" />
Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
19 mayo 2024 7 19 /05 /mayo /2024 09:48

Los únicos puntos de unión entre Milei, Abascal, Meloni, Marine Le Pen o Díaz Ayuso, son los referentes al rechazo a la inmigración, al gasto en todo el espectro de asistencia social, desde la salud a la jubilación, pasando por educación y cultura, pero de ninguna manera el rechazo a vivir del estado, Abascal y Díaz Ayuso por ejemplo, no solo han vivido exclusivamente del estado, sino que uno vivió sin trabajar durante un año cobrando cuantiosas sumas de dinero procedente de impuestos (lo que en Argentina se conoce en lenguaje coloquial como "noqui" ya que solo pasa a cobrar los días 29, y contra lo que hay una cruzada del actual gobierno) y la otra enriqueció a su entorno familiar y marital con el erario público. Precisamente lo que Milei decía deplorar.

Un segundo rasgo los emparienta estrechamente, son de una superficialidad supina. Sus mensajes cuanto menos profundos, cuanto menos refinados, más raigambre encuentran entre sus huestes, acorde al signo de los tiempos. Cuando acusan a todo lo que no es ultraderecha de ser comunista, ellos saben que el comunismo es algo totalmente ajeno al siglo XXI, saben incluso que hubo una práctica fallida en el mundo de la realpolitik que degeneró en algo muy alejado de los postulados teóricos del comunismo. Y al menos Milei, conoce la rama económica del marxismo, y sabe que no hay un solo país donde se aplique, ni partido de militantes abstemios que hoy planteen las utopías de las ramas históricas y filosóficas. Lo saben pero les da mucho más juego llamar comunismo a todo lo que no es capitalismo del siglo XVIII, sin estado ni ninguna manifestación del estado de bienestar, que discernir, caratular, definir, invitando a sus votantes a acercarse a librerías, bibliotecas, escritorio o simplemente unos minutos al rincón del silencio para propiciar la riesgosa aparición del pensamiento. Nada que los aproxime, anime, instigue o sugiera un mínimo de ilustración. 

Tanto Abascal, como Díaz Ayuso sienten un profundo respeto, con diferencias en las reservas y discreción, así como en ciertos aspectos de forma, por Francisco Franco y por José Antonio Primo de Rivera, el primero fascista empírico y el segundo teórico, partidarios de una estatización únicamente comparable a la estatización comunista bolchevique de la dictadura del proletariado. La vida está compuesta de paradojas y contradicciones que permiten el desarrollo, el cambio, la metamorfosis, pero a niveles tan hiperbólicos solo pueden augurar caos.

En España existen residuales grupúsculos de anarcocapitalistas sin la más mínima intención de toma del poder, que por fuerza terminan integrados en partidos de derecha absolutamente estatistas, monárquicos (no existe mayor enemigo del anarcocapitalismo que la monarquía junto al comunismo), lo cual convierte las reuniones del por ejemplo, llamado Club de los Viernes, lo más similar al anarcocapitalismo en modo de agrupación en tierras hispanas, en un club que por fuerza debe terminar admitiendo a estatistas de renombre, o premiar a políticos como la mencionada Díaz Ayuso, quien solo conoce el estado como proveedor de su sustento y de los generosos emolumentos familiares.

Entonces ¿qué plantea, en que se basa y cuales son los verdaderos objetivos de una Internacional Libertaria, si reúne a personas de tan diversas convicciones frente al modelo de estado, de lo público y lo privado?

a- No aglutina a militantes o activistas que hayan rehusado del estado para su sustento.

b- No aglutina a militantes o activistas que rehúsen la manutención de monarquías parasitarias ni de instituciones religiosas improductivas.

c- No reúne a militantes que profesen respeto a una similar raíz ideológica o identitaria, dado el irreconciliable abismo que separa la economía de estado falangista, fascista, nacionalsocialista, con las teorías económicas de Adam Smith, Mises o Hayek.

d- No enfrenta el comunismo, habida cuenta de la inexistencia de estados, líneas de pensamiento, incluso partidos o movimientos actuales bajo esta doctrina.

e- No aúna criterios contra el socialismo económico , no aplicado en ninguna nación del primer mundo.

Nos va quedando la conformación de una Internacional que rellene el espacio vacío que dejó la Internacional Socialdemócrata, y que como globo sonda vaya auscultando, explorando, el humor social para implantar un capitalismo sin democracia, sin bienestar social, sin asistencia como el ingreso básico universal a quienes queden fuera de la esfera productiva, situación que incluso el multimillonario Elon Musk avaló y defendió; con un estado exclusivamente dedicado al terreno militar, de seguridad, de represión. Todo ello con el lema de la lucha contra el “comunismo/ Socialismo” como eufemismo del estatismo, y de la nueva izquierda y la agenda 2030, absolutamente acopladas al sistema capitalista europeo.

Y observando el cariz de los entusiastas fundadores, también me atrevo a pensar que salvarán de la quema al estado, un compartimento estanco para garantizar una "caja chica" amazacotada de impuestos con claves de acceso secretas para los exclusivos miembros del club.

 

Compartir este post
Repost0
17 mayo 2024 5 17 /05 /mayo /2024 20:31

La visita del presidente de la República Argentina al Reino de España sin tomar contacto con ningún representante de la Casa Real, el presidente, ni con ningún ministro, para acudir a un congreso de VOX que reune a la ultraderecha europea, para dar el puntapié inicial a la campaña por las elecciones europeas, se convirtió en un acto de injerencia en la política interna absolutamente innecesaria, totalmente inusual, que en cualquier otra época o en nuestros propios días con otros protagonistas, podría incluso haber desatado un serio conflicto internacional.

Dos cosas son llamativas del hecho, por un lado que Argentina convenga en mantener un dirigente de sus destinos, con un entorno como la canciller Mondino de tan baja estofa, en ninguna forma preparados para ocupar sus cargos, de modales barriobajeros, ofensivos, de un mal gusto supino, pero lo que es peor de toma de medidas peligrosísimas, en política interna y exterior. De la misma manera que el presidente argentino define como ratas inmundas a los gobernadores provinciales que no votan sus medidas, llama atornillado al poder al Presidente de España y corrupta a su esposa en suelo español. Creando un conflicto de carácter tan inédito como innecesario.

Pero más impresionante aun, es la respuesta de los nacionalistas españoles de la ultraderecha, que por ejemplo con AMLO, cuando desde México dijo que el rey debía pedir perdón por los crímenes de la conquista, se mostraron profundamente ofendidos por considerarlo una afrenta, sin embargo ante un insulto directo a la investidura Presidencial del Reino de España, no solo no condenaron con firmeza sino que rieron y azuzaron al ofensor para que continuase ofendiendo los símbolos nacionales.

A VOX lo podemos dar por perdido en el terreno de las formas educadas, de los valores democráticos, si bien no podemos aun llamarlos fascistas, sí cabe temer su parto más tarde o temprano; pero como sociedad no podemos admitir que el PP los siga cayendo en la peor chabacanería, en un lodo tan disruptor que no ofrece posibilidad de retorno. La sociedad entera debe exigirles conducta, comportamiento, exigencia de un mínimo respeto, por demás supuesto en toda relación protocolar. Además de algo de hispanidad

Y por último ¿de verdad los argentinos han decidido dispararse en el pie, o incluso en un órgano vital, permitiendo que al frente de sus destinos esté un elemento tan peligroso, tan poco serio, tan mala persona y pésimo profesional?

La falta de respeto aun mayor que a los españoles, fue a los argentinos. Venir a España a alinearse con la ultraderecha europea sin contactar con nadie del gobierno ni la Casa Real para agilizar, posibilitar, gestionar asuntos bilaterales entre ambos países es una afrenta grave, que además si existe parentesco entre naciones, estas dos son primas hermanas y mejores amigas, con una historia de asilos de ida y vuelta, españoles a Argentina a acallar el hambre, a refugiarse del genocidio franquista, y viceversa, argentinos exiliados de su dictadura militar y de sus diversas crisis económicas.

Aparte de la falta total de respeto y de profesionalidad protocolar, del insulto a España, a quienes más dañan es a los argentinos que comercian, trabajan y que vivien en tierras hispanas, así como a todos esos ancianos emigrados a la Argentina que todavía viven o a su descendencia claramente antifascistas.

Caminos peligrosos pero además muy feos.

¿Qué se logra si en la europeas gana presencia la ultraderecha?

1- Mayor concentración del capital en las mismas manos, trasvase de finanzas de lo público a las concentraciones de dinero privadas, no a las pymes ni a los nuevos emprendimientos.

2-Endurecimiento de las leyes así como del discurso de odio, de la violencia contra la población inmigrante.

3-Grave deterioro de salud, educación y cultura pública.

4- Como consecuencia de todo esto un embrutecimiento y empobrecimiento de la población europea que ora somete, ora rebela a los pueblos. Nunca se sabe, es una moneda al aire.

¿Qué gana Argentina con eso? Nadie gana nada. Ni siquiera la gran patronal. A no ser que la ensoñación húmeda sea que haya otra gran conflagración europea, en que Argentina vuelva a engrosar las arcas del estado con la venta de cereales y carne como ocurrió en el pasado. Pero sería demasiado retorcido pensar tan mal de los simpatizantes de Videla, Mussolini y Franco.

Baja estofa
Compartir este post
Repost0
16 mayo 2024 4 16 /05 /mayo /2024 16:03

In this time of ongoing global conflicts and environmental crises, we believe that the revolution we aspire to should center around peace and the restoration of the environment.

130 years after the Gobu revolt led by Jeon Bong Jun and Kim Gaenam, having arrived after tireless struggles of peasants, workers, intellectuals, to our comfortable democratic societies, the question we must ask ourselves is: are the problems that generated the classic revolutions already solved?

Each era of humanity was, and is marked, by some problems that are repeated throughout History and others that are particularities of the time. From the first migrations from Africa to the rest of the planet, to our era of scientific and technical development, which brought well-being but also weapons of mass destruction and environmental pollution.

The worst conflagrations and catastrophes of war or even natural nature are usually followed by generations more conscious of peace and solidarity.

Immediately after the war, even the winning side, given the “pyrrhic” nature of any martial victory, comes to the conclusion that a world in peace is the only way to understand the future. Generally, after a second generation, the conviction in peace remains healthy, a third generation begins to move away and ignore the value of what was obtained, and in the next generation an indomitable characteristic trait of the human species emerges, autophagy. The destruction of our own work

 In this instance, frequent phrases begin to be said such as “with peace you don't eat”, “with democracy you don't live” and others like that, although these are not immediately accompanied by a drive for conflict, it do fertilize the ground for any spark, however minimal, to trigger again, the point of the vicious circle to which so many people, swore never to return.

Let's see what four famous figures thought about the war:

Already since the 5th century BC. Sun Tzu, who was a strategist before a tactician, said: “Complete victory occurs when the army does not fight, the city is not besieged, the destruction does not continue for a long time and, in each case, the enemy is defeated by the use of strategy”.

For Kant, nature uses war for the evolution and progress of humanity, but at the same time the imperative of reason rejects such degradation of man: war threatens the freedom and dignity of men.

Tolstoy in War and Peace about the Napoleonic French invasion of Russia wrote: "War is something so terrible that no man, especially a Christian, has the right to take responsibility for starting it."

Carl Von Clausewitz mentions that war is not an isolated act, it responds to political or economic objectives, to the character of the intervening nations.

Althoug, it is true that the repetition of this cycle can be observed throughout history in a natural way, it is also true that marked economic and power interests, participating in it, perpetuate it. It is striking that we are capable as a species of eradicating diseases and overcoming all kinds of evils through experience, lesson, empirical knowledge, science and effort and yet the cyclical reappearance of the drive to exterminate the opponent, as means of overcoming differences, remaining perpetual, unscathed-

Armed conflicts of the most diverse nature surround us everywhere today, always with the same common denominator: pain, extreme suffering, death and destruction for the most humble human beings. Along with the war between Israel and Hamas in the Gaza Strip, and the Russian invasion of Ukraine, there are currently large-scale armed conflicts in Burkina Faso, Somalia, Sudan, Yemen, Myanmar, Nigeria and Syria.

Although the rest of the inhabitants of the planet live in peace, if we are contemporary with wars that stretch beyond what is acceptable, it is a conditional peace, held with pins, with borders that are harshly guarded, paranoid, threatened by very real ghosts.

¿But can we really say that we live in peace while thousands of human beings, identical in chromosomes to us, are cut to death while we eat our breakfast? Doubly no. Firstly, because the Earth is our home, there are no borders for the air we breathe, nor passport for the tomatoes we eat, in the same way any other human being is ourselves. The pain of innocent people suffering and perishing is also our pain. The resonances of that war will reach us in one way or another, it will come as gratitude or as reproach.

And secondly, because it is a deception that we are not participating in these conflicts, all the effort of work contributed in taxes, in capital gains, is involved in the disproportionate amounts of weapons to favor one or another interest of our governments, managed by the immense arms industry, in those certain wars, with purposes never fully declared or clarified.

Hence, our duty to embody the sentence: “one day they came for the reds and since I am not red I did nothing, another day they came for the blacks and since I am not black I did nothing, and when they came for me, since the others are not me, no one did anything” and to begin precisely by moving to do something. After the 20th century with its numerous and deadly wars that left an huge crater of desolation and a deep reflection on the construction of the world, we believed it was impossible to revive the lowest human instincts guided by greed, power, hatred and manipulation. of beliefs. There is no better life than that which comes from the exercise of good, nor better action than the one that helps others.

The work of raising awareness about the need for peace, as a way of life regardless of the problems posed by development, or precisely including it in its roadmap, must occur in all areas of education, teaching, family, work, community. We must be aware and make it clear that whatever the problem that reality presents us, solving it by eradicating the interlocutor will only increase and dilate it to a much greater magnitude. Eating the cannibal, in addition to being unseemly, is the least effective way to end cannibalism.

The aspiration to advance towards peace as a sustained and sustainable way of life, and not only as a period, an interval, or a stage, must be based on consciousness that starts from the individual to the general, the knowledge of the mechanisms that lead us to violence. Demand and pressure, through democratic participation, that our governments establish and comply with policies of coexistence, human rights, education in values at school age, the eradication of aggressive speech and a drastic reduction of the arms industry.

I think it is important to highlight and thank the exemplary effort that Korea has made and is making for peace.

The goal of violent confrontation is Victory; while the objective of the discussion with arguments is Progress.

Ecology 

Parallel to the pacifist awareness, a justified concern for ecology has been increasing. The environmental movement emerged between the sixties and seventies in the West, from the social denunciation of the domination of nature for development purposes. The environmental movement has three main roots: conservation and regeneration of natural resources, preservation of wildlife, and the movement to reduce pollution and improve urban life.

The word ecology was coined in 1866 by the German scientist Ernst Haeckel. The science of ecology as we know it today began with a group of American botanists in the 1890s. Evolutionary concepts relating to adaptation and natural selection are cornerstones of modern ecological theory.

In 1941, the American ecologist and forester, Aldo Leopold, wrote Almanac of Sandy County, a combination of natural history, scene painting with words, and philosophy. It is perhaps best known for the following quote, which defines his land ethic: "A thing is right when it tends to preserve the integrity, stability, and beauty of the biotic community.

At the beginning it was the affair of a small minority that the majority, even the well-intentioned ones, dismissed as eccentric. Left-wing parties and sectors defending the basic rights of humanity joked about the activists who boarded small boats and harassed large factory ships in defense of the whales, or those who went to the Brazilian Mato Grosso to demand the protection of one of the lungs of the planet, denouncing its deforestation.

In the sixties, several movements converged with certain aspects of environmentalism such as anti-consumerism, harmony with nature, which largely led to knowledge of the more ecological aspects of Hinduism and Buddhism, although it was more taken as an attitude, a matter of pose, was much more than a simple fashion, even today there are communities founded by hippies who live off what nature provides them.

But the social situation and the worsening of the world made the problem go much further than a position of resistance to consumption and industrial development

At this point I would like to say that it is curious, and not a little sarcastic, that today the descendants of those who caused the most damage to the environment in the world are the ones who teach how to take care of the forests and jungles, when there are, for example, the Yanomani of the Amazon. , who could better explain, empirically, how to coexist for centuries with the plant and animal environment.

Little by little, the consciousness born from the objective observation of the consequences of hyperconsumption, hyperdevelopment, oil exploitation, the growth of industry and urban centers, was finding paths that coincided with the objectives of the social revolutions, while Also environmentalism, the concern for the planet in the most tangible aspects integrated the quality of life of the workers, and the problem of poverty in all its degrees and the hunger produced by the speculation of food accumulation, but also deforestation. that cause the expansion of large conglomerates.

Poverty is a factor that triggers most environmental problems and is also present in many conflagrations. Poor populations impact the environment when they prey on the environment in search of resources to survive.

Impoverished populations need ecosystem services, which is why impoverishing dynamics are usually generated through the inadequate and disproportionate exploitation of natural resources, such as water, soil, fauna and vegetation.

Climate change: the most urgent problem facing humanity

It is a consequence of toxic gas emissions that began with the Industrial Revolution and has worsened decade after decade with the establishment of new industries.

Toxic gases produced by excessive global industrialization accumulate in the atmosphere, causing damage to the land, air and water. Climate change is not only an environmental problem, it is a social and economic problem that affects or will affect at some point everyone in the world.


The World Health Organization (WHO) estimates that 90% of humanity breathes polluted air and, consequently, requests a reduction in pollution to reduce the rate of respiratory diseases, thus avoiding seven million deaths per year. Contaminated water also causes significant health problems, in addition to five million deaths annually according to Oxfam Intermón.

The seas have become the planet's great plastic dumps. In addition, there are other serious environmental problems related to the oceans such as the deterioration of ecosystems due to global warming, polluting discharges, wastewater and fuel spills.

 8% of known animal species have already disappeared, while 22% are in danger of extinction due, above all, to the destruction of their natural habitats, poaching and the introduction of invasive species.

The growth of cities, which will have to house some 5 billion people in 2030, will be another of the great environmental challenges of the decade. The metropolises of the future will have to be compact, safe, inclusive, ecological and energy efficient, with more green areas.

Many diseases, such as cholera, hepatitis A and dysentery, are spread by drinking contaminated water.

Many hundreds of people die annually from unsafe water, the highest percentage being children under five years of age. The situation is global, but especially serious in low-income populations and with deficiencies in water services.

Forests are a natural help against climate change, since they can reduce global warming. The disappearance of tree species is increasing. It is said that more than 20% of plant species are on the verge of extinction.

Solid and liquid waste is discharged directly into the environment, mainly in water and soil. The absence of efficient waste treatment accelerates the short-term consequences.

Emissions from vehicles, including private cars, public and commercial transportation, planes, trains and ships, contribute it corresponds to 30% of the responsibility for climate change, since this type of pollution is considered one of the most powerful causes of the greenhouse effect.

Inadequate management of toxic waste and its impact on the environment Toxic waste is a global problem, in one way or another it affects water and soil.

As the adult fish population has declined, companies have ventured deeper into the ocean. There has also been a decline in the capture of young species of reproductive age or with a low population of specimens, threatening the survival of the species.

Environmental awareness derives from knowledge of our environment. A person aware of their interaction with nature understands the importance of acting in an integral and rational manner regarding their natural environment.

School and social environmental education programs play a fundamental role in the development of environmental awareness. It is not enough to make laws and regulations, it is essential to teach children and adults the impact of their actions in the short, medium and long term.

The causes of the lack of environmental awareness are the ineffectiveness of the transmission of relevant information, the sensationalism given to these issues, the lack of commitment of governments to raise awareness, the low levels of education and technological poverty.

There are individual measures that we can consider, for example: Acquire recyclable packaging.

Save electric energy.

Use less automobile transportation, bicycles are an alternative.

Avoid the use of plastic bags.

At a collective level we can assume these commitments: Spread the ecological message to raise environmental awareness.

Take action against deforestation.

Reduce gas emissions, inorganic waste and toxic waste.

Encourage reforestation.

Have we achieved a universal quality of life worldwide in the 21st century that makes it reasonable to abandon the classic objectives of revolutionary struggles? No, not at all, although the progress in rights and the achievement of high standards of living in a part of the world's population is evident. There is still misery, hunger and pain in the world, to consider it a finished matter. But we have so many priorities, without peace or a decent planet, no other problem can be solved, simply because we will become extinct.

Today the need for a revolution for peace and ecology is imposed as a priority. In which we play a fundamental role through our own contributions, through our position towards the powers in a vehement or assertive manner as the case requires. For which the formation of a solid individual and collective conscience is essential, in which each and every one of us is the protagonist.

Peace and restoration of the environment.
Compartir este post
Repost0
1 mayo 2024 3 01 /05 /mayo /2024 14:13

Hace unos cuantos abriles, no tantos como cuando explotó no se sabe bien qué e hizo un gran ¡Bang! aquel estruendo tan famoso que nadie pudo escuchar aunque sí ha llovido desde entonces, comencé a leer.
Yo creo que los lectores, no estoy seguro sobre si a los escritores, pero a los lectores sí nos une un trazo especial, familiar, casi diría distintivo, relativo a la especie. Tal como calificaría Hermann Hesse en el "Lobo estepario", al suicida,  no necesariamente aquel que lleva a cabo el acto, sino el individuo de una soledad danzante sinusoidal, que vive permanentemente con la hoja de la cuchilla próxima a la muñeca, así mismo el lector no necesariamente está leyendo todo el tiempo, los ofinistas seguro leen mucho más, los revisores de aduana, los empleados de correos, los de paquetería, nombres de calles, buzones, casillas de correos, membretes en los sobres, pasan ocho horas leyendo sin parar. El lector no. El lector va refinando con el paso del tiempo sus lecturas y pasando ocurrencias, novedades, brillos, por un tamiz que lo aboque cada vez más a encontrar las vertebras de la literatura, como el lugar exacto donde se halla la trufa no el árbol de referencia, sin dilapidar el exquisito tiempo en márgenes y artificios. Como si se tratase de presas de caza de un felino en la sabana donde habitan escasos recursos, perfeccionando la elección del objetivo, las tácticas de aproximación, para optimizar el gasto de energía en la carrera mejorando los resultados, como un cazador montañés que debe cuidar sus balas. Es decir el lector en la medida que aprende a leer,  tiende a invertir la proporción entre cantidad y calidad, siendo que por supuesto abundan los lectores que devoran de todo, pero aun en ese caso el énfasis se hace en los buenos textos.
Pues yo empecé leyendo de todo, y por las mismas razones que toda la familia de lectores, porque el mundo real que me esperaba cada mañana al saltar de la cama no era todo lo estimulante que resultaba para mis iguales, ya fuese de la escuela, del barrio, de la familia.

Así aparecieron primero los cómics más al alcance de la mano, Batman, Tarzán, el japonés Ultraman, Patoruzú y su versión infantil, Hijitus y Pucho de la revista Anteojito, predilecta de mi hermano menor, y todo lo que contenía la de mi preferencia:  Billiken. Los primeros libros sin dibujitos flanqueando cada texto fueron los de Salgari. Diría que durante la niñez soñé despierto gracias a los mundos de navegación, viajes, lucha, pulsión de justicia, dolor, amor, desesperanza, traición y lealtad, que me endilgó don Emilio. Sobre todo por esa característica tan única y suya de convertir los parajes más recónditos, los nombres más exóticos en lugares y apelativos familiares, de tal manera que Kammamuri, Tremal Naik, Yañez, Carmaux y Van Stiller, queden en nuestra mente tan fijados como el sargento García, Gaby Fofó y Miliki o Elpidio Valdés.

Después vino el exilio, los cambios, la reverberación de aquel remoto Big Bang o su segunda explosión pero esta vez en mi cabeza: Cuba. Colores, vegetación exuberante, descendientes de africanos, música de tambores, acento de chiste, enormes hoteles, trato aristocrático, un tío como Sandokan, como Tarzán pero moderno y trágico, y entonces leí el Último de los mohicanos, Colmillo blanco, Huckleberry Finn, La Tempestad, los crímenes de la calle Morgue, Autopista del Sur, La Metamorfosis, La casa tomada, La Intrusa, camino que inexorablemente me condujo al Quijote. Y entonces ya no pude leer nada que no fuese magistral. Entre mangos, ron y chicas leí a Don Alejo Carpentier, en honor a la verdad no me interesaba ningún otro latinoamericano, ni siquiera García Márquez, veía al Boom como a esos blueseros que ante un público blanco rico o los gitanos flamencos que en la cuevas del Sacromonte en Granada cantan para alemanes bordando de clichés sus indudables maravillas, para consumo de un público ávido de aventuras “chatwinianas” . Veía todo el camino del “boom” salpicado de enormes flores, verdor, situaciones disparatadas para foráneos, magia para viajeros, se me parecía a esas cuevas en el sur desértico de Túnez donde una señora enseña sus dependencias vestida de bereber con unas zapatillas Nike, sabiendo que la cueva, la situación geográfica, la señora y sus tatuajes de tinta del desierto son absolutamente reales, pero que no pasa nada por agregarle un matiz dramático con el fin de mejorar sustancialmente la propina a la salida de la cueva.

Entonces la literatura inglesa, británica en general y francesa, la poesía española e italiana, más Stefan Zweig, iban dotando de sentido los caminos de la vida que yo iba decidiendo tomar, entre enajenados, intensos, penosos, divertidos pero siempre contemplativos, como si estuviese tras un cristal viendo mi vida pasar desde otra existencia paralela, donde ya estaba convertido en un sociólogo escudriñador en actitudes tan autodestructivas como autocompasivas. Y por supuesto, como era mi propio auditor, nunca terminé el camino de la destrucción ni tampoco precisé de todo el esfuerzo de la compasión.  Hasta que conocí a Gladys.

Aquel encuentro además de dotar mi vida de muchos beneficios que perduran tan instalados en mi ser como la huella dactilar, me legó la grandeza de una literatura norteamericana distinta de la que yo había leído, Mark Twain, Ernest Hemingway, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, aunque directamente heredera de aquella. Y Gladys empezó por uno que la tenía absolutamente enamorada, Charles Bukowski. De ahí pasamos a Bret Easton Ellis, Raymond Carver, Ian McEwan y Martin Amis en representación de la madre patria allende los mares, y Paul Auster.

Más tarde vinieron Phillip Roth, Cheever y Jim Thompson para completar ese panorama. ¿estaría bien que metiese a Coetzee en esa vorágine? Mmm, no sé , si no terminaría metiendo a Amos oz Kenzaburo Oé, a Tabucchi, a todos los de editorial Anagrama importado en Argentina por Riverside y marca registrada de los snobs que nos creíamos parte de algo y, ya no tendría nada que ver con la introducción que me hizo Gladys, o acaso sí, quizás nada sea mejor que los afluentes.

Una vez leí “El país de las últimas cosas” en medio de los días aciagos aunque repletos de aprendizaje, vagando de un punto a otro de la ciudad en busca de abrigo, pan y techo, o de una ciudad a otra o de un país a otro del sur de América, en camiones de choferes que agradecían quien les cebase el mate, en los cuales aprendí a la fuerza que jamás hay que dormirse cuando un camionero te levanta en la carretera, no es tu chofer ni tu anfitrión y te lo hace saber en la primera estación de servicio “che pibe, despertate y bajate que hasta acá llegamos”.

"El país de las últimas cosas" llenó de felicidad al lector en esos días aciagos, como al sociólogo de la vida paralela que lo observaba, gracias a esas bocanadas de aire puro llegadas desde lo más alto de la cresta de la ola, aún con gotitas de agua perforando su pureza y ratificando su autenticidad, como había ocurrido con Netochka Nezvanova de Dostoievsky, narradas en primera persona como una mujer escritas por manos masculinas, pero en esos instantes, no de hombres, sino y sobre todo de su mitad madre, de su mitad curvilínea, de útero intuido, de senos atrofiados y clítoris híper desarrollado. Pero además el libro de Paul Auster, tenía un ingrediente extra que lo hacía a mis ojos todavía más increíble, contaba la carta de una mujer en un país indefinido intervenido por toda suerte de carencias y decadencias, el autor sin saberlo había hecho una fotografía de La Habana, de mi querida segunda tierra, de su "descascaramiento", la síntesis con el polvo, la ruina habitada. Junté unas rupias que no dedicaría a tabaco ni a ginebra y se lo mandé ipso facto a mi madre que había regresado a Cuba y allí resistía los embates del “período especial” aunque con otras premisas que el común del cubano. Mi vieja me respondió en una carta que le había encantado y me preguntó quien era ese escritor tan maravilloso, que había sintetizado dos aspectos tan ajenos a su persona en un libro, como ser mujer y describir una ciudad donde nunca estuvo: La Habana distópica. Tuve muchos desencuentros con mi madre a lo largo de nuestras existencias, pero en tres aspectos nos sentíamos muy próximos, como pareja de “truco”, en el sentido del humor, y en el análisis y el gusto por la poesía, y no son aspectos menores. Así que sentí una enorme satisfacción de que mi vieja hubiese coincidido conmigo en que había encontrado a un futuro clásico en literatura.

Con el paso de los años, me alejé de los albergues para cirujas, del alcohol barato y del caro también, de las drogas y de los pésimos almuerzos, cenas y de las pocilgas de mala muerte, aunque debo admitir, que paradójicamente con ello también me distancié de la catarata permanente de relaciones con mujeres bellas en su excepcionalidad, todo aquel amor de música ligera camuflado de sexo, de pasión por la médula espinal, por el desnudo integral sintetizando cuerpo, alma y creatividad; sin embargo me quedé con Pat, la mejor y más disparatada mujer que llegó a mi vida y me convertí en el protegido por el alcance de su fuerza, disimulado en la tarea varonil inversa, con ella por primera vez logré entender lo que era un ser socialmente útil, generalmente bienvenido, un proveedor, un trabajador, un consumidor, un padre, un ave en su amplia y preciosa jaula alejado de las cimas de las montañas más altas a la vez que del alcance de pico y garra de águilas y halcones. Una por otra.

En esta nueva tierra donde vinimos a vivir por azar, al norte de Madrid pero antes de llegar a la costa cantábrica, antes de atravesar la arruga que da un relieve abrupto al mapa hispano delimitando esa cornisa verde rabioso ora acariciado ora azotado por un mar norteño, melancólico, y aun alejada de la planicie implacable de la meseta, ese ínterin, el intersticio que es León entre dos Españas enfrentadas en geografía, de montañas heladas, viriles, de un recio gris coronadas de blanco, desprovisto del verde astur y de la monotonía castellana,  un día se anunció la premiación de un insigne escritor estadounidense, que todos debían leer. A la recogida y coqueta León, tierra de rica historia, de escritores, resultado de una mezcla de reyes, bribones, oficios, parlamentarismo, guerras y olvido, venía para ser homenajeada por Leteo, nada menos que mi amiga Gladys a través de Paul Auster o viceversa.

La premiación, su pequeño discurso, la aglomeración de gente, la inacabable firma de cientos de ejemplares, que se dio cita en el amplio hall de entrada del Museo de Arte Contemporáneo, fue tan llamativo que Auster expresó que nunca en su vida ni tras su éxito con la Trilogía de New York, había vivido algo semejante, que era más propio del ámbito de las estrellas del rock. Yo hice la cola solo para saludarlo, el que iba delante de mi le dio un ejemplar a firmar de  “El palacio de la Luna” que evidentemente no había comprado ahí por lo visible de su deterioro, Auster miró el libro, le miró la cara con esos ojos enormes, sonrió y se lo firmó. Yo podía haber hecho lo mismo con algún ejemplar suyo de mi biblioteca, aunque no con “El país de las últimas cosas”, que  lo tenía mi madre hacía unos años en el país de pertenencia.

Uno o dos días más tarde fui a tomar un café a la cafetería del Hostal de San Marcos, un magnífico edificio histórico leonés, que fue de todo, desde una imponente vivienda de magnate de época con la adecuada prosapia, hospital de peregrinos, caballeriza, a campo de concentración y de asesinato de civiles demócratas por las fuerzas franquistas ni bien se fraguó el golpe de estado que dio lugar la guerra fratricida española. La cafetería del Hostal, convertido desde hace décadas en Parador Nacional, uno de los dos de cinco estrellas, era perfecta, una síntesis entre la belleza del palacio, lo diáfano del espacio, y la sensación de bienvenida general a cualquier persona independientemente de su indumentaria y refinamiento, aun cuando claramente se tratase de un lugar exclusivo. Nada que ver con lo que han dejado hoy tras las inauditas reformas que padeció el interior del edificio en sus zonas para uso colectivo, censurando el disfrute del claustro, de los tapices, de las sillas altas de madera, de escaleras y salones, donde difícilmente podrían sentirse molestos los huéspedes por la afluencia de un acotado número de curiosos, en su totalidad respetuosos del patrimonio del lugar, de la intimidad de sus ocasionales parroquianos, el traslado de la cafetería y la reubicación en ese espacio de la recepción del Hostal, corona el cúmulo de despropósitos o de intencionales atentados contra el más elemental sentido de la estética. Pero bueno, cuando todavía era un lugar que invitaba a todos los leoneses, por algún eurito más, a tomar un café en un entorno de novela medieval, me levanté para ir al baño, salvé el pasillo estrecho que permitía percibir en su dimensión justa la condición de individuo mientras se lo atravesaba, antesala del pis o el número dos en el excusado, actos de carácter personal e intransferible a los mayores niveles imaginables. Y, antes de entrar yo al baño, sale con sus dos ojos como platos que me recordaron al jugador germano turco Özil, el escritor al que mi madre había condecorado con la distinción de perfecto perceptor del alma femenina. Ahí, en la incomodidad del instante pero también en la complicidad del aislamiento de los juicios agrios frente a cualquier posible papelón, sin pensarlo, como proveniente de un cañón que dirige un disparo ejecutado con anterioridad, lo abordé con un saludo que indicaba a las claras que la intención iba más allá de robarle los dos segundos indispensables para el  impersonal “hola”.  Entonces en mi inglés rústico más que rudimentario, de nutrido glosario y escasísima gramática, le pedí permiso para comentarle una anécdota que podía resultarle curiosa, le conté mi impresión de "El país de las últimas cosas", que casualmente sin saberlo, traduje de manera literal “The country of the last things” y para mi alegría me salió casi exacto como pude comprobar después para saber en que podía haber metido la pata. Le conté que mi madre vivía en Cuba, que se lo envié y recibí como si hubiese lanzado un bumerán y me hubiese retornado intacto, un feedback  totalmente satisfactorio. Paul Auster con esos ojos de Özil, sonrió, me pareció más un gesto amable que sorprendido por la anécdota, hasta que cuando iba por el medio del pasillo de retorno a su mesa de la cafetería, donde más tarde vería que estaba flanqueado por personajitos de a cultura local y la traductora, hija de Héctor Arce, un amigo de la infancia de mi padre, se giró y entonces sí me miró con una sonrisa más genuina y amplia a modo de saludo, como si mi inglés rudimentario tardase lo mismo en hacerse entender que lo que a mi me costaban esos chistes rebuscados de intelectuales ociosos, que provocaban la inexorable carcajada a destiempo.

Buen viaje Paul, te espera para un café Gladys, quien amaba Nueva York y París como tú, gracias por todo, tanto y tan bueno.

 

Compartir este post
Repost0
26 abril 2024 5 26 /04 /abril /2024 12:01

España en los últimos cuatro años ha alcanzando niveles de empleo inéditos en veinte años, de ascenso salarial históricos, de concordia entre las sensibilidades nacionales; pero a la basura ultraderechista, tóxica, anti española, anti nacional, “odiadora” de todo y potencialmente asesina (ya lo fueron y con cientos de miles de españoles que pensaban distinto), han logrado, con la inestimable ayuda de una Judicatura muy en entredicho, “enmierdar” a la esposa del Presidente, que a esta altura cabe destacar, uno de los escasísimos políticos honrados de este país tan familiarizado e indulgente con la corrupción. Y tras años de noticias falsas fabricadas en medios poderosos, connivencia de la Justicia y las fuerzas del orden con todo tipo de ataques mediante la conocida lawfare desde murmullos y bulos a interminables ataques físicos en la sede del partido, manifestaciones que con otro signo ideológico serían tomadas por "terroristas" , acusaciones a la esposa, ha decidido que no vale la pena el puesto, ni siquiera por el esfuerzo que ha estado haciendo para dotar la vida de los ciudadanos de la cantidad de derechos y dignidad conseguida.

Si Sánchez dimite, deberíamos tomar cartas en el asunto, no sé como, ni hasta que punto de nuestras fuerzas nacidas en la indignación con semejante gota de atropello que rebasa cualquiera fuese el volumen del vaso, debemos decir basta de esta actitud de corderos, de cobardes, de sometidos y salir a dos cosas: 1) defender nuestros derechos, civismo, concordia, progreso de todo el pueblo. Y 2) Hacer frente con idéntico rigor pero con carácter didáctico en materia de modernismo, europeísmo, y búsqueda de la concordia, a un enemigo cruel, insensible, de procedimientos voraces e implacables, siempre al servicio de un exclusivo sector económico.

Me crié bajo el culto a la personalidad a un dirigente implacable y desarrollé un rechazo visceral, tanto a simpatizar como a seguir políticas personalistas, sin embargo este momento histórico requiere de todo nuestro apoyo no solo a la persona civil, sino a la investidura presidencial por una parte, y al proyecto que entre todos hemos ido acompañando por otra. Defender al presidente hoy no es culto a la personalidad, sino culto a la decencia. Quizás requiera de aquellos que creemos en el progreso, la inclusión y la concordia, que levantemos nuestras asentaderas del sofá y encaremos una participación activa en nuestra propia defensa.

!No al fascismo o a cualquiera de sus formas, de una y de todas las maneras!

 

Culto a la decencia
Compartir este post
Repost0
23 abril 2024 2 23 /04 /abril /2024 14:42

Estando en el cine viendo la película Civil War, cuando entre la poca audiencia que por suerte me tocó, dos parejas de amigos no paraban de hablar y me giré para sugerirles con mi mejor poco buen humor que hiciesen silencio, me embargó, como el abrazo mullido y sin angustia de una tía, el recuerdo de la frecuente, sana, divertida costumbre de ir con frecuencia al cine en La Habana. De las pocas que se podían disfrutar más allá de encurdarse en bares, malecón, casas o esquinas (costumbre también bastante sana, dadas las circunstancias).

Las grandes películas eran precedidas de larguísimas colas, ya en el Yara, Payret, Trianon, Jigüe, Riviera o 23 y 12. Colas de más de una cuadra, en que casi siempre se podía asistir a broncas a piñazos, patadas y mordidas entre colados y “empingados” con los cueles, que harían enrojecer de envidia a las mejores veladas de UFC.

Una vez dentro empezaba el noticiero del ICAIC de Santiago Álvarez. En una ocasión salí en uno de sus noticieros con mi amigo el Nene, nos sorprendió el entrevistador con su micrófono cuando estábamos en la parte trasera de un camión de basura y le dimos la nota, pero esa es una larga historia para otro post.

Se encendían las luces por segunda vez cuando acababa el documental uno o dos minutos y se volvían a apagar para dar comienzo a la peli o a veces a un corto animado que precedía al filme principal. Extraño esos cortos en lugar de las propagandas y los avances.

Si alguien de cualquier otro país, planeta o galaxia entrase a la sala durante la proyección creería que allí había acontecido un accidente, algún percance de alcance general, dado el bullicio, las charlas, las risas, el gracioso que gritaba "baja la cámara" en una escena semi erótica, o cualquier otro chiste de obligada obviedad a viva voz para solaz del auditorio.

Podía tocarte el asiento en zona de peste a meado, detrás o delante del típico pajuso que no podía faltar en ningún cine cubano, o al lado de la parejita que estaba casi templando. También podía tocarle al lado tuyo y de tu chuchi, a otro aguantando como apretaban al duro y sin guante, a bragueta y escote suelto.

Pero lo que más habría alucinado al marciano o al foráneo, es un espécimen de cine autóctono, estrictamente habanero: El amigo que ya había visto la peli y te acompañaba para contártela "échate lo que viene ahora, el tipo hace así y le mete un...."

A todo aquel que no fuese habanero le costaría entender dos cosas al respecto: que un tipo fuese a ver otra vez la peli para hacerle spoiler a los amigos, y más que nada, escuchar a los amigos diciéndole:

¿Asere, y ahora que viene?

 

Civil War

Civil War

Compartir este post
Repost0
19 abril 2024 5 19 /04 /abril /2024 23:19

Cada era de la humanidad estuvo y está marcada por unas problemáticas que se repiten a lo largo de la Historia  y otras que son particularidades de la época. Desde las primeras migraciones desde África al resto del planeta hasta nuestra era del desarrollo científico técnico que trajo bienestar pero también armamento de destrucción masiva y contaminación del medio ambiente.

A las peores conflagraciones y catástrofes de orden bélico o incluso natural, suelen sucederles las generaciones más conscientes en la paz, en la solidaridad, con mayor convicción en la reconstrucción mediante una ética que acompaña al desarrollo material, valores cívicos, colectivos.

En las guerras, incluso el bando vencedor dado lo “pírrica” de cualquier victoria marcial, bañada en sangre y destrucción, llega a la conclusión de que un mundo de paz es la única vía de entender el futuro. Generalmente tras una segunda generación se mantiene sana la convicción en la paz, una tercera generación comienza a alejarse y a desconocer el valor de lo obtenido, a lo lejos se recuerda el horror que llevó al “Nunca Más” , a través de monumentos, libros, filmes, testimonios de las pocas personas mayores que van quedando, y en la generación siguiente surge el indomable rasgo característico de la especie humana,  la autofagia, el fagocitar la propia obra. En esta instancia se comienzan a hacer frecuentes frases como “con la paz no se come”, “ con la democracia no se vive” y otras por el estilo que si bien no vienen acompañadas de inmediato de una pulsión por el conflicto, sí fertilizan el terreno para que cualquier chispa, por mínima que sea, desencadene nuevamente el punto del círculo vicioso al que tantas personas, libros, llantos y dolor, juraron no regresar jamás.

Ya desde el siglo V a. c. Sun Tzu que fue estratega antes que táctico, decía: “La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo y, en cada caso, el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia”.

Para Kant la Naturaleza se vale de la guerra para la evolución y el progreso de la humanidad, pero al mismo tiempo el imperativo de la razón rechaza semejante degradación del hombre: la guerra atenta contra la libertad y dignidad de los hombres.

Tolstoi en Guerra y Paz sobre la invasión francesa napoleónica a Rusia escribió: " La guerra es tan injusta y fea que todos los que la libran deben tratar de ahogar la voz de la conciencia en su interior ." "La guerra, por otra parte, es algo tan terrible que ningún hombre, especialmente un cristiano, tiene derecho a asumir la responsabilidad de iniciarla".

Carl Von Clausewitz define el objeto mismo de la guerra abordando tres partes: imponer la voluntad al enemigo, disponer como medio la máxima fuerza posible, privar al enemigo de su poder. Menciona que la guerra no es un acto aislado, responde a objetivos políticos o económicos, al carácter de las naciones intervinientes.

Ha sido más fácil teorizar o escribir tratados sobre la guerra que sobre la paz. Para la guerra se requiere dar rienda suelta al envión de un impulso convenientemente incentivado, en el terreno de la emoción. Para la construcción de la paz es necesario un arduo trabajo de reconstrucción, de tolerancia, de concordia, pertinente a la razón.

 Si bien es cierto que se puede observar a lo largo de la Historia la repetición de este ciclo de manera natural, también es cierto que marcados intereses económicos y de poder, participan de ello. Llama la atención que seamos capaces como especie de erradicar enfermedades y superar toda suerte de males mediante la experiencia, el escarmiento, el conocimiento empírico, la ciencia y el esfuerzo y sin embargo, la reaparición cíclica de la pulsión por el exterminio del oponente como medio de superar los diferendos, permanezca perpetua, incólume, indemne.

Por doquier hoy nos rodean los conflictos armados de la más diversa índole pero siempre con el mismo común denominador, dolor, sufrimiento extremo, muerte y destrucción para los más humildes.

Junto a la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, y la invasión rusa de Ucrania, en este momento se viven conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria.

Las guerras tienen como origen múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas, ideológicas, territoriales (por cuestiones históricas y estratégicas), religiosas, etc. muchas veces una combinación de estas causas.

Aunque el resto de habitantes del planeta vivamos en paz, si somos contemporáneos a guerras que se estiran más allá de lo asumible, es una paz  condicionada, sujeta con alfileres, con fronteras duramente vigiladas, paranoicas, que se ven amenazadas en la figura fantasmagórica del círculo vicioso de la venganza.

Pero ¿podemos decir realmente que vivimos en paz mientras miles de seres humanos, idénticos en cromosomas a nosotros, mueren despedazados mientras tomamos nuestro desayuno? Doblemente no.

En primera porque la Tierra es nuestro hogar, no existen fronteras para el aire que respiramos, ni los tomates que nos alimentan tienen pasaporte, cualquier otro ser humano es nosotros mismos, cualquier cuidado que tomamos por el otro es un cuidado hacia nosotros mismos, el dolor de seres inocentes padeciendo y pereciendo es también nuestro dolor. Llegará a nosotros en una forma u otra, vendrá como gratitud o como reproche.

Y en segunda, porque es un engaño que no estemos participando de esos conflictos, todo el esfuerzo del trabajo aportado en impuestos, en plusvalías, se ve involucrado en las cantidades desmesuradas de armas para favorecer uno u otro interés de nuestros gobiernos, u organismos supra gubernamentales manejados por la inmensa industria armamentista, en esas determinadas guerras, con fines nunca del todo declarados ni aclarados.

De ahí nuestro deber de hacer carne la sentencia: “un día vinieron por los negros y como no soy negro no hice nada, otro día vinieron por los indios y como no soy indio no hice nada, otro día vinieron por los judíos y como no soy judío no hice nada, y cuando vinieron por mi, como los demás no son yo, nadie hizo nada” y comenzar precisamente, por mover hacer algo. Tras  el siglo XX con sus numerosas y mortíferas guerras que dejaron un inmenso cráter de desolación y una profunda reflexión sobre la construcción del mundo, creíamos imposible la reedición de los más bajos instintos humanos guidados por la avaricia, el poder, el odio y la manipulación de las creencias.

La palabra, el ejemplo, la denuncia, el humanismo, no hay mejor vida que la que depara el ejercicio del bien, ni mejor acción que la que ayuda al prójimo.

¿Hemos alcanzado a nivel mundial en el siglo XXI una calidad de vida universal que haga razonable abandonar los objetivos clásicos de las aspiraciones progresistas? No, en absoluto, aunque es evidente el avance en derechos y la obtención de niveles de vida en una parte de la población mundial, aun queda mucha miseria, hambre y dolor en el mundo como para considerarlo asunto concluido. Quizás lo que hayamos aprendido bien producto de la experiencia, es postergar la violencia como método, toda vez que aprendimos, que a no ser que sea absolutamente necesario en caso de defensa propia, la violencia solo genera violencia, en el corto, medio o largo plazo. Las únicas soluciones que permanecen, son aquellas conseguidas a través del convencimiento, de la ilustración.

El trabajo de concientización sobre la necesidad de la paz como un modo de vida debe darse en todos los terrenos de la educación, no solo en la docencia, sino en la familia, el trabajo, la comunidad. Debemos ser conscientes y hacer ver que cualquiera sea el problema que nos plantea la realidad, resolverlo erradicando al interlocutor, únicamente conseguirá acrecentarlo y dilatarlo en una magnitud mucho mayor.

Fagocitar al caníbal, además de poco decorosa, es la forma menos efectiva de acabar con el canibalismo.

 

Guerra y Paz. León Tolstói

Guerra y Paz. León Tolstói

Compartir este post
Repost0
10 abril 2024 3 10 /04 /abril /2024 17:59

El león estaba hambriento, divisó desde lejos, como todos los animales de la sabana, a la jirafa, esbelta, distinguida y distinguible, con su cuello y su andar grácil inconfundible. No era un león solitario, dirigía una gran manada, pero en ese instante paseaba solo por los dominios que había conquistado para su tropa, vigilando que todo estuviese en orden, que no anduviese otro león merodeando para discutirle el mandato. Eran seis kilómetros a la redonda así que entre el sol y el movimiento sintió el abrupto asalto de un hambre voraz. La jirafa también estaba pastando sola no había ninguna otra alrededor, ni ningún otro depredador, entonces el melenas decidió comenzar las maniobras para darse un buen festín, acercándose agazapado, con la panza pegada al suelo, el cuello estirado, dando pasos de algodón, hasta que estuvo a la distancia en que sabía que alcanzaría a la jirafa y se largó a correr usando toda la fuerza de sus extremidades, la jirafa ya había comenzado a huir, pero cuando estuvo a tres metros el felino dio un salto de vertigo y prendió las garras a los cuartos traseros del artiodáctilo mordiendo el nacimiento del rabo. La jirafa comenzó a dar saltos como los del caballo cuando intentan domarlo, alternándolos con patadas traseras, para espantarse al hambriento rey de la selva de encima. Al cabo de seis o siete brincos el león quedó convenientemente acomodado en la misma postura que solía usar con sus leonas, y la jirafa sintió el mismo roce que solía caracterizar sus encuentros íntimos con el jirafo, de manera tal que de forma paulatina fueron cambiando los saltos bruscos, por contorsiones cada vez más suaves, hasta que el rabo de la jirafa quedó hacia un lado, entonces el león retiró las uñas de su abrazo al cuerpo de su preso asiéndolo con las patas. Se le puso el nabo endurecido, enrojecido, húmedo, el miembro del rey de la sabana a la misma altura de la vulva ya empapada de la mamífera más alta del planeta. Sí, él tenía como a seis leonas para él, y ella a todos los jirafos de la manada, pero en cierta manera se dieron cuenta de que la novedad les abría un apetito que jamás habían experimentado en sus escarceos maritales, de repente sintieron el envión de un placer desconocido en la variedad, situada en el contraste cromático y sensorial que ejercían las manchas en las nada despreciables nalgas de la jirafa y en la mullida melena del león y su voz ronca, y aunque pudiera creerse, por razones obvias, el problema que aparecería cuando ella le pidiese la lengüita o un besito en el cuello detrás de la oreja, sin embargo incluso esas mismas inconveniencias, acaso producían un mayor afán en la vehemencia del acto, protegido del bochorno y el resarcimiento frente a los suyos por la soledad, en la certeza de un secreto compartido por siempre por interés mutuo. Una vez concluido el frenesí que estremeció un universo interno que ni el león ni la jirafa habían conocido, cuando la sangre volvió a recorrer las venas del felino a una velocidad razonable, el león se preguntó si no procedía continuar con sus instintos de fiera, miró a su partenaire y observó esas piernas largas, los glúteos firmes, el cuello de princesa y volvió a percibir rigidez en su entrepierna, a su vez la jirafa alzando el rabo indicó que estaba más que lista para una segunda ronda. Con la nueva amante era diferente que con las leonas, allí en su manada él mandaba y solo debía preocuparse de su placer, pero la jirafa esperaba sincronizar los orgasmos, exigía paridad y cierta proporción en la entrega y la recompensa. Los días siguientes en las extensas llanuras africanas los encuentros se hicieron más frecuentes, tórridos, explosivos, exploraron cada rincón del deseo, ese que tantos seres confunden con el amor.

Cosa que nunca y siempre les pasó al león y a la jirafa.

El león se aficionó a probar este curioso reemplazo por la cacería en la persona de la cebra, de la antílope, aunque se le dificultó con la hiena por su el marcado carácter de su fragancia y con el búfalo por su escaso sentido del humor.

A todo esto las leonas estaban más fieras que nunca y cazaban cuanta jirafa y cebra encontraban, casi con la única condición de que fuesen hembras y le guardaban para el león jefe de la manada el trofeo y un poco de carne. Una tarde, en los ojos sin vida semicubiertos por párpados con enormes pestañas, en una de las cabezas que las leonas le habían dejado, reconoció en la pupila fría, en el brillo apagado, a su bella amante de la sabana, y habría podido jurar que por una última vez, ella desde un algo en su nadedad, lo exhortó:

-Ruge amor.

Amor difícil
Compartir este post
Repost0
26 marzo 2024 2 26 /03 /marzo /2024 15:03

Es curioso y hasta gracioso, que gente de particular concepto sobre la coherencia, haya tenido la audacia de decirme que tengo razón en mis criticas a Cuba, pero que esas criticas habría que hacerlas "adentro de casa", como en voz bajita, que no se entere nadie para no dañar la buena fama engañosa de los valores revolucionarios, para no desmantelar la fantasía en la que se recrean para aliviar sus culpas hedonistas y ocupaciones codiciosas, antiguos coquetos con las utopías transformadoras, hoy panzones con bolsillos repletos pero aun conservando algún detalle distorsionador de la identidad, en la barba o el bigote, la desprolijidad en el último botón de la camisa o el descuido en la pintura en el frente de alguna de sus propiedades.

Y es que Cuba, claro, fue faro de lucha contra las injusticias en los años sesenta, mientras cimentaba y consolidaba las propias de la dictadura del proletariado, que al poco tiempo ni del proletariado ni del campesinado ni de afro descendientes ni de ninguno que no hubiese disparado un tiro en la Sierra o en su defecto, que no haya tenido medalla olímpica de chupamedias de Guarapo y sus secuaces. Pero es cierto que en toda América Latina, buena parte de África y Asia entregaron sus vidas valientes luchadores con la idea de cambiar las relaciones brutales de explotación vigentes, y lo hacían con la virgen marxista leninista del Caribe liderando la proa de sus emprendimientos. Continuó aun una vez muerto el Che, abandonado a su suerte en cualquier tierra alejada de los nuevos pero absolutos dominios de su ex amigo de postín, tras la década infame, la zafra del 70, el alineamiento incondicional con lo más burocrático y menos revolucionario de la URSS, la brutal represión a todo elemento distraído por costumbres pequeño burguesas, tales como disfrutar una canción de rock'n'roll o usar pantalones ajustados, "de movimientos feminoides y elvisprelianos" como dijo Guarapo en un famoso discursos en el cual alentó al pueblo a denunciar a estos peligrosos hedonistas o directamente hacerse cargo de ellos con sus propias manos, como ocurrió en cada barrio, en cada esquina, en cada pueblo Revolución: "aquí no queremos pepillos desviados sexual ni ideológicamente" gritaban las masas en un lenguaje más coloquial, ávidas de ver colgados de los timbales a esos elementos desenfadados deseados por sus esposas y esposos. Continuó pero ya con menos fuerza propia, con decenas de intelectuales entusiastas en un inicio con el proyecto y desencantados con la cárcel, prohibiciones, fusilamientos, abusos, y sobre todo dificultad para opinar, crear, pensar, con líneas de izquierdas disidentes del estalinismo primero, del “Jrushoismo” y “Brezhnevismo” más tarde, soltándole la mano a la ya no tan flamante, ilusionante y justa revolución cubana. Y entonces necesitaron del apoyo de toda la propaganda "fake" posible, como toda mentira medianamente eficaz, basándose en medias verdades, alabando la educación gratuita, medicina universal, que no hubiese niños viviendo en la calle, etc., cosas que eran ciertas aunque comportando un gran coste para la autoestima en la vida cotidiana, que una vez alojado en el hipotálamo garantiza una sociedad de autómatas, pueblos enardecidos, contaminados por el odio, la envidia, la vigilancia permanente ante la amenaza de gozo y solaz del prójimo. Dentro de la isla todos sabíamos que todo era mentira, y afuera también pero todavía se podía esconder con unos cuantos agentes muy bienvenidos en "casas de visitas" donde en las mañanas elogiaban la perfección de la sociedad igualitaria y, en las noches conocían el tan cacareado en en todo el mundo, embrujo enigmático de la mulata, que revitaliazasen los cantos de Carlos Puebla y Daniel Viglietti en las almas nostálgicas de quienes, en sus propios patios ya habían abandonado todo romance con las viejas utópias, a lo sumo beneficiandose dentro de algun proceso demoagogo con pésimo disfraz de revolucionario.

Pero sobre todo,  que aquellos que por alguna razón supiesen y no comulgasen con los abusos, con el embuste llevado a la dimensión de burla, fuera de los límites del “caimán verde” liberados a su antojo, mantuviesen la boca cerrada donde no entrasen moscas.

"Eres negro, eres pobre, eres guajiro, sin la revolución nunca habrías aprendido siquiera a leer ¿cómo te atreves ahora a hablar de quien te dio educación, salud y arroz con gorgojos?"; "eres familia de un icono de la honestidad, del prestigio, del valor, de la humildad revolucionaria y por ello recibiste todo tipo de privilegios ¿cómo te atreves a correr las cortinas y abrir la ventana?".

La basura se saca por detrás, los trapos se limpian en casa, las violaciones entre parientes se resuelven en familia y las de los curas se saldan en Roma.

 

II

Me dijo:

-Me encanta volver a hablar con vos, me hacés pensar, reflexionar, sabés tanto de tantas cosas que me lleno de tareas. Solo te quería decir que creo que puede ser que en Cuba haya "algunos errores"

-¿Algunos errores en 65 años decís?

-Sí, pero creo que no es ético del todo debatirlo fuera de casa, esas cosas se hablan en casa, dentro, en voz baja.

Sentí como si toda la sangre me hubiese subido a la cabeza de un tirón, sentía que hasta las cejas las tenía rojas y calientes.

-Lo primero, eso es una agresión gratuita, vos desde tu comodidad, tus varias propiedades en distintos países, tu dinero, tu comodidad en la vida, tu costumbre de salir a protestar a todas las plazas y exigir que se te respete incluso que tires piedras a la policía, tu historial de trabajo en distintas publicaciones contrarias a los distintos gobiernos, tus viajes alrededor del mundo, tus criticas al gobierno argentino, no en casa, no en voz bajita, me vengas a hablar a mi de ética. Y si la vida no me habría enseñado a detectar a la gente jodida, tóxica y mala, para no obstaculizar su ruta hacia el inodoro, podría hasta significarme una afrenta de consecuencias indeseadas que lo hagas con esa cara dura.

Pero si querés te voy a dar un par de razones sin importar que no lo merezcas. Toda esa gente embromada, jorobada, emponzoñada tras décadas de inmovilismo, de opresión, de ideas obligadas combinadas con otras prohibidas, recuerdan que alguna vez en los inicios, sus mayores intentaron hablarlo dentro, como decís, en voz bajita y con mucho respeto, pero al constatar que nada cambió y que la mayoría de los que lo intentaron, corrieron suertes diversas desde la estigmatización al exilio o la prisión como castigo a tales confidencias, entonces decidieron que de ninguna manera debían hablarlo dentro de ningún circulo, y mucho menos de un circulo afin a los responsables.

-Oh, perdoname si te dije algo que te molestó.

-No te perdono ni te condeno porque no te juzgo, pero vos seguí por ese camino rico en hipocresía y mala onda, y dejame en mis sendas carentes de compromisos falsos, pretensiones ni simulaciones. Y ahora si querés andá pensar, a reflexionar.

O a deponer.

Los trapos se lavan en casa
Los trapos se lavan en casa
Compartir este post
Repost0
20 marzo 2024 3 20 /03 /marzo /2024 21:57

Cuando Poncio Pilatos supo que Jesús era galileo sintió alivio porque estaría bajo la jurisdicción de Herodes Antipas hijo de Herodes el Grande, Herodes convocó a Jesús, dada la obsesión de su padre tiempo atrás en encontrar al mesías entre los bebés de Judea, lo quería conocer. Jesús ya había dicho que era el Cristo, el Mesías, el hijo de Dios y el rey de Judea, pero no lo repitió frente a Herodes, entonces este se burló y se lo volvió a enviar al gobernador Pilatos, quien al tener entendido que Herodes no lo había condenado a muerte, lo condena a flagelación y a portar la corona de espinos como tormento punitivo, para concederle la libertad más tarde. Antes tuvo que consultar al sanedrín, una asamblea de sabios y rabinos que eran los encargados de juzgar los asuntos importantes. El sanedrín, que significa "sentarse juntos", al cabo de deliberaciones decidió crucificar a Jesús. Poncio Pilatos pronunciando su famosa palabras "ecce homo" (este es el hombre) reunió al pueblo y les preguntó que consideraban más apropiado, si liberar a Jesús y crucificar a Barrabás o viceversa, el pueblo enardecido gritó que querían crucificar a Jesús y liberar a Barrabás.

La crucifixión en sí era un tormento de los peores que aun hoy se conocen, los clavos no se hendían en la mano sino entre cúbito y radio casi en la muñeca, para que el cuerpo se sostuviese en lo alto todo el tiempo que durase con vida, los clavos o el clavo de los pies se colocaba arqueando las piernas para que el reo pudiese erguirse y tomar bocanadas de aire estirando su agonía horas o días según el aguante de cada uno. El día que Jesús fue crucificado, después que la multitud se disipó, comenzó a caer una lluvia copiosa, en forma de tormenta, los guardas que lo vigilaban fueron a resguardarse bajo una cueva y calmaron la incomodidad del clima bebiendo aguardiente hasta que entre la ebriedad y el sueño abandonaron la conciencia por un tiempo más que prudente. A falta de datos fiables hay versiones según la cual a Jesús lo rescataron sus seguidores, colocaron a un desgraciado ya muerto en su lugar y a él, moribundo pero aún con vida, se lo llevaron lejos donde fue curado, tras lo cual tuvo una vida en anonimato con toda la felicidad que su sabiduría y gran corazón podían granjearle y con todo el pesar que su inteligencia y su culpa podían garantizarle.

El cristianismo como religión pero también como doctrina de resistencia de la época, comienza a estructurarse a partir de la muerte de Jesús, cuando crece la versión fantasiosa entre la superstición y la superchería, de su resurrección, en una época de escasísimas respuestas a los fenómenos naturales reemplazados por la fe, la idolatría, el fetichismo. Es entonces cuando los apóstoles toman conciencia de las enseñanzas recibidas y deciden proclamar el evangelio de manera organizada, contando como libro sagrado a la Biblia, compuesta por el Antiguo Testamento, que reúne los libros de la tradición religiosa judía, y el Nuevo Testamento, donde constan la vida y enseñanzas de Jesús, los hechos de los apóstoles y las cartas pastorales de los primeros cristianos.

Las enseñanzas del Nuevo Testamento son casi exclusivas de la religión cristiana.

La iglesia católica apostólica romana fue fundada en 380 y así se incorpora el cristianismo al imperio que lo persiguió por sus ideas, por su sentido de justicia y del bien, que le dio caza, lo atormentó y lo mató de la manera más cruel, obviamente no porque era un adocenado Mesías, sino uno muy incómodo.

Resulta bastante evidente que esa Iglesia evitase difundir la verdadera tarea de Jesús, su indignación, su misericordia con quienes sufrían opresión, dolor, hambre, su palabra como arma en la predicación, y en cambio se centrasen en los aspectos mansos, sometidos al Dios Padre que por supuesto, tendría un emisario, un médium, un subordinado en la Tierra para hacer cumplir su voluntad, que no podría estar en otro sitio que en lo más alto de la pirámide del poder de dicha iglesia católica.

Sin embargo la Iglesia se las ingenió para explicar sin más rodeos y ambages que los estrictamente necesarios, que en efecto Jesús fue torturado de manera brutal para dar escarmiento a los valientes que quedasen en Galilea, y asesinado en la cruz para aterrorizar a cualquier futuro iconoclasta rebelde, un balde de agua a cualquier conato de intrepidez en estado embrionario, pero con un magistral giro de muñeca, explicó que fue un acto de amor y entrega al hombre, su criatura, de parte de Dios, acto en el cual el hijo es sacrificado en nombre del Padre por toda la humanidad.

Una serie de disparates tan absurdamente expuestos que al final, lo más lógico parecía ser tenerlos en cuenta como hechos irrefutables, y permitió, que sin desacomodar los principios de poder, entre los diez mandamientos y los siete pecados capitales se pudiese producir un largo período de progreso y convivencia bajo unas reglas verdaderamente modernas. Al menos hasta Darwin, Hegel y Freud.

A Jesús no lo mataron propinándole toda suerte de tormentos escarmentadores, porque decía que era el "hijo de Dios Padre", el Mesías, o el rey de Galilea, no. Si hubiese dicho todo eso y hubiese rendido pleitesía a Herodes y a Roma a través de Poncio Pilatos, habría sido coronado. Lo mataron por evangelizar con frases como esta que dijo a sus discípulos y repitió a lo largo de su vida, que hoy seguiría siendo subversiva, y le acarrearía no pocos problemas:

"Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos".

Por eso hoy cuando el mundo cristiano celebra la Semana Santa debe saber, que en realidad está rindiendo homenaje a un luchador que usó la verdad, el amor, el bien y la palabra, para derrocar cualquier templo construido sobre el miedo y la mentira y por ello fue perseguido y muerto. Deben saber que están festejando el poder de la palabra, que desemboca ineludiblemente en la poesía, la conciencia, como vehículo para encarrilar los mejores anhelos de la especie dotándolos de sentido, en el festejo poco importa si lo salvaron de la cruz y falleció anciano lleno de nietos, sabio, triste y feliz, si murió por las heridas causadas y la imposibilidad de respirar sodomizado por los romanos, y si ascendió o no al reino de los cielos. Cielo que en cada avance la ciencia, se sitúa un poquito más distante, unos milloncejos de kilómetros más allá de lo conocido.

Lo importante es la celebración de la denuncia de opresión e injusticias, el empoderamiento a través de la palabra, de la unión, el festejo de la firme convicción en el bien.  

Esa es mi Semana Santa.

Principio del formulario

Final del formulario

"Ecce homo" de Quentín Massys.

"Ecce homo" de Quentín Massys.

Compartir este post
Repost0

Presentación

  • : El blog de martinguevara
  • : Mi déjà vu. En este espacio comparto reflexiones, flashes sobre la actualidad y el sedimento de la memoria.
  • Contacto