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1 marzo 2025 6 01 /03 /marzo /2025 18:29

Una vez iba atravesando el parque Aguirre, como pisando huevos, hormigas, cucarachas, oh, eso sí era asqueroso, pisar una cucaracha sentir el cracksh y verle salir del interior la mucosidad amarilla Van Gogh, algunas la tenían verde Monet, el verde debía ser alimento recién ingerido y la amarilla, puaj, ya en proceso de cacona. De cualquier modo: al tema, iba cabizbajo quise decir, displicente, sin deseos de llegar a pocos metros de la entrada a la Anexa para no tener que sentarme en el aula y continuar faltando hasta los seis meses, iba casi caminando para atrás como años después caminaría Michael Jackson que por entonces cantaba María oh, oh, oh María. Con el rabo del ojo vi la habitual pandillita de muchachos sin camisa, en hora de escuela, olía a problema, o pojlema como dice la andaluza, uno, el mayor de todos estaba contando con un bisturí de cirujano, con el mismo que se sacaba punta a los lápices chinos, la barrriguita de un gorrión, otro le sostenía las alitas y el bichín intentaba decir algo con el piquito pero nadie entendía, ni sus torturadores ni los demás pajaritos de los frondosos arboles que poblaban el parque. Unos se hacían los sordos, otros los mongos, y otros los desentendidos. Fue superior al miedo que daba una pandillita de muchachos sin camisa a la hora lectiva y relativamente cerca de la Quinta de los Molinos de donde eran los Mao Mao. Me dije ¿serán los mao mao? Con minúscula, en ese momento el pingú era yo, no es que se notase demasiado en la bragueta pero estaba hecho un toletú.

-Eh, brother coño deja al bichito que no te ha hecho nada.

Quizás deba decir que tuve éxito porque vaya si lo dejaron, ipso facto, aunque de nada le sirvió a pobre gorrioncin, ya estaba todo despanzurrado. Lo dejaron sí y vinieron a mi. Lo cierto es que llevaban tiempos queriendo tener una oportunidad de meterse conmigo pero yo siempre, como un rugbier con la pelota avanzaba hacia mi destino esquivando obstáculos, si estaban en una esquina yo cruzaba por la otra, si estaban en el centro me pegaba a las paredes. Casi siempre eran varios pero aunque solo hubiese habido dos, el grande malo y algún guatacón, yo tomaba los recaudos pertinentes.

En la cuadra vivía Camilo, el mejor amigo de Gerardo que era el hermano mayor de mi amigo de la niñez, Fernando. Alguien le avisó a Camilo y bajó con el primer intercambio de golpes, yo en realidad saltaba y tiraba los golpes al aire con un cuidado milimétrico, quirúrgico, de no darle en la cara para no empingar más o lo que era peor, chotear, al abusador frente a su hueste. ¿Cómo cojones este argentino flaco, desgarbado, del Habana Libre, que se cree masacrador de cucarachas me va a interpelar por estudiar la anatomía de un gorrión cagarruciado?

Camilo solo habló y los muchachos se retiraron, él era mayor, y aunque era pepillo, también era guapo, por eso Gerardo lo tenía de amigo, entre otras cosas. Es que seamos sinceros, no era fácil ser del Habana Libre y tener que ir cuarenta y cinco días al campo a esos albergues o a esas otras becas todo el año.

Al otro día en el Hotel me miraban con admiración, mi amigo Fernan me dijo "coño sacaste la cara por un pajarito, te felicito" de repente sentí que las chicas de los distintos países que acompañaban nuestras travesuras me miraron como a Charles Bronson o más bien como a Daktari. Camilo me había hecho un doble favor, me salvó de un tranqueo y me corrió la bola de pingú, lo cual si bien en la casi totalidad del tiempo era bola enfangada, en aquella tarde del parque Aguirre, guiado por no sé bien que ánima, se materializó con la dureza del diamante.

Ayer presenciamos lo diametralmente opuesto, el hillbilly calzonazos y el ratón suertudo de las Torres Trump se metieron con el bajito ciertamente gastarín Jack Flash de miles de millones y censor, pero acreedor de todo elogio referente a timbales, profesor de master acelerado en pingudencia, y tuvieron la suerte de no estar en un campo de batalla en el que jamás se los podría hallar, porque el bajito sin saco y corbata habría hecho champola de guayabitos con los dos titiris.

Ni aquel episodio aislado del parque Aguirre consiguió asentarme en la fama de fajador timbalú, ni ese papelón que solo califica a los dos abusadores de la cortesía hierática, le resta el mínimo ápice de valor al pedigüeño ucraniano del par de huevos pysanki.

 

Parque Aguirre

Parque Aguirre

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27 febrero 2025 4 27 /02 /febrero /2025 11:12

¿Qué dirían los medios y la opinión pública argentina, si la cabeza visible de un hipotético gobierno populista nacional, dentro de una misma semana lanzase junto a unos amigotes una criptomoneda estafando por 100 millones de dólares a los inversores, poco después se fuese, por ejemplo a Venezuela a participar de un show alcanzándole un machete a Maduro al chasquuido de sus dedos, y a su regreso al país, designase a dedo a dos Jueces partidarios para la Corte Suprema?

Sumando en la misma semana algún evento homologable al papelón que protagonizado en la ONU, de decir que Rusia no invadió ni siquiera incomodó a Ucrania, para no contrariar a los patrones Musk y Trump, aliado de Putin, habiendo invitado hace solo un año a Zelenski a la ceremonia de asunción a la presidencia, como invitado especial ejemplo universal de resistencia contra la peor agresión del siglo, según sus propias palabras. Panquequeadas criollas.

Es una época diferente a todo lo que habíamos conocido, si bien es cierto que después de Perón del '45 y su Tercera Posición nunca más las clases humildes argentinas, ni siquiera los obreros, volvieron a confiar su voto o su simpatía a las distintas vertientes de la izquierda “roja”, suplantada por movimientos peronistas sociales en los años setenta y tras 1955 por un sector de la intelectualidad. Lo cierto es que siempre estuvo muy lejos de arraigar un sentimiento de derecha diáfana, con un discurso explícito declarado en todo su espectro, elitista (los economistas libertarios), clasista (funcional no ya a la clase pudiente, sino al selecto sector de los más ricos del mundo), represora (descansando sobre disposiciones arbitrarias, censoras, correctoras de la conducta colectiva), cruel (partiendo de la premisa de que “la justicia social es un crimen aberrante”) esto como esencia, y después como barniz, unos modales ofensivos, bruscos, procaces, poblados de insultos de cancha y de tráfico, munido de novedosos símbolos ostensibles de la vieja ideología: motosierras, guillotinas, serruchos, más emparentados con la hoz y el martillo comunistas, que con los simbolos que otrora usasen los antepasados de extrema derecha moldeados en la idea de la disciplina y el orden.

La gente, en su condición de masa, está decidida a explorar hasta sus últimos rincones y consecuencias este espectro ideológico, esta expresión colectiva del deseo. Cada vez estoy más convencido de que en verdad, era un filósofo camuflado aquel mendigo que en una charla ocasional en la sala de fotografía del Teatro San Martín a donde acudía los días fríos a calentarse, me dijo:

"Solo a una cosa temo más que al pueblo, al pueblo unido"

 

Panqueque

Panqueque

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26 febrero 2025 3 26 /02 /febrero /2025 11:36

Unos años atrás, Christian, el caminante más tranquilo de toda la Antica Trasversale Sicula, un toscano que completó los seiscientos setenta kilómetros de trayecto con su misterioso perro Pilu, me preguntó:

-¿Es cierto que el actual Papa de Roma estuvo involucrado en la muerte del Che Guevara?

Me quedé de piedra, había escuchado todo tipo de versiones, de tergiversaciones, de suposiciones, unas más acertadas que otras, de disparates y de verdaderos hallazgos acerca del destino fatídico de mi tío, pero nunca algo que se pareciese a aquello.

-Ni la más remota idea- le respondí y lo invité a que desplegase su versión. Christian llevaba años en la meditación y en la vida espiritual, por lo que su explicación vagaba entre jesuitas latinoamericanos, el Vaticano, Krishnamurti u Osho. Pero aún así me pareció brillante que entre un pueblo y otro de campesinos sicilianos un místico de la Toscana me preguntase esto tan solemnemente, la pauta de lo que el hermano de mi padre había pegado en tierras itálicas desde su propia muerte la conocía y la que podría generar Bergoglio cabía suponerlo, pero no podía imaginar que la mística uniese a estos dos argentos de manera tan sorpresiva, como si hubiese que salvarlos de las consabidas famas de sus rasgos y dotarlos de una vida paralela donde pudieron hacer lo contrario a lo que los conmina el tiempo y el espacio de esta dimensión compartida.

Cabía cierta lógica ya que en los años sesenta los jerarcas religiosos y los comunistas eran irreconciliables, pero en la actualidad habrían encontrado un espacio en el que dar rienda suelta a pasos tangibles sobre los senderos de la actual aritmética mundanal.

Me pareció fabuloso, y nunca mejor dicho porque su imaginería o conexión con esos otros mundos conformaban una fábula sin moraleja, un Ave Fénix y un Unicornio, un Grifo y una Harpía.

Un Bergoglio que asistía a sus misas, a sus obligaciones del espíritu y mandamientos de la conciencia, de barrios obreros a villas miserias, primero en bicicleta, luego en transporte público hijo de la tradición jesuita de estar de cuerpo presente en los penares de la evangelización , querido por todo su barrio, sus parientes, los feligreses de sus parroquias a lo largo de su camino de ascenso en la pirámide vaticana, tan difícil en los años que le tocó no sólo por la lejanía sensorial más que geográfica del confín del mundo salvaje, a la Roma de los Borgia, sino por las corrientes tan distantes de la jesuita que dominaron la Iglesia en tiempos de Karol Wojtila y de Ratzinger.

Sin embargo el mundo de repente asistió a como se hacía papa, aquel ex novio de una mujer alegre, tan sorprendida como lo estaría yo, por su elección de la sotana y el camino del evangelio, ese amigo de cada fiel, de cada descarriado e incluso de cada hereje, involucrado en la critica social en el período de gobierno de Kirchner y Fernández, aquel simpatizante de San Lorenzo, uno de los clubes de fútbol más enigmáticos de la capital argentina, al cual adhirieron personajes tan variopintos, como Viggo Mortensen, Pappo, Emilio Aragón Milikito, y hasta se dice que la escasísima simpatía que a Borges le inspiraba el fútbol, estaba circunscrita al club del barrio de Almagro.

Hoy nos aproximamos al cabo de la obra en vida de este Papa latinoamericano, franciscano y Jesuita. La obra continuará creciendo según sean regados los simientes bien plantados, de lo hecho el balance no puede ser más positivo, amén de las lógicas criticas que acuna cualquier personalidad de tal alcance, por parte de pequeños sectores que no recibieron toda la atención que a algunos disidentes les habría parecido más adecuada o justa. No sin olvidar que Wojtila y Ratzinger no sólo visitaron también Cuba, sino que Wojtila fue el Papa de Gorbachov y su Perstroika,  y que desde los Cátaros la Iglesia no experimenta tantos mea culpa, ya por la pedofilia y abusos a menores, por la crueldad conque ha sido tratada la homosexualidad o la cercanía al dolor que provoca la miseria producto de la avaricia de quienes pueden acaparar cada vez más.

No sé si recuperó feligresía, eso le tocará a la institución analizarlo, pero claramente que a la gente movida por un afán de justicia, de concordia, de paz y humanismo sobre el planeta, le llegó de manera diáfana el estímulo emotivo de su palabra, de su evangelización, acompañada del ejemplo coherente, la humildad en su vida cotidiana renegando de los fastos del Vaticano.

 Mi hijo me comentó en una ocasión “Francisco es el Gorbachov de la Iglesia”, me gustó el aforismo hecho expresión de deseo. A mi se me pareció más a Ernesto. El culto a la persona en este caso más que asumible es insoslayable, cada papa resume y reúne toda la importancia de su época, una vez concluído su papado, el nuevo elegido con nuevo perfil, generalmente no continúa, incluso interrumpe la obra del anterior.

Y este seguro servidor, agnóstico más que ateo, pero en cualquier caso absolutamente alejado de todo dogma anacrónico, perimido, jerárquico y con serios sesgos misóginos, como cada una de las confesiones monoteístas, puede asegurar que desde que asumió Jorge Mario Bergoglio como 266º papa de la Iglesia católica, ha experimentado el mayor afecto y cercanía a una institución, que en estos años hizo gala de esfuerzos denodados por regresar al más genuino espíritu cristiano, de “sentir en lo más intimo cualquier injusticia cometida sobre cualquier ser humano en cualquier parte del mundo”.

 Cualquier semejanza con las palabras del icónico guerrillero  argentino en su carta de despedida a sus hijos, dejémosla para la interpretación del misterioso amigo Christian, apestando la tierra allí donde el perro Pilu, responsable de su conexión cósmica, sea tan bien recibido como el papa al lomo de Pegaso, o el espectro del comandante sobre su famélico Rocinante.

 

Francisco, el Gorbachov del Vaticano
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16 febrero 2025 7 16 /02 /febrero /2025 12:35

Sobre la participación del presidente Milei en la estafa piramidal de la criptomoneda, acaso la duda de su accionar ex profeso o la certeza del enriquecimiento ilícito de sus allegados sea lo único penalmente punible. Pero varios otros aspectos engrosan lo vomitivo.

Por ética y por estética un mandatario debe abstenerse de promover cualquier negocio particular.

Aun en el improbable caso de que el presunto perpetuo candidato al Nobel de Economía más erudito y preparado del mundo, hubiese pasado por alto el aspecto refulgente de estafa que pavoneaba el emprendimiento promocionado, tal como durante la primera hora de la invitación del presidente a sus huestes a sumergirse en el timo, numerosos ignotos replicantes de X, ex Twitter, advertían con sus mensajes de que no era una criptomoneda respaldada, que poseía todo el aspecto de "hit and run", aun en ese tan remoto caso, cabría cotejar con la Constitución y su esposa Lustitia, la legalidad de que el presidente de la Nación promueva un negocio privado entre sus seguidores. Y la investigación contaría con un extenso etcétera ¿a cambio de qué? ¿con qué fin? ¿cuanto conocimiento tenía de la operación? nombres de los allegados que participaron en la estafa y sobre todo identificar a cada uno los estafadores que se hicieron un Potosí en minutos. Porque lo que sí se sabe a ciencia cierta, es que actuaron milimétricamente coordinados: el lanzamiento de la criptomeda tuvo lugar minutos antes de la invitación del Presidente a invertir, y las cinco horas de demora en deslindar responsabilidades cuando ya se sabía de sobra el carácter usurpador, dieron tiempo a que invirtiese hasta el último crédulo. Le tocará a una adocenada Justicia determinar el carácter de la maniobra.

Incluso si todos los inversores hubiesen ganado y no habría acontecido la estafa, la bosta habría caído en el mismo corazón del decoro de la investidura presidencial ¿qué sería lo próximo? ¿"Compre galletitas McKay, más ricas no hay"?

Pero lo peor de todo este asunto no es ni la posible falta a la legalidad ni la más que sobrada afrenta a la legitimidad, sino el signo de nuestra era, la llamada a hacerse rico mediante la especulación. Lo diametralmente opuesto a las proclamas de hacer grande Argentina como en un idílico pasado industrial, calcado de la consigna trumpista “Make America Great Again”, igualmente materializada en ubicar como mascarón de proa del proyecto a Elon Musk, uno de los mayores especuladores de todos los tiempos, que así como el Caputo de Milei no se caracteriza por anarcocapitalista libertario sino como casta pura y dura, al inmigrante Musk no se le conoce que, como dice Trump que hará en EEUU, haya hecho grande a su país Sudáfrica. Ni un poquito.

 

Al final era Javi Depósito
Al final era Javi Depósito
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9 febrero 2025 7 09 /02 /febrero /2025 17:27

Pensando bien, creo que Karla Gascón no debería ser cancelada ni siquiera por sus manifestaciones de extrema derecha en X, ex Twitter, cuatro años atrás.

En primera, creo que si se cancelase a todos los xenófobos racistas y apólogos de la violencia contra inmigrantes, judíos en la Alemania nazi, afroamericanos en Estados Unidos, como hizo Karla, entonces podríamos discutirlo, pero claramente no es así, el cine estadounidense cuenta con varios exponentes de la ultraderecha, pero impunes.

Segundo, porque no estoy seguro de que aun en el caso en que censurasen a todos resultase ser una buena idea, excepto sobre declaraciones que llamasen a la violencia, que en el caso de la actriz, aquella en la que felicita a Erdogán por reprimir a los kurdos, o la que indulta a Hitler podrían hallarse en el límite. Viví en sociedades que reprimían las ideas, las sensaciones, las inclinaciones, cualquier cosa que no estuviese perfectamente alineada con el gobierno, y fue la peor decisión que esos gobiernos adoptaron.

Tercero, porque pienso que precisamente las emancipaciones son necesarias para que la gente pueda expresarse como mejor le parezca, los trans con la misma libertad que los derechistas, por ende no cabría reprimir a una persona trans de ultraderecha, que aunque hoy nos parezca un contrasentido, una aberración, es lo contrario, que toda una comunidad unida por su preferencia sexual sea fiel a una ideología política debería ser lo anómalo. Precisamente en un ámbito de libertad, cuando sus reivindicaciones respecto del género son oficialmente atendidas, la comunidad se atomiza respecto del voto, ora continúa ora se deslinda del progresismo según sus intereses de clase, no ya de elección del objeto sexual o identidad de género. Así fue que en Madrid casi toda la comunidad gay de Chueca era votante del PSOE de Zerolo, pero una vez obtenidos los logros reivindicados, quienes desean pagar menos impuestos, o no simpatizan con los pobres o los inmigrantes, u obedecen a gustos conservadores se sintieron más libres de votar a la derecha, mientras aquellos con aspiraciones de nuevas emancipaciones o de justicia social continuaron donando su confianza a la izquierda.

La izquierda no puede apropiarse de su publico meta como si fuese su capataz. Si parte de su masa social obrera una vez conseguidos los beneficios deseados, los inmigrantes una vez obtenida la legalidad, o los gays o trans ya protegidos socialmente deciden girarse a la derecha, por la razón que sea, se les tendrá más o menos afecto, gratitud, o confianza en su coherencia, pero de ninguna manera se debe juzgar su libertad de elección.

De ese modo quien se mantiene solidario, firme en sus convicciones cívicas y de progreso social, cobra un genuino valor individual, y no el que se le presume por pertenecer a un colectivo rehén de una ideología. Lo que sí sería conveniente es que casos como en el de Karla, no lo tuviese que descubrir una periodista de un colectivo afectado por los agravios, sino que declarasen abiertamente su inclinación xenófoba y racista, para permitir que cada uno elija, con la misma libertad, rechazar o aceptar ubicarse a su lado.

 

Karla y el derecho a ser facha
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18 enero 2025 6 18 /01 /enero /2025 20:11

Zac compró el mejor teléfono móvil de la flamante marca "Proof", con aplicaciones incluidas que le harían la vida un Edén de diversión.

El teléfono móvil era increíble incluso se podía comunicar por internet en el avión con una tarifa especial a través de los satélites sin contratar ningún servicio extra. El móvil era una academia, una universidad, enseñaba doce carreras, enseñaba historia del arte baile, pintura, escritura arquitectura, cine, teatro y música. Componía y creaba obras de teatro, era impresionante.

Un día Zac llamó a la compañía Proof,  la marca del teléfono, quejándose de que había una cosa que no podía ver, los reels de Instagram.

Proof le pidió a Zac que se lo enviara por correo a portes debidos con la promesa de repararlo de forma gratuita y si no enviarle uno nuevo. Al cabo de cuatro días tenía nuevamente su súper teléfono y devolvió el que le habían mandado de cortesía. Lo encendió comprobó que todas las aplicaciones funcionaban perfectamente fue a Instagram presionó el botón de play sobre una de las historias y comenzó a sonar un reguetón mientras los personajes que recreaban el mini vídeo bailaban frenéticamente. Zac se sintió contento satisfecho con el enorme servicio de la compañía, el video se repetía una y otra vez con una nitidez de sonido increíble. Cuando se cansó de ver ese reel, pasó con el dedo al siguiente y retornaba al mismo video del reguetón y los pepillos bailando. Al inicio le hizo gracia hasta que la décima vez salió del programa entró en Youtube, salió de YouTube y volvió a abrir Instagram, esta vez en cuanto se abrió Instagram comenzó a sonar el reguetón y salieron los primeras cabezas exaltadas de los saltarines Jack Flash. A esa altura Zac empezó a preocuparse, volvió a mover los dedos hacia un lado hacia el otro hacia arriba y hacia debajo de la pantalla, pero siempre volvía el mismo vídeo con la misma música y los mismos bailarines. En la medida que se alejaba del teléfono el sonido aumentaba y en la medida en que lo acercaba su oído el sonido disminuía, de manera tal que él siempre percibía la música con la misma intensidad.

Apagó el teléfono, lo reinició, puso la contraseña colocó el dedo para la huella dactilar y de inmediato comenzó a sonar el reguetón sin necesidad de abrir Instagram. Zac tenía más de media hora de retraso para salir rumbo al trabajo, y los nervios sensiblemente alterados. Volvió a apagar el aparato qué cerró todas las aplicaciones, oscureció su pantalla, pero no pudo librarse del reguetón, qué con el móvil apagado sonaba incluso más alto .

Zac sacó el chip el teléfono y el reguetón siguió funcionando pero cada vez con el volumen más alto entonces lo estrelló contra una pared de concreto. El teléfono sufrió notables daños pero el zurullo sonaba cada vez más alto. Maldijo, gritó, saltó sobre el móvil, le pegó con un martillo, con una maza, usó el serrucho para seccionar las partes que quedaron divididas, pero el reguetón insistía cada vez con más fuerza. Recogió todos los pedacitos del móvil de los cuales, de forma autónoma salía la misma parte de la canción y el retumbar del bajo, se montó en su automóvil y fue hasta el puente del río Curí, donde lanzó todo desde lo alto a la parte más profunda. Pero para su sorpresa no dejaba de sonar y aunque parecía provenir desde el fondo del río, cobraba vigor alrededor de sus dos oídos. Y ahora, además, habían vuelto a la vida los bailarines y bailaban a su alrededor invitándolo a acompañarlos ofreciéndole sus manos. Cuando miró sus cabezas vio que ninguno tenía ojos, las cuencas estaban vacías.

Comenzó a bailar al borde del puente de manera histérica y desenfrenada gritando como poseído por un demonio. Zac odiaba el reggaetón. Quizás, si lo hubiera amado, o al menos tolerado, habría resistido un día más antes de lanzarse detrás de los restos del teléfono móvil desde lo alto del puente a lo más profundo del río, para poner fin a aquel infierno.

Cuando había descendido varios metros bajo el agua notó que en la medida que más bajaba más alto sonaban los berridos repetitivos, entonces casi con el último aliento y aterrorizado ante la inminencia de la muerte, decidió nadar frenéticamente hacia arriba buscando la superficie "No me importa, dios, Jesús, perdóname, quiero vivir, como sea , con reguetón, con mil tambores, pitos, flautas, alaridos, pero no quiero morir hoy" rezaba para su interior mezclando el estruendo con sus plegarias.

A punto de desmayarse, Zac sacó la cabeza del agua e inhaló una profunda bocanada, continuó respirando con frenesí y comenzó a flotar sobre la superficie pidiendo auxilio a gritos apagados por el frío y la fatiga, cuando de súbito vio unas manos que se extendían hacia él, de inmediato se aferró a una de ellas y al verle la cara notó que aunque no tuviese ojos lo miraba fijamente desde la sombra en la oquedad de las cuencas. Junto a los demás tarareó el ritmo de la sugerente letra que ya se había hecho carne en él:

"Mami quiero tu cucu, dame tu tota, que rica tota, que rico cucu, para mí piru, pirulí"

Una vez en la orilla soltó la mano de su salvador, fue en busca de alguna rama puntiaguda mezclada con la hojarasca, la halló y se la clavó con fuerza en ambos orificios de la oreja, sintió como la punta atravesó los tímpanos, pero su capacidad auditiva se hizo más diáfana y clara, en cambio los ojos saltaron fuera de las cuencas por la presión de la rama, así que no tuvo más remedio que tomar de las manos a sus partenaires en el baile, y empezar a descubrir, como quien se alimenta del caracú de sus propios huesos, mediante una concentración exquisita y minimizando los demás sentidos, todas las bondades ocultas del reguetón.

 

Más perreo
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9 diciembre 2024 1 09 /12 /diciembre /2024 10:21

Nací en una familia atea y aventurera, no me bautizaron, por supuesto no tomé la comunión, ni fui jamás a misa, recién hace poco supe como es un padrenuestro. Habiendo sido descendientes de terratenientes explotadores de todos los recursos al alcance, sin embargo mi entorno era comunista a causa de un tío que se convirtió en la imagen del revolucionario del siglo XX rompiéndoles las pelotas a todos sus antepasados. Después yo mismo rechacé cada convencionalismo que apareció en mi camino, del tipo burgués o del corte comunista que al fin y al cabo terminan convertidos en lo mismo, y me aboqué a un modo de vida personal e intransferible, de rebeldía absurda, sin causa, ridícula para el entorno pero significativa para mi, con notas de lumpenaje, plena en hedonismo y un páramo en actividades de provecho social y personal. En contadas ocasiones en toda mi vida me abroché los botones superiores de la camisa, o usé ropa planchada. Menos las drogas inyectadas consumí casi todas y bebí la producción de un año entero de cualquier destilería competente.

Todavía me interesan más las historias de rebeldes, de iconoclastas, de contestatarios, de respondones, de revoltosos, de inconformes, de traviesos, de mataperros, de insurgentes. Pero no quiero saber quien se tira el pedo que rompe el calzoncillo, quien escupe más lejos, quien vomita la tarta o grita la mala palabra más altisonante en la boda o en la funeraria.

En la medida que ha pasado el tiempo desde que empecé a palpar el dulzor y la acidez de las notas de la inconformidad y cuando pude metabolizar sus reminiscencias, ha ido interesandome más leer las historias de quienes con aparente resignación, siguieron una vida convencional, de quienes aceptaron el rol que les fue asignado, que dieron el paso 3 antes del 4 y después del 2, que hicieron felices a sus maestras a sus abuelos, y que no llevaron ni una vez una nota de la dirección a la casa ni los fue a buscar la policía, ni los vecinos, ni los acreedores. Hoy quiero leer las intimidades de Ana María, de Juan Ramón, de Andrea, de Iván, de Daniel, de Bonafide, Gerardo, Mariano, de cada corbata bien anudada al cuello, de cada raya perfecta en viaje desde la sien a la nuca y de cada bombacha bien custodiada por la falda. Hoy me interesan mucho más las confesiones de sus anhelos, sus vanidades, de los deseos secretos y los materializados, las travesuras en los intersticios de esa apariencia de normalidad que no es más que una cortina que desde afuera parece impenetrable, y desde adentro oficia de parapeto para escudriñar todo sin ser percibido. Me interesan sus interioridades, los aromas, los recodos del gozo, la intensidad del clímax, la perversión y los placeres menos evidentes. Porque incurriríamos en un grave error si pensásemos que la rebeldía frente al destino, que el riesgo, que las descargas eléctricas que atestiguan la travesía por la tormenta, solo se encuentran en la estridencia evidente, en la manifestación procaz, en el trazo grueso, en el insulto soez frente al cofre de las promesas. Está en cada uno, en cada célula, en cada átomo, allí donde se produzca la supervivencia, la continuidad, todo lo que no esté muerto, combustiona con la contradicción, la dialéctica, la paradoja.

O acaso solo me intriga saber como habría sido mi andar por ese camino, ni paralelo, ni perpendicular.

Casi todo a lo largo de mi vida lo habría modificado con diferentes énfasis en la tarea, por ejemplo en la estatura menos que en el valor para la pelea, en la fuerza menos que en la determinación para usarla, en la imagen corporal y rasgos faciales menos que en la longitud y grosor del rabo; pero hay un conjunto identitario personal e intransferible, que siempre me ha hecho estar encantado de conocerme, y del que jamás habría modificado ni un ápice: mis pensamientos, ideas, convicciones, decisiones, mis dudas y mis amores.

Ese es mi universo, de lo único que estoy orgulloso y es todo que puedo legar.

Otra cosa que me he ido dando cuenta, o dicho desde otra perspectiva, que ha abordado mi acervo de conocimientos, es que el ego, al fin y al cabo, no sirve para absolutamente nada. Acaso sirva dedicarle tiempo a su reconstrucción para sanar heridas al amor propio, pero el tiempo justo. Todo lo que comemos, bebemos, tocamos, usamos, vemos, ha sido construido y concebido en colaboración, en conjunto.

Desde la simple calle, los autos, los edificios, las camas, la ropa, la carne, el pescado y la verdura, hasta los medicamentos y los más avanzados descubrimientos técnicos y científicos han sido materializados dejando en segundo plano el ego, priorizando el resultado de pensar o actuar en colectivo.

Y lo dice alguien que si se cae de su ego se hace trizas.

Gomina Lord Cheseline

Gomina Lord Cheseline

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25 noviembre 2024 1 25 /11 /noviembre /2024 01:17

El último grito de la moda ultra es la proliferación de ejemplares que se multiplican creando una masa informe de materia viscosa, que acusan por ejemplo a Robert de Niro y Meryl Streep de perversos comunistas depravados que profesan la doctrina Woke y en oposición, erigen a prócer avatar de su virilidad a Elon Musk, el magnate sudafricano (mal empieza MAGA) quien los salvará de un mundo de vampiros violadores travestidos, me hizo pensar que de la misma manera que apoyan echar a inmigrantes que hablan español de ojos marrones, simulando creerse de algún de pedigrí nórdico de Laponia, de la misma manera me pregunto si ese odio a los travestis, esa fijación con los gays y lesbianas no tendrá algo que ver con un rechazo a la más íntima esencia de su ser, de igual forma que sin dudas ni necesidad de espejos, en sus barrigas, sus estaturas, pieles, vecindarios y bullanguería en alguna hora del día aceptan su condición de hispanos, latinoamericanos e inmigrantes.

Esa obsesión junto a la carita “muñequil” de Musk, revela el deseo a punto de reventar las puertas del armario y salir disparado con un tutú de ballet, una tanguita a juego con corsé y ligueros, implorando urgente la primera mandarria que ande alzada por el barrio, mucho antes que una expresión virilmente masculina, atendiendo al axioma "dime de que alardeas y te diré de que careces".

Además traigo una mala noticia para la ultraderecha como para la pseudo izquierda actuales. Si a algún sector no pertenece la cultura "Woke" es a la izquierda.

Durante los setenta años de la URSS, todo su bloque hacia oriente y occidente y la conocida por todos nosotros "Involución cubana", los gays, lesbianas y ni hablemos ya de transexuales, eran tratados como la peor basura, humillados, marginados, estigmatizados, encarcelados, incluso asesinados. Y las organizaciones revolucionarias de izquierda que luchaban en diferentes países por la toma el poder, consideraban una perversión inadmisible el ser "afeminado" o "marimacho" en caso de las mujeres, una debilidad limitante para aspirantes militantes comunistas. Sin embargo en el área capitalista, en ciudades como San Francisco, en EEUU, en París,  en el Soho de Londres, capital del país creador del capitalismo, la cultura gay consiguió manifestarse como un modo de vida normal, no sin previas luchas cruentas para reivindicar su emancipación, habiéndose ganado la tolerancia y respeto de sus gobiernos.

Siento bajarlos abruptamente a la dura realidad: ser tan furiosamente anti  derechos del modo de vida que a cada uno le plazca así como de la expresión de su sexualidad, los emparienta de manera inexorable con Stalin, Mao, Pol Pot, el tío y Fidel “Guarapo” Castro Ruz y su encono con los afeminados elvisprelianos materializado en las UMAP, como antídoto corrector contra aquellas incipientes manifestaciones Woke, tan anticomunistas.

 

Represión policial a manifestación gay, exaltación de las UMAP campos de concentración contra desviados, Doctrina Woke
Represión policial a manifestación gay, exaltación de las UMAP campos de concentración contra desviados, Doctrina Woke
Represión policial a manifestación gay, exaltación de las UMAP campos de concentración contra desviados, Doctrina Woke

Represión policial a manifestación gay, exaltación de las UMAP campos de concentración contra desviados, Doctrina Woke

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22 noviembre 2024 5 22 /11 /noviembre /2024 14:02

Sobre el tema de Ana de Armas con el hijastro del dictador cubano puesto a dedo, lo único que puedo decir es que estético no es, eso creo que es compartido por todos incluso, sin conocerla puedo imaginar que incluso por ella misma si la situación fuese por ejemplo, de Salma Hayek con el hijo de un capo del narco en México.

Pero después meterse con ella es precisamente lo que jamás deberíamos hacer quienes estamos en contra de dictaduras, de formas autoritarias, de la obligación a un pensamiento único, de convertir en una expresión monolítica la conciencia colectiva de un país. Porque precisamente eso es lo que nos une, no si uno vota a x o a y, sino la libertad de pensar lo que nos de la gana cuando nos plazca.

Ana de Armas se dedica a la actuación desde su paso por la ENA, su emigración a Madrid, y su desembarco en Hollywood, en ese terreno es donde tiene sentido que se instalen las críticas. Si estuvo bien en un papel, si regular, si mal, la envidia que despierta en algunas focas o como le pone el chichón inguinal al más recatado de los pajuzos, en fin todo lo que forme parte de su profesión, ya que solo se dedica a eso. Y a vacilar.

Jamás deberíamos meternos con las ideas o la filosofía de vida de nadie, la intolerancia que se está viendo estos días con las elecciones de vida de la actriz, es calcada, exactamente igual, a la que mamaron del sistema que los denostó y les llamó gusanos cuando se vieron empujados a tomar la dura decisión de abandonar su país para siempre, y algunos creen que la manera de contrarrestarlo es copiar el mecanismo y acusar de comunistas a todo el que piense distinto. Lo que consiguen de ese modo es perpetuar el trabajo sórdido y eficaz, de Guarapo Castro, en la contaminación de la conciencia del pueblo.

Ni siquiera a Mirta Díaz-Balart la denostaron así, muy por el contrario siempre se la respetó y quiso desde el exilio más duro. Y eso que no era una noviecita de un hijastro de un puesto a dedo, sino la esposa y madre del hijo del gran dictador.

El único antídoto contra la dictadura y las infinititas formas que adquiere bajo diferentes barnices, es la tolerancia, la concordia, la inclusión y la convivencia.

Por supuesto esto no aplica para el novio, no porque ser familia de un represor, sino por formar parte de la dictadura, de la opresión, y disfrutar de vida de millonario con el dinero de un pueblo hambreado, reprimido, sin luz ni futuro.

Y por favor, conociendo como se las gasta Anita en la duración de sus noviazgos, no sean tan picúos de llamarle "familia" del dictador, este material le va a durar a la bellísima cubana, lo que dura un pedo en un canasto.

 

Las armas de Anita
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8 noviembre 2024 5 08 /11 /noviembre /2024 11:36

¿A qué época de EEUU se refiere Tronal Gump cuando hace referencia de hacer "America" grande otra vez?

Pocos votantes se informaron sobre cuando fue esa vez dorada a la que se refiere el ex y futuro presidente 47º, desde luego los llamados "hispanos", menos que nadie. A lo que un gran sector del gran capital estadounidense llama la America grande, es el imperio absoluto de cuando compartía la bola del mundo con la URSS, más allá de sus fronteras las reglas eran claritas y la división también. Dentro del país los afroamericanos antes de la firma de los Derechos Civiles por Lyndon B. Johnson derogando la segregación y después solapadamente, y para pesar de Malcom X, Huey Newton y Angela Davis se ocupaban como era tradición, del algodón y del pollo frito, mientras los blancos justos, los pobres y los valientes rompían los hímenes del conservadurismo con los movimientos literarios, poéticos, antibélicos, progresistas como los beatniks, los hippies y grupos politicos preclaros. Y eso que hoy llaman hispanos o aberrantemente "latino" haciendo rebotar en sus tumbas los huesos de Donizetti, Verdi o Bellini, eran los chicanos del sur, de varias generaciones de estadounidenses aunque aun conociendo y no saliendo de su lugar en talleres mecánicos, fábricas, campos de citricos y construcción. O lo que es más lacerante aun, esa America grande otra vez, era cuando entre 1930 y 1933 bajo la administración Hoover y ajustado a su voluntad, se deportó a aproximadamente medio millón de mejicanos, siendo el 60% nacidos en territorio estadounidense y habiendo entre ellos gran cantidad de niños, considerados mexicano-americanos. La motivación era mantener la pureza racial, motivo que  que hoy encuadra esa aberración en el concepto de "limpieza etnica".

No se equivoquen amigos noruegos del sur de Florida, los vecinos de Tronal Gump son white anglosaxon protestants muy ricos como él al igual que los invitados a la boda de su hija. A lo sumo la sociedad ya incluyó por la fuerza de su propio empuje y reivindicaciones, a los afroamericanos ricos, mayormente en el terreno del deporte, cine y música, en los mejores barrios, aunque aun ninguno sea bienvenido en las hermandades de Princeton y Harvard. A mi querido sub-sector "deglutidores de arroz con frijoles" fuera del nicho sureño de la Florida, ni está ni se los espera.

Esa ficción fantasiosa de que son la primera minoría en prestigio, es un buen principio para dignificarse y darse a respetar en la sociedad y poder cambiar de barrio, Pero en el norte del norte, los Sanchéz, García y Hernández de un metro setenta seguirán siendo los operarios de los Harrison, Miller y Taylor de cerca de dos metros. La America grande otra vez tomaron a Charles Bronson de ascendencia lituana para hacer de mejicano en el cine, y a lo sumo permitieron la entrada trinfal a Hollywood a un espectacular Manuel Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca, siempre que se rebautizase en inglés, gracias a los más de seis pies que lo emparejaban con Taylor más que con García.

De ahí mi felicitación por las elecciones a los blancos anglosajones protestantes que lo votaron, así como a los noruegos del Caribe, aunque a estos últimos les recomiendo encarecidamente por el parentesco y el afecto que me une, a partir de enero, si no es absolutamente necesario, no salgan de La Florida. Porque America grande otra vez, fundamentalmente y sobre todas las cosas significa: ¡Sin ti!

 
¿Charles Bronson o Huey Newton?
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