" />
Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
El blog de martinguevara

Verso libre

27 Abril 2025 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Argentina frizzante, #Europa Aorta, #Opinion crítica., #Relax

Una de las cosas que más me gustó de Bergoglio fue su calidad y cualidad de verso libre.

Los extremistas de cada ala lo acusaron de ser de la contraria. Myriam Bregman, Zamora, Verbitsky, las Madres, las Abuelas, Cristina Fernández, etc, lo acusaron de ser cómplice de la dictadura en secuestro y tortura a dos personas, también de la orden jesuitica. La ultraderecha mundial lo acusó de comunista, de socialista, de perpetrar el ignominioso crimen de reivindicar la justicia social, además el presidente actual de Argentina, le dedicó una serie de improperios irreproducibles, gravísimos.

Lo de hacer equilibrio en el medio es difícil porque siempre te lleva de un lado a otro según pesen más o menos los extremos. Pero lo que hizo el papa no es situarse convenientemente, sino algo tan sencillo como salir de esa ecuación, se situó en otra dimensión no definida por los antagonismos al uso, profundizó en sus convicciones, se muñó de una filosofía propia alimentada por la praxis, con el contacto permanente con la gente de más abajo y la superestructura más encumbrada.

Y a la postre le encontraron 100 euros de patrimonio a uno de los hombres más poderosos, e hizo más por lo pobres, los hambrientos y los bombardeados que todos los caraduras de uno y otro extremo.

 
Duelo a garrotazos- Goya

Duelo a garrotazos- Goya

Leer más

Como el papa cuervo

21 Abril 2025 , Escrito por martinguevara

Hace algunas décadas, visitando Londres por primera vez, al salir de una boca de subte buscando un museo me percaté de que andaba despistado, entonces no había Google Maps ni TomTom, así que decidí parar a un viandante e incomodarlo con mi pesquisa, el buen hombre me respondió con esmero en la amabilidad y recién cuando ya me di por orientado, me preguntó ¿Perdón, de dónde es usted? -Argentino- le contesté a mi seguro servidor .

¡Ah, como Maradona!-lo cual nos sometió a una charla animada y terminé recomendandome más actividades que hacer por la zona.

Sonreímos mutuamente y nos despedimos estrechándonos las manos, con mucha más complicidad que rivalidad a merced del fútbol y sobre todo por las disputadas Malvinas. Me dejó tan buen sabor en el paladar aquella experiencia, que de repente entendí la relevancia para todo pampeano mundano que representaba aquel muchacho que tras Ricardo Bochini, Alfredo Di Stéfano y el Chueco garcía, manejaba como nadie la pelota y que lo había manifestado con meridiana claridad al mundo entero en el Mundial de México de 1986.

Hace mucho menos, , un editor español amigo me dijo:

-¡Bueno macho, estáis casi por devolvernos la colonización, tenéis al Messías, a la reina de Holanda y al interlocutor de Dios con la humanidad!

-Sí, pero de los tres, la relevancia de uno es porque le pega de maravillas a la pelota, otra porque se casó con un príncipe,  mientras el tercero es porque desde que asumió la exclusividad de la conexión con el de la barba blanca, no sólo la Iglesia y sus feligreses, sino incluso gran número de ateos y agnósticos hemos  sentido que la institución son todos y cada uno de ellos, y no somos pocos los que pensamos que es una pena que algunos Papas no asuman con cuarenta años.

Hoy, tras una larga resistencia, una lección de lucha por la vida, el ex técnico químico Jorge Mario Bergoglio se fue a su cielo como Papa Francisco, que fue hecho papa 12 años atrás por el Santo de Asís, en la quinta elección, tras la renuncia de Benedicto XVI, siendo el primer Papa Jesuita y el primero del hemisferio sur.

El primer Papa simpatizante del club San Lorenzo de Almagro.

El recorrido que dieron sus pasos, los aciertos y errores a los que lo condujo su profunda conciencia humanista, conocimiento teológico y notable vocación de servicio, los aprendizajes y la concientización, comenzaron mucho tiempo atrás, en parte tomando como punto de partida las escrituras sagradas y su propia interpretación de la religión, y en gran medida también tomando como base su profundo conocimiento y particular percepción de la realidad circundante, de los problemas y las alegrías de la gente, de la vida cotidiana, el conocimiento más empírico de la de realidad más concreta, como corresponde a la tradición de los jesuitas.

En los doce años en que tuvo lugar su papado, desde el mismo inicio dio un giro de timón y fijó su residencia en la Casa de Santa María en lugar de en el habitual Palacio Apostólico, mostrando con claridad sus intenciones de no escatimar en esfuerzos a favor de los humildes, como sugiere su opción preferencial por los pobres.

En la institución más monolítica, antigua y eficaz a lo largo de la Historia tanto en sus obras de bien como en las de “nada bien”, ostenta asombrosos logros en materia de economía, finanzas, administración de la institución, comunicaciones sociales, sanidad, laicado y familia, además de tribunales eclesiásticos y derecho canónico.  Trabajó concienzudamente en la transparencia del dinero vaticano, el nexo entre la misión evangelizadora y la actividad económica, la simplificación de la burocracia.

Se destacó especialmente en la lucha contra males execrables a los que la Iglesia no se decidía a hacer frente, como la pedofilia trabajando duramente en la divulgación de la necesidad de proteger a los menores y a los seres humanos migrantes por condiciones de vida infrahumanas como el hambre y la guerra.Fue implacable con el abuso y la explotacion y recordo al mundo entero aquel rezo biblico en Mateo 19. tan obviado: "Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos".

Pero más allá de los logros concretos y tangibles aunque no desvinculado de ellos, Bergoglio devolvió, tanto para la feligresía como para el resto de habitantes del orbe, la sensación de que la Iglesia no es sólo un Estado Vaticano preocupado de sus bienes patrimoniales y su capacidad de ejercer el poder. Y aunque en un inicio pudo haber sido evaluado el perfil humilde del aspirante argentino, para recuperar la cercanía de la gente común a la Iglesia que venía perdiendo progresivamente de manera preocupante, lo cierto es que ha ido más allá, ha generado una simpatía diáfana por la sinceridad de sus anhelos para la humanidad.

 Y por otro lado, lo que no es menos relevante,  como ocurre con toda personalidad que cuenta en su agenda con la intención de poner en marcha cambios profundos en la conciencia a favor de los más desfavorecidos, despertó el recelo de determinados sectores del poder económico y político, tradicionalmente poco entusiastas de este tipo de perfiles. Cosechando también de los extremistas de todo color y condición los menos imaginativos disparates, para los incondicionales del panteón neocon trumpista, es nada menos que "comunista" y para los mileístas es irreproducible por su procacidad,  mientras que para los acólitos de Corea del Norte, Madres de Plaza de Mayo y demás sectores de la izquierda intolerante, así como lo fue durante una década para el matrimonio Kirchner, era un ex colaborador de la dictadura en la desaparición de personas, acorde a la denuncia cursada por Zamora y Bregman.

Por eso en esta ocasión, aparte del dolor universal, de los feligreses leales, de los pobres, los excluídos, los estigmatizados por todos incluída la Iglesia pre papa Francisco, además de la pequeña cuota de gratitud  que siento al ser puesto en el mapa, tal como lo hizo Maradona, siento un plus especial de orgullo, cuando en cualquier lugar del mundo, al responder la misma pregunta que me hiciera aquel viandante inglés en  Russell Square, un verdadero cristiano me replicará:

-Argentino, como el mejor Papa.

Como el papa cuervo
Leer más

Buen viaje Maestro

14 Abril 2025 , Escrito por martinguevara

Con Vargas Llosa, no solo se ha ido uno de los mayores novelistas de la Historia de la literatura, más allá de ser un grande del Bum, de América, es un grande universal, hablaremos de su literatura como de la de Joyce, Carpentier o Borges. O quizás aún mejor. Y de lejos el más grande de la lengua en español vivo hasta ayer. “La Fiesta del Chivo” para mi fue el retorno a aquello más granado de su propia producción como “La ciudad y los perros, “Conversación en la catedral, “Pantaleón y las visitadoras” y otros, cuando lo leí me ocurrió algo mágico, hacía mucho que no redescubría esos destellos en el clímax del placer ante la perspectiva de que, esa misma tarde cuando terminase de hacer todo, iba sentarme a continuar leyendo una joya. Me volvió a pasar con Karl Ove. Y en otra medida me pasó con “El Hombre que amaba a los perros”. Es muy atrevido y no tiene demasiado sentido, pero se puede entender a quien asegure que don Mario es más prolífico, importante o buen escritor que el Gabo, sobre todo se complica porque nada nunca eclipsó la adicción producida y el exotismo de Cien años de soledad, pero a mi me ocurre algo así. Incluso esos libros menores que como "El sueño del celta" "Tiempos recios" etc., que son inevitables entre tanta excelencia, ya sea por la inexorable pulsión de escribir o por el ejercicio honesto, diáfano, de una exploración fuera de su zona de confort, también se los agradezco.

Hay una particularidad de Vargas LLosa que admiro, él nunca evitó el peso de la contradicción, de la paradoja, acaso en la convicción de que ello amerita, enriquece, lejos de desmerecer.

En cuanto se produjo el caso Padilla en Cuba (pocas veces se recuerda que en ese episodio gris, Padilla estuvo preso 30 y pico de días en cambio el francés Golendorf, que se llevaba un manuscrito de Padilla para publicar en Francia, no sé si Fuera de Juego u otro, lo metieron tres años por presunto agente de la CIA!), uno de los más contundentes en sus manifestaciones de condena fue él, encabezando a Cortázar, Sontag, Sartre, Duras etc. habiendo sido un utópico un verdadero iconoclasta contra la burguesía pacata de su propio país de la que por pedigrí formaba parte. A partir de ahí muchos consideraron a Vargas LLosa alejado del perfil antisistema capitalista o antiimperialista que debían presentar los escritores latinoamericanos, incluso se lo condenó más que a Borges en este sentido, sin embargo obras que denuncien los abusos del poder, torturas, violaciones, asesinatos en América Latina, como las escritas por Vargas Llosa en libros o en sus editoriales de El País, no han sido superadas ni siquiera por las soflamas de tantos redactores obsecuentes de pasquines infumables. Además de un escritor cumbre en  una antología de la historia de la literatura, era un gran tipo, siempre en contra de las injusticias. Y una mezcla perfecta de hedonista epicúreo y estoico responsable.

Buen viaje Maestro y gracias por todo.

Don Mario

Don Mario

Leer más

David, el último mohicano

6 Abril 2025 , Escrito por martinguevara

Hace tiempo que Oregón le tomó el relevo al estado de Washington en la expresión estadounidense del progresismo, animalistas, ecologistas, el uso de la bicicleta, comida sana, ejercicio, igualitarismo, diversidades, en lo racial más o menos porque Oregón fue muy reactivo a recibir afro estadounidenses en sus tierras, hasta que el extravagante tejano Lyndon B. Johnson impulsó la agenta antirracista una vez asesinado Kennedy de quien era vicepresidente, por lo cual la población afro es sensiblemente menor en el estado que en otras zonas, aunque sí es muy numerosa la población inmigrante de México. Quizás convendría decir que el relevo a Seattle más que a Washington, lo tomó Portland y sus suburbios más que Oregon. Ciertamente es un placer para las familias, caminantes, sibaritas, pasear por ambas ciudades, por las riveras del Willamette o la bahía de Elliott, acaso en Seattle con espacios más abiertos que en Portland, pero en ambos con la tranquilidad de ver más bicicletas y tranvías eléctricos que coches y que colts en la cintura. El primer Starbucks con los pechos de la sirenita descubiertos cerca del Farmer Market Center de Pike Place donde venden todos esos productos directos de la tierra o el mar a la mesa, o los festivales de la cerveza de Portland, donde además de la bebida del lúpulo en su versión más ecológica, abunda la música de jazz, la buena onda, la charla y el ida y vuelta de su gente a Powell’s Book una de las mejores librerías posibles o cruzando el río, a la Willamette Writers Conference. Eso aparte de compartir evergreens transporte público y una buena porción de agua cayendo insistente en cascadas desde los dominios de los ángeles durante todo el año.

Pero tanto Washington como Oregón cuentan con otras localidades mucho menos cosmopolitas, y también por ende un poco menos espacio o sustrato para el progresismo pero igualmente mucho más tolerantes, abiertas y cordiales con la diversidad, que el resto rural o de espacios interiores del país, descontando áreas de California donde la mente abierta ha sido un sello histórico universal. Portland está al extremo norte del estado, bajando por la interestatal 5 que cubre todo el flanco oeste del país desde Canadá a México, se encuentran las ciudades de Salem famosa por sus brujas, después Eugene, y más abajo en el mapa Medford, cerca de la frontera con California norte.

Medford es una ciudad pequeña, con un centro que no supera las diez manzanas, pero con una cantidad de suburbios con barrios agradables, pensados para vivir tranquilamente en contacto con la naturaleza, relativamente cercana a varias bellezas nacionales, como Klamath Falls, el Crater Lake, un lago dentro del cráter de un volcán que ofrece unos paisajes únicos, o el Mount Shasta una montaña sagrada ya en el estado de California, con toda su extraña belleza y la mística que la rodea, que una vez avistada permanece en un compartimente del hipotálamo con conexión privilegiada con la retina, para que cada vez que se desee o se precise su recuerdo, aparezca al auxilio, nítida, majestuosa. Su gente varía entre aplicados en el trabajo y cómodos, casi displicentes en la estética personal. En Oregón la gente puede ir a la ópera con zapatillas y hasta en bermudas.

Desde hace un poco más de una década llevo visitando la costa oeste de Estados Unidos  desde Port Townsend al norte de Washington, hasta San Francisco California, con mayor detenimiento en el área sub urbana de Portland, y de Medford, a raíz de una hermosa amistad que nació a partir de un trabajo conjunto. Fuera de la costa oeste solo conozco Nueva York, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Miami que visité en varias ocasiones donde viven amigos y amores de toda la vida. Y aunque Miami para mi signifique más Cuba que EEUU, por la presencia allí de gran parte de mis amigos de juventud y niñez, por su gastronomía, clima e idioma, en realidad es una muestra de una de las cualidades distintivas del pasado de EEUU, su capacidad de integración de la inmigración y la oferta de oportunidades.

Pues en esta ocasión la mayoría de mi interés en el viaje a Medford y alrededores radicaba en tiempo compartido con mis amigos y en sentir de primera mano el fuerte choque significó la asunción por segunda vez de un personaje tan polémico, que despierta sentimientos tan extremos, la primera vez que el país eligió un “delincuente condenado” para presidir sus destinos, y todas las expectativas en torno a sus promesas extravagantes, a sus ocurrencias disparatadas, ya fuesen de campaña o improvisadas acunadas al calor de las masas.  Como de música ligera.

Una vez en casa de mis amigos me empapé de primera mano de todo el acontecer cotidiano y sus repercusiones de lo que yo conocía como noticia de lo que se amsemejaba más a un “allá lejos y hace tiempo”, por mis amigos Ken y Adrianne , por sus conocidos, por las revelaciones de Rachel Maddow, a quien como no, la nueva política de carácter intolerante con la prensa, principio de toda dictadura, quiere suprimir de cualquier manera. Pero aun faltaba mi forma empírica, la más directa para enterarme de la sensación, del sentir de la gente, su ánimo, lo que proyectan: salir a la calle cada mañana a caminar millas, un poco para mantener mi forma y el resto para preguntar a cada persona que por una razón u otra debiese permanecer más de diez segundos delante de mi. Dependientes de cafés, de tiendas, comensales, parroquianos de bares, incluso transeúntes si se detenían en el saludo más de lo estrictamente necesario. Dentro siempre del marco del decoro y las buenas formas, mediante la sonrisa tan característica de esos lares aunque jamás esbozándola con la perfección Colgate de quien nace en aquellas tierras.

Algunos hablaron más, otros menos, pero siempre me respondieron con la cordialidad de Oregón. En la mayoría de los casos encontré dos cosas totalmente diferentes del tiempo previo a las elecciones, cero entusiasmo con Trump y Musk, obviamente quienes lo habían votado, una vez en el río no tienen otra que nadar, pero sin mostrar toda aquella algarabía de antes de las elecciones. Todos sin excepción hicieron mención de los precios, el desmesurado aumento de cada artículo, algunos atribuyéndolo a las desventuras del gobierno anterior, pero admitiendo su desagrado con la principal razón por la que lo votaron, más allá de que les quiten de encima a los inmigrantes. De este tema consideré conveniente no preguntar dado mi evidente acento extranjero con fonética del idioma español, pero me intrigaba saber, si en el caso de ser votantes de Trump y desear que expulsen a todos los inmigrantes que aun no tenían resuelta su situación legal, como tomarían que en el mismo acto les birlasen a quienes les hacían los trabajos de limpieza de las casas, de los coches, de los jardines, y cada cosa que hubiese que adecentar y tuviesen que contratar a un/una estadounidense que les cobrase el doble, trabajase la mitad y les metiese un lawsuit por cualquier nimiedad. Solo lo pregunté a los conocidos o a las visitas en casa de mis amigos. En aquellos que evidentemente eran contrarios al presente gobierno se notaban más ganas de exponer la evidente contradicción de su enfado por los precios con cierta alegría por el hecho de que quedase patente la mentira o ineficacia de las promesas. Solo pude ver dos automóviles evidentemente trumpistas por la exaltación de banderas, águilas, y simbología por el estilo, y un hombre al lado del cual me senté con mi café con leche de avena, que tenía descansando de la aureola de su testa una gorra de MAGA Trump 2024 sobre la mesa, por supuesto Made in China, como todo el merchadising de la Trump Tower. Resultó ser una persona muy simpática de charla ágil, de conversación fluida, al cual no le mostré como  a nadie ni mi animadversión al personaje ni mi adhesión a sus soflamas, al final me citó para desayunar juntos y continuar la charla, al día siguiente. Ese momento tuvo su toque de magia porque a mi otro lado dos señoras sostenían una charla animada, a cada rato me miraba una de ellas, hasta que me habló, y se armó una espeice de debate sin dirigirse directamente entre ellos, sino usándome como catalizador, elemento transmisor del mensaje, una de las señoras era de etnia oriental pero hablaba con perfecto acento estadounidense, me comentó que había ido a Salamanca el año pasado y que le encantaba Europa, enfatizando: “por su progresismo”.  Sentí que había cosechado un éxito de los notables en mi cometido pero también empecé a temer caerme de un lado u otro en el malabarismo a que me obligó estar en medio de sus respectivas aunque delicadas recriminaciones veladas. Al final me saqué una foto con David el trumpista quien se puso el gorro para la inmortalización, y me llevé de entre todos los entrevistados de forma coloquial, la única versión entusiasta y todavía muy confiada, pero ya admitiendo, acaso como excusa previa, que para poder cristalizar sus propuestas, eran necesarias dos legislaturas.

Mis amigos me recomendaron llevar conmigo el pasaporte ante el temor por los secuestros de extranjeros por efectivos no identificados, con capuchas, como en las dictaduras latinoamericanas. Al inicio les dije que era innecesario, que siempre había sentido una gran seguridad en todo el país, incluso en barrios densos como Harlem, que mi pasaporte era de la Unión Europea, pero terminé haciéndoles caso un poco por cordialidad, y otro al saber que habían metido en un campo de concentración de reciente fundación a tres alemanes capturados en la frontera, dos en el norte y una en el sur y que habían secuestrado a un joven por equivocación y lo enviaron a El Salvador a la cárcel infernal CECOT, tanto que el gobierno estadounidense reconoció el error, pero a la vez dijo no poder hacer nada al respecto. Esa historia me perturbó, de hecho, sería difícil imaginar una trama tan atrevida para una serie de alto terror sicológico.

Pero en realidad mi experiencia como siempre, versa sobre la amabilidad y ese carácter gregario de los norteamericanos, que oscila entre la simple sonrisa y los chistes rompedores de hielo, los policías de un auto en un semáforo me ofrecieron ayuda al verme mirando el mapa fijo de mi teléfono sin datos y los homeless, al cruzarse en las caminatas  saludaban con la V de paz, me gustó esa costumbre. En la mañana temprano quienes salimos a caminar y a correr al suponernos parte de un grupo idéntico nos saludamos casi familiarmente, sobre las nueve y media se acaban los transeúntes y los saludos excepto esos de la V con los deambulantes sin casa tan característicos de todo downtown norteamericano, no de los suburbios.

En fin, la percepción general, sumando lo leído, lo visto, lo oído y lo escuchado, es que el imperio por primera vez ve amenazada su preponderancia, y lo vea o no, está empezando a caer, de a poco, solo las tejas flojas del techo por ahora, solo los bordes descascarados de la pintura por el momento. Por primera vez veo con mis propios ojos un fenómeno casi calcado a Fidel Guarapo Castro por esa capacidad de abducir voluntades reduciendolas a cenizas una vez utilizadas, un influjo perverso que tanto uno como otro infunde una mezcla de idolatría sacramental con un terror paralizante.

Sobre la reacción orgásmica de la comunidad cubana en Florida, portadora de un gen dependiente del caudillismo y el autoritarismo, frente a este espejo de intolerancia como socorro a la nostalgia de su identidad machadiana, batistiana, fideliana, cederista, escribiré en otro capítulo dada la cantidad de reflexiones que requiere el abordaje de dicho análisis. Aquí sólo diré que tras las medidas desorientadores de la flamante administración Trump, de retirar la protección a 300 mil venezolanos, de retirar el parole humanitario a cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, y la expulsión in crescendo de cubanos en trámites de su residencia legal, los destellos entusiastas del clásico "bombochíe chíe chá" han disminuído drásticamente, dedicandose en los últimos días a justificar lo injustificable.

Cada época tiene su imperio e incluso mucho después de caído queda en parte de su población la misma sensación de quien es amputado, de contar con la extremidad durante un considerable espacio de tiempo después de seccionada, la derecha española por ejemplo no es capitalista, tiene reflejos medievales, feudales, echa de menos su pasado imperial, sabe que lo perdió pero a veces siente el brazo amputado como extensión de su muñón, igual que Italia con Roma, y más recientemente Inglaterra, incluso tras siglos se niegan a perder del todo el recuerdo megalómano, la ilusión de sus dominios, de su poder, de su grandeza, o sea que tardará en caer el imperio norteamericano y más aún tardará en afirmarse esa realidad en el hipotálamo colectivo. Pero precisamente todo este terror al exterior y a expandirse, a lo diferente de adentro y de afuera, siendo la antítesis de lo que hizo grande a EEUU, tanto en su aspecto negativo como positivo, tanto en sus expansiones territoriales y empresariales como en sus  cálidas bienvenidas a todas las culturas del mundo en un crisol en que fraguaron las hamburguesas y salchichas alemanas, con el chop suey chino, los burritos mexicanos, el vino francés y el queso inglés, al punto que los exportaron como propio bajo la premisa de comerlo sin cubiertos y beberlo si vasos. Este miedo a todo lo que quede fuera de las altas murallas señoriales, en contraste con la expansión china, con el propio lenguaje de conquista oriental y la firme respuesta ganadora a las medidas arancelarias desesperadas, infructuosas, delirantes de la presente administración, anuncia crepúsculo. En el plano internacional, por primer vez en países de una diáfana tradición pro estadounidense, como Australia, Nueva Zelanda, países europeos, comienza a existir un distanciamiento por los ataques directos a las conquistas de los derechos de las minorías e individuales y de varios otros países  a merced  de los aranceles suicidas implementados por Trump, instigado por Peter Navarro, disparate que incluso provocó el alejamiento de Musk que amén de todo defecto, es un león de los beneficios económicos.

Todo imperio como condición sine qua non debe presentar un enorme atractivo, una vez que conquista los territorios, los mercados, las voluntades, después se impone por su magnetismo, el Gengis Khan conquistó mucho más territorio que Roma pero ni bien se retiró no permaneció ni una sola costumbre mongola en contraste con toda Europa romanizada y toda América romanizada a través de España y Portugal. Y de a poco el imperio estadounidense está perdiendo el magnetismo que embruja, no aparece más jazz, más blues, más rock, más Hollywood, más cadenas de comidas llamativas, nos siguen gustando a los ya colonizados del pasado, pero no enamora a las nuevas presas, más allá de la posibilidad de ganar buen dinero premisa que también prevalece en Emiratos, Dubai o Catar. Por supuesto le queda mucho carril hasta los estertores, pero la voz de alerta es que el nuevo deterioro que recién se percibe, se produce en los cimientos.

Y por supuesto lo raro sería que no me equivocase, como es habitual en quien se atreve a presagiar. Aunque mi fuerte no sean los vaticinios sino la observación y el análisis, lo cierto es que cuando en un punto confluyen la intuición, la percepción y la razón, se suele estar en presencia de lo más parecido a un acierto. En realidad rezo para que ojalá, esa capacidad norteamericana presente en toda su trayectoria y su literatura, cine, historias de vida, de llegar a lo mejor en lo más alto cuando todo parecía indicar el fin, se produzca una vez más por el bien de quienes amamos a Batman, a Hendrix, a Carver y a Streep a la barbacoa acompañados de salsa ranch.

David, el último de los trumpistas ilusionados

David, el último de los trumpistas ilusionados

Leer más