24 X segundo
Ir al cine, al Yara, Jigüe, Payret, Riviera o Tritón en La Habana garantizaba dos espectáculos. El secundario era la película. El principal era todo lo que acontecía en la sala. Estaba el típico gracioso que hacía chistes para toda la sala a partir de lances de la película, de imágenes, cuando aparecía una toma vertical de un cuerpo femenino y al llegar a la cintura cambiaba el plano en la escena, sin demora se escuchaba al susodicho emitir un grito que lo escuchaba todo el cine:
- ¡Baja la cámara!
Y la gente exageraba la risa y las palmadas, acompañando al esmerado voluntario, también riendo sinceramente, más que por la sorpresa del sempiterno chiste, reían por el hecho de la carcajada compartida, igual que seguramente al gracioso, le festejarían la variación del chiste en su aula o en su centro de trabajo. Es un ejemplar de habitat común en Cuba o en Andalucía, el chistoso voluntario a tiempo completo.
Infaltable era también el pajuso, casi siempre en alguna butaca trasera, y con mayor frecuencia cuando la película no era de máxima afluencia. Incluso toda parejita que se precie aunque no hubiese visto realmente a su pajuso de turno, debían convencerse de que lo habían tenido detrás, y a veces un pobre cinéfilo que acudía solitario cobraba algunas sonora galleta, al ser convenientemente confundido con el merodeador del desfogue íntimo.
Apretar en el cine era la experiencia más religiosa que nos podía ofrecer el séptimo arte, aquellos primeros tactos de senos, pezones, caras, nalgas y totas por encima de las prendas interiores, en tanto se recibía la recíproca sesión de manoseos. También cabe recordar la incomodidad de cuando uno de los dos quería y el otro evitaba en ese reducido espacio los intentos de besos y manoseos, y el peor enemigo de las salas de cine: la peste a boca.
Había además en La Habana una costumbre que jamás olvidaré pero que tampoco soy capaz de recordar, era ir al cine con un amigo que ya hubiese visto la película y pedirle o bien aceptarle el detalle que te la fuese contando por pedazos.
-¿Y ahora que viene asere?
- Ahora el tipo entra, y tú verás que clase lío se forma.
- Pero cuando, ahora?
Mi amigo Evelio era especialista en contar películas mientras estaban proyectándolas, y si uno de adelante o de atrás se mosqueaba y le pedía que se callase, encima teníamos el añadido de que se podía formar un bateo. Al principio me parecía raro, pero con el tiempo hasta me aficioné.
Hoy cuando intento recordar aquella costumbre tan estrambótica, aún cuando sé que la viví en innumerables ocasiones, no llego más allá de imaginarla.
¿Se trataría de una invención colectiva construida sobre los efluvios de la añoranza o sólo era una astilla más del realismo mágico?... y socialista.
Bolos en la guagua
En general, la gente no sabe lo que puede llegar a oler un ascensor repleto de rusos de la era soviética en el trópico. Incluso sin estar repleto, con uno o dos rusos dentro.
Los cubanos sabían lo que olía un ruso en una guagua atestada, tanto que cada vez qu subía uno o una, un vijero tomaba la batuta de dirección y vociferaba por encima de las cabezas de los viajeros apretados como sardinas en lata
-Caballero denle nariz a eso que está fuerte- o- ¡Chófer abre la puerta que os vamos a asfixiar!- inspiraciones improvisadas, que como en los cines, era respondida con sonoras carcajadas, siendo el ruso el único que no entendía ni reía de nada, pero también a quien menos le importaba el particular aroma caucásico que desprendían sus axilas.
La historia no nace en Cuba, viene de lejos, pero claro, en los calores habaneros aquello se multiplica por varias unidades. Dadas ls duras condiciones climatológicas y geográficas de la que era nuestra nueva madre Patria, y sobre todo antes de la revolución de octubre de 1917, los rusos se aseguraban un protección estomacal con cantidades generosas de grasa y cebolla, y de esta manera cualquier lapso de hambre se atravesaba con menores penurias generadas por los jugos gástricos, aparte de que protegía mucho mejor del frío extremo de los inviernos rusos. Esto lo aderezaban con generosas dosis de vodka, y con la reutilización cotidiana de las prendas de vestir sin ser pasadas por los prestidigitadores agua y jabón, cosa improbable en medio de temperaturas que congelan hasta el gas.
El ruso luchó contra las inclemencias más duras del planeta y venció a casi todas, incluido Hitler y Bonaparte, pero nunca pudo conseguir entender como prioridad, el discurrir del agua no potable en los largos meses de invierno, con la única finalidad de asearse.
En la era moderna, los soviéticos, todos ya tenían agua corriente y caliente saliendo de un grifo en sus casas, departamentos y dachas, pero las vejas costumbres se agarran como el tío jocoso a la botella de vino. Hoy, tras la caída del comunismo, como acompañando a los cambios políticos, nadie ama más el jabón y los perfumes que las moscovitas.
Los soviéticos, aunque en menor medida y no ya por necesidad, sino por tradición, siguieron comiendo cebolla, grasa, y no lavando las camisas en los interminables veranos habaneros, con la periodicidad que todos sus vecinos adorarían. Incluso quienes llevaban un tiempo prudente viviendo en la isla y que hablaban español y entendían los chistes de la guagua, lo tomaban, pienso, como algo identitario, algo que les precedía, que los anunciaba a la distancia.
-¡Ñó, caballero, entró un bolo!
Il rettile impostore Fidel “Guarapo” Castro Ruz
A proposito della dura realtà spagnola sulla questione corruzione, in strada ho sentito un commento al volo dove s’invocava a mo’ di soluzione risolutiva la figura del più grande rettile della Storia latinoamericana:
Fidel “Guarapo” Castro Ruz.
Senza dubbio il personaggio più abile nell’utilizzare successi e difficoltà di persone, comunità, etnie, Paesi, sensibilità in beneficio del proprio tornaconto personale: inchiodarsi al potere.
Utilizzò assolutamente tutti e tutto ciò che aveva intorno. Il primo di tutti fu suo padre Angel, uno spagnolo immigrato nella parte orientale di Cuba di cui unica cultura e predisposizione era arricchirsi a botta di corruzione e sfruttamento dei guajiros (contadini al soldo dei ricchi latifondisti), quindi Guarapo machista Fidel utilizzò le contadine povere della sua fattoria portandosele a letto a gratis, in quegli anni tuttavia erano semi-schiave; il fratello minore da mettere nel suo progetto, più tardi all'Avana; i comitati studenteschi ed universitari democratici, i loro leaders Echevarría e Chibás, in seguito tutti coloro che accettarono di assaltare sotto il suo comando la Caserma Moncada e che morirono coraggiosamente mentre lui e suo fratello Raul ne uscirono vivi senza nemmeno un graffio e scarcerati dopo solamente un anno e mezzo pur avendo ammazzato dei soldati dell'esercito.
Quindi Mirta Díaz Balart, la sua prima moglie milionaria e tutta la famiglia Balart; e tutta la borghesia cubana per raccogliere fondi. Piu tardi, utilizzò i cubani esiliati o emigrati a Miami, le star di Hollywood, Camilo Cienfuegos, Frank País, Huber Matos, Carlos Franqui, Lázaro Peña, Blas Roca, sua cognata Wilma Espin e la sua famiglia, borghesi di Santiago di Cuba. Mio zio Ernesto Guevara che dalla Sierra Maestra gli mandava a dire che se erano comunisti bisognava dichiararlo apertamente e Guarapo gli rispondeva di no, che bisognava essere intelligenti e continuare con il rosario e la croce appesa al collo già che il popolo credeva in Dio e si poteva ingannarlo facilmente per raggiungere il grande obbiettivo. L’obbiettivo era impadronirsi di Cuba.
Utilizzò il Ché, lo ingannò sempre, gli diceva che appoggiava la sua idea di industrializzare il Paese pur sapendo che la monocoltura avrebbe continuato ad essere l’asse portante dell’economia cubana; gli ordinò di farsi carico dell’esecuzioni [7.101 condannati in processi sommari e fucilati], di recarsi all’ONU per far sapere tramite la sua bocca, già che lui giammai osò dirlo, che a Cuba si fucilava e si sarebbe continuato a fucilare; lo utilizzò per stabilire migliori relazioni con i Paesi stranieri, il Ché parlava bene francese ed era molto determinato e ben educato per quell’incombenza; lo mandò a tre importanti viaggi di rappresentanza in giro per il Mondo ma quando si rese conto che il Ché diffidava dell’URSS, del suo compromesso rivoluzionario con il resto del mondo, cominciò a cospirare agli ordini del PCUS per toglierselo di mezzo, ci provò in due occasioni, la terza fu quella fatale, lo liquidò mandandolo dove sapeva che nessuno lo avrebbe appoggiato per poi abbandonarlo definitivamente nel momento in cui aveva più bisogno di aiuto.
Utilizzò i rappresentanti africani, a Salvador Allende il cileno, a Perón l’argentino chiese in prestito, all'epoca, un milione di dollari in locomotive Fiat, auto Chevrolet Chevy da utilizzare come taxi, Dodge per la polizia, FIAT 125 e Renault, oltre a macchine per fare il pane e materiali per l'industria che mai nemmeno tentò di restituire.
Utilizzò la URSS ogni giorno ed ogni minuto per le sue aspirazioni e le sue velleità di imperatore della Grande Rivoluzione. Utilizzò Mella, Villena, Guiteras, a Massimo Gomez, a Maceo ed ovviamente a José Martí per addossargli la colpa del lavoro volontario e della sordida Scuola nei campi e le sordide borse di studio, esperimenti che fecero a pezzi l’adolescente cubano.
Utilizzò Trudeau, Barbara Walters, Hemingway, García Márquez, Francis For Coppola, Caamaño, Velasco Alvarado, il Messico e la sua amabilità con Cuba, utilizzò Angola, Etiopia e il Mozambico per arricchire le sue posizioni militari. Utilizzò Granada, Nicaragua, il Salvador, utilizzò il Guatemala ed ogni popolo insanguinato dell’America Latina.
Utilizzò il colpo di Stato cileno, utilizzò l’Argentina come nessuno mai; sostenne Jorge Rafael Videla, il più efferato repressore dei militanti di sinistra della Latinoamerica, perché l’ URSS gli intimò di mantenere la bocca chiusa sulla violazione sistematica dei Diritti Umani nel Paese già che questi gli vendeva il grano a Mosca in un periodo in cui altre nazioni non osavano sfidare il blocco stabilito dagli Stati Uniti.
Fidel Guarapo Castro Ruz tradì la sinistra al punto da dare l’ordine di votare in Svizzera contro una commissione che indagava sulla violazione dei Diritti Umani in Argentina mentre trentamila militanti, tra i quali anche soldati dello stesso Fidel Guarapo, venivano fatti scomparire, e bisogna dirlo che tutta quell’armata superba della decada degli anni “70 la iniziò e appoggiò lui stesso, per poi appoggiarne la sua morte e la sua tortura mettendo a tacere i crimini di Videla commessi nei confronti del popolo del suo tradito amico Ernesto Guevara.
Riutilizzò la dittatura dell’estrema destra argentina in occasione della Guerra delle Malvinas, Guarapo Castro si mostrò solidale con Leopoldo Fortunato Gualtieri, uno dei più grandi assassini di bambini e donne dell’Esercito argentino, e con Nicanor Costa Méndez famoso per aver detto non siamo neri latinoamericani, siamo europei civilizzati, offrendogli tutto il sangue cubano di cui avesse bisogno. Lo stesso sangue che non utilizzò per salvare il Ché e né altri prigionieri politici.
Fidel utilizzò Gianni Minà, Tad Szulc, a Oliver Stone, a Frey Betto, a María Schriver, a Errol Flynn, a Ava Gardner, a Mandela, a Bem Bella, a Mengistu Haille Mariam, a Zamora Machel, a Agontinho Neto, a Dos Santos, a Mao, a Pham Van Don, a Francisco Franco con il quale non ruppe mai i rapporti, visitò anche la casa del suo sfruttatore e misogino padre in Galizia accompagnato dall’unico ministro franchista in democrazia Manuel Fraga con chi si trovò benissimo e a suo agio giocando a dominò, bevendo e mangiando abbondantemente durante tutta una settimana come sono soliti fare due che si riconoscono intimamente come identici.
Fidel utilizzò le famiglie delle sue vittime, a volte trattandole eccezionalmente bene per essere perdonato o assolto nella critica e nell’affetto interno, comprando volontà con case, automobili, privilegi, è il caso della famiglia Guevara e di molte altre. E lo ottenne con molti di loro che mentono come porci selvatici ogni volta che dichiarano qualcosa alla Stampa straniera o viaggiano per ottenere benefici e pagamenti per l’obbedienza dovuta, ripetendo come automi che a Cuba tutti vivono bene in ugual misura, che c’è giustizia, che c’è libertà, mantenendo in questo modo i loro miseri privilegi.
Fidel Guarapo Castro utilizzò i suoi fratelli, incluso suo fratello maggiore Ramón per ottenere un’esemplare di mucca superlativa in latte, battezzata da Fidel in persona, non da suo fratello Ramón che l’aveva ottenuta, con il nome di “Ubre Blanca” che al comandante inflessibile servì per farsi propaganda a livello mondiale visto che era una mucca che produceva 120 litri di latte al giorno mungendola mattina e sera.
Utilizzò i palestinesi e gli ebrei, utilizzò Arafat e a Rabin, bandì le religioni e baciò la mano di tre Papi, il più anti comunista, il neo nazi ed il neo socialista, ma la cosa curiosa è che quando baciò l'anticomunista lui si professava comunista, quando baciò il filo nazista lui era filo Chavez, e quando baciò il socialista aveva già abbandonato la fede nel socialismo.
Quando cadde la possibilità di diventare Imperatore della Grande Rivoluzione Latinoamericana com’era nelle sue ambizioni, dal momento in cui crollò l’URSS, cominciò a propagandarsi nientemeno che in qualità di “pacifista”, “ecologico”, religioso, era lo stesso uomo che tradì il Ché in Bolivia affinché l’ URSS continuasse producendo armi nucleari senza per questo essere criticati da nessuno, fu quello che invase quanti più Paesi poteva e appoggiò qualsiasi avventura di guerriglia che potesse dargli credito una volta terminata e presentarsi quindi trionfante senza nessuna vergogna davanti al mondo come pacifista.
Ed in mezzo a quel pacifismo ricordò d’improvviso le sue origini gesuite e commissiona al frate domenicano brasiliano Frei Betto di scrivere il libro “Fidel e la religione”, senza mai smettere di reprimere tutti i religiosi di qualsiasi credo sul territorio nazionale sino agli anni “90, quando la carenza era tale che obbligò stabilire priorità per la repressione delle forze di polizia e quelle militari, e di spionaggio ideologico.
Utilizzò la repressione più brutale contro gay, lesbiche, Trans, contro giovani che rifiutavano sottomettersi ai miliziani, contro gli hippie, i rocchettari, contro i giovani ribelli, edonisti, irredenti, pacifici, abusò di loro in maniera vile, crudele, molti sono stati ammazzati. E poi utilizzò l’immagine di John Lennon, ovviamente dopo morto, lui, che mandò in carcere qualsiasi, secondo i suoi parametri, “effemminato con chitarra in spalla” che ascoltava John Lennon.
Poi apparì di nuovo il sogno imperialista per mano di Hugo Chavez ed il bolivarianismo sostenuto con fiumi di petrolio.
Cuba era stata la fidanzata di Spagna quando era il padrone del mondo, in seguito lo fu dell’ EEUU quando diventò il padrone del mondo, poi dell’URSS, un fidanzato tosco e rude ma potente, d’improvviso si è vista prostituirsi ad un plebeo come Venezuela, però pieno di petrolio fresco.
Utilizzò l’assassinio di grandi e leali suoi soldati per evitare la sua propria vergogna. Tradì il Generale Ochoa, a Tony e a Vicente de La Guardia nella maniera più meschina e vile che si possa immaginare.
Fidel Guarapo Castro continuò a utilizzare tutto il suo popolo, celebrava i suoi compleanni in grande mentre i suoi compagni di lotta lo guardavano con quei grandi occhi gonfi per i morti ammazzati ed il tradimento dagli anni “40 sino al nuovo millennio, utilizzò il bambino Elián ed il suo dolore, utilizzò gli emigranti del Mariel, utilizzò i prigionieri politici, utilizzò come nessuno mai il blocco economico, o legge Helms Burton, solamente a lui andava bene l’incremento delle ostilità da parte degli Stati Uniti contro Cuba, per presentarsi come Davide contro il gigante Golia mantenendo il suo popolo unito tra slogan semplici, facili ma molto efficaci nell’unire un popolo contro l’aggressione del nemico straniero.
Fidel s’infuriava ogni volta che vinceva le elezioni un presidente nordamericano democratico già che non gli rendeva la cosa facile, Kennedy, Carter, Clinton, Obama non servivano al suo vittimismo, lui sciorinava tutto il suo incanto anti imperialista e felicità quando salivano al potere Nixon, Ford, Reagan, o i Bush.
Alla fine della sua vita utilizzò il sangue, il sudore, il sacrificio dei cubani affamati per vivere come un re, consumando giornalmente vini da 200 dollari la bottiglia, e farsi allungare la vita sino all’inverosimile, compromettendo medici di tutto il mondo, fatta eccezione per la sua decantata medicina cubana, terrorizzato di fronte all’approssimarsi della morte vai a sapere sotto quali dei tanti inquietanti ricordi criminali e tradimenti, morte la quale tanto aveva invocato, secondo lui, quando sarebbe venuto a mancare il “socialismo” e tuttavia dalla quale rifuggì vivendo circondato sempre da guardie del corpo.
Fidel utilizzò il sangue ed il dolore intenso di migliaia di cubani, la prigionia di decine di migliaia di cubani, l’esilio e la morte di milioni di cubani, utilizzò la libertà, la repressione, la vita e aspirazioni di tutto il popolo cubano nella sua interezza.
Questo infame mascalzone ha lasciato Cuba e tutta l’America Latina senza una goccia di sangue rivoluzionario, ha lasciato il popolo cubano senza una goccia di dignità ed orgoglio facendolo sentire spazzatura di fronte a qualsiasi visitante straniero, per quanto borghese, capitalista, o analfabeta e insignificante questi fosse, sempre e quando atterrasse sulla “terra più bella che giammai occhio umano abbia visto” con un pugno di miserabili dollari.
Attenzione a questi tiranni, commettere l’errore di cadere ammaliati dal loro canto di sirene vuol dire il sequestro di un’eternità nel potere senza salvare nemmeno una virtù.
Traducción a la divina lengua de la Divina Comedia.
por mi quierida amiga Anna Assenza