Es curioso que siempre que le cae un puro a alguien en España de parte de la justicia, es o bien catalán, o bien vasco, o bien socialista, o si no los sempiternos pringaos de siempre, los que sean de donde sean no tienen ni una moneda para defenderse.
Hoy dimitió un presidente de un club deportivo muy conocido, con la mayor cantidad de preseas en los últimos tiempos en hockey, en balonmano en baloncesto y por supuesto en fútbol. Habían hecho una contratación detrás de la cual estaba otro equipo de la capital de mucho poderío y abolengo en el país, pero al final como siempre en estos casos, con todo tipo de jugarretas, trapicheos, manganetas, uno de los truhanes se terminó quedando con los servicios del futuro mejor jugador del Mundo una vez que Leo Messi decida colgar sus botines.
Neymar Jr.
El FCB pagó por el jugador, como todos sabemos sin necesidad de que nos lo digan, unas cantidades que jamás por sistema serán las que se declaren, sencillamente porque en España ningún rico que no esté perdido en la esquizofrenia, drogado, dormido o anestesiado se le ocurre abonar al fisco la cantidad correspondiente a sus beneficios. Quedaría automáticamente apartado de su Club. Constituiría un desprestigio supremo para los socios. Pagar es algo que se le deja al vulgo.
La elite está para fornicarse al vulgo, y éste para desarrollar fuertes músculos mandibulares a partir de la repetición del ejercicio de apretar los molares ante los enérgicos embates en las postrimerías de los distinguidos sodomitas.
No gustó esa contratación por la capital ni por las anchuras de toda Castilla. Que es muy ancha, aunque de tanto cabalgarla ya todos hemos terminado por conocernos los unos a los otros.
Y en realidad eso es algo que no debería gustar jamás, ni en la capital ni en Cataluña, ni en Cádiz, pero amigo, en estos días que los directivos del fútbol español han firmado una carta presentada por la más alta representación del deporte español, pidiendo el indulto de un delincuente condenado, únicamente por considerarlo de su propio patio "Uno de los nuestros" "Good Fellas" esto de Neymar canta un poco, se sabe que ha sido a partir de la denuncia de un socio ¿pero pretenden que creamos que una simple denuncia de corrupción en un juzgado progresaría sin un socorrido empujoncito en las alturas?
Como a cada paso se han ido tapando los unos a los otros , desde la prensa, desde la televisión la radio, todas las maniobras ilegales fraguadas desde y con el Poder, para obtener dinero negro, dinero fácil, inflar costes, evadir impuestos, y un etcétera que se me escapa por falta de pruebas e imaginación.
Sé que no es serio ni prudente pero a esta altura, en este lodazal ya me resisto a utilizar la fantochada eufemística de "presunto delito", le llamo delito consumado y delincuentes a todos los que lo perpetran, me da igual si es con el beneplácito de los que tienen la llave de los calabozos o si es al margen de ellos, como en el caso de los 70.000 presos comunes españoles, los cuales solamente presentan un único denominador común:
¡Es que son muy pringaos! ¡¡¡Muy pobres!!!
Estamos asistiendo cada día a casos tan repugnantes de corrupción tolerada y hasta aplaudida desde la propia Justicia, la cual persigue jueces que persiguen a los delincuentes que tienen más recursos que aquellos 70.000 pringados y amparan impertinentemente a los acusados. Hay unos pocos jueces, unos pocos policías, unos pocos ciudadanos y algún puñado más bien pequeño de periodistas de un altísimo grado de honor, con un valor difícil de encontrar, como los que destapan todos estos entuertos, que van contra todo lo mal hecho sean del barniz ideológico que sean, como hizo el periodista que destapó este asunto turbio de Sandro Rosell, que también destapó el escándalo de Bárcenas, el del yerno del rey nada más ni nada menos, y varias otras cosas más que muchos no se atrevían ni siquiera a mirar de frente.
Pero generalmente la sociedad esta podrida, tan podrida como los corruptos que ven pasar a diario catapultados hacia un nuevo ministerio o una empresa privada con un sueldo mucho mayor que el pellizco por el cual fueron trincados.
El sustrato de donde salen todos esos elementos pervertidos no es otro que la población. Esa es la cuna, el nido, y ahí fueron criados en una tolerada manera de entender el éxito no todo lo saneada que nos gusta dar a entender, cuando una vez acabada la época de alegría en los bolsillos para todos, torcemos el gesto, endurecemos las comisuras, congelamos el semblante y nos mostramos profundamente engañados, cuales niños cuando empieza a hacer sus chistes el payaso del circo. Pero seamos sinceros, nunca fuimos tan inocentes como no gusta mostrarnos una vez que se acaba la mantequilla para que en lugar de untar, tirábamos al techo.
70.000 pringados duermen en los calabozos. ¡Setenta mil pringados y ninguna flor!
Vemos a diario como la policía se utiliza para cubrirles las espaldas a los criminales que han desfalcado al país, causando miseria y dolor, estafando a las familias de clase media, destruyendo hogares y provocando muertes, locuras, adicciones, enfermedades, no pocas desgracias irreparables. Vemos que otros policías son utilizados para golpear duramente a todo aquel que decida dejar de manifestar su desencanto como yo ahora en el papel o en el bar, y lo haga en donde único se escucha y molesta a los ladrones y sus cipayos, en la calle.
Impunidad selectiva.
La justicia española hace gala de ser sumamente garantista; pero sólo para estos delincuentes de guante quizás blanco, sí, pero muy sucio, muy enchastrado de toda porquería impoluta, de todas basura clara, de los residuos brillantes, de cantidades descomunales de semen, nata, baba y ratas blancas.
Que Sandro Rosell dimita es lo que deberían hacer todos los que estuviesen inculpados. Pero no, el penúltimo importante en dimitir que recuerdo fue Josep Borrell, catalán y también socialista, y el último fue el Ministro de Justicia Bermejo, socialista, en el caso en que hicieron también que otro Juez, Garzón, perdiese la licencia por veinte años por perseguir la alta corrupción y los crímenes del franquismo, porque no nos engañemos, por prevaricación que fue el motivo oficial por el que lo apartaron de la Justicia, no pierde nadie nada en este país, según de que Partido político sea hasta se le puede premiar.
No sólo no les importa mucho lo que se denuncia con pelos y señales a las autoridades correspondientes, que deberían velar por la decencia y el cumplimiento de la ley, sino más bien lo contrario, pareciera ser que las altas instancias se sienten mucho más cómodos con representantes fáciles de diluir, de simplificar, de anular, de arrastrar por el barro de la deshonra, corruptos de todo nivel, ya que por un lado ello les asegura el pastel sin dar demasiados rodeos y por otro lado porque alguien impoluto, decente, altivo, limpio, de bien, no haría sino poner más aún en evidencia la impunidad de toda esa escoria divina, nuestros amos caca que a solas rumian y braman.
70.000 pringados y ninguna flor!