Solo de ver a los seguidores noruegos del Caribe, jabaos barrigones comedores de frijoles y raspadura, que se criaron con una educación cientificista, decir que Dios bendice a un candidato cualquiera que sea para el caso, pero aun más a un delincuente condenado, que bendice a un país y no a todo el mundo que según esos mismos analfaburros dicen que creó, solo de verlos, de oirlos, de leerlos, entra una desazón, un desasosiego, una tristeza, de pensar que estos sujetos, como ya les ocurrió con el caudillo que los adoctrinó en su patria original, a los que jamás apreció, ni aquel viejo ni este nuevo "líder", que solo considera dignos de llamarse Estadounidenses a los White Anglo Saxon Protestants, pero que los instrumentalizó muy bien como jenízaros hiperquinéticos, en el futuro próximo se creerán Torquemadas, Poncios Pilatos, Herodes, mientras lo único que serán es sirvientes del salón, esclavos de la biblioteca, tíos Tom, desempeñarán el rol de Stephen en Django, interpretado por Samuel L. Jackson. Ni siquiera serán las putiñas a las que dejará el culo ardiendo pero que dormirán en la alcoba, sino las que limpien la lefa de las sábanas. Como lo fueron cuando eran fidelistas.
Comenta este artículo …