Al final era Javi Depósito
Bueno, se abrió la veda de caza.
Sobre la participación del presidente Milei en la estafa piramidal de la criptomoneda, acaso la duda de su accionar ex profeso o la certeza del enriquecimiento ilícito de sus allegados sea lo penalmente punible. Pero varios otros aspectos engrosan lo vomitivo.
Por ética y por estética un mandatario debe abstenerse de promover cualquier negocio particular.
Aun en el improbable caso de que el presunto perpetuo candidato al Nobel de Economía más erudito y preparado del estrato post keynesiano, hubiese pasado por alto el aspecto refulgente de estafa que pavoneaba el emprendimiento promocionado, tal como durante la primera hora de la invitación del presidente a sus huestes a sumergirse en el timo, numerosos ignotos replicantes de X, ex Twitter, advertían con sus mensajes de que no era una criptomoneda respaldada, que poseía todo el aspecto de "hit and run", aun en ese tan remoto caso, cabría cotejar con la Constitución y su esposa Lustitia, la legalidad de que el presidente de la Nación promueva un negocio privado entre sus seguidores. Y la investigación contaría con un extenso etcétera ¿a cambio de qué? ¿con qué fin? ¿cuanto conocimiento tenía de la operación? nombres de los allegados que participaron en la estafa y sobre todo identificar a cada uno los estafadores que se hicieron un Potosí en minutos. Porque lo que sí se sabe a ciencia cierta, es que actuaron milimétricamente coordinados: el lanzamiento de la criptomeda tuvo lugar minutos antes de la invitación del Presidente a invertir, y las cinco horas de demora en deslindar responsabilidades cuando ya se sabía de sobra el carácter usurpador, dieron tiempo a que invirtiese hasta el último crédulo. Le tocará a nuestra adocenada Justicia, determinar el carácter de la maniobra y ya está tardando mucho en imputar las comisiones cobradas a los organizadores de la mega estafa por la "primera dama" hermana del susodicho.
Incluso si todos los inversores hubiesen ganado y no habría acontecido la estafa, las heces habrían caído de idéntica manera en el corazón del decoro de la investidura presidencial ¿qué sería lo próximo? ¿"Compre galletitas McKay, más ricas no hay"?
Sumado a la infracción a la legalidad y la más que sobrada afrenta a la legitimidad, se alza el signo de nuestra era, la llamada a hacerse rico mediante la especulación. Lo diametralmente opuesto a las proclamas de hacer grande Argentina como en ese idílico pasado industrial de tiempos improbables que desde las filas "libertarias" se enuncia y rememora con insistencia, calcadas de la consigna trumpista “Make America Great Again”, igualmente materializada en ubicar como mascarón de proa del proyecto al ya repudiado Elon Musk, uno de los mayores especuladores de todos los tiempos. Así como el Caputo de Milei no se caracteriza por anarcocapitalista libertario sino como casta pura y dura, al inmigrante Musk no se le conoce que haya hecho grande ni siquiera en la parte más finita a su país Sudáfrica, como dice Trump que hará en EEUU una vez que haya vaciado el país de la gente más noble y trabajadora a patadas y envíe a rednecks, hillbillies y cubiches de Hialeah a llenar los surcos vacíos y a la construcción abandonada.
Ahora que se abrió la veda para cazar corruptos y delincuentes de guante blanco esperemos que no haya sido más que un espejismo y veamos desfilar a todos los corruptos y empresarios corruptores uno a uno, hasta que revienten las rejas de los buzones de Olmos.
De Penn a Gump
Resulta alucinante todo lo que está pasando en EEUU. Siempre fue un país con dos caras de la moneda de claros contrastes, imperio belicista a la vez que sociedad de derechos y leyes. En la política interna mezclaba aspectos que no eran usuales en el resto del mundo, sobre todo siempre comparando a Europa, era un país de políticas y costumbres experimentales en cuanto a novedosas y diferentes, pienso en el cuáquero William Penn, que aun siendo conservador en las costumbres fundó algo tan revolucionario como el "Santo Experimento" pionero en igualdades sociales, derechos individuales y pacifismo. Una sociedad nueva que bautizó en la ficción al héroe lleno de defectos, de la clase baja, analfabeto, alcohólico, desprolijo pero con una virtud superior a todos sus defectos, sensible ante la injusticia hasta el punto de inmolar su vida para defender a victimas de abusos contra sus ofensores. Mientras en las grandes obras de la literatura europea la virtud debía estar siemp0re ligada al pedigrí. ese aporte que se expandió por el mundo y por otras áreas como el cine y el cómic fue absolutamente revolucionario, el héroe individual que habla slang, del común de la gente, que se indigna frente a la injusticia y ya fuese con la acción física, mediante juicios, o a través del estudio consigue que triunfe el bien frente al mal, fue un aporte firme, novedoso de toda la cultura estadounidense , como en la música lo fue que el fiddle, hermano del violín abandonase los grandes teatros y la exclusividad en las obras de Vivaldi o Paganini, para hacer danzar en la fiesta del pueblo a los cosecheros del maíz y la fruta. O el piano, noble descendiente del órgano de Bach nos regalase la maravilla de los primeros rollos de rag en los dedos de Scott Joplin y de Scat en Jelly Roll Morton dando vida al jazz. Una rebeldía de instrumentos que alcanzó a los metales, que llevó al cello a ser un contrabajo, y que desistió de panderetas, flautas dulces, laúdes básicos y tamboriles como único y excluyente medio para expresar la pulsión de jolgorio y pena del vulgo en sus momentos de asueto, mediante lo que por vez primera, se incluyó en el término "música".
Por todo eso y más que le agradecemos a la histórica cultura irreverente estadounidense, resulta difícil ver con que aceptación hoy la población de ese país, tolera un cada vez claramente neo fascista convicted felon, amigo de Epstein en sus festicholas, grosero, mal educadísimo, nada culto ni siquiera en el sentido de Mark Twain, John Steinberg o Raymond Chandler, como exponentes de lo anteriormente mencionado, una masa informe vacía de todo contenido y cruel en cada una de sus decisiones.
Ver que ante la cascada de atropellos de autoridades de dudosísima legitimidad, solo responden los mejicanos y chicanos de California, y no ver esa sociedad estadounidense que otrora fue la mayor fuerza contra el genocidio de Vietnam, una energía revolucionaria en la aparición del hipismo anticonsumista y antibelicista, del beatnik, de la desobediencia civil, de los derechos de la población de raza negra, de la rebeldía intelectual, del blues, el rock, el rap, el funk como expresiones actitudinales de libertad, así de tantas otros movimientos progresistas.
¿Qué le estará ocurriendo, está dormida, asustada, o esperando el momento exacto para actuar?
El próximo 14 de Junio, cumpleaños del pretendiente al trono día en que al estilo Trujillo malversó millones de dólares del contribuyente en organizar un desfile militar en su propio honor, está convocada una protesta nacional intitulada "No Kings". Entonces se verá el cariz actual de la conciencia de la sociedad civil, si de súbditos o de individuos empoderados.
La puerta de la ficción II
La época histórica que más aportó a la la fertilidad de la imaginación, fue la corte de Enrique VIII en Inglaterra y sus derivados, esposas, hijas, parientes, auge y fin del Rasputin inglés Olivier Cromwell, la conversión a la iglesia anglicana, el universo Shakespeare, la victoria sobre la Armada Invencible y un etcétera inimaginable en la ficción, por imposible ensamblaje de semejante variedad de barroquismo rococó.
Las atroces peripecias en torno a Ana Bolena, su hermano Jorge, su tío Howard, Jane Seymour, entramadas en un inicio mediante la pericia del increíble Thomas Cromwell en torno al trono Tudor de Enrique VIII, conforma una historia de ascenso y declive a través de las miserias humanas, de una perfección tal que parece elaborada por un ejército de artistas, guionistas y actores prolíficos. Presagiando esas segundas partes de las obras exitosas, porque al cabo de veinte años de la ejecución de Ana, su hermano y también sus supuestos amantes, sobre los cuales ella juró sin temor ya a una inminente muerte en la Torre de Londres, que eran invenciones de los conspiradores en su contra, que su único pecado había sido poner en duda la fidelidad del rey, dar excesiva importancia a la merma de las atenciones del rey en el lecho conyugal, su hija Isabel, la causante de todos los dolores de cabeza al no haber nacido varón, resultó ser una gran reina y uno de los más firmes antecedentes familiares y de conducta de la recientemente fallecida Elizabeth the Second.
Curiosamente Isabel I que fue declarada ilegítima hija de Enrique VIII una vez ejecutada su madre cuando ella contaba con solo dos años, gobernó Inglaterra e Irlanda por más de cuatro décadas tras haber disputado el trono con sus medio hermanas Jane Grey y María, a quien sucedió una vez liberada de un año de prisión acusada de conspiración, y como una sombra del destino, un certero golpe de puñal de Ana y Jorge desde el limbo de los injuriados, puso fin a la dinastía de los Tudor. Dio lugar al teatro isabelino de Shakespeare, la mayor victoria naval inglesa contra la Armada Invencible. También acogió al protestantismo y fundó la Iglesia de Inglaterra de la cual fue su cabeza, costumbre que se convirtió en tradición hasta nuestros días.
Cualquiera que se plantee escribir ficción, si desea tener una idea de a donde puede llegar la realidad sin ningún aditivo ni aderezo alguno, debe primero leer la historia de Ana, imaginar sus dudas, ilusiones y terror, la de Thomas Cromwell, riquísima, inagotable, desde humanista en Inglaterra a demonio en Irlanda, también ejecutado en la misma Torre de Londres a su debido momento gracias a la conspiración del propio Thomas Howard, tío de Ana Bolena que años atrás había obrado para la muerte de su sobrina, y de cada una de las dagas escondidas tras las cortinas de palacio que consiguieron, en el momento apropiado, hundirse en la carne.
En toda aquella historia, curiosamente la única Bolena que vivió feliz y llegó a tener tataranietos en vida, fue María, la hermana de Ana, que fue primero llevada a la corte por su hermana y después desahuciada a los pocos meses una vez que se supo de su embarazo producto de amoríos con un joven apuesto del palacio. Alejada de tanta pompa en su destierro, llevó sin embargo una vida feliz, distante también de aquellas nutridas dosis, estimulantes para toda fantasía, de intriga, traición, avaricia y tragedia.
A menos de medio año del ascenso de Tronal Gump EEUU escapó de los compartimentos de la realidad más que en las películas de ciencia ficción en que es atacada la Casa Blanca por fuerzas extraterrestres, un disparate total en todos los sentidos, los votantes cubanos y venezolanos entusiastas trumpistas hoy en grave peligro de deportación, las calles de las ciudades principales bañadas de miedo, odio, inquina, represión de ideas en universidades, secuestro de personas en la construcción, brutalidad de ICE, incremento exponencial de precios de alimentos inmuebles, servicios, entre infinidad de vectores disparados en todos los sentidos que admite el absurdo. Pero lo más loco de la novela que escriben en la realidad los protagonistas del poder Tronal Gump e Elon Musk es el vodevil de la más fertil imaginación a solo cinco meses de la asunción de la dupla al gobierno. Las millones de mujeres votantes de Gump sabían que proponía "grab the pussy" a cualquier mujer a la que le apetiese meterle el bosbonique, sabían que pagaba prostitutas con dinero del contribuyente, y conocían la cercanía con Epstein; pero que se hayan peleado Musk y Gump y que vayan saliendo a la luz los espantos que siempre se avizoraron pero hoy parece ser que se certifican, no solo es terrible, sino que interpela todas las sociedades hipotéticamente libres, porque hoy a estos Enrique VIII se los vota, se los ubica voluntariamente en el poder.
Un hijo de inmigrantes absolutamente amoral y un inmigrante africano de moral más que dudosa echando del país a cientos de miles de inmigrantes que limpian, barren, construyen y arreglan todo lo que los estadounidenses ya no tienen ni idea de como hacer.
La última carcajada vibra en la garganta de la señora que se fue de Caracas o de La Habana al campo en vez de a El Doral o a Hialeah, como en la corte de Enrique VIII la ignota hermana de Ana Bolena a priori desterrada por su conducta libertina fue la que jugando con sus tataranietos en un destierro que le garantizó salud y vida, río última y mejor.