Lámpara verde
No sabía que hacer. Me quedé un rato largo mirando la lámpara verde de base bronceada, mi lámpara de abogado de despacho caoba- algarrobo y tapiz de billar, mi lámpara de Biblioteca nacional.
Dejé el bolígrafo, el móvil y la Pepsi sin burbujas que me estaba tomando y decidí salir a caminar por la ciudad.
Hay que aprovechar, no siempre se está solo en la nada, sin nada que hacer y con ganas de nada.
El diario anunciaba un concierto de greasy blues rock irlandés en el Gran Café. Los conciertos del Gran café son con olor a concierto de rock, el local es pequeño, de techo bajo, todo madera, y una tarima muy cercana a todos, el lugar es tan recogido que la tarima es casi simbólica.
Lo único que cambió del Gran café es aquel humo que solía haber cuando se podía fumar dentro de los locales. Ya no fumo hace años, agradezco no tragarme bocanadas de humo expelido con dióxido pero me solidarizo en secreto con esas sombras encorvadas, chupando el filtro con prisa, con culpa, o desafiantes, con una bufanda de cenicero por el frío del ciudad, mientras los que entran al local se tapan la nariz.
En la carnicería no se la tapan, se traga todo el olor a cadáver aséptico, en la perfumería menos aún, adentro todas las flores muertas, en cambio en el bañó del Gran café sí, hay que volver a taparse la nariz.
El concierto se anunciaba a las diez dela noche, me asomé a las diez en punto, y sólo había una mesa con tres parroquianos bajando cervezas, tenían el pelo largo, barba, eran fuertes y vestían camisetas de rock.
Me asomé a preguntarle al de la puerta que vendía las entradas si tocaban por fin o se había suspendido, me dijo que la gente llegaría más tarde. Le pedí un volante publicitario del grupo, dije que daría una vuelta y volvería, como cuando estás agobiado en una tienda que dices "- Vuelvo antes de que cierre" -
Al regresar sobre mis pasos, uno de los tres de la mesa se quedó mirándome fijo, intente girar la cabeza en dirección a la calle, pero su mirada tiraba de mi como una rienda de la cabeza de un caballo terco, me costó pero logré zafar y encaminarme a la esquina, luego pude ver con el rabillo del ojo que reía con los demás sin demasiada convicción.
Seguí caminando un rato pensando que si encontraba algo agradable que hacer podría retornar cuando estuviese más concurrido el local. Una Gibson Les Paul estaba de pie sobre del escenario, me gusta el sonido de esa guitarra tanto para rock como para blues, es muy acertada para un concierto en un garito pequeño, con los altoparlantes al lado dela oreja, para el guitarrista es un placer pisar el mástil y hacer un bend con dos cuerdas, sonando una distorsión no obstante muy limpia, el mástil es cómodo y las platinas nacaradas a cada rato llaman a los dedos del guitarrista para que haga un bend, para el público es precioso.
Claro te tiene que gustar la guitarra, el blues y rock greasy. Mientras iba pensando eso llegué casi a mitad de camino entre el Café y mi casa, así que pensé que otro día vería a otro grupo, y pasé a comprar una Pepsi light como la gente, con burbujas.
Cuando llegué a casa encendí la lámpara verde de bibliotecas finas, la luz iluminó el volante que le había pedido al portero del Gran café, y ahí estaban de pie, los tres barbudos de la única mesa ocupada, retratados mirando al foco de la cámara, los Crow Black Chicken de la Gibson Les Paul.
Fracocentristas
Doy por sentado que aceptamos el hecho de que cada gusto, inclinación estética, e incluso ética, nos viene legada y precedida de legionarios, de barcos con cañones, de arcabuces, de cimitarras, de aviones y bombas, de cohetes, etc. según sea la época de la colonización o la conquista.
Palermo chico y el barrio de los psicoanalistas se hizo a imagen y semejanza de París, las cúpulas de Congreso de Roma, Avenida de Mayo de Madrid no porque Baires esté geográficamente entre Italia España y Francia, sino por una neo-colonización cultural de que fuimos objeto muy a gusto, pero precedida de ese acto de violencia colonialista.
Nuestros referentes culturales e históricos, Gardel era francés, Cortázar belga y hablaba más francés que español, amaba París, Borges habría querido ser Londinense, san Martín luchó para España, y vivió y murió en Francia, quería vivir en Londres, Sarmiento incorporó la escuela francesa, Guevara hablaba francés antes que castellano y leía los poetas malditos franceses antes que a Vallejo, y un extenso etcétera.
También dicho esto, hay que decir que tanto los celtíberos hispanos adoptaron la cultura romana, como los mayas la española, como luego Buenos Aires la francesa y la inglesa las familias patricias, por la colonización, pero también porque tenían algo que ofrecer, por ejemplo, el Gengis Kan conquistó más que Roma, pero los pueblos conquistados no adoptaron ni una tradición mongola, , la URSS ejerció un dominio astricto y omnipresente en Cuba, y en La Habana no quedó ni una traición rusa, ni un solo dibujito animado se ha vuelto a pasar en la TV, sin embargo siguen viendo al gato Félix y a Mickey Mouse. Porque además de los tanques hay que llevar aportes.
El alcohol no era la droga autóctona de América, pusieron proscritas las originales y dejaron legal la importada de Europa, y así en todo el mundo, como los nombres de los colonizados y sus religiones, pero eso lo doy por sentado que lo conocemos y lo aceptamos.
Los argentinos somos eso, hablamos una lengua romance y no una lengua Pampa, Ona, Tehuelche, como cabría para quienes critican que sintamos el atentado de Paris, vestimos como europeos o norteamericanos, no como vietnamitas o laoseanos, ni siquiera como quilmes o diaguitas, comemos asados de vaca y cordero como los ingleses, ravioles como los italianos, tortilla como los españoles, etc. Rara vez comemos ñandú, llama, guanaco o armadillo.
En la patria de la carne proliferaron los Mc Donalds, le llamamos Patty como los norteamericanos a la carne picada, desde mucho antes que arribara el primer restaurante norteamericano de pattys.
Ahora bien, más allá de eso, el hecho de que en Madrid se sienta muy cercano lo sucedido en París, no tiene que ver en absoluto con esto, España es el país menos afrancesado que uno puede imaginar dentro de Europa a pesar de la cercanía a Francia, y muy a pesar mío, que como porteño soy mucho más francocentrista y amante de lo parisino que la mayoría de los españoles de la meseta, que construyeron una identidad en oposición al refinamiento y la sofisticación francesa, donde la campechanía es una virtud y la pedantería intelectual un defecto al revés que en la idiosincrasia gala, donde un exceso e campechanía puede ser tomado como una vulgaridad indeseable y cierta petulancia , altivez , complejidad en el pensamiento, tanto como en el vestir, en las formas y en el discurso, es gratamente bienvenido en virtud de un refinamiento integral, ético y estético.
Madrid vivió un verdadero shock con atentado terrorista más grande la historia de Europa, en marzo del 2004, y los efectos están en el hipotálamo de la población todavía.
Fueron casi los mismos quienes lo cometieron y casi las mismas victimas, en el caso de Madrid murió la gente que iba a laburar a la mañana en el tren y en caso Paris, la misma gente que ya había salido del trabajo e iban a escuchar rock o a tomar un café. No eran los grandes potentados europeos, ni ninguno de los culpables de la miseria del mundo.
Y además concurre el hecho de que es un país vecino, limítrofe y que la amenaza se vuelve a cernir sobre el área.
Sí, en Madrid o en Buenos Aires podría haber costumbre nigerianas en lugar de europeas, impuestas primero por los trogloditas de la antigua Eritrea al Nilo, luego por el Nilo al mediterráneo, luego a Grecia, luego a Roma luego a toda Europa, más tarde a América, y por fin al mundo, pero eso es Historia , esa ya no la podemos cambiar, lo que sí puede hacer de ahora en más quien quiera, es aprender a hablar quechua, aymará o guaraní ponerse un taparrabos y vivir en la selva.
Pero es cierto que no cuenta con la prensa suficiente.
Nanorrelato neandertal
Estaba reescribiendo un artículo para adecuarlo a los requisitos editoriales y me di cuenta de que ya no podía podarle más palabras sin privarlo de las ideas originales, del ritmo deseado, del giro, del viaje que todo escrito por estricto o resumido que sea, debe representar. Si no, deja de ser un bojeo a un continente de conceptos, para convertirse en una vuelta a la manzana, o en un giro sobre el eje de una percepción más o menos ocurrente.
Una cagada.
En cada post ya hay que sacrificar casi todo artilugio, toda descripción, hay que recurrir a imágenes globales para ubicar al lector en un tiempo y un espacio, rodeado de un medio ambiente con una sola palabra. ya sacrificamos adjetivos, metáforas, analogías, símiles, cosa hasta cierto punto de agradecer porque pocos son García Lorca. Pero es cierto, hay que matar la inspiración, porque el lector quiere papa frita, pero además la quiere con el sabor a ketchup ya incorporado y si se puede la quiere en la boca. Ya dejamos atrás el momento en que las lenguas tuvieron su máximo desarrollo y aplicación a la literatura o al discurso y vamos en franca caída, con el placer del trabajo cumplido, ya podemos tirar la casa por la ventana,entregarnos al descuido total tras haber alcanzado un inédito e irrepetible "nivelazo". Flaubert, Borges , Joyce, Proust, Dante A. o Goethe quedaron atrás, ya no los lee nadie ¿para qué? o mejor dicho: ¿páké? Se convirtió en un lujo para excéntricos o eruditos, el leer una idea desarrollada, olisqueada, saboreada , palpada por todos lados por el escritor y luego cerrada, o dejada abierta, pero no sin escudriñar hasta el último de sus rincones.
Estamos de regreso al sonido gutural, al berrido vocal, que le servía al hombre de las cavernas o de las sabanas para advertir lo estrictamente inmediato.
Cuanto menos logremos para comunicar algo más exitoso se considera el soporte y por ende mucho más valioso.
Twitter empieza a ser un poco tedioso para algunos, inútilmente extenso, porque la prohibición de usar más de 140 caracteres sin querer ha hecho que la mayoría de la gente busque consumir los 140, y no se trata de eso, se trata de usar 1 si se puede!
Si se puede decir ¡Cuidado! ¿para qué estirar inútilmente la advertencia con ¡Cuidado con el camión!?
Estamos yendo nuevamente hacia el : Argh; Urgh; berp; grock, sólo dudo que nos tome los años que nos llevó llegar desde ahí a Borges o Joyce.
Y no es que me parezca mal, si el receptor capta igual o mejor la idea, recibe la misma necesidad de la comunicación pero también el deleite de ser el comunicador por parte del emisor y pierde mucho menos tiempo a través de un youtuber que de Dostoyevsky ¿para qué estirarse?
No es que me parezca mal, lo que pasa es que lleva tiempo acostumbrarse.
Eurocentrismo
Doy por sentado que aceptamos el hecho de que cada gusto, inclinación estética, e incluso ética, nos viene legada y precedida de legionarios, de barcos con cañones, de arcabuces, de cimitarras, de aviones y bombas, de cohetes, etc. según sea la época de la colonización o la conquista.
Palermo chico y el barrio de los psicoanalistas se hizo a imagen y semejanza de París, las cúpulas de Congreso de Roma, Avenida de Mayo de Madrid no porque Baires esté geográficamente entre Italia España y Francia, sino por una neo-colonización cultural de que fuimos objeto muy a gusto, pero precedida de ese acto de violencia colonialista.
Nuestros referentes culturales e históricos, Gardel era francés, Cortázar belga y hablaba más francés que español, amaba París, Borges habría querido ser Londinense, san Martín luchó para España, y vivió y murió en Francia, quería vivir en Londres, Sarmiento incorporó la escuela francesa, Guevara hablaba francés antes que castellano y leía los poetas malditos franceses antes que a Vallejo, y un extenso etcétera.
También dicho esto, hay que decir que tanto los celtíberos hispanos adoptaron la cultura romana, como los mayas la española, como luego Buenos Aires la francesa y la inglesa las familias patricias, por la colonización, pero también porque tenían algo que ofrecer, por ejemplo, el Gengis Kan conquistó más que Roma, pero los pueblos conquistados no adoptaron ni una tradición mongola, , la URSS ejerció un dominio astricto y omnipresente en Cuba, y en La Habana no quedó ni una traición rusa, ni un solo dibujito animado se ha vuelto a pasar en la TV, sin embargo siguen viendo al gato Félix y a Mickey Mouse. Porque además de los tanques hay que llevar aportes.
El alcohol no era la droga autóctona de América, pusieron proscritas las originales y dejaron legal la importada de Europa, y así en todo el mundo, como los nombres de los colonizados y sus religiones, pero eso lo doy por sentado que lo conocemos y lo aceptamos.
Los argentinos somos eso, hablamos una lengua romance y no una lengua Pampa, Ona, Tehuelche, como cabría para quienes critican que sintamos el atentado de Paris, vestimos como europeos o norteamericanos, no como vietnamitas o laoseanos, ni siquiera como quilmes o diaguitas, comemos asados de vaca y cordero como los ingleses, ravioles como los italianos, tortilla como los españoles, etc. Rara vez comemos ñandú, llama, guanaco o armadillo.
En la patria de la carne proliferaron los Mc Donalds, le llamamos Patty como los norteamericanos a la carne picada, desde mucho antes que arribara el primer restaurante norteamericano de pattys.
Ahora bien, más allá de eso, el hecho de que en Madrid se sienta muy cercano lo sucedido en París, no tiene que ver en absoluto con esto, España es el país menos afrancesado que uno puede imaginar dentro de Europa a pesar de la cercanía a Francia, y muy a pesar mío, que como porteño soy mucho más francocentrista y amante de lo parisino que la mayoría de los españoles de la meseta, que construyeron una identidad en oposición al refinamiento y la sofisticación francesa, donde la campechanía es una virtud y la pedantería intelectual un defecto al revés que en la idiosincrasia gala, donde un exceso e campechanía puede ser tomado como una vulgaridad indeseable y cierta petulancia , altivez , complejidad en el pensamiento, tanto como en el vestir, en las formas y en el discurso, es gratamente bienvenido en virtud de un refinamiento integral, ético y estético.
Madrid vivió un verdadero shock con atentado terrorista más grande la historia de Europa, en marzo del 2004, y los efectos están en el hipotálamo de la población todavía.
Fueron casi los mismos quienes lo cometieron y casi las mismas victimas, en el caso de Madrid murió la gente que iba a laburar a la mañana en el tren y en caso Paris, la misma gente que ya había salido del trabajo e iban a escuchar rock o a tomar un café. No eran los grandes potentados europeos, ni ninguno de los culpables de la miseria del mundo.
Y además concurre el hecho de que es un país vecino, limítrofe y que la amenaza se vuelve a cernir sobre el área.
Sí, en Madrid o en Buenos Aires podría haber costumbre nigerianas en lugar de europeas, impuestas primero por los trogloditas de la antigua Eritrea al Nilo, luego por el Nilo al mediterráneo, luego a Grecia, luego a Roma luego a toda Europa, más tarde a América, y por fin al mundo, pero eso es Historia , esa ya no la podemos cambiar, lo que sí puede hacer de ahora en más quien quiera, es aprender a hablar quechua, aymará o guaraní ponerse un taparrabos y vivir en la selva.
Pero es cierto que no cuenta que la prensa suficiente.
Al pueblo argentino, salud
El único instante a lo largo de la historia de la humanidad en que tiene la misma relevancia la opinión del banquero más acaudalado que la del linyera más paupérrimo es en el momento de depositar el voto en unos comicios para elegir quien conduzca el destino de una nación. Dos minutos antes y dos más tarde el banquero a mover los lobbies que sustentan al poder y el mendigo a escuchar el eco en el vacío en sus bolsillos.
El 25de Octubre pasado le tocó ese honor a toda persona mayor de edad con ciudadanía argentina, con una reedición en el día de hoy, en una segunda vuelta eligiendo entre los dos candidatos más votados en la primera.
En un minuto de sus vidas hoy fueron todos iguales ante la posibilidad de dar un giro u otro al destino del país, quien quiso votar salió por un instante de su oquedad y de su lobby y manifestó sus filias o sus fobias, su recompensa o su castigo, pintó de óleo su tela o garabateó en la servilleta su mamarracho, con las ecuaciones a su alcance, con lo que encontró encima de la mesa.
Diciendo las mismas palabras no todos quisieron decir lo mismo, o mejor dicho no todos dijeron lo mismo por las mismas razones, dentro de los votantes de un signo unos fueron motivados por la ilusión y y otros movidos por la decepción, unos apoyaban la alternativa de hoy desde hace años y otros la empezaron a considerar hace pocos días, habrá incluso los que hayan obedecido a un impulso, a una intuición, al poder del olfato o de la duda, el espacio de inteligencia poco frecuentado en que nos suele depositar la incertidumbre.
Con una alta participación en los comicios y un comportamiento cívico ejemplar, el soberano pueblo argentino, el mismo que en las dos presidencias anteriores había decidido apoyar la candidatura peronista de los Kirchner, en este caso y de una manera contundente, más que todo atendiendo a las encuestas previas, a las elecciones PASO y a las del 25 de Octubre, esta ocasión se decantó por “Cambiemos” y el candidato del PRO, Mauricio Macri, quien no proviene de ninguna de las dos fuerzas tradicionales que habían alternado en el gobierno de la Argentina en las etapas democráticas, ni peronista ni radical, aunque reúna dentro de sus votantes a la fuerza Radical.
Empresario, personaje vario pinto, decidido, versátil, disperso en ocasiones, centrado en otras, con casos judiciales, ex presidente de Boca Juniors, club de fútbol seña y santo post moderno del pueblo de la descamisa y el choripán, representante de la ciudad y del campo, de la clase media, de la Capital, de los Unitarios frente a los Federales del siglo XXI.
En cualquier caso un aire nuevo, una incógnita, el atractivo y a la vez el reparo de que todo puede ocurrir.
Argentina cambió de gobierno y de signo político. También cambió de costumbres, de tradiciones, exceptuando reductos muy polarizados o cargados telúrica más que ideológicamente por el peronismo, abrió la caja de sorpresas.
Siempre hay algo fresco y aprovechable en los cambios, pueden atemorizar por su proximidad estética al caos, pero son las mayores oportunidades para el relevo de nivel.
Del período que se cierra hay tantos aciertos como errores o empecinamientos, tantas luces económicas hubo en la época de Lavagna como sombras en la era que cierra el período, tantos logros en materia de derechos humanos respecto de los tropelías y atropellos protagonizados por las dictaduras militares, como desatención a aspectos de higiene democrática, de tolerancia, humildad y pluralismo.
Los cambios de gobiernos, las alternancias en el poder tienen mucho más relación con el mundo de las percepciones y de la saturación de los modelos vigentes que de las políticas concretas, que de los exhaustivos análisis de los pro y los contra, que los sesudos reparos en la lógica.
Al final, un país al igual que una persona, necesita de la magia del entusiasmo, precisa abrir el paquete que contenga olor a nuevo, con el tiempo verá si el artilugio comprado es de la calidad prometida o no, pero por lo pronto, la alegría de abrirlo le da ese plus de fuerzas y de ilusión de que se compone la vida.
El desafío de Macri y su equipo como del pueblo argentino, será lograr cambiar las cosas mal o no hechas, modernizar aquellas anquilosadas, y tener la sabiduría de no atentar contra las que se hicieron bien.
Civilización o barbarie
Homenaje de los parisinos en el Hotel Le Carillon
Ya está, no se podía hacer esperar, la maquinaria de guerra y la del fascismo popular ya está en marcha y con el motor bien engrasado.
Precisamente lo que les dio el pasto al ganado extremista islámico, los bombardeos indiscriminados a la primera excusa, para echar a andar día y noche la cinta de producción de las fábricas de armamento, produciendo miles de victimas civiles eufemísticamente llamadas "daños colaterales", y causando un daño irreparable en principio para aquellos moderados que en sus países quieren aplicar políticas de integración, de civismo, de participación de la población, como pasaba hace treinta años y fue destruido ex profeso por todos las potencias mundiales, a las cuales no interesaba en absoluto la emancipación de sus pobladores.
La población parisina ha tenido un comportamiento ejemplar, llenando las calles de bullicio de Lunes, las escuelas, los bares, los restaurantes, como diciendo "ni los terroristas ni el gobierno nos dirá a nosotros lo que tenemos que hacer" , ya que se les había aconsejado quedarse en casa deponiendo la actitud que los ha hecho libres y únicos.
Pero hay otros actores en el bando pretendidamente "nuestro", que no son tan nuestros como pretenden y que se parecen mucho más a quien dicen combatir.
Ya están exhibiendo los bombardeos en Siria para dar sensación de "autoritas", más a sus propios votantes que los yihadistas que es precisamente lo que buscaban, una reacción bélica.
Y en España y en cada país europeo se aprovechan los extremistas de traje y corbata, aquellos que jamás pondrían un pie en el campo de batalla, y empiezan a vociferar bravuconadas belicistas a la menor oportunidad, clamando venganza sobre algo que ellos no les acaeció, preparando la sala de operaciones marciales, también con motivos proselitistas.
¿Cuántas guerras más y cuantos focos terroristas necesitamos crear alrededor del mundo para percatarnos, de que salir a cometer los mismos actos criminales que ellos no sólo nos transforma en lo mismo que ellos, sino que además incentiva la proliferación del odio y por ende, también la de esos ejércitos tremendamente violentos de nuevo orden?
Ya están cometiéndose actos vandálicos sobre las mezquitas en Paris, e incluso ya se apresuraron y también pintaron carteles de odio racial y xenófobo en una mezquita la Badajoz extremeña, tan alejada de Paris en todo lo que no sea estrictamente geográfico.
Que no se convierta en la Noche de los cristales rotos, cuando un joven judío polaco-alemán, tras años de abusos sobre su padre en Alemania, decidió, en la misma París de estos acontecimientos, esperar al embajador alemán en la puerta de la embajada pero al ser primerizo en las lides subversivas, disparó al primero que salió, matando a un secretario, y Goebbels y su maquinaria de propaganda aprovecharon para convertirlo en el detonante necesario para que la población alemana apoyase la brutalidad y el salvajismo infernal que aquella noche comenzó y no concluyó hasta siete años más tarde con millones de muertos judíos y una Europa devastada.
La pena, Phnom Penh y París
Entre ayer y hoy he visto crecer una corriente en las redes sociales, que alza su voz reivindicativa contra la indignación por los atentados de París, aduciendo que quienes se muestran solidarios con ello, el resto del año no cubren sus rostros en FB con banderitas de Libano, de Paquistán, de Afganistán, de Irak, etcétera, y en algunos casos son tan agresivos los epítetos que utilizan para buscar camorra con los abducidos por el dolor o por las pautas culturales galas, que en sus juicios subyace, una velada acusación de complicidad con el imperialismo bombardeador y con los fabricantes de armamentos que les fueron vendidos a los gobiernos de los países díscolos.
Entré a varios de los muros de conocidos míos que en estas horas se muestran molestos por las condolencias a París y contrariados porque no se hagan patentes cada día, cada minuto, ante la muerte de cientos de miles de personas, de millones de hambrientos, de niños explotados en el mundo, etc, y para mi sorpresa, he podido constatar que ni uno sólo de ellos, tiene ni la banderita, ni ningún símbolo distintivo de aquellos países victimas, ni siquiera menciones previas al día de hoy, de semejantes crueldades y arbitrariedades salvajes.
El tema de la solidaridad con los atentados Paris, no sé en los demás casos, hablo por mi, es ante todo si se quiere a merced de una colonización muy temprana que se instaló en mi hipotálamo, casi desde el nacimiento.
Provengo de una familia que veía la revolución francesa y la Comuna de Paris como los eventos más significativos de la historia moderna, y yo lo sigo viendo así, y fuimos concebidos en los cánones de la cultura francesa, con algunos chispazos de costumbres y deportes ingleses.
Desde la escuela, las maestras norteamericanas que llevó Sarmiento a Argentina para modernizar la enseñanza, utilizaban ya la metodología francesa, gracias a lo cual Argentina contó durante mucho tiempo con la mejor escuela de América y una de la mejores del mundo.
Otro poco tal vez, por ser la ciudad donde aguillotinaron a sus opresores monarcas, desde América negar monarquías era natural, pero hacerlo en Europa y darle un sustento formal, social y de futuro a ese impulso, fue algo que todavía hoy asombra, por ejemplo cuando uno ve casos como el de España y la impunidad en la corrupción en el seno de su Corona.
Y luego también por ser la más bella, donde no se reñía la ética con la estética, sólo de escritores y poetas franceses he leído más del doble que de cualquier otra nacionalidad, incluida la mía, algunos de ellos fueron bandera de nuestros próceres, como Rousseau, otros como Proust lo fue de nuestros intelectuales, Bretón y Aragón de nuestra izquierda, Beauvoir y Sartre de todo el mundo progresista e interesado en desdoblar el pensamiento Balzac y Victor Hugo lo habían sido del mundo en general, Verne y Dumas lo fueron de los adolescentes, Saint Exupery de los niños, Rabelais y Descartes de los pensadores. Artaud y Nerval de los locos de remate.
La ciudad donde más tango se toca y se baila después de Buenos Aires y Montevideo, con permiso de Helsinki, la ciudad de los faroles que los barrios porteños de Pompeya y Barracas darían la vida por tener, la de los mejores quesos, la de la baguette, la pintura, el perfume, el beso en el parque y el sexo en el rellano de la escalera.
Y un extensísimo etcétera más.
Sin necesidad de ir a Paris ya gran parte de los valores de rebeldía, de solidaridad, de equidad, de libertad y también de confort, de buen gusto, durante varias generaciones ya nos venían legados de la Historia que en aquella ciudad tuvo lugar. Luego está el siguiente flash al conocerla, escuchar su idioma hablado en esas calles donde no cabe otra lengua, su parecido con la perfección, el encanto, la noche, la tarde, el día, la libertad que se respira, la cultura, la poesía y también el empaquetamiento.
La gastronomía, el vino, la diversión, el buen gusto.
Por eso si la pregunta es si a mi formación o deformación cultural le llegan más profundamente los muertos en Paris que en Bangla Desh o en Eritrea, la respuesta sincera es: por supuesto que sí.
Del mismo modo que me llegan más los treinta mil muertos argentinos o los muertos cubanos en el estrecho de la Florida o los locos y los suicidas Habaneros, que el millón de decapitados en Kampuchea, y reconozco que es con creces más importantes un millón de muertos que los miles argentinos o cubanos, pero a estos los siento más cercanos, sé que se trata de una ficción, un truco del cerebro, y ya sé que puede ser peor brutalidad la kampucheana, pero me identifico más con la argentina y la cubana.
Ahora bien, la pregunta a los molestos con nuestra tristeza por el atentado de Paris es:
¿ Qué hacer? ¿Nos movilizamos de manera idéntica con todas las muertes, ya se trate de nuestros hermanos o de la tribu nómade Bryat de los mongoles, y si no lo conseguimos entonces desistimos de mostrar solidaridad por ninguna muerte, dado el carácter discriminatorio que tal práctica evidenciaría?
En el primer caso lo lógico es que quien se sintiese molesto por la solidaridad excluyente con los países menos agraciados, pusiese banderitas de todos los países, todos los días y los minutos del año, porque no falta una injustica cada instante en cada rincón del mundo. Pero como ya dije anteriormente, la verdad es que a ninguno de los que ví reaccionando mal a la solidaridad, los ví en el resto del año solidarios con los demás asesinados. Ni una banderilla ni una mención.
Me recuerda cuando algunos parlanchines de izquierda clásica se enojaban con los de Green Peace, porque estos defendían a las ballenas o a los osos polares, y decían:
-¿Y a los niños de África quién los defiende?
Una vez le pregunté a uno:
_Ah, entonces vos estás luchando por los niños de África y por las ballenas?- No- me dijo- Le volví a preguntar:
_Ah, ¿entonces sólo por los niños de África? Y me respondió:
_No, tampoco, por ninguno de los dos-
Paris, je t'aime
Las veces que visitado Paris siento que he llegado a una casa donde tengo mi lugar, y además de los magníficos museos, de caminar a orillas del Sena, de admirar la arquitectura y la ingeniería civil, la Historia, los rastros de los artistas que habitaron y libaron de esta flor en diferentes épocas, las librerías perfectas con su gato deambulando entre ejemplares de la literatura que nos hizo libres, las callecitas, las galerías, las tiendas de quesos y las panaderías, aparte del fragor de la noche cuando todas las brasseries, los restaurantes y los bares hierven de charlas, rebosan de placer de la compañía en la buena mesa; aparte de todo eso y salvando las distancias, me ocurre como a Cortázar, pasear por Paris como por Buenos Aires de noche sedada, tarde, cuando el transeúnte solitario se adueña de la vereda, es acercarme de un modo más personal a la ciudad, al tiempo que aproximarme al Yo más íntimo, el tímido, el más escurridizo entre las actividades ordinarias, ese que se siente desamparado bajo la amenaza de la luz solar. Es encontrar mi lugar en el Boulevard de Picpus, es escuchar los pasos de otros perseguidores que procuran mantener la distancia y a la vez ser recordados, el ruido de las palomas, y esos silencios en que tantos escritores, pintores músicos, cineastas, fotógrafos, escultores, arquitectos fueron sorprendidos y cautivados por las obras de los fantasmas de la noche, que una vez metabolizadas y con el toque personal de cada uno, presentaron como suyas.
Mucho antes de haber puesto un pie en aquella ciudad ya había legado a mis inclinaciones éticas y estéticas gran parte de lo que soy, a través de su historia y su luz universal. París es de todos los seres que aman la belleza y la libertad, más allá de si la han visitado o no.
Los despiadados del IS que atacaron a la ciudad de la revolución, de los derechos de las personas, de la belleza, del misterio, del placer, como los que atacaron la Gran Manzana de la diversidad hace unos años, gritaban que era en nombre de un ser superior y contra los herejes.
Entraron poseídos a matar a mansalva según sus palabras "donde cientos de idolatras se reunían en una fiesta perversa de prostitución y perdición", refiriéndose en principio a quienes asistían al concierto de rock que se celebraba en la sala Bataclan, pero en general a los logros de la humanidad en materia del derecho del individuo al disfrute de la vida con total libertad.
Ojo con el odio y la locura que despierta: aparte de que quienes más sufren al Estado Islamico y a los fanáticos religiosos yihadistas son precisamente la personas de aquellos países, cabe recordar que gran parte de los bomberos, de los policías de los médicos, enfermeros, e incluso víctimas, son descendientes de personas que emigraron en épocas pasadas desde países de cultura árabe.
Del mismo modo pienso que como cultura cívica que cree y defiende unos valores de derechos que han costado siglos y toneladas de sudor y sangre obtenerlos, deberíamos ser más rigurosos con la exaltación de aspectos culturales o religiosos que colisionan o se contradicen con nuestra cultura de tolerancia, de pluralidad, de libertad y de igualdad.
Quien quiera destruir la convivencia europea, quien considere que la mujer es un ser inferior que debe mostrarse en público enfundada en múltiples capas de trapos, quien considere que el rock, el sexo libre, la diversión, el baile, la música, la libertad en general, es una herejía y que Europa es la cuna del mal, obviamente no debería ser bienvenido para vivir en nuestra casa.
Hay que diferenciar dos cosas, la proliferación de quienes perpetraron este ataque salvaje e inadmisible hay que detenerlo ya mismo, combatirlo sin descanso, pero con nuestros métodos, no con los de ellos tal como ellos y otros menos visibles y más cercanos querrían.
Y luego hacer mucha profilaxis, mucha prevención, las cosas no surgen por que sí ni de la noche a la mañana, estos despiadados se han hecho fuertes en zonas del mundo donde hace treinta años la mujer se incorporaba al trabajo, donde los partidos moderados arribaban al poder, donde los sindicatos cobraban fuerza y el poder de la religión en la política la perdía, hubo un interés común de todos los poderosos en que los países árabes fuesen consumidos por la religión, ese espanto de histeria colectiva, que siempre manejan unos pocos en su beneficio.
Ya están los diferentes tipos de buitres merodeando encima de tan preciada presa, un hecho doloroso que congrega tanta pena como rabia es muy codiciada por ellos. Habrá quienes nos querrán utilizar conduciéndonos por la senda del odio para saciar sus apetitos y finalidades.
Opto mucho antes por usar nuestras armas, hacer de la amistad, del amor, de los derechos, del respeto por la vida y por el placer, del rock’n’roll, la fiesta más reivindicativa, la manifestación combativa que más impotencia dé a quien desea convertirnos en salvajes, el combate en el cual seguramente somos invencibles.
Que descansen por esta vez los rezos y los dioses, que los llamados de venganza no sean atendidos, hoy es más adecuado homenajear a los asesinados con la herejía de la que los acusaron sus asesinos:
Libertad, igualdad, fraternidad.
Julito Cortázar- Paris mitica
¿Curioso o vergonzoso?
Si no fuese por lo esperpéntico reconocería que es muy gracioso.
Raúl dice que en 2018, tras casi sesenta años de mandato autoritario y represor dejará el poder ( sin especificar en manos de qué, de quien o de cuantos) como si fuese una dádiva; y encima atentos a lo que dice...¡que le gustaría visitar Miami!
A esta altura hasta el Récord Mundial Guinness está por reconocer, que tanto él como su hermano Fidel, además de un profuso legajo en materia de violaciones de derechos humanos, cuentan con dos de los rostros mas duros de la Historia de la humanidad, desde que se mide la solidificación de la cara y su relación con el desparpajo impúdico.
Sobre los dictadores y déspotas es poco lo que puede llamarnos la atención, sin embargo parece ser que no acerca de todos los dictadores por igual.
Conozco muchas personas respetables en su ámbito social, de sensibilidad de "pseudo izquierdas" que estarían en las trincheras de la clandestinidad ( o más bien detrás de la barra de algún bar) condenando la opresión tiránica y fascista del sistema, si se les dijese, no ya que Obama, ni que Bush, ni Clinton, ni siquiera que un todavía vivo Reagan tras décadas en el poder, ni Ford, ni Carter, ni Nixon, ni Kennedy, sino un Eisenhower, o sea el presidente que había en Estados Unidos en 1959, estuviese vivo y anunciase como una dádiva, como un notición, rodeado de sus tataranietos ya adultos, que soltaría el poder absoluto en unos tres años más.
O que lo mismo lo dijese en Argentina un ya muy ancianito don Arturo Frondizi, quien era presidente en 1959 y tras el cual ha habido dieciséis mandatarios constitucionales y siete militares golpistas. O bien De Gaulle en la República Francesa anunciase recién ahora en 2015, que si está de humor, y si todos se portan bien, dentro de no mucho planea dejar el poder.
¿Qué mecanismo será aquél que obra, para que estos mismos conocidos de "pseudo izquierda" y buena parte de la opinión pública, ante el anuncio de Raúl Castro, de que probablemente deje el bastón de mando tras cincuenta y nueve años de poder absoluto, sin oposición y con numerosas violaciones a los derechos humanos, reaccionen con una condescendencia que ruboriza, viéndolo en un espectro que va desde la simpatía, a percibirlo como algo no tan nocivo para la vida de quienes no tienen más remedio que padecerlo?
Del mismo modo que hacen para no manifestar solidaridad alguna, por presos de conciencia que hayan permanecido encarcelados durante décadas en países socialistas; y en cambio serles menester metamorfosearse en la mimesis del padecimiento de otros reos, también de presidio político, aunque del signo contrario.
¿Esto entrará en el terreno de lo curioso o ya pertenece al de lo vergonzoso?
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Raúl Castro reitera que dejará la presidencia de Cuba en 2018
DURANTE SU VISITA A MÉXICO Publicado 07/11/2015 16:54:59 CET MÉXICO DF, 7 Nov. (EUROPA PRESS) - El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha anunciado durante una reunión con su homólogo mexicano, E...
La bandera en el bolsillo
Los "nacionalismos", que conforman una maniobra burda de distracción clásica de los gobiernos cuando están apretados por algún costado, no dejan de sorprendernos sin embargo con su capacidad intacta para arrastrar a tanta tropa despistada, aún siendo tan obvios y previsibles.
El caso que me ocupa ahora, no es ni siquiera si Cataluña será independiente o no, sino que los medios de comunicación y los comunicadores a nivel nacional, no sucumban cautivos de esa permanente estratagema de distracción, por otro lado, tan elemental, escamoteándonos durante horas lo más substancioso de la actualidad, en pos del manido recurso.
Argentina tiene sus Malvinas, Cuba su EEUU y su Guantánamo, los nazis a los judíos, los judíos a sus palestinos, los comunistas a sus gusanos, los EEUU tuvieron a su URSS y ahora a sus árabes, los árabes a sus EEUU, España su Gibraltar y su Magreb para echar mano de ellos cuando se precise, y Cataluña tiene al demonio español.
El colmo es que quienes lidera la campaña de independentismo han dilapidado el dinero y los derechos en Cataluña, en este sentido el PNV del País Vasco tiene muchísima más autoridad moral para hacer un planteo del estilo, pero: ¿desde el púlpito de los Pujol, de los Mas e incluso desde el de los Durán i Lleida? ...¡ hombre!
Les importa un bledo la independencia, más bien trabajan para neutralizar los efectos de los desmanes de las propias políticas y de los propios actos de rapiña del dinero público.
Por otro lado, en el momento en que Europa busca dotarse de una identidad entre todos sus Estados miembros, pensar en atomizarse unilateralmente es desde todo ángulo brutal, siempre que entendamos que una eventual independencia, incluye todo el espectro del término "in-dependiente", y que Cataluña pase a ser tratada como un Estado ajeno a España y a Europa, sin productos ni servicios subvencionados, sin proteccionismo ni ventajas comerciales, o sea que si al Estado español les publican a mejor precio en Túnez, se le encarguen publicar los textos escolares a Túnez.
Sin contar con las dudosísimas ventajas de quedar fuera de Europa.
Además habría que ver el tiempo que les lleva ponerse de acuerdo en los términos político-económicos que tendría la flamante sociedad independiente, no es la misma visión la de la derechista CIU que la de la izquierdista ER, que la de los partidos nacionales españoles también dispares entre sí, la de Ciudadanos o la de los grupos afines a la formación Podemos.
Eso sí, hay que preguntarse porque tanta gente se hace nacionalista cuando un tipo como Rajoy gobierna, desde su agresividad anticatalana en la época de oposición con Acebes y Zaplana y luego en el gobierno con su pasividad total con respecto de la problemática en Cataluña. Claro que genera desafección ¡Hasta en la provincia de León hay grupos y sensibilidades que quieren perderse de vista de Rajoy al precio que sea!
He ahí la posibilidad de la importancia histórica de los nuevos partidos afectos al sistema de libertades individuales, económicas, de incentivo al emprendimiento, de abrir el juego del capitalismo para todos y no para un grupo de amiguetes como lo practica el PP de reminiscencias franquistas, y con una idea de Nación mucho más conveniente para todos que nuestras antiguas y ya anquilosadas rémoras conceptuales al respecto.