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2 febrero 2018 5 02 /02 /febrero /2018 21:40

Según versión oficial, Fidel Ángel Castro-Díaz Balart atentó contra su vida con éxito en la ciudad de La Habana.

Con la debida cautela inducida por el extenso historial de embustes de la oficialidad cubana, para el caso es lo mismo si se suicidó o de algún modo le quitaron la vida, el muchacho, eterno niño hijo del dictador, no era feliz en absoluto.

Hubo quien llevado por el júbilo de celebrar cualquier deceso proveniente de semejante linaje, mostro su alegría exclamando: “uno menos”. Pero cabría recordar que Fidelito no era responsable de lo que hizo el padre, y recordar también, que además era hijo de Mirta, integrante de una de las familias menos entusiastas con el comunismo que puede encontrarse en todo el hemisferio.

¿Era el primogénito del Mega Comandante Guarapo Castro, un niño que disfrutó de una vida con privilegios? Sí, claro que sí; pero también inundado de desamor, de un padre ausente y una madre que lo quería pero a miles de kilómetros. Cabe acotar que siendo Castro Díaz-Balart, si hubiese continuado el capitalismo en Cuba y su padre se hubiese dedicado a explotar su indiscutible inteligencia como abogado, este niño, entre los bienes y capitales que tenian su abuelo paterno, toda la familia materna y lo que hubiesen generado los padres, habría sido un pichón de multimillonario de todas formas.

Pero hablemos de cada uno de nosotros.

¿ O hay alguien que teniendo algún pariente que viajase afuera de la isla, o un pariente guajiro que consiguiese alimentos codiciados en la ciudad, como puerco, aves, yuca, malanga o plátanos, o bien cuando eran niños si les regalaban algo que los demás del aula no tenían les decían: "no, ese pitusa (blue jean), esos tenis, esa camisa, ese puerco, esos plátanos, esos juguetes, no los quiero porque los niños de mi cuadra y de mi aula no lo pueden tener?

¿ O los que emigraron, a la hora de haber tenido esa inmensa suerte, dijeron: "no que va, no me voy a ir aunque lo desee con intensidad, porque millones de compatriotas quisieran lo mismo y los voy a dejar embarcados en el sufrimiento"?

¡Vamos, vamos, vamos, que nos conocemos entre los que aramos y los que majaseamos!

Fidelito no mató, no prohibió, no encarceló ni siquiera siguió carrera militar y hubo problemas con eso, cuando fue quien dirigía la nunca concluida construcción de la central nuclear de Juraguá en Cuba y el Organismo Internacional de Energía Atómica, tuvo diferencias de criterios con el rumbo que debía tomar una vez que la URSS había desaparecido y algún otro desliz, lo "hicieron a un lado" por supuesto con conocimiento paternal, porque "tronar" al hijo de Guarapo no quedaba en absoluto presentable.

Hay que decir que acaso la virtud más extraña de Fidelito fue que no participó de ningún escándalo, exceso, excentricismo habitual entre los hijos de los dirigentes en los países mal llamados socialistas, de eternos gobiernos de partido único.

No lo sé porque no estuve en su piel, pero puedo decir que desde la mía, apuesto que habría preferido un padre que no hubiese estado clandestino los años más importantes en la vida de un crío, y que cuando cobró visibilidad, entonces fue la madre quien se exilió y lo llevó con ella, hasta que en un viaje el padre lo volvió a retener con él como un trofeo.

Encuentro algunas similitudes con mi prima mayor, la primogénita de mi tío Ernesto, con la diferencia que mientras él vivió a Hildita se la recibía en su casa igual a los demás hijos, aunque le cayese mal a quien fuese; sólo cuando él murió, mi tierna y a la vez rebelde prima fue apartada de sus hermanos, excepto del menor que la adoraba y que siempre hizo lo posible por refrendar su afecto, pero aun así ella a casa de sus hermanos no podía ir.

Guarapo no tuvo ni siquiera los timbales de decirle a su esposa que en su propio hogar se recibiría a su hijo mayor como lo que era, que ya suficiente bruma había tenido en su infancia y vida para añadirle más.

También concurre el error frecuente de pensar que es deseable ser el vástago de alguien con semejante poder que perpetuó la adoración permanente y obligada; baluarte de virilidad, inteligencia y coraje (cosas que cabría someter al más somero de los tamices para comprobar su inconsistencia), omnipresente como mito en la misma medida que omniausente como padre, tan autoritario, tan imposible de emular.

Son muchos los casos de estos primogénitos, que hasta cuando peinan canas se les sigue llamando por el diminutivo y jamás pasan de ser los “hijos de”, que terminan de manera trágica.  Cristina Onassis, sólo para citar un caso.

Soy partidario de que cuando alguien que no ha causado daños irreversibles a las personas, no ha destruido la vida de gente inocente, decide algo tan profundo, personal y necesariamente triste como el suicidio, hay que dejar que su familia y sus seres queridos lo lloren y los demás permitirle un respeto.

Sería bueno ver cuantos de los plañideros que asistirán a su sepelio como asistieron en su momento al de mi prima Hildita, llorarán lágrimas de cocodrilo o de culpa, y cuantos serán los escasos que conocían el alma del niño que precedió al famoso cardenense Elián, en el tira y encoje de Guarapo en su batalla propagandística contra EEUU, Miami, los Díaz-Balart, la burguesía de la que él formaba parte y la paz de cualquier alma.

Ojalá a su manera, lo haya querido.

Fidelito en los años felices, antes de la serie de diásporas.

Fidelito en los años felices, antes de la serie de diásporas.

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
27 junio 2017 2 27 /06 /junio /2017 14:57

La noticia de los catorce mil repatriados en Cuba es engañosa, lleva bajo las ruedas una trampa para osos desprevenidos, no se dejen cazar por la propaganda del régimen. En efecto catorce mil cubanos obtuvieron la "repatriación", más allá de que no conozco otro caso en que los naturales de un país deban solicitar permiso para poder repatriarse y volver a adquirir el gentilicio de la tierra que los vio nacer, lo cierto es que esos catorce mil no regresan a disfrutar de las bondades del socialismo, de eso escaparon, muy por el contrario el retorno obedece precisamente a ser los pioneros del capitalismo. Siempre con permiso y detrás de los dirigentes que ya han ocupado posiciones donde se mueven las mayores cantidades de dinero de la gran empresa extranjera y la incipiente nacional.

Cuba irá copiando gradualmente modelos de transición al capitalismo alternativos ya existentes, el Chino con mayor probabilidad , el Vietnamita, y al final puede que el ruso cuando haya que desintegrar el PCC, dejando a cargo de los nuevos cambios a los represores de siempre. 
En cualquiera de esos proyectos se contemplará que la gente no dispute el poder ni cuestione sus decisiones, continúen de un modo u otro la instrumentalización político ideológica de Partido único o en su defecto de oligarquía estanca, pero permitiendo cierto progreso económico, cierta alegría financiera. 

Los familiares de los dirigentes "Pinchos" y estos mismos son los mejor situados como intermediarios en el conducto del grueso volumen de dinero que mueven y moverán  las grandes compañías hacia la isla, son y serán ellos la mayoría de los gerentes y/o empresarios en los medianos y grandes emprendimientos.

 Lo más lógico y probable es que quienes se sitúen inmediatamente detrás de estos intermediarios privilegiados, para fundar pequeños y medianos negocios sean los "repatriados" que acumularon algún capital proveniente del trabajo, la especulación comercial o financiera durante su emigración.

 La gran mayoría de los repatriados piensan en invertir para disfrutar del capitalismo en su propia tierra en el momento en que este cobre mayor presencia y no para volver a hacer uso de las paupérrimas bondades del fracasado comunismo.

Estos emigrantes son comerciantes , negociantes, empresarios, no tienen ética política, moral ideológica, sino que irán a recostarse al árbol que más sombra de, como hacen los capitales en el resto del orbe desde que el trueque dio paso al vil metal como elemento  de cambio.

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
15 enero 2017 7 15 /01 /enero /2017 12:11

Los disidentes, opositores activistas politicos contra el sistema socialista de partido único y de dictadura del proletariado que se estableció en Cuba hace más de medio siglo, naturalmente desean una sociedad diferente, a veces lo opuesto diametralmente en ocasiones algo que sólo difiera en aspectos, en fin el espectro es grande y todos deberían tener derecho a fundar, alinearse o simpatizar con su propio partido en una sociedad libre, y no sentirse conminados a pensar y actuar de manera monolitica como se les reclama desde la critica "libre", pero contaminada cuando no instrumentalizada  por la Seguridad del Estado cubano.

Habida cuenta de esto ¿por qué debería avergonzarse un activista contra el comunismo si le dicen que recibe sostén, financiación, ayuda o subvenciones del exterior o del interior o de donde sea que fuere?

En primera, cada opción política debería ser atendida por el Estado en forma idéntica atendiendo a las proporciones, un partido votado por cinco millones de votantes debe tener una cuota acorde a su tamaño proporcional a uno votado por un millón. En Cuba no sólo no se cumple sino que el PCC recibe el dinero entero del Estado al ser el partido único, de un Estado que recibe miles de millones en subvenciones, prebendas, ayudas, financiación desde el año 1960 de economías extranjeras. ¿Por qué debería la oposición, además de ser encarcelada, prohibida, perseguida, estar condenada a contrarrestar la propaganda y los recursos del aparato estatal con la más absoluta de las austeridades?

¿Viven del aire los generales, los coroneles, los tenientes los mayores del MININT, por su desempeño ideológico los dirigentes del PCC, el Comité Central, el Buró Político, el Consejo de estado, la Policía nacional, no cobran los militares?
Cobran en sueldos, en especies, en automóviles, en facilidades para casas en un país con problemas de vivienda acuciantes, y sobre todo en una cuota de poder implacable.

Y en segunda, precisamente la oposición al sistema de reparto equitativo puede y debe permitirse recoger en su identidad, la aceptación del significado y significante del dinero, del progreso económico, de la igualdad de oportunidades sí, pero admitiendo que luego hay diferencias de necesidades y de talentos y de deseos de crecimiento, de aportes desde el emprendimiento privado, y no debe avergonzarse cuando desde los diferentes sucedáneos de la Seguridad del estado se repita como un mantra, que no tienen autoridad moral para expresarse porque los sotienen economicamente.
Como si en Cuba se pudiese mantener por su cuenta una organización disidente, como si el Estado les proporcionase los mismos fondos que al PCC o lo que es más imperativo, como si los mismos opositores hubiesen sido tan instrumentalizados durante tantos años desde que eran pioneros en la escuela, que de alguna manera terminó penetrándoles la culpa de desear el confort, la calidad de vida, el desarrollo, el despliegue de potencial y energía individual por su correspondiente retribución y debiesen ocultarlo, avergonzarse de ello, de alguna manera les han inculcado el deber de sentirse como o la culpa de no sentirse como si fuesen militantes revolucionarios abocados alcanzar el comunismo en un país capitalista.

Pues no.

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
3 enero 2017 2 03 /01 /enero /2017 14:20

Una y otra vez el ser humano tropieza con la misma piedra.

Guarapo ascendió en Cuba con la excusa de la lucha contra un Batista dictador y la resistencia la ejerció contando con el regalo del Bloqueo y de la amenaza de agresión exterior, alimentando el temor de la población; en Rusia Lenin y Stalin triunfaron contra un Zar totalmente sanguinario, así como en China gracias a un Imperio ajeno a las necesidades del pueblo, y luego sostenidos de manera férrea por el fantasma del imperialismo, de la lucha ideológica, de la crueldad del capitalismo liquidaron a millones de personas sin la ayuda de ninguna potencia extranjera; en Venezuela Chávez subió en medio del dominio de una clase política que respondía con demasiada exclusividad a las elites oligárquicas olvidando más de lo que el buen gusto e incluso el sentido común en en su propio favor, sugieren, y luego mantenido en torno a la unión frente a un hipotético enemigo Imperialista que jamás atacó, pero que en la figura de George Bush, aumentada con la lupa bolivariana, daba la impresión de que en cualquier momento podría agredir.

Con Obama se restó tensión a todo este panorama, Cuba empezó a dejar de tener excusas para abrirse al mundo, y su gobierno continuó reprimiendo pero con un gran desgaste de imagen, dada la cada vez mayor información puntual de cada detención arbitraria.

Antes de morir, Guarapo se opuso frontalmente a la simpatía contagiosa del presidente norteamericano en suelo cubano, aunque no obtuvo la respuesta esperada y acostumbrada, una agresión de la Administración norteamericana así tener suficientes motivos para regresar a la situación victimista que tantas ganancias le granjeó en más de medio siglo.

Otro tanto comenzó a ocurrir en Venezuela, el talante firme pero no agresivo de la administración Obama para dirigirse al gobierno de Maduro fue deteriorando gradualmente la unión de la masa en torno a consignas patrioteras y victimistas de trinchera frente a la amenaza del "diablo perfumado de azufre" que bautizase Chávez, y de a poco fueron viendo que la escasez absoluta quizás no fuese culpa de los EEUU, que la represión liderada por la policía y el ejército bolivariano tampoco, ni los asesinatos ni los encarcelamientos arbitrarios. 

Gradualmente la sociedad civil empezó a ofrecer una oposición al totalitarismo de  Maduro como nunca se había visto en Latinoamérica contra gobiernos populistas que esgrimen el anti imperialismo como distintivo para hacer exactamente lo mismo que las clases adineradas depuestas.

No estaría de más recordarles otra vez a aquellos que opinan conveniente que un presidente de EEUU ejerza presión extrema, agresividad manifiesta, hostilidad permanente contra los gobiernos populistas de América Latina y sobre el ya extenuado pueblo de Cuba, que precisamente de esas aguas vienen estos lodos.

Más veces de las que creemos estos sonados antagonismos no pasan de una histriónica mímica ya que a la par de las soflamas públicas, en la trastienda se suelen hacer pinches negocios entre los poderosos contrincantes, pero de este tipo de algarabía estadounidense, de puesta en escena de hostilidad destinada más al electorado propio, viven los sinvergüenzas carismáticos de nuestra América que llevan tras de sí a los pueblos abducidos hacia el borde del abismo, o hasta más allá de la orilla, como ahogó el flautista de Hammelin a sus ratones encantados.

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión Opinion crítica.
19 diciembre 2016 1 19 /12 /diciembre /2016 00:13

Estuve veinte y pico de días en Buenos Aires oteando y olfateando la situación y el ambiente en general con fines imprecisos pero en la dirección del retorno parcial.
La balanza con Buenos Aires siempre se me inclina más hacia la aprobación estética, en mi conexión con el humor cotidiano, el olor de las bocas de subte y el sabor de los pebetes de salame y queso; también si se quiere, en el calor de amistad en contrapeso al desamor de un nido tan pretérito como eternamente cercano, y del lado de menor peso pero no menos importante inexorablemente Buenos Aires conecta en mi centro de gravedad con un sendero directo a lo más recóndito y congelado de la estepa siberiana, o al trayecto de la barca de Caronte.
Vi parientes y amigos, transeúntes y usurpadores, habitantes y habitadores, vi la subsistencia de cierta dignidad entre las baldosas sueltas y la mugre de las veredas porteñas, y el orgullo de las plantas superiores hasta los tejados de pizarra del clasicismo francés o las cúpulas de la tradición florentina, vi las milanesas más flacas y los entusiasmos más gruesos.
A los pocos de abrir mis petates se corrió la voz de la muerte de Guarapo, yo le había avisado a algunos periodistas amigos que iba a la ciudad para tomar un café y charlar, pero dejando claro que era un viaje con fines familiares.
Desde el preciso momento que comenzó la gran pantomima, los llantos plañideros y las versiones endulcoradas, almibaradas, o simplemente mentirosas acerca de la vida y obra del dictador fallecido durante ese o alguno de los días circundantes, como se hace con frecuencia en los decesos de los dictadores para dotarlos de misterio y enigmas ficticios, comenzó a sonar mi teléfono de manera sorprendente ya que era un número de recarga que no estaba ligado a mi nombre, para invitarme a programas de radio y TV, unos mejores que otros.
Mi respuesta a todos fue la misma, aunque hablé de manwera escueta para un par de programas de radio, no había ido para esas apariciones, y menos aún lo haría para desplegar mi punto de vista acerca del gran engaño de aquella y de todas las revoluciones, con el cadáver aún caliente del manipulador y maquiavélico comandante que proscribió el jamón en Cuba, autor de todas y cada una de las traiciones que durante el nimio espacio temporal de medio siglo fraguó contra cada posible victima, ya que me parecía de pésimo gusto y muy alejado de lo que considero una conducta decorosa, que marque distancia, precisamente, de las maneras de esos especímenes, aunque ganas no me faltaban al constatar  tanta tergiversación histórica más interesada que ingenua, de los fanáticos seguidores que los hermanitos Kastromasov tienen en Argentina. 
Sin embargo a la productora de un amigo conductor de radio y TV, con quien suelo hablar por teléfono desde el otro lado del océano para su programa de radio insistió y le di una nota telefónica para la radio a el y a su hijo, y quedamos que pasado el tiempo del luto familiar y del simulado dolor por la pérdida de sus deudores, genízaros y olfateadores de trasero varios, volvería a comentar lo que quisiesen preguntarme, y así nos emplazamos para tres días antes de mi partida.
Esa mañana las llamas estaban literalmente tragándose la playa de Cariló, a la que tantas veces fui en ómnibus desde Gesell los días que no salía a vender artesanías para disfrutar de sus bosques, tranquilidad y arquitectura única, y mientras pensaba en ello mirando el fuego devorar Cariló me llamó la productora y me dijo si no sería mejor dejar mi mano a mano con mi amigo para otro día porque esa jornada la actualidad se la llevaba el plus de calor estival y me quedarían pocos minutos.
Íntimamente me sentí aliviado, ya seguía sin estar seguro de tener tantas ganas de hablar del muerto con la fogosidad que lo hacía mientras estaba vivo, cuando de algún modo podía enterarse por los conocidos comunes de mi total desprecio y descuerdo con su mezquindad.
Me place que así haya ocurrido cuando veo a tantos que no se atrevieron a decir ni una palabra de desacuerdo con el viejo púgil cuando aún estaba de pie, aporreándolo hoy en la lona una vez noqueado.

Amigos de la crítica sagaz, se acercan días de hilar más fino, no será tan grosero el objetivo a denunciar como lo fue la avaricia y el afán de dominio abierto de Guarapo, sin embargo puede que por sibilino y subrepticio resulte ser con creces más nocivo y proselitista.

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión Argentina frizzante
21 octubre 2016 5 21 /10 /octubre /2016 12:47
La moringa y los muertos de Guarapo

Paul Estrade, un francés que se olvidó de tomar su medicación, propuso al líder de la Involución cubana, Guarapo Kastromasov ,para premio Nobel de la Paz y de Economía.

A mi me parece muy atinada la concesión de ambos premios, no olvidemos que Alfred Nobel fue un hombre que en su época contribuyó a que se matase gente en masa, trabajó en el desarrollo de armas de la máxima destrucción de la época como científico y se le atribuye el descubrimiento de la dinamita con fines bélicos, cuando vio que ese camino no llevaba a demasiado buena fama, se aprovisionó de picaresca sureña y se mostró arrepentido, y entonces repentinamente, un gran culpable de miles de muertos pasó a ser un angelito de la paz, casi calcado a Guarapo que después de una vida tomando decisiones a base de punta de pistola, de fusilamientos, de amenazas armadas, de toma del poder con la fuerza y permanencia de medio siglo de un trono apuntalado por las Fuerzas Armadas, la policía, la seguridad del Estado, las milicias y el Ministerio del Interior, tras comandar numerosas guerras de guerrillas y guerras convencionales en el Tercer Mundo que costaron incalculables vidas humanas, quiere presentarse como un tierno anciano productor de Moringa, feligrés jesuita y adorador los últimos Papas de Roma.

No con menos razón habría que concederle el premio de economía, a ver quien es el guapo que se atreve a no conceder al pícaro Guarapito el galardón de mejor negociante, estafador, timador, acumulador de riquezas ajenas que al cabo de su vida y del engaño “sociolista” deja a su descendencia, ubicada en posición óptima para continuar otro medio siglo la tarea del enriquecimiento familiar, toda vez que la de apropiación de los bienes ajenos ya es absolutamente imposible superarla.

Si hubiese intentado el éxito económico del pueblo cubano, entonces habría merecido un premio al desastre, pero precisamente procuró lo contrario. Y la verdad, lo hizo de maravillas.

Hay de todo en la viña del señor, a Robert Zimmerman le concedieron recientemente el premio Nobel de la Paz y ni siquiera ha respondido aún al teléfono, a Jorge Luis Borges no se lo concedieron siendo uno de los mejores escritores de todos los tiempos y con diferencia el más influyente de su época; en tanto, durante las cada vez más largas noches de pesadillas recurrentes, en que se hunde hasta la raíz de su propia Moringa bajo las cuales habitan los hinchados cadáveres putrefactos de sus victimas, con sus grandes ojos vidriosos sin vida, Fidel Guarapo Kastromasov busca la mirada compasiva del pícaro Alfred Nobel.

La moringa y los muertos de Guarapo
La moringa y los muertos de Guarapo
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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
25 julio 2016 1 25 /07 /julio /2016 15:52

Mañana se conmemora, festeja o sufre según quien lo mire, el 63 aniversario del asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, noventa y nueve años después de su construcción en 1854 como Cuartel del Nuevo Presidio, a cargo del Marqués de Villaite, al que ya entrado el siglo XX se le cambió el nombre por el del insigne general mambí, Guillermo Moncada.
Episodio llevado a cabo por 135 asaltantes anti batistianos preparados en la granjita Siboney y comandados por tres cabezas, Fidel Castro, quien dirigió la columna que asaltaría al cuartel con 95 hombres, su hermano Raúl Castro con diez efectivos quien tomó el Palacio de Justicia y el valeroso Abel Santamaría quien con veintiún hombres se hizo con el Hospital Civil.
De los encargados de asaltar el cuartel un grupo de ocho hombres fueron a la vanguardia para atacar la posta número 3, pero fueron sorprendidos por un destacamento de guardia que permitió que se organizaran las fuerzas militares en el interior, detrás iban 45 hombres con armas cortas.
Y detrás de esos hombres estaba Fidel, como siempre, detrás. 
Otro grupo importante de hombres que portaban las armas largas se perdió en las calles de la ciudad de Santiago de Cuba y llegaron tarde al combate. En el lance hubo bajas de ambos lados, los insurgentes emprendieron la retirada en grupos de diez personas defendidos por seis francotiradores.
Fidel logró huir al monte sin el rasguño de una bala, y más tarde se entregó por las garantías que le ofreció la mediación del arzobispo de Santiago de Cuba Enrique Pérez Serantes, en cuanto la total integridad de su vida, y a juzgar por las abrumadoras pistas, alguna otra concesión menos presentable.

En el asalto murieron numerosos guardias del cuartel llamados "casquitos" y un alto número de guerrilleros, que se incrementó notablemente con la represión posterior inmediata a la derrota de las fuerzas atacantes, brutal e indigna del prestigioso ejército de la República de Cuba forjado en la lucha independentista de sólo medio siglo atrás.

Uno de los tres comandantes, Abel Santamaría, fue torturado, antes de asesinarlo se le extrajeron las uñas, se le cortaron los testículos y por si el sadismo no fuese suficiente, los llevaron a la celda de su hermana Haydeé Santamaría para enseñarle lo que habían hecho con su hermano, a modo de escarmiento.

Los otros dos comandantes del asalto, Fidel, mayor responsable y autor intelectual, y su hermano Raúl Castro, salieron ilesos e inmunes, sin un solo rasguño, y pasaron sólo un año y medio en prisión, una pena llamativamente garantista si se tiene en cuenta que habían protagonizado una masacre contra el Ejército de la República; en nuestros días hasta en los países más sofisticados, cumplirían penas de reclusión de no menos de veinte años, sino perpetuas o de muerte, pero hablando de los años cincuenta, pocos son los países donde no hubiesen muerto en el mismo instante en que pusieron un pie en el calabozo.

Al poco de habese entregado Fidel probablemente bien asesorado sobre el efecto propagandistico, tomó la decisión de defenderse a si mismo en el juicio por el asalto, y su alegato quedó recogido por la Historia que él mismo estableció años más tarde como la oficial, en un panfleto conocido como "La Historia me Absolverá".

La pena la cumplieron en la cárcel de Isla de Pinos, la misma prisión a la que Fidel y Raúl pocos años más tarde, una vez acontecido el triunfo de la Involución, enviaron a cumplir cadenas desorbitadas, delirantes, en condiciones de reclusión inhumanas, a opositores de toda índole, que iban desde alzados en las montañas del Escambray, a simples detractores del sibilino rumbo alineado a la URSS que iba cobrando subrepticiamente la revolución que ellos mismos habían apoyado, ya fuese con logística, con dinero, con servicios e incluso con la propia sangre, para derrocar la dictadura y establecer una democracia regida por la Constitución del 1940 inspirada en la constitución española de 1931.

Este texto moderno constituyente a cargo de nada menos que Grau San Martín, Prío Socarrás, Eduardo Chibás, Blas Roca y Juan Marinello, era sofisticado para su época e incluso para nuestros días.

Sesenta y tres años más tarde siguen en el poder a cal y canto, los hermanos que salieron ilesos de aquella masacre, los dirigentes que decían atacar al cuartel para derrocar un gobierno dictatorial que detentaba el poder desde hacía un irrisorio período de tiempo en comparación con el impresentable medio siglo, que más tarde ellos, como "patriotas relevadores" de Batista, tuvieron a bien amoldar a sus traseros los sillones del poder, a las espaldas de los inconformes las fustas del miedo, y a la inanición del pueblo su poco decorosa y sempiterna opresión.

Habiendo entrado a la Historia por el siempre purificador pasadizo  al reino de las Tinieblas, ya se puede asegurar que a los hermanos Santamaría y a los muertos de ambos bandos en aquel asalto del cual mañana se conmemoran 63 años, la Historia los ha sobreseído, los ha indultado y a algunos los ha absuelto; sin embargo  ese mismo magma impreciso de hechos transformados en efemérides, onomásticos, aniversarios, estandartes, iconos y en medio de todo algo de realidad imparcial, que conocemos por Historia, lo que sí tiene claro, es que a los todavía vivos Raúl y su ínclito hermano Guarapo, no les tiene reservado el banquillo del perdón, ni siquiera el rincón del beneficio de la duda.

 

Fachada del Cuartel Moncada tras el asalto e imagen de Abel Santamaría
Fachada del Cuartel Moncada tras el asalto e imagen de Abel Santamaría

Fachada del Cuartel Moncada tras el asalto e imagen de Abel Santamaría

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
23 abril 2016 6 23 /04 /abril /2016 23:12
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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
20 febrero 2016 6 20 /02 /febrero /2016 20:00

Ayer estuve conversando durante horas con un amigo íntimo de La Habana que pasó por casa y al que no veíahacía más de diez años.

Mi amigo había sido un irredento anti sistema, tenía un problema con las autoridades casi cada día. Así como yo sentía una gran antipatía por el gobierno y el poder, pero no por el sistema comunista sino por el poder en sí mismo. Ello nos llevaba a profesar la misma simpatía por Fidel y sus genízaros que la que ellos sentían por nosotros a quienes llamaban: lumpen, rockeros, borrachos, inútiles, poco revolucionarios, antisociales.

En síntesis, mi amigo se estaba volviendo loco en la isla porque tenía deseos de viajar, de leer lo que le daba la gana, de manifestarse, de disfrutar de la vida, y en la medida que iba creciendo iba tomándole una mayor animadversión al sistema, a la policía, al partido, a las infinitas organizaciones de masas, y ya al final a todo aquel que tuviese una guayabera y dos plumas en el bolsillo.

Como yo.

Hizo lo que pudo por irse de Cuba, teniendo en cuenta que en aquellos años intentarlo ya era un delito penado con cárcel, sin embargo él ni disimulaba, les decía a todo el que quisiese oír, que ya no aguantaba aquél país y aquella represión, los amigos empezaron a dejarlo sólo porque se despachaba en contra del gobierno sin tomar recaudos en cualquier sitio y a cualquier hora. En esos años sólo por manchar el nombre del Comandante se podía ir preso muchos años.

Lo único que quería era irse de Cuba, se convirtió en internacionalista proletario juntándose con muchachas de medio mundo para casarse y que lo sacasen de allí, después de que a mi me botaron, supe que participó en varios armados de botes domésticos para cruzar el estrecho, pero me confesó que no vio clara esa salida. Hasta que en 1997 pudo poner pies en polvorosa mediante un procedimiento legal, y de a poco fue calmando sus deseos de libertad de opinión, de acción, de movimiento, llevando ya casi veinte años disfrutando su materialización.

Para mi sorpresa en la conversación de ayer, mi amigo defendía una y otra vez a Raúl, a la Revolución, no directamente a Guarapo, aunque sí de manera velada porque estaba hablando conmigo, y a la vez atacaba todo el sistema capitalista e incluso al sistema democrático, siendo gracioso y curioso, que por decisión propia, no por coerción o amenazas, actualmente vive en un país desarrollado y con economía de mercado capitalista y una democracia representativa, de la que hace uso cada día al poder opinar a sus anchas.

En un principio me dejó anonadado, y quise saber más de los motivos de ese cambio, en lugar de ponerme a discutir lo evidente, quise profundizar en ello y preguntarle de manera subrepticia el por qué de tal giro, aún cuando maneja un automóvil que daría de comer a varias aldeas africanas, y disfruta de una vida pequeño burguesa sin la más mínima privación de los placeres que el capitalismo provee y el comunismo condena.

La verdad es que no conseguí sacar nada en claro. Al final decidí llevar las conversaciones por otros derroteros ya que somos amigos mucho más allá de cualquier barniz "politicoide" al uso, y no quería dañar un momento entrañable con palabras ríspidas.

Pero ahora más que nunca, me intriga saber como hicieron los mecanismos de propaganda de los hermanos Castromasov, para adocenar a un iconoclasta tan duro de roer a prueba de numerosos embates presenciales, al cabo de tantos años y tanta distancia.

El alcance de aquel paternalismo, la calidad del poder sobre la terminología del "Bien" que secuestraron para hacer uso de ella en exclusividad, de idéntica manera que lo hiciese Iglesia unos cuantos siglos antes, se instala de algún modo férreo en algún sitio del hipotálamo, atentando contra el goce del individuo desde el púlpito de la culpa, tan judeo cristiana como "comunistosa" fue en el último siglo.

Como un Síndrome de Estocolmo, pero que tiene lugar a la distancia, cuando el abducido experimenta la culpa de estar disfrutando de placeres "pérfidos" capitalistas, y de una libertad pecaminosa, lo curioso es que ello no los lleva a regresar a la austeridad y asepcia comunista. Sino que profundizan en el disfrute de las ventajas que ofrece el sistema capitalista y la insuficiente democracia, pero despotricando y renegando contra estos, como expresión de una bipolaridad o esquizofrenia colectiva.

Pasamos el resto de la noche riendo y recordando pasajes inolvidables e imposibles de repetir en otras generaciones, y no volvimos a mencionar la política de salón. Hasta que por la mañana cuando lo dejé en la estación de tren, en un rapto de claridad me dijo:

- Brother, yo sigo siendo el mismo, y los singaos esos también.

 

Represión policial cotidiana en Cuba

Represión policial cotidiana en Cuba

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión
8 noviembre 2015 7 08 /11 /noviembre /2015 03:18

Si no fuese por lo esperpéntico reconocería que es muy gracioso.

Raúl dice que en 2018, tras casi sesenta años de mandato autoritario y represor dejará el poder ( sin especificar en manos de qué, de quien o de cuantos) como si fuese una dádiva; y encima atentos a lo que dice...¡que le gustaría visitar Miami!

A esta altura hasta el Récord Mundial Guinness está por reconocer, que tanto él como su hermano Fidel, además de un profuso legajo en materia de violaciones de derechos humanos, cuentan con dos de los rostros mas duros de la Historia de la humanidad, desde que se mide la solidificación de la cara y su relación con el desparpajo impúdico.

Sobre los dictadores y déspotas es poco lo que puede llamarnos la atención, sin embargo parece ser que no acerca de todos los dictadores por igual.

Conozco muchas personas respetables en su ámbito social, de sensibilidad de "pseudo izquierdas" que estarían en las trincheras de la clandestinidad ( o más bien detrás de la barra de algún bar) condenando la opresión tiránica y fascista del sistema, si se les dijese, no ya que Obama, ni que Bush, ni Clinton, ni siquiera que un todavía vivo Reagan tras décadas en el poder, ni Ford, ni  Carter, ni Nixon, ni Kennedy, sino un Eisenhower, o sea el presidente que había en Estados Unidos en 1959, estuviese vivo y anunciase como una dádiva, como un notición, rodeado de sus tataranietos ya adultos, que soltaría el poder absoluto en unos tres años más.


O que lo mismo lo dijese en Argentina un ya muy ancianito don Arturo Frondizi, quien era presidente en 1959 y tras el cual ha habido dieciséis mandatarios constitucionales y siete militares golpistas. 
O bien De Gaulle en la República Francesa anunciase recién ahora en 2015, que si está de humor, y si todos se portan bien, dentro de no mucho planea dejar el poder.

¿Qué mecanismo será aquél que obra, para que estos mismos conocidos de "pseudo izquierda" y buena parte de la opinión pública, ante el anuncio de Raúl Castro, de que probablemente deje el bastón de mando tras cincuenta y nueve años de poder absoluto, sin oposición y con numerosas violaciones a los derechos humanos, reaccionen con una condescendencia que ruboriza, viéndolo en un espectro que va desde la simpatía, a percibirlo como algo no tan nocivo para la vida de quienes no tienen más remedio que padecerlo?

Del mismo modo que hacen para no manifestar solidaridad alguna, por presos de conciencia que hayan permanecido encarcelados durante décadas en países socialistas; y en cambio serles menester metamorfosearse en la mimesis del padecimiento de otros reos, también de presidio político, aunque del signo contrario.

 ¿Esto entrará en el terreno de lo curioso o ya pertenece al de lo vergonzoso?

 

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Published by martinguevara - en Cuba Opinión

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