De Jesús a Marx, de Moisés a Einstein
Ojo al piojo.
El hecho de que exijamos que el neo nazismo israelí sionista de hoy cese su masacre sobre la población civil de la franja de Gaza, no obsta para seguir manifestando una admiración incondicional de todos los aportes que el bagaje cultural e identitario del pueblo judío han legado a la humanidad en todos los órdenes en que interviene la inteligencia y sabiduría humana.
Desde el arte a la ciencia, desde la sociedad al comercio, desde la religión al estudio de las antagonismos en política, el pueblo judío a través de insignes e ignotos, innumerables individuos concretos en momentos cruciales de la historia, han construido buena parte de lo mejor de la civilización sobre la Tierra.
La puerta de la ficción
Las atroces peripecias en torno a Ana Bolena, su hermano Jorge, su tío Howard, Jane Seymour, entramadas en un inicio mediante la pericia del increíble Thomas Cromwell en torno al trono Tudor de Enrique VIII, conforma una historia de ascenso y declive a través de las miserias humanas, de una perfección elaborada por un ejército de artistas, guionistas y prolíficos actores. Presagiando las segundas partes de las obras exitosas, porque al cabo de veinte años de la ejecución de Ana, su hermano y sus supuestos amantes, sobre los cuales ella juró sin temor ya a una inminente muerte en la Torre de Londres, que eran invenciones de los conspiradores en su contra, que su único pecado fue poner en duda la fidelidad del rey, dar excesiva importancia a la merma de las atenciones del rey en el lecho conyugal, su hija Isabel, la causante de todos los dolores de cabeza al no haber nacido varón, resultó ser una gran reina y uno de los más firmes antecedentes familiares y de conducta de la recientemente fallecida Elizabeth the Second. Curiosamente Isabel I que fue declarada ilegítima hija de Enrique VIII una vez ejecutada su madre cuando ella contaba con solo dos años, gobernó Inglaterra e Irlanda por más de cuatro décadas tras haber disputado el trono con sus medio hermanas Jane Grey y María, a quien sucedió una vez liberada de un año de prisión acusada de conspiración, y como una sombra del destino, un certero golpe de puñal de Ana y Jorge desde el limbo de los injuriados, puso fin a la dinastía de los Tudor. Dio lugar al teatro isabelino de Shakespeare, la mayor victoria naval inglesa contra la Armada Invencible. También acogió al protestantismo y fundó la Iglesia de Inglaterra de la cual fue su cabeza, costumbre que se convirtió en tradición hasta nuestros días.
Cualquiera que se plantee escribir ficción, si desea tener una idea de a donde puede llegar la realidad sin ningún aditivo ni aderezo alguno, debe primero leer la historia de Ana, imaginar sus dudas, ilusiones y terror, la de Thomas Cromwell, riquísima, inagotable, desde humanista en Inglaterra a demonio en Irlanda, también ejecutado en la misma Torre de Londres a su debido momento gracias a la conspiración del propio Thomas Howard, tío de Ana Bolena que años atrás había obrado para la muerte de su sobrina, y de cada una de las dagas escondidas tras las cortinas de palacio que consiguieron, en el momento apropiado, hundirse en la carne.
En toda aquella historia, curiosamente la única Bolena que vivió feliz y llegó a tener tataranietos en vida, fue María, la hermana de Ana, que fueprimero llevada a la corte por su hermana y después desahuciada a los pocos meses una vez que se supo de su embarazo producto de amoríos con un joven apuesto del palacio. Alejada de tanta pompa en su destierro, llevó sin embargo una vida feliz, distante también de aquellas nutridas dosis, estimulantes para toda fantasía, de intriga, traición, avaricia y tragedia.
Moral doble en doble sentido
Intentar llevar una transparencia nítida obstaculiza conformar un personaje comercializable de rasgos fácilmente identificables bajo variables maniqueas, simples, de andar por casa. Cuando cuento todas las puertas de simulación, hipocresía, doble moral y deshonestidad intelectual que he rehuido abrir, me embarga cierto orgullo, aunque a veces cuando imagino como se vive detrás de esas puertas, me pregunto si no habrá que ser menos rotundo.
Pero cuando me remito a los inicios de mi descontento con los ceremoniales de obligado cumplimiento para ser aceptado y más adelante laureado en cualquier familia, medio, barrio, sociedad, me percato de que no podría haber sido de otra manera. Recuerdo conocidos, incluso familiares que mientras alardeaban de ser más comunistas que Marx y Ho Chi Min, callaban todas las injusticias a su alrededor en vistas a no perder sus privilegios. Los que eran familiares, incluso desoyendo las póstumas indicaciones del ínclito tío a partir de quien tuvo lugar toda esta aberración familiar de simulaciones, de inmolaciones, de impostaciones, quien dejo perpetuado su deseo de que "sean capaces de sentir en lo más profundo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo", haciendo énfasis en lo de "cualquier parte del mundo" no "excepto en Cuba", sino precisamente, sabiendo que vivirían y crecerían en la revolución, indicó que "precisamente allí donde viviesen". Lejos de sentirse incómodos con sus privilegios frente a los cubanos sencillos, fundaron empresas, bendecidas y promovidas por el estado revolucionario que había estigmatizado la acumulación de riqueza, que había echado a aquellos ricos que no había encarcelado o fusilado y que había estatizado toda la economía. Nuevas empresas camufladas en siglas eufemísticas, enriquecíendo a lacayos, mientras todavía incluso cumplían condena de cárcel al lado de violadores y asesinos, simples ciudadanos que habían sido sorprendidos con un billete de veinte dólares para comprarse un ventilador y mitigar el infierno veraniego. Algunos llegaron a hablar barbaridades sobre mi persona por denunciar los abusos de la dictadura, la traición de "Guarapo", apoyaron que no sea bienvenido en Cuba, como habían apoyado que me echasen de la isla por conductas sociales impropias en familiar de un comandante revolucionario. Sin ninguna vergüenza se hicieron desmesuradamente ricos con el sudor de los cubanos y además con jugosas garantías: carecer de competencia, inexistencia de huelgas, reclamos, ni reivindicaciones de ningún tipo. Hace años tras la publicación de un artículo en el Miami Herald y unas entrevistas en medios de Miami, decidieron quitarme la palabra, sin tener en cuenta acaso, que enriquecerse, crear clases sociales, es la manera más directa y eficaz de luchar contra el socialismo, de dinamitar desde la raíz el comunismo, y renegar del honor, del prestigio que le cabía a los viejos comunistas que morían por sus convicciones de construir una sociedad igualitaria, y de luchar contra la injusticia.
Lo curioso es que además de haberse hecho multimillonarios gracias a ser parientes de comandantes, en este caso uno que rechazaba festejar un cumpleaños de un hijo que no fuese con idéntico al que podía festejar el hijo de un trabajador simple, es que lo hicieron en el país "revolucionario", protegidos por un partido único y un sistema policial, usando la jerga comunista mientras ingresaban millones de dólares en sus cuentas bancarias, justificando las condenas de decadas de cárcel a gente con hambre que salía a pedir pan, estigmatizando a su propia sangre que ni estaba de acuerdo con enriquecerse de modo tan indecoroso, ni de ser cómplices de tanto abuso.
Lo curioso de todo esto es haber sido llamado anti comunista, agente de la CIA, servil al capitalismo, por estos bastardos, y hoy, por la misma razón, ser llamado comunista por ex chivatones, alcahuetes, chupamedias, obsecuentes, que mientras vivían en Cuba se callaban todo, iban a la plaza a dar vivas a Guarapo, denunciaban a sus semejantes en las reuniones del CDR, UJC, FMC, MTT, PCC, etc. para obtener prebendas y que un día, cansados de pisarse su extensísima lengua, consiguieron poner el mar de por medio y aparecer en tierras reconquistadas a noventa millas, donde la misma cobardía que otrora se requería para sobrevivir en Cuba, hoy se les requiere para obtener la simpatía de la nueva masa. Cero espíritu democrático, modificando el lenguaje solo en los sustantivos, de manera que en vez de “comandante ordene”, ahora dicen “mi presidente ordene”, en vez de "que se vaya la escoria, no los necesitamos, no los queremos", hoy es "que se vayan los mejicanos, no los necesitamos, no los queremos", en vez de llamar gusanos a quienes no sucumben al pasamiento único, al amor al caudillo, al llamado a la uniformidad, hoy le llaman comunista.
Para unos soy un agente del capitalismo y para otros del comunismo, siendo que precisamente los primeros son ultra capitalistas del estilo retrógrado y los segundos, alfiles del primer caudillo que los ponga en fila. Sus prejuicios, su mal gusto, sus barrigotas, su imagen decadente, por más barniz millonario que le echen de uno y otro lado, son tan vulgares como idénticos.
Pues no, detrás de aquellas puertas no había nada que valiese la pena.
Vegüenza hipocrática
Israel está reproduciendo el ensañamiento cruel sobre los palestinos civiles, que los nazis ejercieron sobre los judíos polacos en el gueto de Varsovia, sitiandolos, hambreandolos, llevandolos a una muerte segura. Gueto que visité, como a Auschwitz -Birkenau, y Dachau, el primer campo de concentración nazi, ubicado a las afueras de Múnich, fundado en 1933, siendo el primero con la inscripción en la puerta "Arbeit Macht Frei". Lugares donde fui a presentar mis respetos por los millones de muertos semitas, y para mantener la memoria de lo leído, que si bien no garantiza un Nunca más, sí previene de la indiferencia frente a la barbarie.
Al menos 8.500 niños han sido asesinados a bombazos, dentro de los veinticinco mil civiles que hasta la fecha perdieron la vida, más los que probablemente estén muriendo producto de las diferentes carencias. A tres meses de la incursión de Hamás denominada Operación inundación de Al- Aqsa, el asesinato de más de mil israelíes y el secuestro de unos doscientos, solo se sigue informando de este hecho, nada sobre la brutal venganza del ejército israelí sobre la población palestina.
Pero las razones de por qué no se informa en la prensa escrita y audiovisual Argentina, distorsionando la realidad, hay que encontrarlas en distintas razones. Por un lado la comunidad judía en Buenos Aires es realmente importante, una comunidad unida, conciente de su ancestral cultura, no menos ancestrales padecimientos y sólida económicamente. Y por otro lado y más importante es que Buenos Aires, sufrió dos terribles atentados contra la comunidad, uno en la Embajada de Israel causando numerosas bajas, y gran destrozo, y otro en la AMIA, el mayor atentado en la historia de América Latina, que percibí personalmente cuando vivía en Córdoba y Anchorena, no muy lejos y todo el barrio tembló el día del bombazo. Además de saberse que estuvo patrocinado por algún estado islámico, lo más duro para todos los argentinos, no sólo para los judíos, es que se entorpeció toda investigación para dar con quienes protagonizaron los hechos, practicando una complicidad manifiesta desde distintos gobiernos, y que aun hoy continúan sin esclarecerse los detalles de semejante acto de destrucción y terror como la identidad de los culpables.
A esto podemos añadir que el fiscal Alberto Nisman, con una vida de dandi, lo más distante de un pozo depresivo que se pueda tener idea, murió de un tiro en la cabeza el día antes de asistir a exponer sus convicciones sobre la autoría del atentado. Muerte que se cerró con la poco tranquilizadora carátula de: "suicidio". Caso sobre el cual, en vista de su esclarecimiento, se avanzó con la misma lentitud pasmosa que sobre la masacre de la AMIA.
También cabe apuntar que la oligarquía argentina históricamente fue antisemita, no eran bienvenidos los judíos en los clubes selectos de la sociedad, aun cuando cuya riqueza cumpliese con los requisitos requeridos. El caudillo Juan Domingo Perón y el movimiento que creó fue también poco receptivo con la comunidad judía. Durante el período de la II Guerra Mundial la Argentina en la mayor parte mantuvo la neutralidad, a grandes rasgos, el ejército era de tradición prusiana pero al mismo tiempo con un arraigado sentimiento anti británico, lo cual sumado a la tradición neutral durante la I Guerra y la Guerra del Pacífico propiciaron la neutralidad, hasta que las presiones en 1944 fueron insoportables y debió, casi al final de la guerra, en marzo de 1945 declarar la Guerra al eje. La fuerte inmigración alemana e italiana en el país propiciaba un apoyo pasivo para no condenar al Eje fascista. El Ministro de exteriores Enrique Ruiz Guiñazú durante el ascenso de Hitler, llegó incluso a negar pasaportes a judíos argentinos, y a su vez el diputado Enrique Dickmann investigó el intento alemán de apoderarse de la Patagonia para luego colonizar el resto del país. Hace mucho que la grieta es una marca registrada argenta.
Las simpatía y oposición al Eje durante los años de guerra fue compleja y tirante, en una Argentina con un importante panorama ideológico de gran diversidad cromática, sin embargo existía más unanimidad en cuanto al rechazo a los Aliados, incluso desde las posiciones políticas antagónicas, por el fuerte rechazo a Inglaterra y EEUU, aunque al final las presiones y el pragmatismo impusieron la alineación con este bando.
Una vez concluída la guerra cuando los oficiales nazis huyeron raudos en las pocas direcciones posibles, una de ellas fue la Argentina de Perón, muchos se establecieron en el sur del país. Como una mueca burlona del destino, a modo de fuste justiciero, muchos de estos criminales de guerra nazis debieron vivir durante años escondidos, humillados por el veredicto de la Historia, mientras observaban como la comunidad judía respetada y querida, se integraba, progresaba y se hacía fuerte e influyente en la capital del país.
Pero aún entendiendo la animosidad que puede embargar a la comunidad y gran parte de la sociedad porteña, el periodismo no debería ceder a la pulsión del embuste, la ocultación y la manipulación de las noticias. Sobre todo cuando son tan bruscas y no hay posibilidad de que el tiempo no termine dejando claros los hechos y sus cómplices. Aunque le supusiese un mayor, y en algunos casos comprensiblemente doloroso ejercicio intelectual, el periodismo debería entregarse a su juramento hipocrático implícito y practicar una profundización en el razonamiento para aproximarse al por qué, mucho antes que a la siempre esquiva y camuflada realidad.
El camino siempre es la verdad.
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Pink Floyd - The Dogs Of War - Delicate Sound Of Thunder (Remastered 2019)
Remastered from the original master tape recorded in 1988, included in The Later Years Box set released in 2019.
El amor, hermana, está a solo un beso de distancia
"Las imágenes que llegan hoy de Israel y Palestina son espeluznantes. Lo son también en la violencia diaria de la ocupación y el régimen de apartheid, que por desgracia no suscitan tanta indignación" Iñigo Errejón
Es necesario un alto el fuego inmediato, sin embargo la paz justa y duradera llegará cuando se reconozca el derecho palestino a la autodeterminación en su tierra adoptando medias de control por parte de organismos internacionales. Y cuando el pueblo y las autoridades y fuerzas armadas tanto palestinas como israelíes, entiendan que su principal cometido y deber es convivir y coexistir, que el mundo es algo más que un campo de batalla latente, cuando no en deflagración.
Ahora volveremos a ver la ayuda "desinteresada" a una de las partes en miles de millones de euros en bombas y cañones para tirarlas, mientras que otros avivarán las llamas del victimismo y el odio en la parte opuesta. Alimentar a uno de los dos monstruos solo contribuye a perpetuar el demencial derramamiento de sangre que cada tanto reclama, sedienta, esa tierra Santa. Basta ya de este círculo vicioso, de dolor, de odio, de muerte tan interesadamente azuzado por los criadores de perros de la guerra.
Balcón, sofá jardín
Viviría en esos cottages ingleses de techo de paja o de ladrillo a la vista, rodeado de libros y luz tenue
Viviría en una cabaña a veinte metros del mar Caribe, del Mediterráneo, en Baleares, Sicilia o Cerdeña, o en el paseo de Las Canteras en Las Palmas.
Viviría en un loft frente al Central Park, en Greenwich Village,em el Upper East Side amoblado por Woody Allen, y acaso en el Lower Manhattan, incluso en un adosado al inicio de Brooklyn. Sin mis queridas ratas.
Podría vivir en la torre de Plaza España o en los apartamentos del Four Seasons de Madrid, en Palermo Chico, puede que también en un Petit Hotel entre Barracas y San Telmo colindando con Parque Lezama, en Buenos Aires.
En el distrito 1 de Viena, al lado del Graben. O frente al Dam en Amsterdam, en Gamla Stam o en las casas de chocolate al costado de los infinitos lagos en Estocolmo. En un crescent en Bath, o en el barrio de Chelsea o la calle Belgravia de Londres. En Los suburbios de Portland, en alguna torre de Seattle o al lado del Pike Place Market. En Key Bizcayne, en Coconut Grove, o en Miami Beach entre la calle 30 y Ocean Drive y 67 y Collins Avenue, o en Bal Harbour, también podría acostumbrarme a Brickell incluso a la Sabuesera. Sin los adorados mosquitos.
Podría vivir en una clásica estancia en el campo de Buenos Aires, que huela a cuero, a caballo, a asado y a libros, preferentemente en Baradero; también en el barrio de Miramar en Cuba sobre la Avenida 1ª o 5ª entre 14 y 60 o en Santa María. Podría vivir en la Toscana, o entre la plaza del Duomo y el teatro de la Scala en Milán, podría vivir en el Algarve en Portugal, o en toda la costa de Cádiz y buena parte de la Malagueña. Podría vivir en la Costra Brava, en una Massía del interior de Girona o en Sant Feliu de Gixols. En una casa burguesa de Italia del sur de techos altos, tulipas venecianas y jardines misteriosos, en Bari, Brindisi, la Puglia o Calabria. En Beitostolen o en Bergen en Noruega, en Aero en Dinamarca, en Reikiavik frente al mar, en el pueblo Porvoo de Helsinki, en Marsella, en Bordeaux, en toda la Bretaña y buena parte de Normandía. En una casa tradicional japonesa con su jardín Zen en Kioto o en Nara. En uno de los pisos señoriales en León o en una casona de montaña con su chimenea y sus mastines al norte de la provincia.
Pero donde me derretiría por vivir es en un departamento paquetisimo con paredes y suelos irregulares de parquet tan impecable como gastado, vigas de madera noble a la vista, cocina poblada de cacharros de cobre, ventanales amplios, en el barrio Latino, en Trocadero, en Nation, Picpus, Boulevard Saint Germain, o en los Campos de Marte, decoración Woody Allen. Naturalmente en Paris, sin las mimosas chinches.
A different man
No puedo dejar de sentir una enorme compasión por el actor con neurofibromatosis Adam Pearson, y me da bronca de mi mismo, porque no es eso lo que espero de mi, no conmiseración, no lástima, sino respeto e indiferencia ante la diferencia.
Pretendo algo más de mi, cambiar nuestros parámetros y descubrir la belleza en otros matices, definirla en otros términos, para lo cual debemos empezar a buscarla con otros instrumentos y otra mirada estética indisolublemente ligada a valores éticos.
Acaso también en cierta forma ¿no fui yo un nene bobo a quien había que alimentar pero no dar demasiada bola, a quien los pibes debían evitar, porque era medio lunático, de respuestas raras, de reacciones inesperadas, impropias, desajustadas al ceremonial? siempre con un gran amigo, pero jamás aceptado por el grupo. ¿Por qué después me pervertí y entré por la puerta de servicio al mundo aceptado, a los manteles doblados y los tenedores a derecha?
Aquella sicóloga de piernas deliciosas que me hacía ordenar los cubos consiguió que pusiese los colores en una secuencia que afilada por ambos costados y con una punta criminal hirió seriamente mi mundo intransferible, mis olores, mis colores, mis amores y mis dolores, que hoy rescato en la medida en que pueda no irme de esta experiencia de los sentidos, sin haberme expresado en cada instante con el gesto más genuino, el derecho a vivir mis miedos y limitaciones de la manera más intensa y profunda como única garantía para dotar también de vías de expresión a lo más intrépido de mi gallardía. Aceptar y querer a mi torpeza, desperezada lentamente tras el mediodía, sin embargo a su modo, grácil, acompasada, dinámica y quien sabe, para algunos, acaso, también amorosa.
11 de septiembre de siempre
Hoy once de Septiembre, es un día paradigmático para la gran mayoría porque hace quince años dos aviones sembraron el terror en la Gran Manzana y luego en el resto del mundo desatando la furia de los Dogs of the war de Bush, Rumsfeld, Bin Laden y demás asesinos de masa. Pero el 11 S es una fecha muy señalada desde mucho antes.
Hoy se conmemora también un aniversario más del golpe de Estado al gobierno democrático de la Unidad Popular de Chile en 1973, que constituye un hito en América Latina, ya que en el mismo se asesinó al presidente legítimo y fue apoyado abiertamente por Henri Kissinger. Acaso Allende haya sido el único socialista moderno de nuestro continente, que entendió que todo había que hacerlo dentro de la legalidad, la democracia y la paz, en detrimento de su instigador Fidel Castro, quien además remarcaba que el error del andino, era que no aprobaba la lucha armada ni los baños de sangre, cuando precisamente esa era su más alta convicción, estaba un paso por delante de toda la izquierda y la derecha latinoamericana tan abocada a matarse unos a otros por aquellos años.
Y la paradoja es que desde luego fue mucho más valiente que Fidel, quien tras esa critica sugería subrepticiamente que habitaba un cuidado extremo que se podría confundir con falta de coraje.
Allende murió defendiendo sus ideas donde lo había puesto las urnas, y Fidel ni fue puesto por las urnas, ni murió por ninguna idea, no habiendo dinero que no haya estado dispuesto a gastar del pueblo cubano para respirar un día más, no importa en que condiciones degradantes, de qué país fuese el galeno, todo con tal de no morir.
Y hay un tercer 11 de Septiembre de importancia: La Diada de l'Onze de Setembre en Cataluña.
En 1714 un día como hoy culminó el asedio a Barcelona por parte de las tropas del rey Felipe V contra las del Archiduque Carlos, conflicto que tuvo lugar por la más genuina avaricia de ambos contendientes, ajeno de todo aspecto social o relacionado a justica o libertad del que se lo quiere revestir hoy, sólo para consumo de esa inmensa masa desconocedora de su propia Historia. Y que como ya ocurriese en el entonces, enfrenta hoy a dos centros de poder con las garras sobre el mismo botín, instrumentando, aleccionando, induciendo cada uno a su masa social para que defiendan, o bien a Felipe que sería la aristocracia centralista, o a Carlos que sería la catalana, tan voraz como la otra sólo que acaso un poco más afrancesada y superficialmente más sofisticada e infinitamente menos cosmopolita.
Sangre esparcida y cerebros dopados.
Mentalidad Mamba, Nole el GOAT
Nole es todo lo contrario de lo que desde determinados medios se ha querido vender, no sé si en todo el mundo o solo en España, por esa mediterránea envidia, rasgo identitario tan arraigado y que tan prolijamente se exportó a las colonias en las que nacimos muchos hispanoparlantes, para proteger de la manera más mezquina y errada los logros que consideran propios gracias al sudor de Rafa Nadal, un súper monstruo que no precisa que nadie reste méritos, impida competir, denigre ni enmierde al mejor tenista de la Historia para que sus conquistas propias brillen por siempre en el firmamento del tenis. No tengo noticias de que los suizos esgriman ese mecanismo abyecto, ciego, infantil y sobre todo, inútil, para proteger la carrera de Roger Federer, el gentleman del tenis.
Lo cierto es que Nole es un ser humano profundo, de una sensibilidad exquisita, espontaneidad, valentía, capacidad de sacrificio única, que se nota que de un tiempo hacia aquí, parecido a lo que ocurre con Messi, da más importancia a los primeros pasos, a los sacrificios de su familia en un deporte caro habiendo sido él el primero en tomar una raqueta en su casa, en su barrio, yo diría que hasta casi en Serbia. El afecto con que trata a sus oponentes y el profundo cariño y reconocimiento de estos hacia él por su cercanía y humildad. Y la vida, en gratitud a esta humildad, a esta revelación de un alma pulcra, depurada diría, les concede una nueva juventud a sus músculos que con la suma de la experiencia los hace despedirse con una apabullante traca final como en un concierto de los Rolling Stones tras culminar dos horas de energía entregando la última gota con Jumpin Jack Flash, en pago al amor y la entrega de todo su público, gracias al cual acaso, sean tan ricos, pero también gracias al cual y por el cual, sacaron energía y voluntad de donde no la había para darlo absolutamente todo.
La nieve bajó gris
Al poco tiempo de conocerse, las latinas en Escandinavia se hicieron tan colegas, que Wydma le dijo a Milenko que prefería ir a compartir un departamento con Norma, su nueva amiga, a la que una semana atrás él había conocido en una cena preparada para tal fin y se habían caído muy bien, aunque Milenko ya había avistado que Norma quería ventilarle la amante, no sabía bien si era algo romántico, sexual o simplemente el placer de tumbarle la novia a un hombre, eslavo, marmóreo, hierático. El departamento de Norma estaba en la calle Lille Strandstraede perpendicular y a veinte metros de la muy concurrida Nyhavn, donde estaba el bar cafetería donde había trabajado y casi muerto cuando llegó a la ciudad.
Lo cierto es que siguieron siendo amantes pero ya viviendo en distintos lugares, a Milenko en parte le venía muy mal porque de repente se le doblaron los gastos, pero también en su fuero interno sintió un enorme alivio porque más allá del enigma que ejercía sobre él la mujer de procedencia mediterránea, también necesitaba como agua de mayo esos largos silencios de la estepa nevada.
Aún así, se tomaron dos días para despedirse, en el último paseo, la tomó en sus brazos en medio de la plaza donde desde hacía siglos se juntaba la gente de aquella pequeña ciudad a intercambiar sus productos, los de la tierra por otros de talabartería, o los de la herrería por los de la carpintería, donde desde que se colocó la primera piedra de la ciudad las voces de los transeúntes se confundían con el rechinar de una rueda de carro, el armado de una tienda provisional, las campanas de la catedral, la algarabía del beodo más tempranero o las plegarias al nuevo amanecer del más trasnochador, donde habían discurrido todo el espectro de miradas, aquellas que presagiaron un duelo a muerte o las que citaban para una huida a medianoche hacia las inmediaciones de otra muralla, de otra plaza de otras miradas y bullicios, ella entornó los ojos pasó sus brazos por detrás de la nuca de él y se besaron como en aquellos primeros besos apasionados de la adolescencia, pero él sentía la paz y el sosiego de la madurez, un deseo que era una bola incandescente dando energía a un motor acostumbrado a largas distancias, motor de mil y una travesías que sin embargo había estado en reposo más tiempo del que le habría gustado admitir. De repente se encendió una luz tan destellante que obnubiló incluso las más firmes certezas, las más arraigadas convicciones haciendo tambalear todo el constructo en que descansaba la estabilidad emocional y la sensación de control sobre el tiempo y el espacio.
Una placer anacrónico, un tipo de deleite que ya parecía no pertenecerles, no formar parte de los regalos atados con moño que descansarían al pie del arbolito para ser abiertos en la mañana entre el café la luz y una cascada de ansiedad, mezclado con el temor a que la liviandad volátil sometidos al nuevo espacio, sin los cerrojos familiares, las paredes recias, el suelo firme, terminase por difuminar toda la senda fundiéndola en un prado verdecido que disuelve los asideros donde las dudas quedan distantes, despejadas, parapetadas tras una zanja insalvable. La experiencia del vuelo, la ingravidez con su maravilloso techo cubierto de estrellas a la vez que el desconcierto de la intemperie.