrotado de unos o de otros, se trata de una delicatesen que prefiero saborear acodado a la barra, en silencio y en solitario.

 

 

Compartir este post
Repost0
25 febrero 2013 1 25 /02 /febrero /2013 15:19

 

 

Cuba, che risulta essere l'ultimo bastione del socialismo reale nell'emisfero, anche se con le più selvagge adesioni pre pratiche moderniste, assiste insieme alla Cina, che si trova all’altro lato del mondo, alla disintegrazione dell’ideologia socialista. 
Il capitalismo industriale e finanziario annunciato dalla Rivoluzione Industriale, che si era avvalso di un forte background ideologico sullo studio fondazionista di Adam Smith, sulla creazione e l’accumulo della ricchezza, stá morendo, e non dall'interazione di antagonismo, con l'applicazione del marxismo e il suo invito ad abolire proprio il plus valore come la genesi di tutti i mali del sistema.
Anche se per certi versi la caduta ragionata secondo Marx dobbiamo ancora vederla, tutte le volte che giammai ebbe luogo, visto quei Paesi che hanno applicato le interpretazioni piu stravaganti delle sue teorie, nemmeno lontanamente si avvicinavano al concetto di paese che auspicava il filosofo materialista fondatore del comunismo scientifico, quelli che avrebbero dovuto scavare la tomba alla borghesia a partire dallo scoppio delle tensioni antagoniste, proprie del climax del sistema capitalista. Stanno cadendo ad uno ad uno i miti e le tappe che sono state erette nel corso dei secoli appartenenti alle gesta epiche del modernismo. Il non plus ultra della colpevolizzazione.
Forse la teoria cubana e degli altri paesi dell’aerea detta comunista o del Secondo Mondo, che suggeriva di vivere con meno varietá di prodotti e meno consumo, non era intrinsecamente mal pensata, sino a quando peró non si entró nel terreno dei divieti-obblighi, le censure, le repressioni, il disprezzo alla libertá individuale. Esattamente come l'ideologia hippie ebbe un picco di luce propria, che si spense, come, in generale, ogni utopia.
Comunque le societá hanno fatto dei notevoli passi in avanti grazie ai generosi apporti delle ideologie progressiste, l’Uomo é stato protagonista di eventi che danno luogo all’ottimismo grazie alla gentilezza delle utopie, timide sí, insignificanti quasi, se confrontate al desiderio di vederle realizzate, peró in ogni caso valide visto che ci hanno lasciato un risultato positivo dietro la prova empirica, é possibile rompere con il circolo vizioso che ci vuole indicare che non ci salveremo dalla codizia, dalla condizione cainita ed antropofaga della specie umana.
Non si tratta di una questione di ottimismo volontaristico neo fascista, come lo sono tutti i volontarismi, il problema é come si mette a fuoco la lotta, ma non nel senso del combattere, dello scontro fra rivali, ma bensí nel compito di cominciare a stringerci alla coscienza necessaria per attraversare quella linea, in apparenza di facile accesso, ma che in pratica si é rivelata complicata da traversare, non é per nulla semplice rompere il circolo vizioso di: dolore-allivio; piacere-angustia; confort-miseria; e sopratutto guerra-pace, gia ché nel dilemma guerra-pace vi é rappresentato tutto il resto.
La saturazione di ogni modello, nel terreno individuale, collettivo, sociale, universale, si autodistrugge, nella sua controparte.
É una deformazione culturale, non naturale. Infatti siamo cresciuti con la convinzione che l’opposto alla malattia é la salute, quando in veritá é ‘la cura’.
Quando gli esperimenti sociali si sentono stracolmi e saturati da elementi di pace, si mette in marcia tutto un processo di autofagia che conduce inevitabilmente a buttar giu tutto quello che si é costruito, invece di comprendere che il fine naturale della pace e l’armonia non é il caos, bensí il potenziare le capacitá dell’individuo, la ricostruzione di se stesso ad un livello di coscientizzazione al di fuori dall’orbita degli antagonismi artificiali del momento.
La realtá si ostina ad emergere dalle tenebre alle quali spesso é condannata, per dirci che non soffriamo certo per colpa di teorie messianiche o di capireparti tenocratici di questa nave alla deriva.
Maggiore é la libertá individuale piu si fa forte il tessuto protettore del progetto evolutivo dell’uomo. Vi sono molti interessi, che con il passare del tempo sono divenuti sempre piu forti, per poter sperare che ció avvenga senza opposizioni. E chissá per la stessa ragione sia venuto il momento, anche solo per superare la noia ed il dolore, di provarci, se ne avessimo il coraggio, d’abbandonare la fase di comodo tardo-adolescenziale per vedere se una volta prese in mano le redini della nostra coscientizzazione saremmo in grado di scrostare la scoria accumulata attorno alle nostre esistenze.
Giusto lí, dove prude.

 

Compartir este post
Repost0
15 febrero 2013 5 15 /02 /febrero /2013 22:07

 

 

 

Cuba, que pasa por ser el último bastión del socialismo real en el hemisferio, aunque con las más disparatadas adhesiones a prácticas pre modernistas , asiste junto a China del otro lado del Mundo, a la desintegración del ideario socialista.

El capitalismo industrial y financiero anunciado por la revolución Industrial, que había sido dotado de un fuerte sustrato ideológico con el estudio fundacional de Adam Smith sobre la creación y acumulación de la riqueza, se está extinguiendo, y no por la interacción del antagonismo, por la aplicación del marxismo y precisamente su invitación a abolir la plusvalía como génesis de todos los males del sistema. Aunque en cierta forma la caída razonada por Marx aún está por verse, toda vez que jamás tuvo lugar ya que aquellos países que implementaron interpretaciones caprichosas de sus teorías, ni por asomo fueron los países que supuso el filósofo materialista fundador del comunismo científico, que cavarían la tumba de la burguesía que a partir del desarrollo de las tensiones antagónicas propias del clímax del sistema capitalista.

 Van cayendo uno a uno los mitos e hitos que se erigieron a lo largo de los siglos propios de las gestas épicas modernistas. El non plus ultra de la culpabilización.

Acaso la teoría cubana y de los demás países del área llamada comunista o del Segundo Mundo, de vivir con menos variedad de productos y menor consumo, no estaba intrínsecamente mal ideada, hasta que se entró en el terreno de las prohibiciones-obligaciones, las censuras, las represiones, el desprecio a la libertad individual, del mismo modo que el ideario hippie tuvo un momento álgido de luz propia, que se apagó como ocurrió en general  con cada utopía. Sin embargo las sociedades han hecho notables avances a cuenta de los generosos aportes de esos idearios progresistas, el hombre ha protagonizado avances que dan lugar al optimismo gracias a la gentileza de las utopías, tímidos sí, insignificantes casi en comparación con lo que sería deseable tal vez, pero valiosos en tanto han dejado un resultado positivo tras la prueba empírica, de que es posible romper con ese círculo vicioso que nos quiere indicar que no hay salvación frente a la codicia, a la condición cainita y antropófaga de la especie humana.

No es sólo una cuestión de optimismo voluntarista neo fascista como todos los voluntarismos, el problema es como se enfoca la lucha, no en el más cercano sentido del combate, del enfrentamiento antagónico, sino en la tarea de irnos apertrechando de la conciencia necesaria para atravesar esa línea, en apariencia de fácil acceso, pero que en la práctica está visto que demasiado complicada de traspasar, de romper el círculo vicioso de dolor -alivio; placer- angustia; confort- miseria; y sobre todo guerra -paz. 
Porque en ese dilema de guerra-paz están representados los demás. La saturación de todo modelo, en el terreno individual, colectivo, social, universal, deriva en su anverso, en su contracara. 
Es una deformación cultural, no es natural. De tal manera que hemos crecido con la información de que lo inverso a la enfermedad es la salud, cuando en realidad es "la cura".
Cuando los experimentos sociales se sienten repletos y saturados del elemento de paz, un proceso de autofagia se pone en marcha y conduce a atentar contra lo edificado, en lugar de entender que el final natural de la paz y la armonía no es el caos, sino la potencialización del individuo, la reconstrucción de sí mismo, en un nivel de consciencia fuera de la órbita de los antagonismos artificiales al uso.
La realidad se empecina en emerger de esas tinieblas a la que es a menudo condenada, para decirnos que no es precisamente de teorías mesiánicas ni de contramaestres tecnócratas de esta nave a la deriva, de lo que estamos adoleciendo.

A mayor libertad individual más fuerte es el tejido protector del proyecto evolutivo del hombre. Hay muchos intereses y desde hace demasiado tiempo como para esperar que esto se produzca sin oposición y quizás por la misma razón sea ya hora de que aunque sólo fuese por rehuir el tedio y la pesadumbre, probásemos si nos atreveríamos a abandonar el cómodo período de la más que tardía adolescencia, a ver si tomando las riendas de nuestra propia conciencia, acaso pudiésemos ser capaces de limpiar la escoria atesorada en el contorno de nuestras existencias.

Sí, justo abajo, donde pica.

 

Principio del formulario

 

Final del formulario

 

 

Era de Acuario

Era de Acuario

Compartir este post
Repost0
10 febrero 2013 7 10 /02 /febrero /2013 21:34

 

 

 

Es Domingo a media tarde, cuando el fin de semana comienza a mostrar el tenor de su final, y aún coletea en toda mi fisonomía sin manera de que me pueda deshacer durante una hora entera de ella,  la ambigua sensación que me dejó como sedimento una repentina polémica, en la que ayer un amigo de otrora me sumergió sin previo aviso en las redes sociales, de manera sorpresiva.

  Tengo amigos que vivieron en Cuba muchos años también como familiares de exiliados, que mientras vivían allá se pasaban la vida intentando recordar a todos alrededor por todos los medios al alcance que ellos pertenecían al sector “extranjeros”, hacían denodados esfuerzo por dejar patente que no habían sido devorados por el monstruo embajador del mal gusto, la "chealdad" en criollo, que tan aplicadamente había conseguido alimentar el establishment pretendidamente proletario y anti burgués, en todo el área eufemísticamente denominada "socialista".

 Muchachos y muchachas que por todas las vías intentaban poner de relieve una línea divisoria, aunque ya se los pudiese notar aplatanados, como todos los que llevábamos varios años en la isla sin poder salir y cambiar nuestros colores, nuestros olores, nuestros ajuares.

 Hacían un notable énfasis en diferenciarse, aunque portasen como cualquier habanero el poqqué, el veddá o el bábbaro cuando resultaban sorprendidos de manera espontánea en una conversación animada, antes de intentar corregirlo aplicando una no del todo olvidada variación del tono en el castellano de sus respectivos países de América Latina, precisamente a diferencia de mi, que integrándome me encontraba más cercano a mis nuevos semejantes, pero sobre todo a mi mismo, sin quedar prendado de un imaginario paraíso perdido, sino construyéndome bien o mal, e incluso peor, como fue en mi caso; pero a partir de la realidad.

De forma curiosa y sorprendente, al llegar el final de las dictaduras de sus respectivos países, y los padres de estos amigos contaron con permiso para retornar y rehacer sus vidas en la tierra prometida, una vez allí, comenzaron a hablar precisamente en la jerga habanera que con marcado ahínco habían evitado identificarse en sus años de exilio. 
Una vez en los países de donde provenían, y que se suponía que  les daba un caché que los elevaba por encima del cubano común y corriente, sorpresivamente comenzaron a hacer un esfuerzo notable por intentar hablar el argot de barrios marginales habaneros. 
Trasladaron la misma actitud de guetto que aprendieron y practicaron en el exilio. 
Pero esto, siendo ciertamente muy gracioso, no es lo que más gracia me hace del caso, sino que parecen haber olvidado que en aquella obstinación porque nadie los confundiese con los nativos, no ahorraban epítetos para describir precisamente a esa especie de lunfardo, jiria, jerga o slang.

En el país de los ciegos los tuertos éramos reyes.


Lo que pasó ayer es que este conocido de la juventud, se dispuso a atacar mis habituales criticas a la intolerancia, al totalitarismo "involucionario", a la represión fascista de cualquier ideología, esgrimiendo un poderosísimo argumento contra el cual poco hay que hacer, que no sea mearse de risa. Me dijo, llenando su retórica de términos populares habaneros donde antes hacía énfasis en un exagerado tono cordillerano, que por gratitud nunca hablaría mal del gobierno cincuentenario de Cuba ni de su máximo representante, ya que allí fue donde le dieron asilo y fueron tratados con notoria diferencia sobre los demás, con todo tipo de privilegios. Me invitó a que reflexionase acerca de mi ingratitud y entonces es que le dije, que precisamente por tener esa evidencia tan de primera mano, debería ser mucho más solidario con el pueblo que trabajaba para que todos nosotros la pasáramos de perlas. 
Aunque también mi antiguo colega podría hacer un esfuerzo por recordar como se burlaba de los mismos a los que ayer pretendía hacerme creer que hoy en día defiende, muy alejado de cualquier forma de entender el ser comunista”, ya por distancia exterior e interna, ya que no se le conoce otro oficio ni beneficio, que haber intentado por todos los medios, de mejorar su s ingresos económicos.
En ese ínterin lo saludé cordialmente para no correr el riesgo de dañar el recuerdo de la amistad y abandoné esa conversación, ya que al no ser presencial, no pude apreciar su aliento, ni ver sus ojos para saber si se trataba de la acostumbrada ingesta de vasitos espirituosos de los sábados a la noche, o se trataba de algún otro alucinógeno.
Pero se me quedó pegado al hipotálamo como queda el papel de un caramelo masticable callejero al tacón del zapato

Y pensé que no estoy seguro de qué tipo de amistad contribuí a conservar, sin intentar explicarle que de esta misma manera se legitima a los beneficiarios del franquismo, del pinochetismo, del somozismo, de la Junta Militar argentina, del stalinismo, en fin, hasta del propio hitlerismo y los respectivos familiares, ya que siempre debió haber habido grupos sociales beneficiados,  mientras el resto asistía a la supresión de sus derechos.

Por la mañana pensé la mejor actitud pasaría por mostrar cierto apego a la verdad, aunque mirándolo bien y limpiándolo de polvo y paja la verdad es que a media tarde, cuando el Domingo ya no vende más ilusiones,  la confesión de mi amigo, a la postre me resultó perturbadoramente sincera.
"-Perdón, no puedo hablar mal del poder político ya que a mi y a los míos me cubrió de privilegios."

 

 

Compartir este post
Repost0
14 noviembre 2012 3 14 /11 /noviembre /2012 19:54

 

 

Esta vez como nunca antes, el voto de los cubanos fue decisivo en Florida para que ganasen los Demócratas.

La ciudad de Miami hace tiempo que es lo opuesto a lo que debió su fama, aquella sociedad donde lo cultural no interesaba gran cosa, donde el exilio cubano era monolítico, donde ni una brizna de disidencia con las posturas oficiales u oficiosas del primer exilio era bienvenida, una Miami que aunque en lo económico y en lo legal en general poseía la misma libertad que en el resto del país, en lo referente a la política hacia Cuba y al voto a la presidencia de los EEUU era sofocantemente homogénea e injerencial.

Durante el poco tiempo que pude disfrutar de esa magnifica ciudad casi concebida por cubanos, pude comprobar que es un sitio con una gran pujanza en materia de cultura, en interés por el arte, desde su feria del libro, pasando por su feria de Art Basel y siguiendo por las diversas manifestaciones, en música, en plástica, , en literatura, en blogosfera, en innovadores conceptos de convivencia ciudadana. Y más que nada lo aprecié en la profundidad del discurso político, el nutrido y bien compartimentado aporte de las diferentes generaciones de cubanos, han construido algo único, digno de estudio sociológico para entender posibles "Babel" de clases sociales en la Cuba venidera, y en el mundo en vías de desarrollo en general.

En unas cuantas tardes pude participar de discusiones entre la generación del '60 fundamentalmente de derechas, sin embargo muy habituados ya, luego de 50 años al ejercicio democrático, a la tolerancia de otros puntos de vista, con emigrados de los '70, y con otros, ya de mi generación arribados a la ciudad fetiche objeto del deseo colectivo cubano en los años '90. Dirimiendo de una manera profunda sus divergencias y sus acuerdos, sin que mediase el antagonismo socio económico, que les evitó la situación de exiliados, de formar parte de un mismo bando, de considerarse víctimas de un mismo enemigo.

No conozco las últimas oleadas, sobre las cuales aborrezco la acusación que sobre ellos pesa de no saber hablar, escribir, posteriores incluso a los que ostentan la particularidad de no portar un nombre de pila que no empiece por "Y".  Y si bien estoy informado acerca de su nulo interés por la acumulación de bagaje cultural, de conocimientos académicos, todo sea dicho: en un país que consiguió devaluar el beneficio del saber hasta situarlo en los subsuelos, muy por debajo de la categoría de camarero de cafetería en divisas, cajero de hotel, o taxista, tampoco es menos cierto que esos muchachos llevan la última voz de la conciencia revolucionaria, son el producto que quedó, el verdadero resultado del experimento. En su fuero interno, inconsciente, comprenden y contienen tanto al primer intelectual exiliado de la isla, como al de los setentas y al de los noventas así como a todos los demás que fueron expulsados  por el proyecto revolucionario, y aunque lo parezcan casi proverbialmente, no son incultos absolutos, sino portadores de una gran identidad cultural gestada en el descarte de lo inviable, poseedores de gran inteligencia colectiva y práctica, y portadores de una importante cultura alternativa en un inicio, que rápidamente a la vista de los resultados se afianzó como la cultura del éxito, del poder. La más desprovista de modos y modismos alejados de cualquier forma de erudición, tajantemente desaprobados por todas las manera previas de entender la identidad e idiosincrasia cultural.

 Miami tiene la particularidad y la ventaja de contener del mismo lado, a las distintas partes que en un supuesto hábitat natural, se disputarían el dominio, pelearían por alienar al prójimo, por suprimirlo.

A menudo pienso en lo que era esa ciudad en el año 1959 y lo que es hoy en contraste con lo que ocurrió en La Habana durante el mismo período y me pregunto en términos maniqueos, quienes han sido los verdaderos constructores de la nueva sociedad y quienes la escoria, en todo sentido.

El poli cromatismo del exilio cubano de hoy, de sus inclinaciones culturales, humanistas, filosóficas, entre otras debe las razones de sus diferencias a las distintas desventuras, a los caprichos cambiantes con que a lo largo de más de cincuenta años de Revolución, sus dirigentes con una incoherencia política económica e  ideológica proverbial han sumido en la abulia a la población, provocando un amplio espectro de posiciones disidentes, de motivos para el desacuerdo, que en una buena parte nada tienen en común entre sí, más allá del rechazo a la pésimamente mal llamada Revolución.

Del mismo modo hoy no monopoliza el interés del público y los empresarios norteamericanos una única política hacia Cuba, ni siquiera en el de los políticos y las instituciones que clásicamente fueron partidarios de las posiciones más radicales de enfrentamiento y bloqueo. Tanto entre los demócratas como en algunos republicanos hace ya un tiempo empezó a anidar la idea, de que es mejor desembarcar con empresas que prohibirlas, de esa manera, tras insistir en la misma infructuosa vía durante medio siglo y empezar a probar un nuevo camino para llegar a los viejas metas políticas, junto a la dirigencia cubana y bajo la premisa de que "a nadie le amarga un dulce", probablemente hayan arribado a la idea de que no hay nada reprochable en ir haciendo algo de caja mientras se concretan objetivos.

Compartir este post
Repost0
14 octubre 2012 7 14 /10 /octubre /2012 14:00

 

 

A cincuenta años de lo más cerca que estuvo nuestro planeta de experimentar un cimbronazo a manos Cuba , la URSS y EEUU causando una guerra mundial, la tercera y a juzgar por el arsenal con que se contaba para llevarla a cabo,  probablemente la última, nos aborda el deber de preguntarnos si es conveniente que una y otra vez los gobiernos populistas latinamericanos, revivan de manera interesada el fantasma del enemigo exterior. 

 Si bien es cierto que hoy las posibilidades  de manifestarse en Cuba, de autoproclamarse como disidente, son infinitamente mayores que pocos años atrás, dados los resquicios que hacen imposible evitar un progresivo deterioro de la imagen , de la credibilidad, y del forzoso prestigio de la devaluada revolución, lo es aún más que el sistema ya con parches, herido, cansado, rengueante, continúe enfrascado en el poder central, en el partido único, en la defensa de lo indefendible, de fantasmagóricas conquistas inexistentes, cediendo exclusivamente el espacio que ya no pueden sujetar.

Muchas de las sospechas de falta de transparencia en comicios donde hay victorias de fórmulas populistas, totalitarias en América Latina,  están potenciadas incluso auspiciadas en parte por sectores de las oligarquías que tanto han contribuido para que se aupase al poder el discurso victimista que culmina legitimando por aclamación popular la supresión de derechos y de libertades, pero las causas convendría buscarlas más cercanas al quehacer cotidiano, a la idiosincrasia propia.

¿ Existe algún tipo de maldición , similar a la de Malinche en México que impide a América Latina imaginar un Estado dirigido por un orden jerárquico entendido únicamente por la necesidad o conveniencia organizativa?. El continente, alterna a cada tanto a sus representantes  elegidos en las urnas devenidos en sátrapas, ladrones, corruptos, con golpes de estado bajo diferentes nombres, de derechas y de izquierdas, que no solo se creen en la tarea de llevar el orden a la fuerza, sino que son para ello  llamados por el pueblo, como si de una condena eterna se tratase.

Durante muchos años casi desde que se independizó América Latina de la corona española, estuvo sufriendo una y otra vez en cada rincón de su geografía este tipo de asaltos al poder,  poco decorosos, además de  tan inapropiados para poder construir una identidad, enfocada al progreso, para poder desarrollar cualquier proyecto de Nación, que precisase de continuidad.  En el caso de Cuba, la revolución se inició para derrocar a una dictadura que llevaba seis años, que como Pinochet, arribó al poder por métodos poco ortodoxos, y para enterrar bien a esa dictadura la revolución se tomaba con tranquilidad la idea de permanencia en el poder, para que nadie tuviese edad suficiente para recordar la anterior dictadura. ¡ Comerse a los caníbales!. Vaya manera de acabar con el canibalismo.

Además del idioma, la religión y el nombre del continente, hay una común característica en América Latina, de la que pocos estados han conseguido substraerse, es la necesidad de tener como guía a un Caudillo, a un hombre fuerte que lleve las riendas y los destinos de los pueblos. Dentro de la idiosincrasia que permite y que propicia este fenómeno, es absolutamente impensable que un Estado pueda funcionar sin el influjo de una personalidad importante. Sin la constante influencia de ese personaje. Sin su omnipresencia.

Más allá de su proyecto socio económico, cosa que poco importa, el caudillo debe ser un macho en toda regla, de manera tal de  convencer tanto a las mujeres como a los hombres. El machismo, esa especie de homosexualidad colectiva, o de exceso en el entusiasmo por las dotes masculinas. La misma cosa. Latinoamérica no da demasiada  confianza a que un  presidente elegido en las urnas, ostente una extracción social humilde. Sin embargo le concede ese beneplácito al caudillo dictador, de buena gana.

. Por lo general la mayoría de los caudillos de América latina arribaron al poder por medio de la violencia, no importa si a merced de golpes de Estado o de revoluciones, semántica aparte, apoyándose siempre, en que las cosas estaban muy mal antes del concurso de su desinteresada ayuda.

 Hasta que los españoles y portugueses gobernaban la mayoría de Hispanoamérica, aunque la cosa era dura, era también sencilla de explicar y sin demasiadas vueltas, se solía decir más o menos así: “aquí manda el europeo, el criollo puede tener cierta voz, el aborigen y el procedente del continente  africano deben obedecer y trabajar para engrosar las arcas de los aristócratas, allende los mares, y al que esto no le pareciere procedente, mejor será que se lo tenga bien reservado, ya que no hay intención de ser ni de parecer misericordioso con los disidentes”. Y las cosas, francamente eran así.

Pero después que América paulatinamente rompiese con la metrópolis, se solía decir de este otro modo: “ Somos libres, el hombre podrá construir su vida donde se afinque, cada uno tiene derecho a su casa, a su trabajo, a su dignidad. La ley equipara a todos por igual y no hay nadie por encima de la ley, ya no hay reyes ni aristocracia, sólo hay libertad” Y las cosas, en verdad, estaban muy distantes de parecerse a ese derroche de buenas frases.

Las clases humildes, compuestas por similar porcentaje de personas que en la época de la colonia, y con la nueva aportación de muchos blancos criollos, durante el período de tiempo que duraba una dictadura, pasaban muchas necesidades y penurias para poder sobrevivir, como en tiempo de los virreyes. Yo nací cuando una generación, en todo el continente, consideró que era hora de dar una vuelta de tuerca más, y crear una tercera época, en que ni hubiese reyes que gobernaban con la premisa de que la explotación y el esclavismo eran legales, ni crápulas gobernantes que lo siguiesen practicando mientras proclamaban libertad, sino una sociedad nueva, con un hombre nuevo, que empezaría su andadura bajo un flamante período, llamado de la manera menos esperanzadora que se pudiese tener idea: Dictadura del Proletariado.

Mientras nos recuperamos del asombro de que a la discola isla en cuestión la continúen gobernando los mismos que en aquellos criticos días, decían portar la esperanza de prosperidad y justicia en Cuba y en el resto del continente, a través del necesario trrámite educativo de un manojo de años de dicha dictadura, sin haber logrado mejorías perdurables en ningun terreno, con algunos pírricos logros tan efímeros como necesarios para la publicidad, quizás nos podamos ir preguntando que hemos ganado y que hemos perdido tran un balance general, desprovisto de toda animosidad y animadversión, de toda parcialidad, con el único objetivo de analizar que convendría más, a un continente tan rico como poco hábil para explotar sus posibilidades.

Quizás América Latina esté llegando al momento de probar, ya no solo con la participación en las urnas cada cierto período de tiempo, sino también con la aplicación de conductas democráticas, de inclusión, de tolerancia de la diferencia, de convivencia basada en la fortaleza que otorga la diversidad.

No puedo imaginar misiles de mayor efectividad.

 

 

 

 

Compartir este post
Repost0
6 octubre 2012 6 06 /10 /octubre /2012 21:49

 

 

Antes de que caiga el simbólico muro de Wall Street, y los harapientos mendigos  que mitigan su hambre con perritos calientes a un dólar con cincuenta  al lado del edificio de  la Bolsa, suban a las plantas superiores a por los fajos de billetes virtuales, como otrora los alemanes del Este pasaron al Oeste a comprar todo lo que brillase, tras el derribo de otro famoso muro, más tangible que el neoyorquino, sería conveniente que los ideólogos, artífices y benefactores de este capitalismo, al que la humanidad benefició con su voto de confianza frente  al decadente comunismo despótico, reflexionasen acerca de la conveniencia de su alejamiento paulatino de la senda democrática.

A partir de la caída del muro de Berlín y el comienzo del desmoronamiento de las dictaduras de los países mal llamados comunistas, donde campeaba todo tipo de opresiones, de escarnios , incluso para la clase obrera, patrona de aquel sistema por antonomasia, el deterioro de las promesas del vencedor por K.O. ha sido notable.

Desde los inicios del enfrentamiento en el pasado siglo entre el capitalismo y el socialismo, encarnados por las súper potencias URSS y EEUU, modofocaron en varias ocasiones los puntos de cuestionamiento, manteniendo el libre mercado y la democracia  como dos hitos inamovibles a lo largo del período que duró la batalla ideológica.

La URSS también contaba con los suyos, como el amparo social de los más desposeídos y la salud y educación gratuita universal fueron las que más influencia tuvieron en el consciente colectivo de los más carenciados, en los países en vías de desarrollo, por lo cual el capitalismo en Europa se apresuró a desarrollar una compleja política de beneficios sociales homologables a los propuestos en el socialismo, y sobradamente mejores que aquellos en la práctica.  Mientras que Estados Unidos, siempre parco en la injerencia estatal, sin embargo expandió sus horizontes democráticos incorporando a las minorías tradicionalmente excluidas,  absorbiéndolas mediante el consumo.  De tal manera que al producirse la caída del muro y de los países de la llamada cortina de hierro,  pareció llenarse de razón Fukuyama con su teoría del fin de la Historia, una Historia entendida como un movimiento épico, de multitudes uniformadas, únicamente factible bajo el fin de las ideologías, con la proclama de que tocaba el tiempo a las libertades sociales, partiendo desde las libertades en el ámbito íntimo del individuo,  lo cual generó un alto nivel de entusiasmo, en el cual nos vimos participando con ciego optimismo.

De repente nadie se vería compelido a elegir un modo de vida, las personas que querían apoyar las luchas  sociales podían compartir sus ideas con el placer de una vida confortable, con el deleite del consumo moderado, con las elección de una tan variada gama de opciones como cantidad de personas hay. O al menos esa era la tendencia y desde el poder parecía alentarse y apoyarse.

Esto desembocó en la falta de interés por la participación en el debate político, se extirpó la confrontación ideológica, y el mundo pensó que comenzaba el camino del fin de los enfrentamientos, el principio del desarme, del fin del hambre , del fin de las guerras, del dolor causado por la avaricia humana. Pensábamos que los problemas que se presentarían se reducirían y limitarían a qué hacer con la basura acumulada, con el consumo ingente de agua, con la obesidad, con el cambio climático y la caza de la ballena y el oso polar.  Y todo parecía indicar que irían por ahí los tiros.

La caída abrupta de la URSS, dejó sin sentido a las leyes de protección social diseñadas para disuadir a las clases más bajas de la idea de probar un sistema igualitario y paulatinamente se fueron deteriorando estos logros, que curiosamente constituyeron los éxitos más trascendentes y genuinos de la Revolución de Octubre, aunque haya tenido lugar en tierras occidentales.

Europa vive en medio de la usurpación de la vida parlamentaria  por la tecnocracia y el mundo financiero. Destrucción del estado de bienestar con diferentes grados de deterioro y vertiginosidad según el país, pero con idéntica determinación en todos. Represión brutal a los sectores descontentos con el estado de las cosas, el sur de Europa presentando preocupantes niveles de pobreza. Gobiernos que no respetan los programas electorales, corrupción galopante unido a una impunidad inédita para la delincuencia de guante blanco.

Mientras tanto Estados Unidos está por abocarse a una elecciones en las cuales deben elegir entre un candidato que no ha podido desarrollar su plan humanitario para el mundo entero y de cara a su propio país para el creciente pozo de miseria en la primera potencia, a partir de una crisis que a diferencia de la de la de 1929, no muestra la misma aflicción de sus poderosos autores, que llegaban incluso, a poner fin a sus vidas por pundonor.  Un gobierno que se encontró con el escollo de un congreso que puso freno a todas las iniciativas sociales, de elemental solidaridad con el prójimo. Frente a un candidato que ha presentado un lenguaje que acuña el retroceso cultural, de conciencia social, incluso de nivel académico de nuestra era, planteando la desprotección de los necesitados en el momento en que más precisan de su gobierno. Un sistema que ha permitido el intervencionismo del Estado solamente en el caso de salvar a los bancos que provocaron el enorme shock con su avaricia y sus procedimientos fraudulentos.

Serio deterioro del activo del capitalismo según el cual: de nadie es asunto excepto de tus accionistas y de ti, si tu empresa va bien, regular o mal.

Del  capitalismo de los derechos sociales, del respeto a las oportunidades,  a la capacidad de cada uno para mejorar su nivel de vida, de las garantías de libertades individuales, y también de la protección a quienes no poseen la capacidad o el interés por el crecimiento patrimonial, del capitalismo de la participación de la voluntad popular en el tipo de mundo que queremos mediante la democracia, nos va quedando ya muy poco.

Conocemos el riesgo que comporta el provocar semejante torbellino en el seno de los pueblos, han sido pasto de ideologías absolutistas parapetadas tras pretextos de justicia que han terminado provocando peores calamidades que las prometían socorrer. A río revuelto ganancia de pescadores.

El comunismo, el sistema social basado en la premisa de: “a cada cual según su necesidad” no llegó a cristalizarse ni en un solo caso como una sociedad medianamente justa. Constituyó un embuste, un secuestro de los pueblos a través de su crédito a las palabras grandilocuentes. Sin embargo, el capitalismo regulado por un estado proteccionista tuvo su momento de gloria.

- Señores encargados de la granja. Tómense en serio por una vez  el reposo con la finalidad de la reflexión, y aunque solo sea por el bien de ustedes, hagan el favor de echarle un ojo de vez en cuando a la debilitada gallina de los huevos de oro.

 

Compartir este post
Repost0

Presentación

  • : El blog de martinguevara
  • : Mi déjà vu. En este espacio comparto reflexiones, flashes sobre la actualidad y el sedimento de la memoria.
  • Contacto