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El blog de martinguevara
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Días de luto y reflexión

2 Marzo 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Opinion crítica.

 

 

Los últimos días al abrir los periódicos pareciera ser que están encabezados por las páginas de anuncios fúnebres, una escritora cubana comentaba hoy en las redes sociales: "Acaba de morir la gran autora catalana, mi primera editora y eterna amiga Ana María Moix".. refiriéndose a alguien de una profundidad y una implicación en la cultura europea de nuestra era como pocos. Así como su hermano Terenci Moix fueron rompedores, más aportadores por la importancia que por la belleza de su obra, ya que significaron en Cataluña y por ende en el resto de España luego, una ola de espuma fresca, la misma sempiterna voz de la poesía pero bañada con un perfume renovado, vestida para cruzar la línea y no regresar nunca más de la transgresión.

Respecto de la Gauche Divine hoy vivimos una regresión importante, aunque en líneas generales yo creo que ningún tiempo pasado fue mejor, hay particularidades en las cuales con respecto a la intelectualidad y al valor de la expresión, de la libertad con relación al mercado y a las convenciones, me atrevo a suponer que existe la involución social, que nos estamos quedando un poco huérfanos de algo más importante que simplemente creadores, artistas, talentos o genios, creo que también se están yendo las últimas trazas, las últimas briznas de esa hoy caduca cultura de la ética, del pudor, de la grandeza, de la épica.

Ruchi Feliú está que no puede levantarse del golpe de supuso lo de su hermano, como ella misma dice: " se me fue media vida"; su hermano Santiago pertenecía a una Pléyades de artistas de un momento cubano que ya está grabada en los fundamentos, en la esencia y en la cosmología de donde maman los cada vez más numerosos artistas libres de hoy, desatados de las patas de la cama, de los lineamientos oficiales y de los artificios comerciales, algo como una trasnochada versión de una generación rock pero con especiales características, ya que la referencia del sistema con respecto de la cual concibieron su actitud rebelde o contestataria no fue el consumo capitalista, sino la hipocresía, el tedio, la abulia, la doble moral, la obsecuencia, la mentira, la alienación y el alineamiento a las pautas estrictas y obligadas de los organismos culturales estatales, dentro de una sociedad pretendidamente comunitaria, que no proporcionaba un pistón salida para las conciencias por ningún lado. Un grupo más que una generación de artistas, que desistió del uso de las consignas revolucionarias aún cuando simpatizaran algunos de ellos más que otros con el grueso del proceso en la isla, críticos sin caer en el olvido de estética en el arte, la poesía, resaltando la libertad del "juglar" y el "bardo", en oposición al servilismo del "bufón de palacio" que es lo que henchía las salas de grabaciones rígidamente controladas por los gendarmes censores, muchos de los que hoy sin pudor alguno piden asilo en Miami.

Eran otros tiempos en que la cantidad de símiles, metáforas, analogías que había que utilizar para poder articular una idea tibiamente contestaría dentro de un sistema tan controlado, era tal que requería no poca dosis de valor y de una buena cuota de imaginación en el lenguaje general, el de las palabras, las ideas, los hechos y también la indumentaria y la actitud. No era fácil pero ellos lo hicieron, y Santi terminó siendo el Brian Jones, el Jimi Hendrix, la Janis Joplin, el Basquiat o el Pappo de muchos de nosotros aún enganchados eternamente a la juventud de aquellos días.

Es cierto que debajo del barniz de los mitos se puede encontrar cualquier tipo de material, pero también entre ellos siempre hay una arcilla única dentro de un molde irreproducible.

 

Hoy se despiden miles de personas en Algeciras, ayer en Madrid y antes de ayer en México de un hombre que al tañer la guitarra nos depositaba en el Nirvana, que derramaba el ángel del flamenco y la genialidad de los enormes tótems reflejado una simple frase imposible en semejante ejemplar: "Yo soy un hombre con dotes como instrumentista y grandes limitaciones como músico" así era Paco de Lucía.

Nadie en España es indiferente hoy a su muerte, es mucho más triste que la desaparición del guitarrista inigualable y del ser humano entrañable, es la percepción de que se nos va una época, que no hay reemplazo para el tipo de compromiso con el arte, con la sustancia, con la universalidad y el humanismo, con la que esos talentos se tomaban el deber de estar a la altura de sus dotes, de trabajar sin descanso en extraer de sus vidas lo mejor para lo que fueron habilitados. Se nos va como en la Moix, la sensación de algo más grande que el propio individuo ejecutando o escribiendo como alimento para su vanidad o para calma de su angustia, se va el tipo de capitán de barco que antes de saltar a una chalupa se aseguraba de que estuviese a salvo hasta el último grumete.

 

Y estos días fuera de su tierra también partió el comandante cubano Huber Matos, quien tras cumplir veinte años de presidio debió tomar el camino del destierro por no renegar de ser un eterno rebelde, primero contra la tiranía de Batista y luego contra lo que él consideraba que era una estafa en el cambio de rumbo de unos pocos comandantes de la Revolución cubana, excepto únicamente por parte del Che que siempre dejó claro dentro de la tropa, que él era el comunista marxista leninista convencido. Huber, maestro de vocación y profesión, no sucumbió nunca a tentación del odio, de la venganza, era un hombre que había sumado sabiduría a su calvario y a su orgullosa vida situado en un panteón más allá del alcance de las ideologías, de las procaces inmediateces.

Así como el honrado científico, valiente y enérgico luchador por los derechos humanos argentino, Federico "Pipo" Westerkamp, quien también en esta semana pasó al siguiente modo de existencia, el cual no por contar con 96 años, uno más que Huber Matos de 95, deja de constituir una sensible pérdida en el tímido intento de refaccionar y redecorar esta nuestra maltrecha casa. Con un hijo desaparecido él y su esposa manifestaron su indignación, su no descanso en la búsqueda de una respuesta en la misma cara de la dictadura militar, padeciendo persecuciones y detenciones que lejos de amellarlo lo hizo crecer en sus profundas convicciones progresistas y democráticas.

En cierto modo hilar una reflexión ante estos diferentes talentos que se están yendo me perturba, ya que en general albergan esa condición de obreros de sus capacidades, más que de hedonistas y gozadores de los beneficios que estas puedan otorgar, representa para mi una pugna toda vez que pertenezco a la corriente que reniega de todo lo mancomunado, de todo aquello que para ser considerado debe estar acuñado por el dolor, el sacrificio, la flagelación o la inmolación, pienso y difundo que el modelo a seguir para vivir en un mundo donde tenga lugar la posibilidad de la paz sostenida, es la vida placentera, hedonista, relajada, confortable, feliz,  sin embargo se me hace difícil admirar más a alguien que ha pasado toda la vida disfrutando que a esos que nacieron para darlo todo de sí, más que por bondad o solidaridad, por la responsabilidad de saberse portadores de un don único que haría punible el hecho de llevárselo aún con pulpa a la tumba.

Contradicción, la característica humana que permitió el desarrollo del yo y el progreso de la sociedad, no confundir con la incoherencia, guardan tanto parentesco como el perro con la hiena; la incoherencia es la hipocresía, corrompe lo más genuino del individuo, impide el desarrollo de la humanidad, todo lo minimiza, lo enturbia, la contradicción es a la incoherencia lo que el miedo a la cobardía.

El miedo puede contribuir a superarse, la cobardía siempre aplasta, anula.

En cualquier caso estas pérdidas me sugieren que conviene hacer algo con la vida antes que gastar el tiempo en lamentos, pero también me dice que puede que estemos quedando tan huérfanos de portadores de esos envejecidos e inútiles “valores”, que en cualquier momento se presentará sensiblemente más interesantes las fiestas en el cielo o en el infierno donde estos talentos continúen sus trazos y tallas, sus pasos y utopías, que en las cáscaras que nos van quedando por aquí.

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Guillén subversivo

17 Febrero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Cuba Opinión

 

 

 

Debía regresar de ver a mi amigo chimpancé en el zoológico no antes de las cinco de la tarde, para mantener en secreto en el Hotel Habana Libre mi inasistencia a clases. Cuando llegaba más temprano o bien me iba a caminar por la calle Infanta, o iba al museo Napoleónico, a la escalinata de la Universidad o bien a una pequeña librería y también  tienda para saciar a uno de los pocos hobbies individuales contra los que asombrosamente, el Estado no sólo no atentó sino que incluso  promovió, la filatelia, que estaba en la calle L y 25. Unos pocos años más tarde ambas tiendas se trasladaron unificadas a la esquina más centrica del barrio de El Vedado, en las intersecciones de las calles L y 23.

A raíz de un más que correcto artículo que leí hoy sobre las librerías en Cuba, me asaltó el recuerdo del paupérrimo espectáculo que ofecía la estatería de los libros, aún cuando contaba con todos esos ejemplares soviéticos de ciencias, escasa literatura y artes además de los de Ediciones Cubanas, comparado con la vivacidad y autenticidad del mostrador de los sellos postales.

En lo que a mi sensibilidad respecta y a la de muchos conocidos, lo que nos predispuso en contra o a estar de espaldas a la "Involución" cubana no fue la falta de acceso al consumo, ya que éramos más bien entusiastas defensores de que las personas podíamos ser igual de felices sin la necesidad de comprar compulsivamente, de hecho no recuerdo haberme sumado a esa ola del transformismo post moderno que algunos amigos padecieron o experimentaron según se lo mire, aunque es cierto que si bien en lo estrictamente personal la compra de baratijas no constituye para mi ningún bálsamo ni sustituto de otras carencias, defiendo la belleza plástica del paisaje en el que la variedad de artículos en el mercado toman parte desde ropa hasta pintura para inmuebles, frente a aquellas pretendidamente artísticas aguafuertes de las calles de La Habana desconchadas como ruinas de post guerra, de las cuales el fotógrafo huye despavorido apenas concluye el trabajo del obturador de su cámara.

Exceptuando algún añorado sándwich, equipos e instrumentos de música, algún perfume francés, y el sempiterno blue jean de Levi Strauss, lo que echábamos mis amigo y yo de menos era la libertad de escribir, pensar, debatir, viajar, expresar lo que sea en cualquier medio y soporte.  

Y por supuesto para alimentar lo anterior, el acceso a todo tipo de  lecturas. Paradójicamente en el único país de Latinoamérica que hacía gala de contar con la totalidad d ela población alfabetizada y donde ciertamente se invertían no pocos recursos y tiempo en la educación y el adoctrinamiento de la masa.

 Hoy se pueden encontrar más y menos títulos que en los años en que la isla era un satélite de la URSS, en aquel entonces era imposible simplemente que Padura publicase lo que hoy publica, y varios de los títulos que hoy se pueden leer estaban directamente prohibidos, además de estar desaocnsejadas publicaciones como Pradiso de Lezama Lima, nada acerca de la cultura Yoruba o el sincretismo religioso, considerado igual de procaz que lo que lo había considerado la burguesía pero ocultado con mayor denodo, por otro lado sí que se encontraban en las estanterías los más plomizos e insufribles portavoces del Realismo Socialista asi mismo como una nutrida cantidad de libros científicos de la editorial MIR y libros de arte con una gran  confección a precios subvencionados sobre los pintores que había en el Museo Hermitage.

 

 

La declaración de que "dentro de la Revolución todo y fuera de esta nada" de Fidel fue letal para la cultura, fue devastador, hasta los más intelectuales valores de la cultura nacional que eran numerosos y de enorme calado, se vieron conminados a manifestarse sin titubeos en favor de la restricción y censura total y absoluta del régimen o destinar toda su obra al exilio editorial, cuando no exiliarse de hecho ellos mismos. 

 

Hay muchos capítulos duros, tremendos, muy graves, algunos que van aparejados a desaparición física de personas, otros a penas y dolores intensos que deberán ser revisados e investigados con el fin de que nunca se repitan una vez acabado el perverso experimento que ya dobló la curva hacia su segundo medio siglo. Pero acaso sea en el atque frontal a la expresión escrita en el que más se deberá ahondar por su carácter depredador de toda posibilidad de producir bienes artísticos y culturales de calidad, de la destrucción del discenso, del principio filosófico hegeliano y luego marxista de la negación de la negación, condición sine qua non para el progreso o simplemente el arribo a la "razón"; por su utilidad como rudimento para aplicar la lobotomía colectiva, la instrumentalización ideológica que por un lado tanto daño causó a varias generaciones, y por otro y aún peor, tanto rechazo causa a las actuales y causará a las futuras a la hora de separar la paja del trigo, y saber ver y reconocer aquello positivo y hasta conveniente o necesario en la cultura colectiva, que por simple y muy comprensible saturación será imposible de ver con buenos ojos en la educación post-dirigida.

 

Ese doble daño, el de las generaciones que no tuvieron posibilidad de ser Carpentier, Lezama Lima, Vitier, Cabrera Infante, Marinello, Portocarrero, Lam, Guillén, Mella, al no poder estar conformados por la diversidad de arcilla cultural a la que tuvieron acceso los propios revolucionarios que luego negaron a las nuevas generaciones la bondad de todo el caudal de conocimientos que los libros nos legan, como el mismo Fidel Castro y familia, Hart Dávalos, Roa, Ernesto Guevara, Fernández Retamar, Carlos Rafael Rodriguez, Chibás, Frank País, Hydee Santamaría, Vilma Espin y un extenso etcétera de Saturnos fagocitadores de sus propios hijos, y el de las generaciones que no tendrán el más mínimo respeto, simpatía y por ende casi ni idea de la obra y el conocimiento legado por ilustres filósofos, artistas, activistas revolucionarios, honestamente ilusionados con la posibilidad de un cambio hacia un mundo más justo, y mucho menos de aquellos concebidos bajo la sombra de los totalitarismos comunistas, entre los que ciertamente constituyen la inmensa mayoría los de nula calidad artística.

 

Así mismo como se avizora un arduo trabajo para que las nuevas generaciones recuperen el entusiasmo por proyectos sociales colectivos, por volver a percibir con algo de simpatía alguna vez la militancia política, será de complicado mantener en la primera línea de las vidrieras de las librerías a Gorki, a Cardenal y a Guillén.

Aunque del bueno de Nicolás hace mucho tiempo ya que el poema "Tengo", debería estar catalogado como material subversivo de alto voltaje. 

 

Reproduzco dos estrofas que más que una loa a la "Involución", parecen haber sido escritas hoy como una reivindicación airada de un poeta disidente a punto de familiarizarse con el tacto fresco de los barrotes en las mejillas.

 

"Tengo, vamos a ver,

tengo el gusto de ir

yo, campesino, obrero, gente simple,

tengo el gusto de ir

(es un ejemplo)

a un banco y hablar con el administrador,

no en inglés,

no en señor,

sino decirle compañero como se dice en español.

 

Tengo, vamos a ver,

que siendo un negro

nadie me puede detener

a la puerta de un dancing o de un bar.

O bien en la carpeta de un hotel

gritarme que no hay pieza,

una mínima pieza y no una pieza colosal,

una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

 

 

Fragmento de : TENGO - Poemas de Nicolás Guillén

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A Santi

12 Febrero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Cuba flash.

 

 

Acabo de enterarme de algo que me dejó helado.
Ha muerto el Gran Santiago Feliú, para todos nosotros Santi.

No tengo ahora las palabras correctas porque me acabo de enterar, pero quería ante nada dejar aquí de manifiesto mi más íntimo respeto por todo lo que fue su carrera, su valor para hacer lo que le daba la real y santísima gana, un revolucionario en mejor sentido de la palabra, en muchos terrenos, incluso ha hecho que un servidor, que no soportaba a Nueva Trova clásica, a Silvio, Pablo, Noel, Sara, y su propio hermano Vicente, terminase abrazando la estética y cierto mensaje de ese sub-movimiento. 
Los que vivíamos en Cuba vimos una sensible pero importantísima diferencia que naturalmente desde afuera no se puede explicar de fácil manera, cuando salieron él, Xiomara Laugart, Tosca, Donato y Roberto Poveda, Delgado, Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Jose Luis Barba, Adrián y algunos otros que seguro paso por alto de aquella época, que aunque trovadores, llevaban muy impregnado lo social y rebelde del Rock'n'roll que yo abrazaba y disfrutaba. 
Tal era así que por mucho tiempo yo prefería ir a sus recitales aunque sus canciones no me gustasen de una manera especial, excepto la voz de Xiomara, porque el antes el durante y el después era propio de la vida de rock, las chicas de alrededor, las modas, las substancias los pensamientos y hasta muchas letras, que ir a los recitales de los inocentes y a veces demasiados estereotipados aunque muy valientes conjuntos de rock, que se limitaban a hacer versiones domésticas de los grandes grupos de moda de fuera de la hermética isla, fundamentalmente ingleses y norteamericanos.

Ese grupo paradigmático de la Trova contestataria cubana, entre la cual Santiaguito sobresalió por su carácter de lobo solitario porque aunque gregario como él solo, podía vivir con cincuenta personas alrededor, también era particular y precisaba su propio espacio como todo creador diferente, también por su propia obra, su precioso dúo con Gunila en Vida, y también porque no decirlo por su parentesco con Vicente, uno de los tótems de la “Nueva vieja Trova” y además vocero del establishment, y por su condición de ahijado de Silvio Rodríguez, quien según tengo entendido lo ha querido bien hasta ayer mismo... al menos a él sí lo quiso como es debido. 
Santiago tuvo valor para muchas cosas que hoy parecen fáciles o minúsculas, pero que en aquel hermetismo se precisaba contar con una determinación y una personalidad fuera de lo común, decidida y valerosa, desde hacerse a sí mismo sin pasar por el aro de nada de lo que se suponía había que hacer, ni cumplir con requisitos académicos, ni guardar la forma oficial u oficiosa, ni hacer nada de lo que le sugería Vicente y Silvio, sino muchas veces lo contrario. Supo amalgamar las poses y las bondades típicas del éxito oficial con una gran dignidad y honestidad artística distintivas de la cultura alternativa.

 No me interesan las diferencias que hubo con los demás componentes de aquel grupo, que las hubo claro está, como en cualquier movimiento, lo importante es que fue fiel a sí mismo. Lo fue siempre. 
No es que lo diga hoy, se lo dije a él en más de una ocasión, aún cuando pensaba diferente en muchas cosas, sin llegar a la intimidad que concede la amistad, coincidimos por edad y por afinidades en varios grupos de amigos comunes.

Su modo de vida era sólo para él, un verdadero Rolling Stone, y un verdadero trovador solitario con sus propios sueños y sus propias utopías y poesías. Aunque no coincidiese con él y su entorno en muchas cosas, le guardo desde siempre por ser de mi propia generación y ser tan independiente y valiente, un gran respeto y afecto como ser humano, también quiero saludar a su hermana Ruchi. 

Santi, donde quiera que estés si me lo permites, mis respetos y mi cariño irán contigo, ojalá encuentres toda la paz que te mereces, eres un grande, y aunque tu
muerte a los 51 años puede parecer muy prematura y en cierta forma lo es,, también es cierto que te llevas en la alforja una cantidad tan enorme de experiencias vividas que dejarás sonrojado, sin aliento, a cualquiera de los dos mandamases con quien tengas el gusto de comenzar a discrepar en cuanto hayas puesto tus pies y dejado tu alforja y la guitarra en alguna habitación desordenada del más allá, ya sea al de la barba blanca que lo cree saber todo o al de la cola roja que todo lo sabe.

 

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La monarquía lumpen

8 Febrero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Europa Aorta

 

 

De entrada debo decir en honor a la verdad, que al adquirir la doble nacionalidad española, fui conminado a jurar lealtad a España y al rey en un acto solemne, y antes de aceptar hacerlo por la parte que correspondía a la monarquía medité profundamente sobre lo que iba a hacer, los actos no son gratuitos, atan a las personas a determinadas consecuencias, y a pesar de lo anacrónico y hasta disparatado que consideraba el procedimiento de la cópula y posterior fecundación del óvulo como único requisito para establecer la jefatura de Estado, y de lo injusto que me parecía históricamente dicha institución, convine hacerlo, porque ciertamente pude tras escarbar mucho en razones que me socorriesen en mi cometido, encontrar virtudes en Juan Carlos Borbón Dos Sicilias, en su papel como una instancia supra partidista, en una España que no tenía ni mucho menos aún resuelto su horrible pasado reciente de dolor, sangre y lágrimas. Y por supuesto, nobleza obliga, también porque jurar la lealtad a su alteza no es que conviniese a mis intereses más íntimos, sino que me agenciaba en aquel entonces una situación de normalidad en un país que crecía a un ritmo fabuloso y donde se encontraba más manteca pegada en el techo que toda la que había sobre la mesa en el resto del mundo.

A raíz de ello cada vez que he emitido mis criterios acerca del absurdo de que los Borbones sean objeto de tanta obsecuencia y temor institucional y hasta popular, mis compañeros de trabajo, mi mujer, como mis amigos y mi propia conciencia me recordaban en sorna mi solemne promesa.

Y es cierto que no me siento nada confortable emitiendo criterios lacerantes, envenenados, destinados a dañar más que a ayudar a mejorar, aunque me gustaría públicamente al menos ser todo lo critico que soy en privado, pero bueno, es mi cruz, en ello involucré mi palabra y mi honor, así que debo convivir con el lenguaje descafeinado, sugestivo, y aterciopelado que suele acompañar las criticas a estos "locos desclasados" en las revistas semanales de chismes y cotilleos.

Hoy la infanta Cristina responde ante todo un Juez donde los haya, que firmaba todo documento que su marido le ordenaba firmar sin leer su contenido ya que se fiaba de él. No sabía nada, no sospechaba nada, gastaba dinero de una tarjeta a espuertas pero no tenía ni idea de donde salía. Esto último podría ser más creíble teniendo en cuenta su crianza, pero hay que decir que el estado gastó una nada despreciable cantidad de dinero en avispar a estos críos y situarlos, como mínimo dentro de la media nacional en instrucción y conocimientos generales. Hoy en día en el ámbito del poder político español se esta haciendo frecuente que mujeres de relevancia expresen a la justicia que aunque convivían y hacían uso de las prebendas obtenidas a merced de la incursión de sus esposos en negocios no todo lo transparentes que sería deseable, ellas no sabían nada en absoluto, que no tenían ni remota idea de donde provenía el dinero, como en el caso de la Ministra de sanidad Ana Mato que veía pasar Jaguars por su garaje y números en su cuenta corriente sin preguntarle al marido de donde provenían. Flaco favor al feminismo le hacen estas muchachas. Aunque lo llamativo más allá de eso, es que si la sociedad en su conjunto por deferencia consiente y acepta tan disparatada versión ¿cómo se explica que a renglón seguido no se les destituya fulminantemente de todo cargo que requiera el concurso de la más mínima cantidad de materia gris?

La infanta arguye que el marido la engañó, es de suponer que a  renglón seguido de cualquier engaño conyugal de ese calibre lo menos que sucede en una pareja ordinaria es una separación tajante y una querella por más de un daño y perjuicio, pero si encima se trata de una traición a la jefatura de Estado ¿cómo se entiende que Cristina Borbón una vez que se enteró del presunto tinglado que tenía montado el bueno de Iñaki a costa de su influencia Real continuase viviendo bajo el mismo techo, incluso se mudasen juntos varias veces y se hiciesen arrumacos en público, si declara que esto la hizo sentirse profundamente engañada? En todo caso esto no hablaría mal de su lealtad personal, pero por cierto no deja demasiado bien parada la versión de su más que oportuna amnesia selectiva.

Al saber hoy que ha manifestado un montón de evasivas poco nobles, confieso que me ha dado algo de pena. No es que sienta alguna pasión especial por esa monarquía a la que juré lealtad, pero sí me habría gustado cierta "realeza" algo de altura a última hora, que dejase plantados a sus abogados, a las estrategias, a las mentiras, y que se irguiese en sí misma, que recuperase ese tono, esa veta de magnanimidad tanto en la felicidad como en la adversidad que se les supone en las grandes odas a los monarcas, o simplemente a las personas de coraje y bondad que tienen el derecho y hasta la obligación de equivocarse para encontrar su más intimo camino.

Casi siempre estoy del lado de los pecadores, de los que se sientan en el banquillo de los acusados, es algo que no puedo evitar, al día siguiente de que un ser despreciable encuentra su desgracia y su semblante cambia, y todos los abandonan, ya nadie le ríe sus chistes, sus hombros se curvan hacia abajo, el mentón se esconde sobre la nuez de la garganta, su mirada deja de traspasar vivaz el iris de su pupila y se centra taciturna en su inmenso y desconocido interior, en ese momento dejo de sentir el sentimiento que profesaba el día anterior, cierta veta de conmiseración de identificación, de solidaridad me embarga, pero sólo cuando el sujeto demuestra que llegó al final del precipicio, que está en cierto modo feliz de haber perdido todo, que tiene más energía para volar a un nuevo comienzo que para continuar sorteando heces y deshechos en la senda de su condena.

Siento que la institución perdió una oportunidad de oro para en cierto resarcirse de algunos últimos tropiezos, y para por el mismo precio dejarnos el sabor de boca de un verdadero cuento de hadas, brujas y princesas.

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Rosell y Borrell

25 Enero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Europa Aorta

 

 

Es curioso que siempre que le cae un puro a alguien en España de parte de la justicia, es o bien catalán, o bien vasco, o bien socialista, o si no los sempiternos pringaos de siempre, los que sean de donde sean no tienen ni una moneda para defenderse.

Hoy dimitió un presidente de un club deportivo muy conocido, con la mayor cantidad de preseas en los últimos tiempos en hockey, en balonmano en baloncesto y por supuesto en fútbol. Habían hecho una contratación detrás de la cual estaba otro equipo de la capital de mucho poderío y abolengo en el país, pero al final como siempre en estos casos, con todo tipo de jugarretas, trapicheos, manganetas, uno de los truhanes se terminó quedando con los servicios del futuro mejor jugador del Mundo una vez que Leo Messi decida colgar sus botines.

Neymar Jr.

El FCB pagó por el jugador, como todos sabemos sin necesidad de que nos lo digan, unas cantidades que jamás por sistema serán las que se declaren, sencillamente porque en España ningún rico que no esté perdido en la esquizofrenia, drogado, dormido o anestesiado se le ocurre abonar al fisco la cantidad correspondiente a sus beneficios. Quedaría automáticamente apartado de su Club. Constituiría un desprestigio supremo para los socios. Pagar es algo que se le deja al vulgo.

La elite está para fornicarse al vulgo, y éste para desarrollar fuertes músculos mandibulares a partir de la repetición del ejercicio de apretar los molares ante los enérgicos embates en las postrimerías de los distinguidos sodomitas.

No gustó esa contratación por la capital ni por las anchuras de toda Castilla. Que es muy ancha, aunque de tanto cabalgarla ya todos hemos terminado por conocernos los unos a los otros.

Y en realidad eso es algo que no debería gustar jamás, ni en la capital ni en Cataluña, ni en Cádiz, pero amigo, en estos días que los directivos del fútbol español han firmado una carta presentada por la más alta representación del deporte español, pidiendo el indulto de un delincuente condenado, únicamente por considerarlo de su propio patio "Uno de los nuestros" "Good Fellas" esto de Neymar canta un poco, se sabe que ha sido a partir de la denuncia de un socio ¿pero pretenden que creamos que una simple denuncia de corrupción en un juzgado progresaría sin un socorrido empujoncito en las alturas?

Como a cada paso se han ido tapando los unos a los otros , desde la prensa, desde la televisión la radio, todas las maniobras ilegales fraguadas desde y con el Poder, para obtener dinero negro, dinero fácil, inflar costes, evadir impuestos, y un etcétera que se me escapa por falta de pruebas e imaginación.

Sé que no es serio ni prudente pero a esta altura, en este lodazal ya me resisto a utilizar la fantochada eufemística de "presunto delito", le llamo delito consumado y delincuentes a todos los que lo perpetran, me da igual si es con el beneplácito de los que tienen la llave de los calabozos o si es al margen de ellos, como en el caso de los 70.000 presos comunes españoles, los cuales solamente presentan un único denominador común:

 

¡Es que son muy pringaos! ¡¡¡Muy pobres!!!

 

Estamos asistiendo cada día a casos tan repugnantes de corrupción tolerada y hasta aplaudida desde la propia Justicia, la cual persigue jueces que persiguen a los delincuentes que tienen más recursos que aquellos 70.000 pringados y amparan impertinentemente a los acusados. Hay unos pocos jueces, unos pocos policías, unos pocos ciudadanos y algún puñado más bien pequeño de periodistas de un altísimo grado de honor, con un valor difícil de encontrar, como los que destapan todos estos entuertos, que van contra todo lo mal hecho sean del barniz ideológico que sean, como hizo el periodista que destapó este asunto turbio de Sandro Rosell, que también destapó el escándalo de Bárcenas, el del yerno del rey nada más ni nada menos, y varias otras cosas más que muchos no se atrevían ni siquiera a mirar de frente.

Pero generalmente la sociedad esta podrida, tan podrida como los corruptos que ven pasar a diario catapultados hacia un nuevo ministerio o una empresa privada con un sueldo mucho mayor que el pellizco por el cual fueron trincados.

El sustrato de donde salen todos esos elementos pervertidos no es otro que la población. Esa es la cuna, el nido, y ahí fueron criados en una tolerada manera de entender el éxito no todo lo saneada que nos gusta dar a entender, cuando una vez acabada la época de alegría en los bolsillos para todos, torcemos el gesto, endurecemos las comisuras, congelamos el semblante y nos mostramos profundamente engañados, cuales niños cuando empieza a hacer sus chistes el payaso del circo. Pero seamos sinceros, nunca fuimos tan inocentes como no gusta mostrarnos una vez que se acaba la mantequilla para que en lugar de untar, tirábamos al techo.

 

70.000 pringados duermen en los calabozos. ¡Setenta mil pringados y ninguna flor!

 

Vemos a diario como la policía se utiliza para cubrirles las espaldas a los criminales que han desfalcado al país, causando miseria y dolor, estafando a las familias de clase media, destruyendo hogares y provocando muertes, locuras, adicciones, enfermedades, no pocas desgracias irreparables. Vemos que otros policías son utilizados para golpear duramente a todo aquel que decida dejar de manifestar su desencanto como yo ahora en el papel o en el bar, y lo haga en donde único se escucha y molesta a los ladrones y sus cipayos, en la calle.

 

Impunidad selectiva.

 

La justicia española hace gala de ser sumamente garantista; pero sólo para estos delincuentes de guante quizás blanco, sí, pero muy sucio, muy enchastrado de toda porquería impoluta, de todas basura clara, de los residuos brillantes, de cantidades descomunales de semen, nata, baba y ratas blancas.

 

Que Sandro Rosell dimita es lo que deberían hacer todos los que estuviesen inculpados. Pero no, el penúltimo importante en dimitir que recuerdo fue Josep Borrell, catalán y también socialista, y el último fue el Ministro de Justicia Bermejo, socialista, en el caso en que hicieron también que otro Juez, Garzón, perdiese la licencia por veinte años por perseguir la alta corrupción y los crímenes del franquismo, porque no nos engañemos, por prevaricación que fue el motivo oficial por el que lo apartaron de la Justicia, no pierde nadie nada en este país, según de que Partido político sea hasta se le puede premiar.

 

No sólo no les importa mucho lo que se denuncia con pelos y señales a las autoridades correspondientes, que deberían velar por la decencia y el cumplimiento de la ley, sino más bien lo contrario, pareciera ser que las altas instancias se sienten mucho más cómodos con representantes fáciles de diluir, de simplificar, de anular, de arrastrar por el barro de la deshonra, corruptos de todo nivel, ya que por un lado ello les asegura el pastel sin dar demasiados rodeos y por otro lado porque alguien impoluto, decente, altivo, limpio, de bien, no haría sino poner más aún en evidencia la impunidad de toda esa escoria divina, nuestros amos caca que a solas rumian y braman.

 

70.000 pringados y ninguna flor!

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Rejas

23 Enero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Relax

 

 

Hace muchos años, cuando recién empezaba la secundaria en la Felipe Poey, también conocida como la “anexa” porque había sido anexa a la Universidad de La Habana, de hecho en la escuela se podía disfrutar de la biblioteca, de las áreas de estudio y de las instalaciones deportivas de la universidad que eran excepcionales, me dio por fugarme de manera compulsiva.Al principio me escapaba con mi eterno amigo Carlitos Cecilia, al que me veo honrado en llevar en el alma ya que nos dejó tras un cáncer devastador a la edad de veinte años, siempre nos íbamos primero a su casa.

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Caballero de París

A veces consumíamos toda la provisión de huevos y de salsa de tomate Vita Nuova experimentando en novísimas formas de tortillas vespertinas, y a veces salíamos a caminar por la calle Infanta, donde deambulaba a su aire el conocido como único mendigo de La Habana, el “Caballero de París” y donde también aún se podía oler ese aroma almizcle de los inmigrantes chinos que recalaron en 1950 huyendo de Mao en la calle Zanja, para que les cayese cual maldición la desgracia de Fidel.

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Calle Zanja, centro del antiguo barrio chino.

Había uno que muy probablemente habría quedado tocado y hundido por semejante tribulación, al que siempre lo homenajeábamos con una frase que parecía molestarle hasta el paroxismo y que tras decírsela al pasar debíamos salir disparados a toda velocidad, y sobre la cual hasta hoy, ni siquiera tras un año de aprendizaje de idioma chino y las pesquisas de internet, tengo ni idea del críptico significado que contenía aquella voz unificada en varias gargantas de adolescentes típicamente idiotizados por la edad: ”Chinito, Tu lama Kalimbambó!”.
Y la otra mitad del tiempo me escapaba del colegio para ir al zoológico del Nuevo Vedado.
Hubo días que llegué a tener comunicación con animales verdaderamente singulares, como la pantera negra o el elefante, establecimos nexos esporádicos, abruptos, sin embargo tan o más profundos y reales que los que había tenido esa misma mañana con mi madre o con la camarera que me servía el desayuno.
Pero ninguno como mi amigo el chimpancé. Nunca supe si era amigo o amiga. Nunca supe la edad ni el nombre, pero pasamos tres meses comunicándonos cuando no había casi nadie en el Zoo y yo llegaba con mis galletas envueltas en servilleta del desayuno del Habana Libre y él raudo, me obsequiaba media naranja, al principio no entendía bien para que, hasta que me di cuenta de que quería hacer trueque. Pasé horas mirando los ojos y las muecas de mi amigo chimpancé, cuando el jefe de la manada Pancho, se enfadaba y comenzaba a dar golpes para que todos se fuesen a sus casetas, el último en irse era mi amigo. Recién entonces Pancho comenzaba a tirar heces a través de los barrotes, mierda a diestra y a siniestra, igual que estaba el país, el continente, y buena parte del mundo . Mierda por aquí, mierda por allá. Y cuando Pancho a quien no parecía provocarle mucho placer el verme llegar a media mañana, se calmaba, mi amigo retornaba a su lugar predilecto a compartir naranjas y miradas.
El día que enviaron a un mensajero al Hotel para comunicarle a mis responsables que hacía cuatro meses que no iba a clases y que no sabían nada de mi, no fue tan duro como lo fue para Carlitos Cecilia cuando al cabo de un mes le avisaron a su padre que era coronel de las FAR que no iba al colegio y se escapaba conmigo y vivió aquello con una escenificación de constricción tal que tuve que dejar de ir a los Carlitos por unos meses, pero aún así, aunque no tuve un castigo especial , ni aquello logró que me diesen mucha más bola que la ordinaria, aquel día no pude ir al Zoológico a despedirme del singular amigo como habría sido justo y adecuado.
A lo largo de los años, más de una vez me he despertado sofocado, angustiado con la idea de que está por ser descubierto un terrible crimen que llevo toda la vida guardado en secreto o de que está por llegar una carta a mi casa y a la historia que tengo montada le queda un suspiro para desmoronarse, y que nunca más volveré a ver al chimpancé que entendía la mirada, el paso apresurado, la cabeza baja y el silencio que habitaba la otra cara del bullicio en el que quede atrapado una vez que mi padre se fue.
Ambos estaban tras las rejas.
Generalmente no sólo no me conmueve este tipo de altruismo sino que me da un poco de repeluz la extrema atención con los monos de muchos ecologistas en comparación a la escasa  sensibilidad que muestran hacia sus sirvientes africanos; pero en este caso Jane Godall es extraordinaria con todos, con los chimpancés, los trabajadores, los ayudantes, los voluntarios, con los únicos que es ruda es con las autoridades y con los poderosos.

 

 

 

En honor a aquel increíble amigazo.

 

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La montonera de Serrat

14 Enero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Argentina frizzante

 

 

Hasta Joan Manuel Serrat, el mayor icono de la cultura comprometida española de la transición y para mi, de siempre, ejemplo de dignidad, de artista, poeta y cantante excelso, participó de una de las contradicciones más inherentes a la idiosincrasia, a la identidad del nacionalismo argentino desde la segunda mitad del siglo XX.
Serrat estuvo muy cerca de los Montoneros que lucharon en la época del gobierno militar de Agustín Lanusse desde la clandestinidad, gente muy interesante, intelectuales involucrados, antes de la época exclusiva y puramente extremista. Incluso pasado el golpe de 1976 mantuvo el nexo y fue muy solidario y atento con cuanta ayuda podía otorgar, brindó de su bolsillo dinero a los presos políticos. 

Sin embargo sentía una animadversión completamente razonada y razonable hacia Perón y aquello que lo rodeaba, incluso con la imagen de Evita por las estrechas relaciones con el franquismo más atroz que habían mantenido, en el caso de Perón llegando al extremo de ser el invitado al exilio de lujo del asesino de masas español y aplicado aprendiz de las teorías mussolinianas que alimentaron su posterior versión de la "tercera posición". No sólo desconfiaba, sino que como anti fascista al fin y al cabo, lo consideraba un serio enemigo al verlo como convidado de honor del dictador gallego.
No trataré este tema, pero me interesaba hacer hincapié en esta contradicción tan presente  en Argentina.
Y la falta de seriedad de ciertos sectores de la izquierda que por ganar apoyo populista, han ido olvidando paulatinamente hasta el acceso súbito de una rotunda amnesia, el hecho de que Perón, más que tener raíces en elfascismo, era amigo de los dirigentes del exterminio de masas fascista europeo. Aunque Perón no era una persona tan sencilla y eso descolocaba a Serrat y a más de uno, en ese exilio franquista recibía para dar instrucciones y escuchar de primera mano a los jóvenes militantes clandestinos peronistas de la lucha antidictatorial ¿qué pasaría por la cabeza del comprometido cantoautor catalán cuando veía que la Meca de aquellos militantes revolucionarios, no se encontraba en Moscú, en París ni en La Habana, sino en Puerta de Hierro, en la única capital europea dónde aún persistía el fascismo?

También Perón fue admirado por Fidel. Aunque declinó una invitación de éste a que se exiliase en Cuba, tampoco había porque llegar tan lejos para devolverle la simpatía al totalitario barbudo, ya que Fidel cuando era joven conformó una asociación de apoyo al peronismo desde Cuba, bastante antes del triunfo de Revolución y cuando los comunistas a Fidel le producían la misma urticaria que el trabajo, ello en realidad habla del rasgo más característico que ambos presentaron a lo largo de su vida. El Marxismo a lo Groucho.
¡No hay nada que no se pueda ni se deba hacer si la finalidad no es otra que mantener el tujes en el trono!


Decir peronista de izquierda es tan paradójico y contradictorio como decir: monarquía democrática, guerra pacifica o noche soleada.

El artículo y la canción siguiente son una belleza ya que versan acerca de una relación nunca ventilada ni demasiado comentada del Nano con una muchacha modelo y a la vez militante no violenta en la villa miseria. La canción es preciosa, yo no la vivo como algo relacionado con la política, con esa fase que a algunos nos causó un rasguño que penetró hasta sitios insospechados de nuestros ilimitados universos, dejando un tendal de fantasías, de miedos, frustraciones, borrosos recuerdos dispersos, algún que otro amor y odio y mucho olvido.

Sino que la vivo como un recuerdo agradable de mi infancia y de los años en que Serrat tenía una voz que amansaba a las fieras y despertaba a los anestesiados.

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La historia secreta de "La montonera”, una bellísima canción que Joan Manuel Serrat ha preferido olvidar. Es un buen día cuando aparece un nuevo número de Viernes Peronistas. Y también, un día perdido: imposible resistirse a la tentación de sumergirse en sus páginas (aunque técnicamente sea un fanzi...
  
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¿Monarquía, República....o Falange?

13 Enero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Europa Aorta

 

 

El caso de la monarquía en España es complejo. 

Por un lado es cierto que cumplen un rol supra partidista en un país que no ha abandonado la nostalgia por la riña de una mitad contra la otra. Y es cierto que Juan Carlos mejoró mucho a su prosapia borbónica compuesta por esclavistas y sanguinarios latifundistas. Así como es destacable que su hijo Felipe se casó con Letizia, nieta de un taxista de procedencia progresista, asturiana de larga tradición irredenta. 
Pero también es cierto que es poco defendible una Jefatura de Estado conseguida única y exclusivamente a través de la cópula y posterior fecundación del óvulo que resulte en un embrión varón. Probablemente sea complejo defender esto como procedimiento moderno y sofisticado para alcanzar la cúspide de un Estado democrático, aunque el rey se mantenga al margen de las decisiones políticas. 
Uno tiene derecho a preguntarse: si no participan en ninguna decisión de peso ¿cuál es el truco? ¿por qué están ocupando el trono dado que muy baratitos no salen?

Claro, aunque sólo sea una persona la que se declare legal y penalmente irresponsable, queda de ese modo sentado que es una sociedad de castas, jamás será una sociedad democrática. 
Democracia y Monarquía etimológicamente son tan irreconciliables como Paz y Guerra. 
Pero el tema que nos ocupa es si resulta útil o no, y para dar respuesta a esa interrogante sobran las consideraciones fútiles como que es un Rey puesto por el dictador, sin dudas el mayor asesino de la Historia de España, pero es tan absurdo como desconfiar de que un cuchillo que segó una vida pueda luego ser útil cortando una naranja.
El temorcillo queda, para que nos vamos a engañar, pero de que puede cortarla, puede. 
Lo que no es aceptable bajo ningún punto de vista, es la hipocresía de la gente a este respecto. Hasta ayer todos eran felices mostrándose cortesanos incondicionales con el rey, de ahí mi respeto y simpatía por el periodista Eduardo Inda ya que cuando comenzó a denunciar el entramado del yerno del rey no se sabía si esa piscina a la que se estaba lanzando tenía la suficiente  profundidad, ni siquiera se sabía si tenía agua.  Cada artículo que se escribía criticando la Casa Real, cada opinión vertida sobre el anacronismo de la corona, encontraba todo tipo de obstáculos incluso a los niveles llamados a ser los menos conservadores. 
Si aceptamos como modo de gobierno una corona liderada por un rey descendiente de reyes, no nos podemos mostrar anonadados por una cacería, es lo mínimo que deberíamos esperar de un Borbón y Dos Sicilias.  Si quieres un dirigente pequeño burgués, un abogado de clase media o un proletario no aceptas ser liderado por las casas de Battenberg, Tudor, Windsor, Orleans, Saboya  o Borbón. 
Pero la gente con tal de no aceptar ninguna responsabilidad es capaz de echar las pelotas más inverosímiles afuera de la cancha, conducta de una sociedad adolescente. 
Hoy parecemos sorprendidos de que a un rey le guste el dinero, el poder, las joyas, los diamantes, los cuadros caros, los palacios, las cacerías, las coronas. Bastante bueno nos salió Juan Carlos para lo que han sido sus predecesores.
Incluso muchas veces ha contrastado su amplitud mental en ciertos temas de actualidad con la de algunos gobernantes ultra conservadores, proverbialmente reaccionarios. 

Aquello que ya está preparado, agazapado, esperando para reemplazar a los viejos monarcas no necesariamente lo mejorarían por sistema. Cabe recordar  que el fascismo mussoliniano inventó la tercera vía, el nacional socialismo sentía desconfianza hacia las casas reales europeas y el falangismo tenía profundas raíces antimonárquicas, e incluso anti borbónicas, como en el caso del general Prim.

 

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Identidad culinaria, calzón musical

12 Enero 2014 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Relax

 

 

El otro día estando circunstancialmente entre unas personas con las cuales no existía otro nexo identitario que nuestro aspecto antropomorfo, la misma cantidad de dedos en pies y manos, la nariz, los ojos y no sé bien cuantas porciones cerebrales en cada uno, decidí hablar de música en lugar de hablar del clima, más que nada porque llevaba diez días lloviendo y no había habido en el firmamento el más mínimo cambio que permitiese un comentario, no digo sagaz, pero al menos aceptable cromosomáticamente hablando.
Era el tipo de gente con que te ves atrapado súbitamente en una cola que se estira más de lo esperado o en una reunión inevitable de padres de los niños de la misma aula.
Sólo el anuncio a meses vista de una de esas reuniones de padres puede ocasionarme urticarias y espasmos de cuerpo de guardia, al amasar la idea de que deberé intercambiar sonrisas, gestos, escudriñar en el baúl de las mayores gansadas para encontrar el tema adecuado, poner caras de asombro ante la más absoluta imbecilidad, como que el niño de la chillona la ha dejado alucinada con la voz que tiene: 
- No sabéis como cantó en la fiesta de navidad!!!, espera, espera, que creo que lo tengo grabado en el móvil!
O que el salame repeinado marido de la flaca ojuda que se pasa diez pueblos con el teñido amarillo patito de ese pelo de textura parrillera, diga:
¡ Bueno! y el mío??, este año lo pruebo en el Real Club de las Pelotas de Oro Patito, es que me ha salido un campeón, anda cariño, mira a ver si tienes grabado en el móvil el golazo del otro día!
Pero no era una reunión de niños, ni tampoco se trataba de ese tedioso momento, o mejor dicho rejunte de momentos, instantes, minutos interminables u horas de espera mientras los chicos se divierten en un cumpleaños festejado en una de esas áreas para cumpleaños con juegos, colchonetas, sándwiches, refrescos, en que hay una salita o cafetería donde todos los padres se reúnen a esperar a sus críos mientras engullen sandwichitos como condenados, gentileza del mismo propietario del bolsillo que soporta que hablen, sonrían, gesticulen igual que en la pre y post reunión de padres, pero por espacio de tiempo infinitamente más prolongado.
Esta vez sólo estaba en un bar con los integrantes de una asociación de compatriotas en el exterior. Pocas cosas crean la ilusión de pertenecer a algo importante y concreto de manera tan realista como este tipo de agrupaciones. Mencionar cualquier plato típico logra un tipo de acuerdo casi imposible de encontrar en otro ámbito:
-Uy, una milanesa a la napolitana!- dice uno y todos más o menos a una vez ripostan- ¡ Fa, que hambre!-sumándose incluso una vegetariana que sonríe no queriendo perderse su inscripción a ese supra pertenencia a ese mundo de Liz bajo l misma bandera que parece estar más allá de la especie, de la raza, de la circunstancia y de la existencia misma.
Se encumbra una empanada de carne cortada a cuchillo con huevos, perejil y pasas a una categoría que está más allá incluso que la de una de joya prohibitiva, algo que todos solíamos alcanzar con estirar la mano y ahora es sólo posible en el recuerdo, algo que nos distingue, porque sólo "nosotros" lo conocemos, y los demás no.
Lo mismo les pasa a con los cubanos y el arroz congrí y las masas de puerco,  incluso a los holandeses con sus infames papas fritas con mayonesa sus croquetas y sus oliebollen, los peruanos y su sancochado o el ceviche (aunque éste último sí que puede llegar a ser tan exclusivo como una buena trufa), y como cada pueblo con la excepción de los norteamericanos, porque ellos en todos lados encuentran sus ansiadas hamburguesas, el ketchup para sus pizzas de plástico y sus milk shakes. La sola mención en el exilio de uno de estos productos traslada al grupo a una ilusión de pertenencia comunal a la infancia de cada uno, a los gratos recuerdos de cada uno. Magia que se desvanece cada vez que uno tiene la oportunidad de visitar su país de origen y de sentarse a comer la recreada milanesa y el flan con dulce de leche, al mirar alrededor buscando la misma complicidad de allende los mares en el vecino de mesa, y constatar que cada comensal está sumergido en la pantalla de su móvil, en su periódico, en su servilleta, sin darle la más mínima importancia al regusto identitario de ese queso derretido sobre el pan rayado tostado que cubre el bife de nalga que conforma la añorada milanesa. 
Una milanesa que a diez mil kilómetros de distancia adquiere dimensiones estratosféricas, connotaciones culturales, vuelos a una fantasía soñada jamás acaecida, íntimos e intransferibles cantos a la Pacha Mama y a Babalú Ayé convertidos en comunales, compartidos en el lodo de la vulgaridad, de la inmediatez, de la nada por la nada y para la nada.
No quise hablar del tiempo y hablé de música. Entonces el mismo boludo de siempre, el que siempre quiere decir algo ocurrente, original, notable, me preguntó:
¿Cómo te gusta tanto el blues, si no sos afroamericano? Bueno, el boludo dijo.." si no sos negro"
Cuando le iba responder me di cuenta que habría preferido hablar del tiempo. recordé a mi maestra Etelvina, quien al ver como disfrutaba de un toque de tumbadora me preguntó lo mismo en Cuba, yo ni siquiera sabía como llevar con los pies el ritmo de una conga sencilla tocada con clave, sin embargo me subyugaba el guaguancó y todos los ritmos afrocubanos que había escuchado hasta entonces, ella, la misma maestra de matemáticas que cada día buscaba una excusa para propinarle un cocotazo en el hueso parietal a Lázaro Piña, diciéndole:
- Bruto, eres muy bruto- hasta que Evelio y yo nos cansamos y saltamos para defender a Lázaro que ya estaba aterido de vergüenza cada vez que la flaca pelirroja lo agredía como si no hubiese mediado más de un siglo desde la abolición de la esclavitud y aunque debimos ir a la dirección castigados por la afrenta a la maestra, jamás volvió ella a tratarlo así, porque entre las divisas que vendía la Revolución como exclusivas estaba la de la erradicación del racismo, y aunque de cierto aquello no tenía nada, sí se debía observar el cumplimiennto de ciertas apariencias de cara a la galería.
También me recordó a un envidioso, que unos años más tarde cuando hube aprendido a duras penas a bailar un poco, y me solté con unos pasos de rock'n'roll, me preguntaba en la mesa después de que las chicas me dijesen lo bien que lo había hecho, qué por qué me gustaba esa música si yo no era de la época de Elvis o de Berry. Le dije que también escuchaba Bach, Mozart y Beethoven aunque como podía apreciar tampoco habíamos compartido época. Esa vez me cebé con ese boludo consiguiendo las carcajadas de los que nos acompañaban. Me excusé con él diciéndole que tal vez yo le parecería un snob excéntrico, pero que me creyese si le confesaba que yo solía leer a Shakespeare, a Balzac, a London, a Pirandello, a Lao Tsé y a Mujica Láinez, aún cuando, siendo sinceros, tampoco había tenido la oportunidad de coincidir con ellos en sus barrios ni en sus colegios. 
Escucho música flamenca, del altiplano, de cada rincón de Europa, africana, y sí, en efecto, mucha música norteamericana. 
Para mi la cultura del siglo XX fue el jazz, en toda su dimensión no sólo musical sino de fusión multicultural, de incursión en el ritmo, por la necesidad de la descripción de las ciudades modernas. Cosa que podría haber hecho el tango, o el son, pero aunque los gustos culturales suelen quedarnos legados e impresos por su calidad no hay que esconder que suelen desembarcar escoltados por catapultas, cañones, porta aviones y muchas transnacionales. 
Entonces, cuando estaba más bien perdido, a punto de elaborar un razonamiento ante tal exabrupto que confieso me descolocó, aún titubeando, como cada vez que el susodicho boludo a tiempo completo sin aparente motivo suelta algún ponzoñoso dardo hacia mi capa epidérmica, vislumbré el camino más expeditivo y apropiado para explicarme ante él, ante Etelvina, ante mi, ante B. B. King, Elvis Presley y Chano Pozo.

-Es que soy negro.

 

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Génesis 3:16. II parte. Eva a Adán y al padre.

23 Diciembre 2013 , Escrito por martinguevara Etiquetado en #Europa Aorta

 

 

 

 

Tras el desfogue de exabruptos contra la actitud pasiva y la complicidad de buena parte de la población femenina respecto de la ley del aborto en España,  frente a un asunto que a priori les debería competer más que a los hombres, admito que he hecho énfasis en este aspecto de manera sibilina, para a partir de ahí poder comenzar a separar la ficción de la realidad.

Este es el riesgo que conlleva centrarnos en los tópicos que nos proponen de manera subliminal los poderes fácticos no oficiales, a lo que el marxismo leninismo llamaba el "diversionismo ideológico" el cual fue tan manipulado en Cuba para cercenar derechos al individuo, que a mi generación su sola mención nos causó un rechazo irreparable, pero ello no obsta para que el concepto comprenda un amplia muestra de maneras de lobotomizar a una sociedad, distraerla de su objetivo una vez que esta encuentra la llave para el cambio en su firme determinación por llevarlo a cabo, cubriendo todo el espectro de antagonismos sociales existentes, evitando por todos los medios que sean detectados aquellos únicos, donde ciertamente está situada la cerradura correspondiente a dicha llave del cambio. 

No es un asunto de mujeres contra hombres, de negros contra blancos, de castellanos contra catalanes, de proletarios contra profesionales, de capitalinos contra provincianos o de ciudadanos contra campesinos. Eso quieren que creamos y vienen lográndolo desde hace mucho tiempo, con una incalculable cuota de nuestro nada modesto aporte.

 

Aunque ciertamente nos haya dolido observar a las diputadas del Partido del Gobierno vitoreando esa ley de recortes de derechos fundamentales de las mujeres, oficiando de abanderadas y centinelas del machismo y la misoginia más abyecta.


Es un proyecto integral de sumisión, de explotación, de coerción de las personas. No existe un complot ni una conspiración previa al acuerdo tácito. Se da por descarte, quienes persiguen el dominio absoluto de las fuerzas de producción y de las voluntades ajenas, terminan confluyendo en el mismo punto sin necesidad de ponerse de acuerdo. 
Cuando cada uno de nosotros ejercemos una autoridad desmedida en nuestro entorno doméstico, desde ordenarle ir a la cama a un hijo retozón, o despertar a uno remolón para que llegue a tiempo al colegio, o para efectuar la devolución de un producto en mal estado que no quiere ser aceptado por el vendedor por ejemplo, utilizamos medios similares, confluimos en nuestro comportamiento en la más o menos modesta escala que nos corresponda, con los amos del mundo que nos tienen a bien darnos consuetudinariamente por las postrimerías.

"_ Dios te oiga"_ diría mi amiga Gema poseedora de una incorregible lascivia.

La ley del aborto como todas las demás leyes que se vienen aplicando a fuerza de mayoría absoluta, se legisla tras haber lanzado “globos sonda” para observar la reacción de la población, y se instaura como si se tratase de un monolito, al constatar que el terreno está absolutamente fértil para el desfalco y la siega a juzgar por la respuesta recibida de parte de la población. 

No es una ley de hombres contra mujeres, de hecho todas las mujeres votantes del PP y las esposas de los ministros y políticos favorables, la apoyan como apoyan la manutención estatal del misógino, machista y segregacionista adoctrinamiento de la religión católica a sus propios hijos e hijas en el colegio con cargo al erario público.

 En cualquier caso la lucha contra estas aberraciones no debe ser tomada como una lucha de las mujeres contra los hombres sino contra la mitad de hombres y la otra mitad de mujeres. 

Además de que en los matrimonios igualitarios son damnificados el hombre y la mujer por igual, el retroceso social es para todos, la bestialidad, el atraso, la escasísima altura de vuelo intelectual que nos propone esta línea de convivencia, es para toda la sociedad.

Ellos, se frotan las manos al ver que el ataque desde una equívoca pretendida mayoría femenina que aborrece la ley, se dirige contra una más artificiosa si cabe totalidad masculina que apoya dicho disparate.

 Igual ocurre cuando ven que los grupos concientizados y bien intencionados focalizan su lucha contra la explotación en una cuestión racial, y se pasan unos cuantos siglos de sangre sudor y lágrimas, para terminar descubriendo que no son buenas o malas las personas por su color de piel, ni por sus sexo u orientación sexual, ni por nivel cultural, ni siquiera por su procedencia social, sino única y exclusivamente por el cariz y la categoría de sus propios actos.

El proyecto de primero gastar, luego mentir, a continuación adormecer y al final aplastar a la población, no es llevado a cabo por una raza contra otra, ni por un género contra otro. Mientras sigamos gastando balas de cañón en matar mosquitos, la única opción real que tendremos de ver desvanecerse sus políticas anacrónicas, será que terminen ahogándose de tantas carcajadas que les cause nuestra infinita estupidez.

 

Pero al margen de esta reflexión, también ya va siendo hora de que de una manera natural poero categórica, Eva le plantee a Adán que si éste continúa empecinado de dominar a alguien acorde a los lineamientos del padre, que ambos vayan pensando en adoptar o comprarse un perrito.  Que bien nos vendría a todos.

 

 

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