Tauro
Nací el 3 de Mayo de 1963, el día de mi treinta cumpleaños, en 1993 la Asamblea general de la ONU proclamó ese día, el tres de Mayo como Día de Mundial la Libertad de Prensa. Mis dos padres estudiaron periodismo, el viejo no ejerció nunca y mi madre, que tenía más madera de relatora, lo tomó de a ratos y lo fue dejando como se abandonan las cosas muy personales para siempre y jamás. No ejercieron porque entre otras cosas se dedicaron a creer en los dioses del Panteón de la revolución.
Visto con retrospectiva, parece que me educaron para saber molestar, nunca importé más de un bledo en casa, sin embargo y aunque perdí chorros de posibilidades de albergar en mi pecho una justa cuota de autoestima, nunca me rendí ni dejé de joder, y entre toda esa inmensa pérdida de tiempo, algunos tesoros, preciados, me dediqué a gastar la suela de los zapatos en busca de placeres, amigos, historias, risas, problemas y amor.
No estudié periodismo, sin embargo, a lo largo del tiempo me convertí en cronista necesario de los entornos que presencié, de la gente, los sentimientos, la belleza y tanto el brillo como el óxido de los filos de la daga que descansa en mi costado. Siento que atravesé la vida para hoy poder contarla, para mostrar los dolores de la gente, el lado amable de sus intestinos y la traición. Y lo hice practicando el amor a la libertad, al bien , a los colores pastel y azul marino, a los perfumes, a la luna y la mesa, la buena música y mis árboles vecinos, esos que tienen algo de mi madera. Por alguna razón la frase que le atribuyen a Orwell acerca de la diferencia de la obsecuencia al poder y el periodismo decente, se hizo carne en mi desde temprana edad.
Soy ateo y escéptico, pero que loco esto de que haya tantos elementos del mismo conjunto dando vueltas alrededor del tres de mayo, de Tauro, de la libertad, la palabra escrita, los sofás, los labios y las tetas mullidas.
Con el as de bastos
Elecciones
Última jornada de campaña electoral, un acto en la ciudad, a mis lados dos damas, a mi derecha apetitosa delicia de pelo crespo castaño, ojos chispeantes y bajo el cuello todo lo demás muy bien puesto y perfumado, nos sonreímos.
A mi costado izquierdo veterana jockey de mil carreras, cabello rubio no peinado, ojos alegres, curvas por doquier, no paraba de hablar, su hombro quedó a la altura de mi tríceps, ninguno evitó el contacto mullido, daba vivas al discurso y me miraba, yo miraba a un lado y otro, la de la derecha era una joyita con trufa, la de la izquierda era todo curry, azafrán y grasita con ajo para mojar el pan.
Miré el reloj cuando ya habían pasado veinte minutos de la hora en que debía partir, desde el aire a unos cinco centímetros del suelo donde llevaba una media hora, me giré a la derecha para despedirme una de mis compañeras de metro cuadrado y me sonrió nuevamente diciéndome adiós, luego giré al otro lado casi sin tener que moverme porque nuestros brazos eran uno, y sin mediar el contrato que en el futuro será necesario firmar para establecer cualquier contacto, nos dimos un beso en la mejilla izquierda, y como felizmente en España existe la costumbre de dar dos besos, en el viaje a la otra mejilla pasamos rozando ese espacio íntimo que atesora más tacto que la propia piel, el aterrizaje se produjo a dos milímetros de la comisura de los labios, me asió fuerte contra su cuerpo, no hubo resistencia, tomé su cintura pasé la nariz por detrás de su oreja, aspiré todo el aroma a cuello que podía contener mi tórax resguardado por su pecho viscolastico, nos separamos en medio de los aplausos de la plebe, bajé de esos cinco centímetros y me sometí a la ciudad andando sobre las copas de los árboles bajos, como en los buenos sueños interrumpidos.
Mañana al votar, mira a tu derecha, a tu izquierda y tira palante.
Oda al holgazán
En el día de ayer los aspirantes a votantes fuimos sometidos a un debate electoral soporífero. Excepto por parte del Presidente en contadas ocasiones y someramente, no se abordaron los temas que realmente justifican la postergación de la utopía anarquista.
-Reforma laboral y sus desmanes que han conducido a los trabajadores a declinar la aspiración de ascenso social.
-Una urgente reforma de la Justicia, hoy en día el poder con mayor cúmulo de resabios franquistas, e incluso de la Inquisición. Condenas por ofensa a los sentimientos religiosos como en Afganistán, o injurias a La Corona. La anacrónica ley apodada "Ley Mordaza".
-Como afrontar la proximidad de una nueva recesión económica en toda Europa.
-Reformas y fondos públicos que se destinarán a Educación, el mayor baluarte de una sociedad.
-Reformas y fondos que se destinarán a Salud, colchón sanitario de una sociedad desarrollada.
-Reformas y fondos que se destinarán a Vivienda.
-Separación de Iglesia y Estado pero en serio.
-Un debate sobre si elección de Jefe de estado por méritos o monarquía, y en tal caso, en que condiciones.
-Inmigración.
-Igualdad, pero no de secesionistas con los no secesionistas, de eso se ha hablado hasta por los codos, sino de igualdad de posibilidades y de trato entre géneros, entre razas, entre clases sociales, entre ideologías, entre capacitados y discapacitados, entre todos los habitantes del país.
Estos puntos y otros de importancia capital en el transcurso de un gobierno, en el desarrollo de una legislatura, brillaron por su ausencia en el debate, la carencia de altura en la política es alarmante, pero no es un problema exclusivamente español, es una tendencia Universal, ya no aparecen ni marcianos en ovnis de ensueño, las mejores novelas son de Houllebecq, la poesía hay que buscarla en los video juegos y la épica y el heroísmo fueron sustituidas por el llanto y el victimismo.
Someter a la población a emitir un veredicto basado en si se va a indultar o no a unos presos en caso de que fuesen condenados, es tan pobre que da vergüenza sólo pretenderlo.
Y sin tener a bien el panorama de comisarios torturadores encubiertos y condecorados por sus servicios sanguinarios contra demócratas, curas pedófilos, protegidos por el Estado muy lejos de conocer los barrotes de un calabozo tras crímenes execrables, ni el dato de decenas de corruptos indultados, en el cual resulta un insulto a la razón ver a un demócrata como Junqueras entre rejas, expiando las reminiscencias del odio entre los perros de guerra de Primo de Rivera y los "Escamots" del Estat Catalá.